Cáncer de lengua

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Carcinoma de lengua o cáncer de lengua
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El cáncer de lengua es un subgrupo del cáncer de cabeza y cuello.
Región de origen:Células escamosas de la lengua.
Forma de propagación:Esta afección produce un tumor local y posteriormente se propaga.

Cáncer de lengua. Es un subgrupo del cáncer de cabeza y cuello. Se manifiesta a partir de las células escamosas de la lengua. Esta afección produce un tumor local y posteriormente se propaga.

Cáncer de encía

Es menos frecuente que el de labio, pero más difícil de detectar tempranamente por localizarse, con frecuencia, en regiones de difícil acceso a la visión directa; además, cuando se trata de una lesión pequeña e infiltrante, puede estar mimetizada por la saliva o por la placa bacteriana. Se puede presentar como una úlcera o como un crecimiento vegetante.

Son más comunes los de la cara interna de la encía (lingual o palatina). Cuando comprometen el frenillo lingual son más agresivos y hacen metástasis más rápidamente las cuales pueden ser bilaterales. Cuando se presentan en la cara vestibular de la encía es difícil precisar si son de encía o de la mucosa interna del labio y se han extendido a la encía.

Cáncer del labio y la cavidad oral

El cáncer del labio y la cavidad oral es una enfermedad en la cual se encuentran células cancerosas (malignas) en los tejidos del labio o de la boca. La cavidad oral incluye las dos terceras partes delanteras de la lengua, las encías superiores e inferiores, el recubrimiento interior de las mejillas y los labios (la mucosa bucal), el suelo de la boca debajo de la lengua, la parte superior ósea de la boca (el paladar duro) y el área pequeña situada detrás de las muelas del juicio (el trígono retromolar).

Los cánceres de la cabeza y el cuello se encuentran con mayor frecuencia en personas que tienen más de 45 años.

El cáncer del labio es más común en los hombres que en las mujeres y tiene mayor probabilidad de desarrollarse en personas de piel clara que han estado muy expuestas al Sol. El cáncer de la cavidad oral es más común en personas que mastican tabaco o fuman pipa.

Usted deberá acudir a un médico si tiene alguna protuberancia en el labio, la boca o las encías, una llaga que no sana en la boca, o si sangra o siente dolor en la boca. Otro signo de cáncer de la boca o de las encías es el que las dentaduras postizas dejen de sentar bien. A menudo el cáncer de la cavidad oral y del labio los encuentran los dentistas al examinar los dientes.

Si usted tiene síntomas, el médico le examinará la boca empleando un espejo y luces. El médico puede indicar que le hagan radiografías de la boca. Si se encuentra algún tejido anormal, el médico tendrá que cortar un pedazo y observarlo con el microscopio para determinar la presencia de células cancerosas. Este procedimiento se conoce como biopsia. A usted se le dará una sustancia que le dormirá esa parte de la boca por un rato (un anestésico local) para que no sienta dolor. El médico también palpará la garganta en busca de protuberancias.

Sus posibilidades de recuperación (pronóstico) dependerán de si el cáncer se encuentra en los labios o en la boca, de si se encuentra solamente en los labios o la boca o se ha diseminado a otros tejidos (la etapa del cáncer), y de su estado general de salud.

Síntomas

Los carcinomas de los dos tercios anteriores de la lengua son, casi siempre, de tipo escamocelular bien diferenciados. Son menos frecuentes los más diferenciados de células transicionales, pero cuando se presentan son de peor pronóstico y desarrollan metástasis más rápidamente.

Diseminación linfática

Se realiza principalmente a los ganglios digástricos y submaxilares, aunque pueden saltar estaciones ganglionares dando metástasis en el tercio medio yugular. Entre el 25 y el 35 % de los pacientes se presentan a la consulta con ganglios clínicamente positivos y 5& % son bilaterales.

La estadificación generalmente es reconocida como un factor fundamental en el pronóstico de los pacientes. En el caso de los carcinomas de lengua esto es realmente importante ya que los T4 tienen un pronóstico pésimo y el tratamiento es, casi siempre, muy mutilante llegándose con frecuencia a glosectomía total con el consiguiente deterioro de la calidad de vida para el paciente.

Carcinomas del piso de la boca

Los carcinomas del piso de la boca son como regla general menos diferenciados que los de la lengua. Son prácticamente todos, escamocelulares y queratinizados.

