Comisión Nacional de Energía Atómica (Argentina)

Comisión Nacional de Energía Atómica
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Argentina Bandera de Argentina
Comision nacionalenergia atomica.jpg
Edificio de la institución
Siglas o Acrónimo:CNEA
Fundación:31 de mayo de 1950
Tipo de unidad:científica
País:Argentina Bandera de Argentina
Sede:Centro Atómico Bariloche,
San Carlos de Bariloche,
provincia de Río Negro

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) es un organismo autónomo argentino dependiente de la Presidencia de la Nación a cargo de la investigación de la energía nuclear y su desarrollo. Coordina las acciones de instituciones que aplican la tecnología nuclear en áreas como la salud, la investigación científica o la formación de recursos humanos.

Tiene como objetivo promover y realizar estudios y aplicaciones científicas e industriales de las transmutaciones y reacciones nucleares y fiscalizar las aplicaciones mencionadas.

Antecedentes

Los antecedentes acerca de la creación de la Comisión Nacional de la Energía Atómica han sido relatados por el doctor Enrique Gaviola en su trabajo Historia de la Asociación Física Argentina, aportado al II Congreso Argentino de la Historia de la Ciencia. Dicho congreso, presidido por el ingeniero Cortes Pla, se realizó en 1972 en la Sociedad Científica Argentina, con motivo de su centenario.

Origen y evolución

Su origen se remonta al 31 de mayo de 1950, cuando, por decreto 1093/50 del presidente Juan Domingo Perón, se ordena su creación, pero recién dos años más tarde, da sus primeros pasos tendientes a la preparación y entrenamiento del personal.[1]

En 1956 obtiene su estructura de comisión nacional, dependiente de la presidencia.

Objetivos

  • Promover y realizar estudios y aplicaciones científicas e industriales de las transmutaciones y reacciones nucleares.
  • Fiscalizar las aplicaciones a que se refiere el inciso anterior, en cuanto sea necesario, por razones de utilidad pública o para prevenir los prejuicios que pudieran causar.

Desde su creación la CNEA ha sido el organismo público de referencia del desarrollo nuclear en el país y un actor destacado dentro del sistema de ciencia y técnica.

El campo nuclear comenzó a desarrollarse en Argentina con la formación de profesionales en las ciencias y tecnologías asociadas. Luego se crearon laboratorios y se iniciaron actividades como la radioquímica, la metalurgia nuclear y la minería del uranio. Posteriormente se consolidaron las actividades para la construcción y operación de reactores de investigación y sus combustibles; la producción de radioisótopos y el empleo de las radiaciones ionizantes para diagnóstico y tratamiento médico; y se logró el acceso a la nucleoelectricidad, que implicó la construcción y operación de centrales de potencia y el dominio del ciclo de combustible nuclear.

El desarrollo tecnológico alcanzado y la altísima calificación de los profesionales de la CNEA le permiten en la actualidad llevar adelante dos proyectos estratégicos: el CAREM25, primera central nuclear de potencia íntegramente diseñada y construida en Argentina; y el RA-10, el reactor argentino multipropósito que se convertirá en un polo regional de producción de radioisótopos e investigación científica.

Las instalaciones de la CNEA se encuentran el Centro Atómico Bariloche (en San Carlos de Bariloche), Centro Atómico Constituyentes (en el Gran Buenos Aires), y el Centro Atómico Ezeiza (en Ezeiza, provincia de Buenos Aires). Opera los reactores de investigación en cada uno de estos sitios.

Formación y capacitación del personal

Con grandes esfuerzos, se logró poner en marcha la formación y capacitación del personal, la promoción de la geología y minería nuclear, la explotación y procesamiento del uranio, el desarrollo tecnológico en la química, la metalurgia de la construcción de reactores, la producción de radioisótopos y, fundamentalmente, la investigación básica y aplicada.

Un paso trascendental en la evolución de la CNEA fue la construcción de la primera central nuclear de potencia del país. La construcción de la misma la realizó la empresa alemana Siemens.

Laboratorios y centros atómicos de la CNEA

La CNEA posee mas de un centenar de laboratorios de todo tipo, distribuidos en su sede central, y en tres centros atómicos. Opera además, dos plantas químicas de procesamiento de minerales de uranio.

La extensión del radio de acción de la CNEA, abarcando prácticamente todo el ámbito nacional, ha determinado geográficamente ramificaciones del tipo Delegación, llevando los beneficios de su labor a todas las regiones con actividad minero-productiva.

Centros atómicos de la CNEA

La energía nuclear tiene un papel importantísimo en el estudio bionómico de los insectos y sobre todo, aquellos que resultan dañinos a las plantas cultivadas y útiles, animales domésticos y los peligrosos para la salud del hombre.

