Complejo de superioridad

Complejo de superioridad
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Complejo de superioridad. El complejo de superioridad es un mecanismo inconsciente, neurológico, en el cual tratan de compensarse los sentimientos de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que sobresalen.

Puntos de vista

Nuevos estudios de la psiquis indican que la gente explosiva, dispuesta a pelear en todo momento y llena de rencor trata de esconder sus puntos débiles manifestando determinadas características, las cuales corresponden al prototipo de personas que sufren de complejo de inferioridad, el complejo contrario, el de superioridad, no es más que la armadura que cubre lo que la gente odia de sí misma y eso, a su vez, quiere decir que las dos situaciones se pueden dar al mismo tiempo y en la misma persona.

Cada individuo posea aspectos positivos y otros negativos. En el individuo que sufre de Complejo de superioridad es posiblemente los aspectos negativos del ser son obviados por su psiquis para obcecarse sólo con los positivos. El término Complejo de superioridad fue acuñado por Alfred Adler, (7 de febrero de 187028 de mayo de 1937).

La exhibición del complejo de superioridad, generalmente, se proyecta hacia los sentimientos de inferioridad con respecto a los demás. El problema más común de este complejo es sentirse "apartado" de los grupos sociales, por no presentar las mismas características que el resto de las personas. Al estar con una persona con este tipo de complejos, se puede llegar a pensar que son arrogantes o que quieren hacerse destacar por aspectos banales.

La conducta relacionada con este mecanismo puede incluir una opinión exageradamente positiva sobre el valor y las habilidades de uno mismo, expectativas muy altas y poco realistas, aunque con frecuencia las personas altamente dotadas poseen este complejo, con respecto a los logros de uno mismo y de los demás, vanidad, estilo extravagante en la forma de vestir (con la intención de llamar la atención), orgullo, sentimentalismo y facilidad de ser herido, una tendencia a rechazar las opiniones de los demás (a veces con fundamentos racionales), comportamiento snob, entre otras.

El psicoanalista dominicano y autor de varios libros de autoayuda Ray Bueno, refiere que los complejos de inferioridad y superioridad, se manifiestan de diferentes maneras pero por una misma razón y es el rechazo por sí mismo, por lo que "el individuo se idealiza y trata de ser alguien diferente", señala en una publicación de marzo del 2010, documento en el que analiza los dos padecimientos.

Bueno agrega que alguien con esa confusión necesita llamar la atención de los demás y brillar a costa de opacar a otros. Siempre lastima sin importar el dolor que pueda causar, pero en cuestión de segundos "manifestará que no podrá dar lo mejor de sí", puntualiza. Según su punto de vista, quien padezca de tal complejo se intimida fácilmente y se refugiará en actividades donde demostrar que es bueno es fácil.

La psicóloga Lauren Hernández considera que ninguno de los dos lados del espectro deben ser considerados como trastornos sino "estados naturales que resultan de las emociones del diario vivir", señala.

Sin embargo, la profesional aclara que sí se debe tratar el sentimiento para "equilibrar el autoestima y encontrar la causa del desbalance porque no es saludable", advierte.

Según Hernández, tanto hombres como mujeres pueden caer en esa contrariedad, pero "sobre todo los niños", especifica y explica que se trata de la competencia natural que se da a esa edad.

La psicóloga María Lourdes Dávila posiciona al complejo de superioridad como un síntoma de un problema reconocido como una psicopatía o trastorno de verdad y es el narcicismo, concepto del que también hace parte la megalomanía.

Según Dávila, la persona megalómana es la que tiene delirios de grandeza y anhela el control absoluto en su vida.Le aterra perder esa sensación. Cree ser el centro de atención y piensa que todo el mundo, habla de ella, la mira y la crítica Esto va de la mano con la paranoia, pero no es una enfermedad mental "porque hay muchos otros aspectos que la condicionan".