Clínicamente, se presentan inicialmente como una pequeña úlcera limpia, de base áspera, de bordes elevados, infiltrados y duros. En un principio se aprecia pequeña invasión subyacente y posteriormente la induración se hace profunda, dentro de la lengua o el piso de la boca.

Otro tipo clínico es el papilomatoso o proliferativo. Es histológicamente menos diferenciado. Se presenta generalmente en la punta de la lengua y muy ocasionalmente, en el piso de la boca. Tiene marcada hiperqueratinización, invade tardíamente los músculos y los linfáticos; el pronóstico es mejor que en los tipos anteriores.

El tipo infiltrante presenta histológicamente menos diferenciación, crece más rápidamente, produce invasión linfática y por lo tanto metástasis cervicales más tempranas. El carcinoma no ulcerado es el menos frecuente; casi siempre se presenta en la base de la lengua o en los bordes laterales. Es el que más precozmente presenta dolor, por su origen en los planos profundos y solo tardíamente se ulcera.

Cáncer de mejilla

En las lesiones de la comisura es importante distinguir las que se inician en los labios e invaden la mejilla, de las que se originan primariamente en la mucosa bucal. El carcinoma desarrollado por delante del músculo masetero es de pronóstico más favorable que el situado en la región posterior. Los tumores de la región posterior invaden precozmente las fibras musculares, las facias del masetero y los ganglios. Definitivamente, los tumores de la región retromolar son de tratamiento mucho más complicado y de peor pronóstico.

La etiología, la histología y el tratamiento del cáncer de mejilla es similar a la de los carcinomas de labio, encía y lengua.

Cáncer de paladar

Los carcinomas del paladar duro son, casi siempre, extensiones de tumores iniciados en el paladar blando, en el maxilar superior o en los senos paranasales y los de la úvula de lesiones primarias de las amígdalas y de las paredes faríngeas.

La primera manifestación, generalmente, es la presencia de una ulceración o una protrusión. En los estados avanzados de los carcinomas del paladar blando, hay infiltración de la orofaringe; en los del paladar duro se presenta invasión de los senos paranasales y de las fosas nasales.

Leucemias y linfomas

Las leucemias y los linfomas son enfermedades mieloproliferativas y linfoproliferativas. La apariencia clínica es la de una mucosa y un paladar, tanto blando como duro, muy pálidos, hemorragia gingival, que puede evolucionar a hiperplasia indolora, hemorragias o lesiones necróticas ulceradas con áreas amarillentas que pueden exhibir petequias y equimosis. Se pueden presentar invasiones óseas de las leucemias, pudiendo causar fracturas patológicas de la mandíbula. Estos hallazgos son manifestaciones clínicas de las leucemias y en algunos casos la primera manifestación de la enfermedad. Por su importancia clínica, estas lesiones requieren atención por parte del odontólogo.

Las lesiones linfoides de la cavidad oral se pueden clasificar en tres grupos:

  • Lesiones benignas.
  • Lesiones malignas.
  • Otras lesiones que simulan lesiones linfoides.

En el grupo de lesiones benignas se deben diferenciar la hiperplasia reactiva de los ganglios linfáticos, alargamiento del folículo de la amígdala lingual, quistes linfoepiteliales, lesiones linfoepiteliales, pólipos linfoides y cistadenolinfomas. Los sitios más frecuentes de estas lesiones son la amígdala lingual, la mucosa bucal, la lengua y el piso de la boca.

Las lesiones malignas pueden subdividirse en dos grupos: las enfermedades linfoides sistémicas y los tumores linfoides. En las primeras se incluyen leucemias agudas y crónicas, macroglobulinemia de Waldenstrom, leucemia de células plasmáticas, la enfermedad de Sezary y la enfermedad linfopoliferativa crónica. Los tumores linfoides incluyen la enfermedad de Hodgkin, los linfomas no-Hodgkin, micosis fungoides y plasmocitomas.

Como ejemplo de lesiones que parecen linfoides, se pueden citar: granuloma eosinofílico, sarcoidosis, granulomatosis de Wegener, granulomas de cuerpo extraño, entre otras.