Funciones

  • Asesorar al Poder Ejecutivo en la definición de la política nuclear.[2]
  • Promover la formación de recursos humanos de alta especialización y el desarrollo de ciencia y tecnologías en materia nuclear, comprendida la realización de programas de desarrollo y promoción de emprendimientos de innovación tecnológica.
  • Propender a la transferencia de tecnologías adquiridas, desarrolladas y patentadas por el organismo, observando los compromisos de no proliferación asumidos por la República Argentina.
  • Ejercer la responsabilidad de la gestión de los residuos radioactivos cumpliendo las funciones que le asigne la legislación específica.
  • Determinar la forma de retiro de servicio de centrales de generación nucleoeléctrica y de toda otra instalación radiactiva relevante.
  • Prestar los servicios que le sean requeridos por las centrales de generación nucleoeléctrica u otra instalación nuclear.
  • Ejercer la propiedad estatal de los materiales radiactivos fisionables especiales contenidos en los elementos combustibles irradiados.
  • Ejercer la propiedad estatal de los materiales fusionables especiales que pudieren ser introducidos o desarrollados en el país.
  • Desarrollar, construir y operar reactores nucleares experimentales.
  • Desarrollar aplicaciones de radioisótopos y radiaciones enbiología, medicina e industria.
  • Efectuar la prospección de minerales de uso nuclear, sin que ello implique excluir al sector privado en tal actividad.
  • Efectuar el desarrollo de materiales y procesos de fabricación de elementos combustibles para su aplicación en ciclos avanzados.
  • Implementar programa de investigación básica y aplicada en las ciencias base de la tecnología nuclear.
  • Establecer programas de cooperación con terceros países para los programas enunciados en el inciso precedente y para la investigación y el desarrollo de la tecnología de a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
  • Promover y realizar todo otro estudio y aplicación científica de las transmutaciones y reacciones nucleares.
  • Actualizar en forma permanente la información tecnológica de las centrales nucleares en todas sus etapas y disponer del aprovechamiento óptimo de la misma.
  • Establecer relaciones directas con otras instituciones extranjeras con objetivos afines.
  • Celebrar convenios con los operadores de reactores nucleares de potencia, a los fines de realizar trabajos de investigación.

Radioisótopos: tecnología nuclear en constante evolución

El centro es pionera en la producción y distribución de radioisótopos utilizados en aplicaciones para la salUd gracias al reactor RA-3 emplazado en el Centro Atómico Ezeiza, hace más de 50 años.[3]

En diciembre de 1967, el RA-3 fue inaugurado con una potencia de 0,5 MW con el objetivo de cubrir la demanda nacional de radioisótopos de uso médico. A lo largo de los años fue incorporando innovaciones tecnológicas y llegó a operar regularmente con una potencia de 5 MW.

En 2003, la Autoridad Regulatoria Nuclear otorgó la licencia a la CNEA para duplicar la potencia (10 MW), lo cual permitió aumentar al doble la producción de radioisótopos hasta cubrir toda la demanda nacional de molibdeno-99 y proveer a Brasil del mismo elemento.

El crecimiento actual de la demanda interna de radioisótopos y la posibilidad de convertirnos en un importante exportador ante la escasez de países proveedores, brindan una oportunidad única para asumir una posición de liderazgo en la provisión de estos productos para aplicaciones médicas, aumentando la producción de los radioisótopos más utilizados en diagnósticos y tratamientos a fin de abastecer el mercado local, regional y parte del internacional.

Aplicaciones en el área de la salud

Los radioisótopos tienen dos usos fundamentales:

  • Diagnóstico

Se usan los isótopos radiactivos de elementos como el carbono, el iodo y el molibdeno para conocer el funcionamiento de determinados órganos. Se los denomina “trazadores”.

Luego de ser administradas al paciente ―por vía oral o endovenosa― generan un contraste que permite la obtención de una serie de imágenes con cámara gamma o tomógrafo por emisión de positrones (TEP).

Las principales aplicaciones de estas técnicas están relacionadas con la detección del cáncer en tiroides, hígado, vesícula, intestinos, corazón y pulmón, entre otros.

  • Tratamiento

Las radiaciones ionizantes se utilizan para destruir lesiones cancerosas. Para ello, se expone el tumor a dosis procedentes de fuentes de radiactividad externas (equipos de rayos X, radioterapia con fuente de cobalto-60) o internas (braquiterapia, radioterapia metabólica).

Creación artificial

Así como existen elementos radioactivos en la naturaleza, también existen otros que son creados artificialmente por el hombre valiéndose de ciertas técnicas.

Una de ellas consiste en atacar con un haz de partículas un elemento natural denominado blanco durante un cierto tiempo. Ese haz de partículas está formado por “proyectiles” que al impactar sobre los núcleos de los átomos del blanco produce cambios que los transforman en un elemento radioactivo.

Cuando el bombardeo se realiza mediante un acelerador, los “proyectiles” que se obtienen son partículas cargadas. En cambio, cuando se realiza con un Ciclotrón de Producción, se obtienen protones.

En un reactor nuclear, la materia prima empleada es irradiada con neutrones (partículas sub-atómicas que no tienen carga eléctrica). Para la fabricación de radioisótopos de uso médico, la CNEA cuenta en el Centro Atómico Ezeiza (CAE) con un ciclotrón y con el reactor RA-3. Además, dos instalaciones relacionadas: la Planta de Producción de Radioisótopos y la Planta de Producción de Productos de Fisión.

Actividad docente

En la actualidad la CNEA ofrece cursos y carreras de pregrado, grado y posgrado en sus institutos académicos: Balseiro, Sábato y Dan Beninson, creados mediante convenios con universidades nacionales.[4]

Los tres institutos cuentan con planteles docentes conformados por científicos y tecnólogos en actividad, junto con profesores invitados de otras instituciones académicas. En todos los casos se estimula la generación de un vínculo directo y personalizado entre los alumnos y los docentes, a lo que se suma el acceso permanente a laboratorios, equipamientos e instalaciones experimentales, incluyendo reactores nucleares de investigación, salas limpias, celdas calientes, clusters computacionales, y un acelerador de iones pesados de energías medias, entre otras instalaciones en las cuales los estudiantes lleven a cabo sus prácticas.

Fuentes