Clemente Estable

Clemente Estable
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Clemente Estable
NombreClemente Estable
Nacimiento23 de mayo de 1894
Departamento de Canelones, Santa Lucía, Bandera de Uruguay Uruguay
Fallecimiento27 de octubre de 1976
NacionalidadUruguayo
PadresGiuseppe Stabile y Giuseppa Fallabella

Clemente Estable (1894-1976). Fue uno de los más eminentes fundamentalistas de la ciencia en general, y de la biología en particular, completando esta presencia por una tan sostenida como fecunda y original inquietud por el pensamiento filosófico y en especial orientado hacia la promoción de aprender qué es vocación y qué es aptitud lejos de los cánones corrientes de las propuestas en uso. El Instituto de Investigaciones Biológicas de Montevideo, entidad que el ayudó a crear, lleva su nombre.

Síntesis biográfica

Clemente Estable nació el 23 de mayo de 1894 en las inmediaciones de la estación de FFCC Margat, zona rural del Departamento de Canelones, a escasos kilómetros de Santa Lucía. Fue le noveno hijo de Giuseppe Stabile y Giuseppa Fallabella, emigrantes italianos nacidos en 1852, provenientes de San Ruffo, Provincia de Salerno.

Llegaron a Uruguay en 1865 y se casaron en Santa Lucía en 1877. Agricultor, cultivó su chacra donde nacieron sus primeros hijos, hasta que en 1897 se radica en Montevideo por temor a las leyes que realizaba el gobierno para hacer frente al movimiento revolucionario de ese año. Con seguridad proclive al Partido Nacional, se radicaron en la Unión donde atendieron un pequeño negocio. Ya los hijos mayores contribuyeron al sustento familiar, donde se distingue su hermano mayor Nicolás, que aprendió el oficio de carpintero. Muy adicto a la lectura y al estudio estimuló en ellos a sus hermanos menores, entre los que se distinguieron varios y entre ellos, Clemente: "fue mi primer maestro" solía decir, así como él fue a su vez el primer maestro de su hermano menor Juan Francisco, lamentablemente segado en plena juventud.

Estudios

A los 15 años ingresa en el Instituto de Enseñanza Primaria y Normal, al amparo de una beca, egresando a los 20 años. Se desempeña como maestro en varias escuelas de la capital para ser luego nombrado para dictar cursos de vocaciones para maestros, mientras termina sus estudios de segundo grado. Es en este período concurrente libre a los cursos de la Facultad de Medicina. Ya en esos años iniciales publica ensayos, tanto docentes, como pedagógicos de divulgación. De madurez bien precoz, publica en 1921 su principal obra pedagógica El Reino de las Vocaciones con el que inicia no sólo una prédica, sino una línea paralela de investigación, tan tenaz como original, que nunca abandonará y que forma uno de los rasgos más cálidos y humanos de su personalidad.

Trayectoria laboral

En 1920 es nombrado Maestro de Conferencias del nombrado Instituto. Partiendo de esta humilde formación académica de maestro normalista, integró con mantenido esfuerzo una sin duda vastísima base humanista, a un saber científico esencialmente biológico, en un solidario y contraído afán autodidacta, con el que tuvo que luchar no sólo con sus menguados conocimientos curriculares, sino con la azarosa comprensión de los textos en idiomas contra los cuales debía debatirse. Todo lo logró, sin embargo. Ya poseedor de un microscopio que logró comprar con sus ahorros, entra en contacto con la obra de Ramón y Cajal sobre histología de la retina y teoría de la neurona, que va a despertar en él su real vocación de investigador, al punto de publicar en 1921 un corto ensayo sobre la neurona.

En ocasión de conocer a Juan Pou y Orfila, que era el médico de su madre, lo entusiasma éste en su inquietud por la obra de Santiago Ramón y Cajal, de quien fuera alumno en uno de sus viajes Pou y Orfila y con quien mantenía correspondencia. Vistas sus excepcionales condiciones, así como su dedicación al estudio y al trabajo, solicita Pou y Orfila para Estable un lugar en el laboratorio de Cajal y fue aceptado, cursándose luego los trámites para que pudiera viajar, facilitados por Rafael Ruano Fournier, director de Enseñanza Primaria, y Rodolfo Mezzera, Ministro de Instrucción Pública. Una beca del gobierno español contribuyó luego a su permanencia en España.