Los linfomas no-Hodgkin primario de la cavidad oral no son comunes, pero tienen ciertas características:

En los pacientes con sida (infectados con el virus VIH), los tumores más frecuentes son los sarcomas de Kaposi y los linfomas no Hodgkin (LNH). Desde la aparición del sida ha habido un aumento considerable en el número de casos de LNH en la cavidad oral. En algunos casos la presencia de LNH en la cavidad oral fue la primera manifestación de sida.

Los linfomas primarios de las glándulas salivales, especialmente la parótida, pueden adquirir un tamaño muy grande (mayores de 6 cm), un factor pronóstico adverso. También se han descrito linfomas de Burkitt (linfoma linfocítico, pobremente diferenciado) que compromete la mandíbula y puede simular un absceso periapical agudo; en otros casos, puede presentarse como una encía inflamada y una herida que no sana después de una extracción. En varios casos se ha visto la asociación de estos tumores con el virus de Epstein-Barr. En estos individuos los tumores son más agresivos que en aquellos VIH negativos y cuando existe compromiso de la cavidad oral, la presencia de inmunosupresión e infecciones oportunistas hacen más difícil su tratamiento.

Aun cuando el linfoma cutáneo de células T compromete la cavidad oral en raras ocasiones, su presencia es de mal pronóstico y la mayoría de los pacientes mueren a los tres años de haberse diagnosticado el compromiso oral. Se ha observado el compromiso de la cavidad en oral en pacientes que padecían Micosis Fungoides por varios años.

Se han descrito destrucción de las raíces molares, por lesiones metastásicas de mieloma múltiple y linfomas limitados al anillo de Waldeyer, que en su mayoría fueron neoplasmas de células B.

Tumores óseos malignos

Osteosarcoma central o convencional. Después de originarse centralmente en el hueso destruye la cortical e invade los tejidos adyacentes pero generalmente respeta el cartílago de crecimiento. Puede dar una imagen radiolúcida o radiopaca o mixta y presentar una histopatología variada, pero siempre se demuestra la formación de osteoide por parte de osteoblastos atípicos, hipercromáticos y pleomórficos, muchas veces con pocas mitosis.

La mayoría de los casos se presenta entre los 10-20 años, en hombres y en la metáfisis de huesos largos, especialmente zona inferior del fémur, superior de la tibia, y superior del húmero (o sea cerca de zonas de crecimiento activo epifisiario) y en la cavidad oral tiene predilección por la mandíbula. Puede dar una imagen radiográfica radiolúcida, radiopaca o mixta, y de rayos de sol. Existen variedades pero son raras, ellas son telangiectásico y bien diferenciado.

Osteosarcoma superficial, es el que se origina desde la cortical, pero son mucho menos frecuentes y casi exclusivos de los huesos largos, se distinguen las variedades parostal, periostal y de alto grado de malignidad. El parostal y periostal tendrían mejor pronóstico.

Los osteosarcomas a pesar de ser los tumores de origen mesenquimal más frecuentes, son raros, al igual que los fibrosarcomas y los condrosarcomas de los maxilares y están asociados a una alta tasa de mortalidad. Son tumores de crecimiento rápido y pueden aparecer en cualquier lugar de los maxilares

Los tumores de los huesos se pueden clasificar en:

Cáncer de senos maxilares

La mayoría de los tumores de los senos paranasales se presentan en estado avanzado y por lo general las tasas de curación son bajas (50 % o menos). La complicación ganglionar es poco frecuente. Pueden ocurrir metástasis tanto de la cavidad nasal como del seno paranasal, pero la mayoría de los pacientes mueren por la extensión directa a áreas vitales de la base del cráneo o por recidiva local rápida de la enfermedad. El carcinoma escamocelular es el tipo más frecuente de tumor maligno en la nariz y senos paranasales (70 a 80 %). Los papilomas son entidades diferenciadas que pueden presentar degeneración maligna. Los cánceres crecen dentro de los límites óseos de los senos y a menudo son asintomáticos hasta que erosionan e invaden las estructuras adyacentes.

Las neoplasias del seno maxilar son más comunes que los cánceres del seno frontal. Los tumores de los senos etmoidales, el vestíbulo nasal y la cavidad nasal son menos frecuentes, y los tumores de los senos esfenoidales y frontales son raros.

La ruta principal de drenaje linfático del antro maxilar es a través de los troncos de recolección laterales e inferiores a la primera estación de los ganglios submandibulares, parotídeos y yugulodigástricos, y a través del tronco superposterior a los ganglios retrofaríngeo y yugulares.

