Combate del Cerro de Uñas

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Combate del cerro de Uñas
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Parte de Guerra de Liberación (Revolución cubana)
Fecha 2 de noviembre de 1958
Lugar San Felipe de Uñas,
provincia de Holguín,
República neocolonial de Cuba Bandera de Cuba
Resultado Con este triunfo de las tropas revolucionarias, se quebrantó aún más la moral del ejército de Fulgencio Batista, lo que aceleró la conversión de esta zona en territorio libre.
Beligerantes
Ejército Rebelde Ejército batistiano
Comandantes
Comandante Eddy Suñol Cabos Pérez y Ferrás
Bajas
1 herido (Suñol) 20 bajas entre muertos y heridos

Combate del cerro de Uñas fue un combate que se llevó a cabo el 2 de noviembre de 1958 cerca de San Felipe de Uñas, en el municipio Gibara de la provincia de Holguín (Cuba).

El día 31 de octubre de 1958 el comandante Eddy Suñol se retiró hacia la sierra de Gibara (Holguín) y el día 1 de noviembre por la noche partió hacia los llanos de San Felipe de Uñas, a preparar otra emboscada para si se movían los soldados de Delicias a la ciudad de Holguín o viceversa, apresarlos, con motivo de la farsa electoral que se preparaba para el 3 de ese mismo mes.

Hechos

Al amanecer del día 2 de noviembre de 1958, Suñol se encontraba situado entre Uñas y los Güiros, en un lugar conocido por el Cerro, donde se originó un fuerte combate, que fue un duro golpe para el enemigo. Su objetivo era interceptar las fuerzas del ejército de la dictadura que se movían en grupos de 20 a 40 soldados. Al llegar a este lugar elaboraron el plan de hacerle una emboscada a la patrulla del ejército que periódicamente realizaba el recorrido de Chaparras a Holguín, por la carretera que une ambos municipios.

Composición de las tropas

El pelotón de los rebeldes contaba con una escuadra al mando del teniente Omar Iser Mojena que se situaría al frente del lugar escogido, en una zona llana en las faldas de un pequeño cerro. Su misión era impedir que las patrullas pudieran escapar y seguir hasta Holguín. La escuadra mandada por el teniente Fabio Quesada, se ubicaría a la izquierda de la carretera y a su derecha Suñol, con veinte hombres, incluyendo a las compañeras de la escuadra Mariana Grajales.

El plan de ataque preveía que al pasar los vehículos, los hombres de Suñol abrirían fuego, Omar Iser cerraría el frente y avanzaría desplegado, mientras que los compañeros de Fabio Quesada cerrarían también la retaguardia del enemigo. Las restantes escuadras estaban en una zona donde existía un pequeña cañada y alguna vegetación. Esto provocó mucho más el desconcierto de los soldados. El combate debía realizarse en el menor tiempo posible, aprovechando el factor sorpresa, porque podía llegarle refuerzo al enemigo tanto desde Velasco como de Holguín.

La misión de las fuerzas enemigas era trasladar la correspondencia de las capitanías de Delicias, Puerto Padre y Velasco al regimiento no.7 de Holguín. En esta ocasión conocían ya que en la comarca operaban columnas rebeldes, por lo que reforzaron la ronda cuando llegaron a Velasco –último punto antes de entrar a Holguín- pidiendo cinco soldados más en el cuartel de este lugar, que le fueron asignados. La patrulla quedó compuesta por un camión que iba al frente, en el que viajaban aproximadamente 16 soldados, y una camioneta detrás con 10 soldados, ambos mandados por los cabos Pérez y Ferrás respectivamente.

Combate

A las 11 de la mañana del día 2 de noviembre de 1958, la patrulla partió de Velasco con destino a Holguín y aproximadamente veinticinco minutos después llegó al lugar de la emboscada. Las fuerzas del centro, mandadas por Suñol, rompieron fuego contra el enemigo, a las primeras descargas fueron alcanzados cuatro casquitos que viajaban en la capota del camión, así como también el chofer que cayó sobre el volante del vehículo, apretando con su cuerpo el claxon, que no dejó de sonar hasta que concluyó la acción. Al generalizarse el tiroteo, Omar Iser y Fabio Quesada ejecutaron sus respectivos planes, pero los casquitos en número de 8 a 10 se posesionaron de una alcantarilla al otro lado de la carretera desde donde se fortalecieron.

Suñol se dio cuenta de que avanzar hacia ellos sería un suicidio y que solo una granada podía liquidar el combate en pocos segundos. La única granada que poseían la tenía Omar Iser. Estaban separados del enemigo solo por algunos metros y los soldados respondían al fuego rebelde con armas de distintos calibres, Suñol al tratar de subir a la carretera fue herido en el pecho, las mujeres de la escuadra Mariana Grajales haciendo honor al nombre que llevaban se batieron como leonas, ellas al ver a Suñol herido, se hicieron cargo de su traslado hasta un lugar más seguro donde fue recogido por el campesino Ángel Luis Pérez, fiel colaborador de los rebeldes, que lo trasladó para un lugar seguro en San Andrés, llevándolo después a la finca el Pital, en los Alfonsos.

Omar Iser que es el que poseía la granada, se da cuenta que él puede terminar con las hostilidades y dando un rodeo la lanzó contra el reducto enemigo, momentos después los pocos soldados que quedaban se rendían.

Resultado

El combate había durado solamente 25 minutos. A pesar del poco tiempo de enfrentamiento la acción trajo como resultado que la tropa enemiga fuese totalmente aniquilada, sufriendo más de 20 bajas entre muertos y heridos. Por los rebeldes solamente fue herido Suñol.

Se le ocupó al enemigo, entre otros objetos, el siguiente armamento:

  • 24 fusiles Springfield
  • Una ametralladora Thompson
  • Una pistola calibre 45
  • Tres revólveres
  • 1208 balas calibre 3006
  • 57 balas calibre 45
  • 35 balas calibre 45 de revólver

Fuentes

  • Gámez Guerra, Amalia Maciel; y Pupo Velázquez, Rosalía Beatriz (2015): Comandante Eddy Suñol. Su participación en la lucha revolucionaria (tesis). págs. 39-42. Holguín (Cuba): Universidad de Holguín Oscar Lucero Moya, 2015.