Ya en Madrid logró ocupar, no sólo un lugar en el laboratorio del renombrado sabio Santiago Ramón y Cajal, sino en su afecto, su amistad, y diremos sin ambaje, en su corazón. Con la perspicacia que le era tan propia supo sin duda reconocer el valer del joven alumno que pronto sería el discípulo dilecto. Juan, a este maestro que lo marcó para el resto de su vida, Estable se hizo, diremos se transformó, en un investigador formal, maduro y completo.

Permanece en Europa durante casi tres años. Vuelto al país se reintegra a la enseñanza en el Instituto Normal, y buscando lugar para instalarse en los estudios histológicos y experimentales obtiene un reducido laboratorio en el subsuelo de la Facultad de Medicina y posteriormente un cargo en el recientemente fundado Instituto de Neurología que le ofrece Américo Ricaldoni. Dona su sueldo para promover tres becas a jóvenes estudiantes en la investigación neurohistológica. En 1927 se crea a su influjo el Laboratorio de Ciencias Biológicas, institución que pasando por varias dependencias presupuestales culminará en la inauguración en 1950 del Instituto de Ciencias Biológicas, hoy Clemente Estable.

Desde el Instituto promueve la investigación en el campo de la biología experimental, gravitando no sólo en el ámbito nacional sino internacional, donde se le ofrecieron honrosas distinciones, entre las cuales el apoyo financiero para el Instituto de la Fundación Rockefeller. El resto de su vida fue una consecuente y denodada dedicación a la investigación diversificada en varios campos que motivaron sus múltiples inquietudes, así como en profundizar sus ideas sobre la enseñanza y en meditaciones filosóficas y estéticas, actividad que conservó hasta su muerte en la ancianidad a los 82 años. Fruto de este contacto académico y de real maduración intelectual hacia la investigación, fueron sus primeras contribuciones originales. Ya al poco tiempo de estar en Madrid junto a Ramón y Cajal da a luz su primer trabajo, sugerido por ese maestro, sobre la estructura comparada de la corteza cerebral, creando conceptos aun vigentes; un estudio sobre la posible pluralidad de las vías olfativas (modificación y complemento a la ley de Johannes Muller), sobre detalles de inervación gustativa.

Fue Estable el único discípulo latinoamericano de Ramón y Cajal. A su vuelta a Montevideo, ya colmado con aquel golpe de gracia del afamado Premio Nobel español, Estable logró que se creara, como ya hemos dicho, su primer Laboratorio de Ciencia Biológica en la Avenida Millán, primera institución destinada pura y exclusivamente a la investigación. Allí nació la biología nacional: Estable era su rector, que junto a ya nombrados compañeros en la azarosa empresa, lograron crear ese ámbito de estudio e investigación.

Su inquietud superó muchas veces sus logros. Su brillante intelecto iba más allá de sus posibilidades para desarrollar las propuestas audaces que ideaba. Es la suya una obra cuajada de esas originales propuestas que no pudo lamentablemente desarrollar. Puso el primero en el mundo electrodos permanentes en el cerebro, creó la biomicroscopía endocardíaca pero la vida no le permitió seguir y recoger los frutos de esas fecundas sendas. Muchos ayudantes hubiera tenido que tener y apenas contó con uno: Dora Sosa de Sotelo, en quien debe reconocerse un deferente lugar a su lado. Muchos colaboradores tuvieron, aunque estos fueron casi siempre temporarios o compartidos. Pero lo que logró basta para que ocupe un lugar tanto entre nosotros como entre los sabios más formales del mundo.

La primera de sus materias estudiadas, la más prominente sin duda, puede concretarse en tres vertientes: la histopatología, la neurofisiología y la citología. La histopatología de la enfermedad de Friedrich ya estudiada en su aspecto clínico por Francisco Soca en su famosa tesis (1888), le debe su más perfecta descripción hasta hoy no superada. Es en ella que sienta el concepto de hipocitomorfosis. También son importantes sus aportes a la siringomielia, asi como a la estructura del resto neural de los acranios. Su hallazgo quizá más original fue la descripción en las sinapsis axoaxonales que unida a otros hallazgos modificaron la ley general de la transmisión nerviosa, permitiéndole formular un concepto de "sinapsis de reversibilidad", hecho que primero se puso en duda, luego fue negado y es por fin hoy aceptado en base a pruebas ultraestructurales irrefutables. Su otro hallazgo de singular importancia fue la descripción de la disposición en filamento del ARN del nucléolo: el nucleolonema, también discutido y hoy aceptado, descubrimiento que llevó a cabo con su dilecto colaborador Roberto J. Sotelo.