Usualmente los síntomas y signos iniciales del cáncer de seno maxilar consisten en una inflamación de la mucosa del paladar, dolor y movilidad de alguna pieza dentaría, Con frecuencia el paciente informa posteriormente al oncólogo que el tumor se inició después de una exodoncia. Generalmente el diagnóstico es tardío y es principalmente radiológico. Sin embargo, algunos síntomas clínicos pueden ayudar al diagnóstico precoz, tales como la epistaxis sin motivo o la rinitis persistente de una sola fosa nasal.

Metástasis

Nos extenderemos un poco en describir detenidamente el mecanismo de la metástasis.

El aspecto más mortífero del cáncer es su capacidad para extenderse, o experimentar metástasis, por esta razón nos extenderemos un poco en explicar como funciona este proceso, no solo en la cavidad oral, sino en general en las neoplasias.

En un principio, las células cancerosas se agrupan para constituir un tumor primario. Una vez formado este, las células pueden comenzar a desprenderse del tumor y transitar hacia otras partes del cuerpo, en un proceso denominado metástasis. Las células cancerosas que viajan por el cuerpo pueden establecer tumores nuevos en sitios remotos de la ubicación original de la enfermedad. La metástasis es un proceso muy complicado que todavía falta comprender de manera cabal. Para que experimente metástasis, una célula cancerosa tiene que desprenderse de su tumor, invadir los sistemas circulatorio o linfático que la llevarán a un sitio nuevo, y establecerse por sí misma en dicho lugar. El cuerpo humano posee bastantes defensas para evitar que las células lleven a cabo lo anterior. Sin embargo, muchas células malignas pueden vencer tales defensas. Las investigaciones se enfocan ahora sobre la comprensión de las maneras en que las células cancerosas mutan para evadir las defensas corporales y viajar libremente hacia otros sitios.

A fin de comenzar el proceso de metástasis, la célula maligna debe desprenderse del tumor canceroso. En un tejido normal, las células se adhieren entre sí y a una red proteínica que rellena el espacio entre ellas. Esta red de proteínas se conoce como matriz extracelular. La unión entre las células y la matriz extracelular es muy característica de los epitelios. Para que una célula maligna se separe, tiene que independizarse, no solo de las células que la rodean, sino de la matriz extracelular también. Moléculas que permiten la adhesión de una célula con otra son la causa de la unión intracelular. Dicha adhesión fomenta asimismo interacciones entre numerosas proteínas en la superficie celular. En las células cancerosas, las moléculas de adhesión parecen faltar o estar expuestas a diferentes riesgos.

Las cadherinas, familia de moléculas de proteínas para la adhesión intercelular, tienen una función importante en conservar unidas a las células. Un subtipo de esta familia, la E-cadherina, es la molécula de adhesión que está presente en las células de los mamíferos. Al parecer, esta molécula es el factor importante en la adhesión de una célula con otra. En las células cancerosas, la cadherina falta parcial o completamente. Esto permite que las células cancerosas se desprendan unas de otras y de la matriz que conserva a todos los componentes en su sitio. Investigaciones clínicas sobre la manipulación de la E-cadherina muestran que esta molécula es importante para detener la metástasis. Un estudio indicó que bloquear la E-cadherina en las células cancerosas las convirtió de no invasivas en invasivas. Tal ensayo estableció la importancia de la adhesión celular. Las investigaciones en cuestión revelaron el potencial de la adhesión celular para inhibir la capacidad invasora de una célula maligna, conservándola unida a otras. Si la adhesión celular es deficiente, las células cancerosas pueden experimentar metástasis e invadir otras zonas corporales. En relación con el cáncer oral, los estudios señalan que la saliva aporta un medio adecuado para la metástasis. La saliva es rica en ácido hialurónico. El ácido hialurónico es una molécula que se fija a la superficie celular, facilitando que esta se desplace. Lo anterior fomenta el que la célula eluda la adhesión con otras células y permite que se desplace más libremente.

Aparte de unirse entre ellas, las células también se adhieren a la matriz extracelular, la cual está formada por proteínas del tejido conectivo, como el colágena y la elastina, que interactúan para formar materiales muy insolubles. La matriz extracelular no solo une a las células entre sí, también permite que sobrevivan y proliferen. Algunas investigaciones indican que las células poseen dependencia en términos a su anclaje. Esto significa que una célula no puede reproducirse a menos que esté unida a una superficie.