Comportamientos de superioridad

  • La armadura del maltrato: Las características de alguien que demuestra ser muy seguro de sí mismo revelan sus miedos e inseguridades. No se deje engañar y tenga en cuenta que la agresividad es solo el mecanismo de defensa.
  • Sólo fachada: Una cara seria y la mirada despectiva en todo momento hacia los demás es, en realidad, una reacción anticipada a sufrir de la discriminación.
  • Un complejo de verdad: Creer que todo el mundo lo critica es otra señal de la megalomanía que no es más que tomarse en serio ser el protagonista de su propia telenovela y que todo debe girar alrededor de su existencia.
  • Casi un delirio: La megalomanía raya con la paranoia y también hace parte del narcisismo. No es coincidencia que quienes creen ser lo más importante en el mundo, se sienten los más bellos.
  • ¿Fortaleza? Hacer sentir mal a los demás es una reacción que surte el mismo efecto de la mirada de rechazo hacia el resto del mundo y todo viene del temor.
  • Detrás de la agresión: “Lastimar a los demás antes de que lo hagan conmigo”, es la premisa para alguien que sufre el desequilibrio en el autoestima. Un día se sentirá importante, otro no.

Estrategias para tratar el complejo de superioridad

  • No permitas que te acosen:

Por lo general es normal que surjan conflictos laborales por culpa de los egos, y sobre todo cuando quieren quedar por encima de uno mismo constantemente. Esta gente siempre insistirá en tener siempre la razón y estar por encima de todo, déjales que se expresen y cuando hayan acabado, expone tus puntos de manera calmada y con confianza en uno mismo. Esta situación se puede dar con jefes egoístas o gente en posición de autoridad. Intenta evitar la confrontación poniendo una actitud de aproximación, de calma y de escucha por lo que tenga que comunicar, y así evitar más conflictos. Por eso es mejor volver a discutir el problema después e la reunión o en otro momento.

  • Utiliza sus nombres

Llamar por su nombre a estas personas es una táctica muy sutil que realmente funciona para calmar a las fieras. Cuando uno se dirige a ellos por su nombre, tú tomas el control y consigues su atención. Es siempre recomendable cuando se dirige a una persona con Ego superior usar su nombre de pila tan a menudo que se pueda.

  • Reivindica tus derechos:

Las personas con Ego Superior suelen hacer bulling a todos aquellos con los que pueden, pero no te dejes intimidar por ellos y que te pasen por encima. Establece tus límites, y define que es aceptable y qué no lo es. Ponte firme en tus convicciones y no permitas en ningún momento que te manipulen o te dominen. En el caso que tu jefe sea el que tiene el ego de superioridad, es aconsejable comunicar muy claramente las necesidades que realmente se necesita de él para hacer tu trabajo, como ayuda de apoyo, recursos, dirección, etc… Cuando estés en una situación que tienes que solicitarle algo, habla sobre el deseo de hacerlo lo mejor posible y crear una excelente relación de trabajo entre los dos.

  • Da tu opinión:

Las personas con Egos de Superioridad nunca esperan que se les rebata ninguna de sus ideas. Ellos se creen tan importantes en su mundo que no pueden pensar que los que están a su alrededor pueden o podrían oponerse a ellos. El planteamiento es el siguiente, siempre indicar claramente el por qué uno se opone a algo, poniendo un argumento sólido en contra que debilitará los argumentos de la otra persona. Sin embargo, es recomendable no tener una aptitud de querer avergonzar al contrario, tan solo con revelar la debilidad del argumento y que tu ideas sea oída y tomada en cuenta por los demás.

  • Enfócate en la misión y objetivo del equipo

Hay situaciones en que la conducta de la persona con ego de superioridad afecta negativamente en la misión del equipo. En estas situaciones, siempre enfocarse en la redirección del equipo en la misión y objetivo del proyecto, y de manera sutil desafiar el comportamiento de esta persona con crítica constructiva.

Complejo de superioridad y autoconfianza

El complejo de superioridad no puede confundirse con la confianza en uno mismo. Algunas personas han desarrollado un sentimiento de confianza en un campo determinado de la vida sobre la base de hechos reales que saben sobre sí mismos. Por ejemplo, puedes sentir mucha confianza para hablar en público si has estado practicando durante años, eso no quiere decir que te sientes superior a los demás o que tienes sentimientos de inferioridad. Sólo significa que te conoces bien y que estás seguro.

Fuentes