Corónide

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Corónide
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Personaje de Ficción
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Coronis es una muchacha de Larisa, amante del dios Apolo; se trata de la madre de Asclepio
Obra a la que perteneceMitología griega


Corónide o Coronis es un personaje de la mitología griega. Es la hija de Flegias, rey de los lapitas Coronis es una muchacha de Larisa, amante del dios Apolo; se trata de la madre de Asclepio. Coronis es una joven, amante del dios Apolo, que le es infiel con un joven tesalio, que recibe el nombre de Isquis para Hesíodo, Píndaro, Calímaco, Apolodoro y Pausanias; mientras que Antonino Liberal lo llama Alcioneo. El dios Apolo es avisado del asunto por un cuervo, animal de plumaje blanco hasta entonces, pero castigado por su indiscreción por Apolo, quien lo transforma en totalmente negro y portador de malos agüeros. Esta metamorfosis es narrada tanto por Calímaco como por Hesiodo. Asclepio es el fruto del amor entre Apolo y la joven, que muere estando embarazada atravesada por una flecha del celoso dios, extrayendo a Asclepio de su vientre y entregándolo al centauro Quirón para su crianza. Tras la cesárea póstuma, Coronis es incinerada.

Etimología De La Palabra Corónide

La palabra corónide procede del latín corōnis, -ĭdis.

Historia

Corónide, hija de Flegias, rey de los lapitas y hermano de [Ixión], vivía en las orillas del [lago Beobes], en [Tesalia], en el que solía lavarse los pies.

Apolo se hizo su amante y dejó un cuervo de plumas blancas como la nieve para que la guardara mientras él iba a Delfos para atender sus asuntos. Pero Corónide abrigaba desde hacía largo tiempo una pasión secreta por Isquis, el hijo arcadio de Elato, y le admitió en su lecho, aunque Apolo la había dejado ya encinta. Incluso antes de que el excitado cuervo partiera para Delfos para informar acerca del escándalo y ser elogiado por su vigilancia, Apolo ya había adivinado la infidelidad de Corónide y en consecuencia maldijo al cuervo por no haberle sacado los ojos a Isquis cuando se acercó a Corónide. Esa maldición hizo que el cuervo se volviera negro y desde entonces todos sus descendientes han sido negros.

Cuando Apolo se quejó a su hermana Ártemis del insulto que le habían hecho, ella le vengó disparando todas las flechas de un carcaj contra Corónide. Después, al contemplar el cadáver, Apolo sintió un remordimiento súbito, pero ya no podía devolverle la vida. Su ánima había descendido al Tártaro, su cadáver estaba colocado en la pira fúnebre, vertían sobre él los últimos perfumes y ya habían encendido el fuego antes de que Apolo recobrara su presencia de ánimo. Entonces hizo una seña a Hermes, quien a la luz de las llamas sacó al niño todavía vivo de la matriz de Corónide. Era un varón, al que Apolo puso el nombre de Asclepio y llevó a la cueva del centauro Quirón, donde aprendió las artes de la medicina y de la caza. En cuanto a Isquis, llamado también Quilo, algunos dicen que lo mató Zeus con un rayo, y otros que lo derribó de un disparo el mismo Apolo.

Otra versión

Los epidaurios, sin embargo, dan una versión muy diferente. Dicen que el padre de Corónide, Flegias, quien fundó la ciudad del mismo nombre, donde reunió a todos los mejores guerreros de [Grecia] y vivió haciendo incursiones, fue a Epidauro para reconocer el territorio y el número de sus habitantes; y que su hija Corónide, quien, sin que lo supiera él, estaba encinta por Apolo, fue también allá. En el santuario de Apolo en Epidauro, con ayuda de Artemis y de las Parcas, Corónide dio a luz un niño, al que inmediatamente abandonó en el monte Titión, ahora famoso por las virtudes medicinales de sus plantas. Allí, Arestanas, un cabrero, observando que su perra y una de sus cabras ya no estaban con él, salió en su busca y las encontró turnándose para amamantar a un niño. Estaba a punto de levantar al niño cuando una luz brillante a su alrededor lo detuvo. Poco dispuesto a intervenir en un misterio divino, se retiró piadosamente, dejando así a Asclepio bajo la protección de su padre Apolo.

Asclepio, dicen los epidaurios, aprendió el arte de la curación tanto de Apolo como de [Quirón]. Llegó a ser tan hábil en la cirugía y en el empleo de medicamentos que se le venera como el fundador de la medicina. No sólo curaba a los enfermos, sino que además Atenea le dio dos redomas con sangre de la gorgona Medusa; con la extraída de las venas de su lado izquierdo podía resucitar a los muertos, con la extraída de su lado derecho podía matar instantáneamente. Otros dicen que Atenea y Asclepio se repartieron la sangre entre ambos: él la utilizaba para salvar la vida, y ella para destruir la vida e instigar guerras. Atenea había dado anteriormente dos gotas de esa misma sangre a Erictonio, una para matar y la otra para curar, y ató las redomas a su cuerpo de serpiente con cintas doradas.

Fuentes

  • Mitos griegos y mas [1]
  • Mitologias y leyendas [2]
  • Consultado en: [4]