Contractura muscular

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Contractura Muscular
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consiste en la contracción persistente e involuntaria de un músculo provocando un aumento del tono muscular.

Contractura muscular. Consiste en la contracción persistente e involuntaria de un músculo provocando un aumento del tono muscular. La contracción se produce de forma espontánea e inconsciente y de forma permanente. El músculo no se relaja queda contraído.En general no se trata de una lesión grave, pero es molesta. Es importante tener en cuenta que en muchas ocasiones la contractura está ocultando o protegiendo una lesión (elongaciones, desgarros, etc.) por lo que debe procederse a un diagnóstico adecuado.

Cuadro clínico

  • Dolor localizado en movimiento de actividad muscular de contracción que se calma realizando el movimiento contrario al estiramiento.
  • Músculo muy endurecido.
  • Sensación de escozor interno.
  • A veces el dolor se irradia a la parte delantera del tronco o en un costado, cuando se producen en la espalda. Cuando existen en esta zona o en el cuello pueden aparecer dolores de cabeza, mareos ocasionales, sensaciones de hormigueo o adormecimiento en dedos de las manos (parestesias).
  • Se produce una contracción o espasmo involuntario persistente de uno o más grupos musculares, la cual produce acortamiento muscular creciente y dolor durante la actividad muscular. No se produce en reposo y el dolor es menos intenso que en los calambres.

Causas más frecuentes

  • Cuello: Causadas por giros bruscos, traumatismo en la cabeza, posiciones estáticas mantenidas o alteraciones en las articulaciones intervertebrales.
  • Espalda: ocasionadas por curvaturas excesivas de la columna, que reciben el nombre de Cifosis, Escoliosis e Hiperlordosis, que por lo general se presentan acompañadas por un dolor intenso. Otras posibles causas son los esfuerzos al alzar peso, hacer ejercicios en exceso, la artritis de columna, el lumbago y el ciático.
  • Hombros, Brazos Y Manos: estas zonas son muy propensas a sufrir contracturas causadas por torceduras, esguinces, artritis u otras inflamaciones articulares, posturas inadecuadas, cambios climáticos o exposiciones prolongadas al frío o humedad no acostumbradas. También son provocadas por caídas y traumatismos, sobre todo en las personas mayores.
  • Piernas, Caderas Y Rodillas: causadas por artrosis, lesiones en los meniscos, esguinces, posturas forzadas o tendinitis.

Fisioterapia

  • Calor con rayos infrarrojos, onda corta.
  • Masajes, aumentan el flujo sanguíneo, el objetivo es dar calor al músculo y, en los casos mas graves movilizar y disgregar la masa rígida ente los músculos y los tejidos circundantes. Los movimientos más habituales para este fin son de estiramiento y presión
  • Ejercicios, para relajar los grupos musculares contracturados.
  • Ejercicios de estiramiento activo y pasivo (realizados por otra persona).
  • Movilización de las articulaciones (activa o pasiva). Todos deben ser realizados por un kinesiólogo o fisiatra.
  • Ultrasonido, emplea ondas sonoras no audibles para el oído humano. Estas vibraciones actúan como un micro masaje que actúa profundamente en el músculo dándole calor. El método es absolutamente indoloro. También permite mayor extensibilidad.
  • Hidroterapia tiene un efecto relajante e incrementa la temperatura del cuerpo. Se puede aplicar mediante aguas termales mineromedicinales; y actualmente se han desarrollado los SPA (Salutem per agua o salud a través del agua) que son lugares habilitados para el tratamiento con agua a la que se agregan componentes de hierbas, aceites y minerales que mejoran el tratamiento de relajación.

Cómo prevenir las contracturas musculares

  • Ejercicios físicos de estiramiento para mejorar la flexibilidad y aumentar la fuerza y el tono muscular. También son importantes los ejercicios de elongación y fortalecimiento postural. Estos ejercicios deben ser guiados inicialmente por kinesiólogos y fisiatras.
  • Práctica regular de deporte, el más recomendado es la natación.
  • Precalentamiento antes de iniciar un esfuerzo físico. Unos pocos minutos de ejercicio hacen que el músculo sea más elástico, fuerte y resistente a la lesión.
  • Enfriamiento, es decir disminución progresiva de la intensidad del ejercicio.
  • Usar calzado adecuado: los traumatólogos recomiendan en las mujeres usar tacos de alrededor de 5 centímetros.
  • No levantar objetos pesados y, si es necesario, usar dispositivos de protección: fajas elásticas de cintura.
  • Educación y restitución de posturas correctas al sentarse, estar de pie o caminar.
  • No permanecer mucho tiempo en la misma postura.

Véase también

Fuentes