Otros temas más abordó la permanente inquietud en la investigación de Estable. Muchos de ellos los dejó sólo esbozados, pero todos marcados de su particular impronta, en los que vislumbramos muchas veces la ideal verdad, que es belleza y que hubiera merecido una culminación formal. Son de particular importancia las que tratan de biomicroscopía del corazón (en colaboración con Alberto Vaz Ferreira), actualmente en pleno desarrollo, así como la técnica de la implantación de los electrodos encefálicos permanentes en colaboración también con José M. Baldomir.

En 1928, aunando inquietudes, esfuerzos y opiniones, fue el creador y primer presidente de la Sociedad de Biología de Montevideo, que editó la prestigiosa revista Archivos de la Sociedad e Biología, cuyos resúmenes a su vez fueron publicados en los Compte Rentas de la Societé de Biologie de Paris. Su vigencia terminó en 1969, y reflejó en sus Archivos durantes esos cuarenta años de existencia la casi totalidad de la investigación en biología experimental del país, foro que no ha sido reemplazado y cuya ausencia se hace sentir hasta hoy.

Siempre guardó Estable una bien clara curiosidad, un penetrante cuidado por el pensamiento científico en sí, por los caminos y modo del conocimiento. Con facilidad formulaba hipótesis curiosas, postulaba principios, esbozaba nuevas leyes o las modificaba, condicionándolas otras que a modo de preámbulo daban noción de un fuerte sentido de la especulación propia de la filosofía de la ciencia. Formado en las disciplinas de la morfología fue rápidamente captado por el método experimental desde cuyos atalayas interpretaba al perplejo y complejo devenir de las ciencias naturales.

Acorde en su formación en la metodología experimental, su pensamiento biológico se radicó casi exclusivamente en su gradiente filosófico, la evolución como fenómeno universal de vinculación metafísica y por otro hacia los aspectos teóricos que le sugerían sus estudios fisiológicos.

Muerte

Clemente Estable falleció a los 82 años de edad el 27 de octubre de 1976. En virtud a sus dotes de ciudadano excepcional fue sepultado con los honores propios de un Ministro de Estado.

Pensamiento e ideales pedagógicos

En la trayectoria de Clemente Estable se puede divisar una verdadera filosofía de la educación, sus ensayos y sus reflexiones giran todas en torno al problema del conocimiento. Hay dos ideas centrales de su pensamiento: La superiorización de la vida por medio de la cultura y la idea de que la superiorización de la vida implica la vocación de ser hombre. En la obra de Clemente Estable hay un esfuerzo permanente por definir la vocación y su papel en la realización de la persona humana en su dimensión individual y social.

La vocación es para Estable el fondo de la vida misma y la más alta aspiración de la persona, siendo esta intransferible.

En su pensamiento Estable analiza la importancia de la vocación pedagógica siendo esta sólo reservada a algunos. “El docente debe promover a los niños en dirección de lo imposible, en un camino de hacer hombres, de desarrollo de la personalidad, ayudando a construir la autonomía del alumno. “El pedagogo debe estar atento a qué es lo que tiende a incitar, a inhibir, a regular, a dirigir, en fin, a mejorar la criatura humana. He ahí su misión tan compleja y difícil como importante”

El docente debe tener un compromiso permanente y ayudar a jóvenes y niños a encontrar su propio destino, su propia vocación. Para ello, los docentes deben ser investigadores de la realidad del alumno, de la sociedad, de la ciencia y de la cultura.

Esto se logra conociendo la psicología del alumno, los bienes y valores de la cultura, su crítica, y fundamentalmente al crear y experimentar métodos que enseñen a aprender. “El interés por el niño constituye uno de los factores principales para el magisterio, y el pecado capital del maestro es no tenerlo, así como... los que se dedican a la enseñanza, carecer de interés por la cultura”

Para Estable, enseñar maneras superiores de aprender es el objetivo de la escuela y para ello ésta debe atraer hacia la cultura. Esto no es sólo un principio pedagógico sino un principio ético.

Clemente Estable criticó bastante la pedagogía tradicional diciendo que esta se basa en la coacción y la presión, remarcando que la nueva pedagogía se basa en el interés, la vocación y la personalidad del alumno.

“...Lo educativo consiste en aprender a aprender... y una de las más importantes misiones de la enseñanza es aprender a aprender.”

El docente debe tener como principal método pedagógico, el juego, ya que la movilidad del niño es un hecho y su interés debe dirigirse a la acción del maestro. Aún así, la acción debe estar guiada por fines y por el intelecto.

Haciendo referencia a ésto Estable dice: “Pedagogo es aquel que sabe sacar el mejor partido de todas las situaciones incluso de los fracasos”.