Tal conexión es posible por medio de moléculas de la superficie celular llamadas integrinas, que se fijan a la matriz extracelular. Solo luego que la célula se une a una superficie es que su ciclo reproductivo comienza. Las células sin anclaje no se reproducen ni crecen. La proteína nuclear llamada E-CDK2 regula el crecimiento y la división celulares. Si una célula no se conecta a algo, sustancias inhibitorias en el núcleo inactivan a E-CDK2, y la célula deja de crecer. Un sinnúmero de células que no pueden hallar anclaje, no solo dejan de reproducirse y crecer, sino que comienzan la apoptosis, o sea, la muerte celular programada.

Etapas del cáncer del labio y la cavidad oral

Una vez que se encuentre el cáncer del labio y la cavidad oral, se harán otras pruebas para determinar si las células cancerosas se han diseminado a otras partes del cuerpo. Este proceso se conoce como clasificación por etapas. El médico necesita conocer la etapa de la enfermedad para planificar el tratamiento adecuado. Para el cáncer del labio y la cavidad oral se emplean las siguientes etapas:

Etapa I

El cáncer no mide más de 2 centímetros (cerca de 1 pulgada) y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos del área (los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas en forma de frijol que se encuentran en todo el cuerpo y cuya función es producir y almacenar células que combaten las infecciones).

Etapa II

El cáncer mide más de 2 centímetros, pero menos de 4 (menos de 2 pulgadas) y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos del área.

Etapa III

Se da una de estas situaciones:

  • El cáncer mide más de 4 centímetros.
  • El cáncer tiene cualquier tamaño pero se ha diseminado solamente a un ganglio linfático situado en el mismo lado del cuello que el cáncer. El ganglio linfático que tiene cáncer no mide más de 3 centímetros (poco más de una pulgada).

Etapa IV

Se podría dar cualquiera de las siguientes situaciones:

  • El cáncer se ha diseminado a los tejidos situados alrededor del labio y de

la cavidad oral. Los ganglios linfáticos del área pueden o no tener cáncer.

  • El cáncer tiene cualquier tamaño y se ha diseminado a más de un ganglio

linfático en el mismo lado del cuello donde está el cáncer, a ganglios linfáticos de uno o ambos lados del cuello, o a cualquier ganglio linfático que mida más de 6 centímetros (más de 2 pulgadas).

  • El cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Detección del cáncer oral

Dorso de la lengua: Con la lengua del paciente en posición descansada, y la boca parcialmente abierta, inspeccione el dorso de la lengua de alguna inflamación, ulceración, recubrimiento, o variación del tamaño, color y textura. También tenga en cuenta cualquier cambio en el patrón de la papila que cubre la superficie de la lengua y examine la punta de la lengua. El paciente deberá protruir la lengua, y el examinador deberá tener en cuenta cualquier anormalidad en la movilidad o posicionamiento.

Margen lingual izquierdo

Con la ayuda de espejos, inspeccione los márgenes laterales derecho e izquierdo de la lengua.

Margen lingual derecho

Raspando la punta de la lengua con un pedazo de gasa ayudará a la protrusión completa y permitirá el examen de los aspectos posteriores de los bordes laterales de la lengua.

Lengua ventral

Examine la superficie ventral. Palpe la lengua para detectar crecimientos.

Piso

Con la lengua aún elevada, inspeccione el piso de la boca buscando cambios de color, textura, hinchazones u otras anormalidades en la superficie.

Cáncer de lengua

Cáncer de lengua.

Consiste en la transformación maligna de las células que forman la lengua. La lengua está compuesta de tejidos de distinta naturaleza: epitelio que tapiza la superficie, epitelio que forma glándulas salivares y receptores del gusto, músculos y nervios. Cada uno de estos tejidos puede sufrir transformación maligna y dar lugar a un cáncer de lengua. Cada uno de estos tipos de tumores tiene una evolución, tratamiento y pronóstico distinto.

No existen datos oficiales de la incidencia del cáncer de lengua en España, pero se estima que este tipo de cáncer supone aproximadamente el 6 % de los cánceres en general y el 30 % de todos los cánceres de cabeza y cuello. La India es el país del mundo donde hay una mayor incidencia de cáncer de lengua y Francia es el país de la Unión Europea donde es más frecuente. Es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres. En los últimos 20 años está igualándose esta proporción debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres.

