Crema de guisantes con menta

Crema de guisantes con menta
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Crema de guisantes con menta, aparte de ser facilísima de preparar, gracias al frescor que aporta la salsa de menta no resulta nada pesada de comer y es una forma deliciosa de disfrutar de estas legumbres para todas esas personas a las que las “bolitas verdes” en el plato no les hacen ninguna gracia.

Si se toma caliente resulta reconfortante, ya que como los guisantes tienen fécula, a pesar de no usar leche ni nata en la crema, el resultado final es muy untuoso. Si se toma fría, se potencia el sabor de la menta y resulta un plato muy refrescante.

Origen de las recetas con guisantes

Hasta finales de la Edad Media no hay evidencias de que los guisantes se comieran frescos. Cerca del año 1500 se puso de moda en Francia comer guisantes dulces o de jardín, y este hábito se extendió por toda Europa. Los guisantes eran uno de los alimentos favoritos del rey francés Luis XIV y de su esposa Mª Teresa de Austria, quien en su palacio de Versalles, daba suntuosos banquetes en los que los guisantes formaban parte de la guarnición de carnes preparadas a esos efectos y presentadas en refinados platos de porcelana. Las semillas habitualmente de color verde, más o menos intenso, pueden ser lisas (utilizadas en conserva), o rugosas, (más utilizadas en el consumo fresco). Hay que recordar los experimentos de Mendel con guisantes lisos y rugosos, fueron los que dieron lugar al descubrimiento de las Leyes de Mendel, de importancia básica en la genética). Cuando los guisantes son tiernos, tienen un sabor ligeramente dulce y se pueden consumir crudos; también se consumen cocidos, guisados, como guarnición y se conservan ligeramente cocidos en lata o congelados.

Ingredientes

  • Guisantes congelados, 350 g
  • Agua, 200 ml
  • Mantequilla, 15 g
  • Azúcar, 1 cucharadita (*)
  • Zumo de limón o vinagre blanco, 1 cucharada (*)
  • Salsa de menta, 1 cucharada (**)
  • Sal, al gusto

El azúcar y el zumo de limón (o el vinagre) son opcionales pero es, junto con respetar el tiempo de cocción, una de las claves para que los guisantes mantengan un intenso color verde después de cocinados.

La salsa de menta se puede encontrar en grandes superficies, pero se puede hacer macerando unas cuantas hojas de menta fresca con vinagre y un poco de sal.

Preparación de la Crema de guisantes con menta

  • En un cazo ponemos el agua y la mantequilla a calentar con el fuego a tope (12/12).
  • Cuando rompa a hervir, añadimos los guisantes congelados, el azúcar y el zumo de [[limón] o el vinagre blanco.
  • Esperamos a que recupere el hervor (tardará un par de minutos), bajamos el fuego (6/12) y dejamos cocinar 5 minutos más (si son congelados, conviene consultar las instrucciones de la bolsa sobre el tiempo de cocción porque puede variar en función del tamaño de los guisantes).
  • Escurrimos los guisantes pero sin tirar el caldo de cocción. Los trituramos con la batidora, añadimos la cucharada de salsa de menta y caldo hasta obtener la consistencia deseada. Yo suelo añadirlo todo.
  • Añadimos sal al gusto, terminamos de triturar y servimos. Si queremos una textura más fina se puede pasar por un colador chino.

Características adicionales

Se recomendada para niños, para vegetarianos, y para perder peso.

Fuente

Consultado el 10 de Septiembre del 2020