Otro principio ético que defiende Estable, es la autonomía del alumno, el respeto por su autodesenvolvimiento.

Lo fundamental para quien enseña, es saber quién es el otro como base de todo respeto mutuo y considerarlo como una persona poseedora de su propia libertad.

Para ello, el docente debe evitar el dogmatismo, la imposición de verdades y el respeto por la libertad del alumno, reafirmando la laicidad.

Estable dice: “Fácil es (ver) el dogmatismo en los otros, difícil es advertirlo en sí mismo.”

En la actividad docente, los factores morales no son extraños al maestro o profesor, su acción no debe confundirse con la de un psicólogo y los docentes deben tener interés por la materia que enseñan.

La relación educativa debe estar cargada de afectividad ya que el amor por el alumno es el primer móvil de la vocación pedagógica.

Clemente Estable siendo hombre de ciencia, guardó un gran respeto por la investigación científica como creación de conocimiento. Aunque, cuando Estable habla de Ciencia, no se refiere sólo a las ciencias experimentales o naturales.

La verdad misma es producto de la investigación, es opuesta al dogma y al saber acabado. Para Estable el saber es social, histórico y polifacético.

Estable defendió la democratización del conocimiento alegando que el saber, la ciencia y la cultura, no tienen dueño. No pueden ser privilegios de grupos, ni de naciones, ni de persona alguna. Es para todos. En toda su labor, Estable defendió siempre el valor pedagógico de la investigación. Los niños tienen interés en buscar la verdad al mostrar un afán de descubrimiento de la naturaleza.

Con respecto a esto Estable dice: “La precoz obligación por la verdad manifestada en el niño puede ser indicio de una vocación científica naciente”.

Aportes pedagógicos

Luego de una exhaustiva vida de trabajo y dedicación, Clemente Estable tiene en su legado innumerables aportes a la comunidad científica y pedagógica.

En su haber, Estable dejó muchos ensayos, investigaciones científicas y pedagógicas que hoy se plasman en el instituto que lleva su nombre, el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, dedicado a la investigación científica del país, y sus aportes pedagógicos que influyeron en la estructuración de los programas de escuelas urbanas y rurales elaborados en nuestra propia historia de la educación a nivel nacional.

Uno de los grandes aportes dentro de un marco pedagógico fue la creación del Plan Estable que tuvo el propósito de llevar el método científico a la escuela.

Con este plan, Estable insiste en el método: observando, experimentando, la escuela enseñará “maneras de aprender”, prolongando su acción ya que el niño y el joven adquieren un instrumento de trabajo que le será útil para su vida presente y futura y su aporte será valioso para la sociedad.

El Plan Estable tiene por base la psicología del alumno; por criterio lógico, la coordinación de los contenidos y en su realización persigue fines éticos y estéticos. Es inseparable la emoción de la búsqueda del conocimiento, del goce estético y de la realización moral.

El Plan Estable

El desarrollo del llamado Plan Estable, que resulta una aplicación y una metodología pedagógica emergente de la doctrina del pensador uruguayo, consiste en profundizar supercentros y centros de interés en los diversos grados escolares, inspirados en los que había concebido Ovide Decroly y aplicado en su École de l Ermitage, en Bélgica hacia 1907. Se trata de determinados asuntos de estudio que se retoman con diversos enfoques y niveles de profundidad en relación a cada etapa del niño y de su respectivo grado escolar. La ordenación programática de estos centros sustituye la acumulación simple de las asignaturas científicas y artísticas, así como las jerarquizaciones filosóficas que no respetan los intereses propios de la infancia.

La doctrina de Estable se ha llamado Pedagogía Causal; en efecto, la relación de causalidad obra en ella como principal engranaje de contenidos. El Plan envuelve un método de trabajo porque, sin complicaciones formularias, contiene la lógica que gobernará el programa a desarrollar e incluso el porqué de esta lógica. Consiste en un estricto desarrollo de asuntos y actividades dispuestas de acuerdo a razón, especialmente en lo que concierne a las relaciones del niño con la naturaleza y con la sociedad. Pero también, en una penetrante sugerencia relativa a cómo dar lugar a ese desarrollo en tanto realidad humana, respetando la emotividad, la psicología del niño y los fines éticos que persigue la educación. Atiende, pues, lo emocional y lo ético a la par de lo causal, deductivo y racional. Por esta razón se llamó Pedagogía Causal, en función de esta doble faz del fundamento teórico; no deja nada librado al azar y busca los resortes profundos de la psicología infantil; tampoco confía ciegamente en los talentos naturales del docente.