Tipos de cáncer de lengua más frecuentes

Causas y factores de riesgo

Se desconoce la causa exacta del cáncer de lengua. Sin embargo, puede estar relacionado con los siguientes factores del estilo de vida:

  • Consumo de tabaco: el 95 % de los pacientes que desarrollan un cáncer de lengua son consumidores de tabaco. El tabaco es el factor de riesgo más importante en la aparición de un cáncer de lengua. El riesgo de aparición de dicho cáncer va en progresión con la intensidad del consumo de tabaco.
  • Consumo excesivo de alcohol. El alcohol es un factor favorecedor de la aparición de dicho cáncer pues fomenta la acción cancerígena del tabaco. Por tanto, la unión de tabaco y alcohol aumenta 15 veces el riesgo de sufrir un cáncer de lengua.
  • Irritación de las membranas mucosas de la boca debido a tabaquismo o al consumo de alcohol
  • Irritación mecánica crónica. Las prótesis o los dientes en mal estado que rozan constantemente en la lengua pueden originar una úlcera que no cura y que se constituye, en muchos casos, en la lesión previa a la aparición de un cáncer de lengua.
  • Sexo masculino
  • Mala higiene bucal y dental
  • Tener más de 40 años de edad
  • Antecedentes de úlceras en la boca
  • Antecedentes familiares debido a predisposición genética
  • Infecciones por virus, hongos y lesiones de origen autoinmune (liquen plano).

En el carcinoma adenoide quístico no existe una clara asociación entre un factor causal y la aparición de este tipo de cáncer.

Síntomas

Cualquier úlcera o herida de la lengua, que no duele, pero que no cura en 15 días, en un paciente varón, fumador y bebedor, con una higiene dental deficiente o alguna pieza en mal estado o prótesis que roza, debe ser motivo de consulta con el médico y subsiguiente valoración por el especialista. Cuanto antes consulte el paciente, mayores posibilidades de curación. Pueden aparecer otros síntomas como: dolor local, dolor de oído, dolor en la mandíbula y bulto en el cuello. La aparición de estos síntomas suele estar asociada a lesiones grandes y, por tanto, de peor pronóstico.

  • Lesiones en la piel, bultos o úlceras en la lengua
  • Dificultad para tragar
  • Herpes y llagas en la boca
  • Lengua entumecida o dificultad para moverla
  • Cambios en el habla (debido a la incapacidad para mover la lengua sobre los dientes cuando habla).
  • Dolor cuando mastica y habla
  • Sangrado de la lengua

Diagnóstico

El médico general debe ver la lesión y palparla. Cualquier lesión de lengua dura a la palpación y que no cura en 15 días debe ser remitida al especialista. El carcinoma adenoide quístico puede crecer como un bulto de características benignas.

Cualquier lesión en la lengua que tenga las características antes mencionadas o produzca dichos síntomas es susceptible de ser sometido a biopsia.

La biopsia consiste en la toma de un trozo del tejido lesionado con anestesia local con el fin de analizarlo al microscopio y determinar si estamos ante un cáncer de lengua y, si se confirma, de que tipo de cáncer se trata.

El cáncer puede ser detectado por su dentista durante una limpieza bucal de rutina o por su médico durante un examen físico de rutina. Para confirmar el diagnóstico, el médico le preguntará acerca de sus síntomas y antecedentes clínicos, y le realizará un examen físico. Esto incluye:

  • Estudio de la lengua: detecta si existen bultos o masas
  • Uso de un microscopio de fibra óptica: un tubo delgado con una pequeña cámara fotográfica para examinar la base de la lengua
  • Biopsia de la lengua: extracción de una muestra de tejido de la lengua para detectar si existen células cancerosas
  • Tomografía computarizada: un tipo de radiografía que usa una computadora para obtener imágenes de la boca
  • Radiografía de tórax: determina si el cáncer se ha propagado a los pulmones.

Tratamiento

Los tumores pequeños (de menos de 4 cm) pueden ser tratados bien con cirugía o bien con radioterapia, con el mismo resultado.

El buen pronóstico de estos enfermos no obvia el seguimiento a que deben ser sometidos por el alto riesgo de metástasis en el cuello e incluso en otros órganos del cuerpo. Este axioma se aplica fundamentalmente al carcinoma adenoide quístico.