Este método viene a erradicar la pedagogía ultra dirigida tanto como la pedagogía pestalozziana orientada por el sentido común. Establece una ciencia pedagógica que no desdeña lo que tiene de tecné, por llamarla con este título clásico griego y que abarca tanto el arte como la ciencia. Está respaldada, además, por las ideas revolucionarias que había hecho conocer John Dewey en su obra Mi credo pedagógico, de 1897. La educación, pensaba Dewey, no debe constituir una presión exterior sino un desarrollo de dentro hacia fuera. Estable, tal vez siguiendo a Dewey, objeta la que llama pedagogía de presión normativa que sólo busca implantar reglas. Concibe una pedagogía, o se diría filosofía, de la personalidad. Esta pedagogía tiene ahora como centro al niño, no al maestro. El papel del maestro se vuelve más sutil. No se trata de que el azar y la libertad individual hagan solos la tarea pedagógica. Sólo se trata de sugerir en vez de prescribir . Carlos Vaz Ferreira, uno de los más respetados y reconocidos maestros de Estable, había prevenido en 1918 acerca de un mal frecuente de los nuevos tiempos: no exactamente el mal de la enseñanza reglada, gobernada por textos y programas inexorables, con clases regulares y trabajo metódico, sino la exageración de «no hacer más que eso».

Así como el Plan Estable respeta la lógica y la psicología, lo objetivo y lo subjetivo, la causalidad lógica y la génesis psicológica del niño, adecuándose al mundo del niño, también respeta los fines fundamentales de la educación, éticos y estéticos. El Plan incluye lo estético a través de la revisión de las culturas y de sus respectivas artes, pero también, a través del estudio de la integridad de la persona humana. Un tercer aspecto es el del orden: también implica lo estético, por ejemplo, la simetría y el ritmo de la matemática y del número. Asimismo, todas las actividades que propone el Plan concurren a lo ético: la objetividad necesaria del método de investigación, la sociología de sus formas de trabajo, individuales y de conjunto, la necesaria integración del conocimiento inherente a la conformación integral de la personalidad. La formación de la personalidad es el factor ejecutor de la pedagogía de Estable tanto como el centro de la filosofía que encierra.

Estable se refiere a tres grandes motivos en este sentido: la verdad, el bien y la belleza. Son fines y medios a la vez. Finalmente, existe un aspecto importantísimo, aunque fuera de programa: el espíritu del Plan. Este aspecto ha sido glosado por algunos maestros encargados de presentarlo. Sumamente consustanciados con sus objetivos fundamentales, han acompañado el texto de Estable, bastante breve, con observaciones sucintas pero muy significativas. Es difícil rendir cuenta de ellas; están relacionadas con la necesidad de que el sujeto encare su aprendizaje como un bien superior y no como la adquisición de un bien cualquiera. Se trata de algo específicamente humano, de aprender de manera semejante a como se mitiga un dolor o a como se ayuda al prójimo.

Estable es uno de los primeros pedagogos que ajustan su plan a la psicología del niño. El niño deja de ser el adulto pequeño.

Obras

  • 1914- “El Valor de la objetivación en la enseñanza”.
  • 1915-“La Nutrición” publicación Solidaridad, Montevideo.
  • 1915-“Los Concursos Escolares” publicación Solidaridad.
  • 1918-“Las Libretas de lecciones” publicación Rodó, Montevideo.
  • 1919-“Reflexiones sobre la creencia y la duda” La Educación, revista quincenal pedagógica y literaria, Montevideo.
  • 1923-“Reino de las Vocaciones” En esta obra Estable analiza los fundamentos psicobiológicos, éticos, lógicos, pedagógicos y sociológicos de la educación.
  • 1928-“La Cultura Científica del Maestro en la Reforma de la Enseñanza”. Publicación Imparcial, Montevideo, 18 de junio.
  • 1942-“Psicología de la Vocación” En esta obra, Estable trata de esquematizar una teoría general de la vocación y caracteriza al educador que debe llevar adelante una pedagogía de la vocación. Esta obra fue reeditada en el año 2003 por la Fundación Clemente Estable.
  • 1939- Se oficializa el “Plan Estable” Esta obra no es sólo un programa de estudios, envuelve un método pedagógico y sugiere una filosofía de la educación.

Fuentes

  • Contribuciones de Clemente Estable y su Instituto al desarrollo y apropiación social de la ciencia iberoamericana [1]. Consultado: 20 de noviembre de 2017
  • CLEMENTE ESTABLE (1894-1976) [2]. Consultado: 20 de noviembre de 2017