Los tumores grandes (más de 4 cm) deben ser tratados con cirugía y radioterapia postoperatoria. El tratamiento quirúrgico que se dispensa a estos pacientes es muy agresivo y mutilante, por lo que debe fundamentarse en un buen apoyo psicológico al enfermo, explicar claramente al paciente la intervención que va a sufrir y, por parte del cirujano, tener un buen entrenamiento quirúrgico para la reconstrucción estética de los pacientes.

Algunos autores utilizan la radioterapia y la quimioterapia antes de la cirugía con el fin de disminuir el tamaño del tumor y realizar una intervención menos agresiva. Este tratamiento es discutido por algunos autores. La opinión personal del autor es contraria a este procedimiento. La razón estriba en que nunca la reducción del tamaño puede variar los límites de la operación. Si fuera así, dejaríamos algo de tumor residual, lo cual es de pronóstico infausto para el paciente.

Resultados del tratamiento

El dato de peor pronóstico previo al tratamiento es la presencia de metástasis en el cuello.

No se sabe por qué, pero los pacientes menores de 45 años tienen peor pronóstico que los pacientes de mayor edad.

La causa más frecuente de muerte en los pacientes con cáncer de lengua es la reaparición del tumor en la lengua o la aparición de metástasis en el cuello. Al 57 % de los pacientes tratados con éxito les puede suceder esto.

En tumores pequeños, el control local de la enfermedad se produce en el 80 % de los pacientes. Entre el 50 y el 70 % de los enfermos tratados sobreviven a los cinco años del tratamiento.

En tumores grandes, el control local de la enfermedad se produce en el 50 % de los pacientes. Entre el 20 y el 40 % de los pacientes sobreviven a los cinco años del tratamiento.

Últimos avances médicos

Actualmente las investigaciones intentan desentrañar el mecanismo genético que origina el cáncer de lengua. Sabemos que la alteración del oncogén supresor que codifica para la proteína p53 está muy relacionada con la aparición de muchos de los carcinomas epidermoides de cabeza y cuello. Además están involucrados otros genes como el erb-b1 y el c-myc.

Cada vez hay más evidencia que las infecciones virales pueden tener un papel en el origen de un cáncer de lengua. El virus más frecuentemente encontrado en estos tumores es el virus del papiloma humano (HPV-16). Futuras investigaciones desvelarán la causa y el mecanismo de origen del cáncer de lengua y esto nos permitirá aplicar tratamientos más eficaces y menos agresivos.

Radioterapia

La radioterapia consiste en dirigir rayos de alta frecuencia a una zona cuyo tamaño y volumen se determinan por adelantado. La radioterapia es, por tanto, un tratamiento local.

En la radioterapia los rayos lesionan deliberadamente los tejidos que se pretende eliminar, generalmente tumores malignos.

Cuando se efectúa un escáner o una radiografía también se usan rayos, pero estos son de una energía muy débil (para no dañar los tejidos) comparados con los que se usan en la radioterapia. En la radioterapia, estos rayos tienen una energía mucho mayor y lesiona deliberadamente los tejidos que se pretende eliminar, generalmente tumores malignos. Estos rayos son emitidos por unas máquinas especialmente diseñadas para este fin.

Los rayos están compuestos por fotones o partículas. Los tipos de rayos y sus propiedades varían según los distintos tipos de partículas usadas para la radioterapia. Algunos rayos actúan a distancias muy cortas (unos pocos milímetros) y otros a distancias más largas (unos pocos centímetros). Esto hace posible a los médicos adaptar el tratamiento dependiendo del volumen que se debe tratar y de la profundidad a la que está el tumor, preservando a la vez los tejidos sanos que lo rodean.

Los diferentes tipos de rayos utilizados por los radioterapeutas, agrupados bajo el nombre de radiaciones ionizantes, son principalmente:

Facilidades de la radioterapia

Todos los órganos de nuestro cuerpo están formados por millones de células. Para mantener la correcta función de nuestros órganos, las células deben renovarse de forma regular.

En condiciones normales esta renovación está controlada de forma muy estrecha. Pero si ciertas células escapan a este control y empiezan a multiplicarse sin freno, se forma un cáncer.

La radioterapia hace entonces posible la destrucción selectiva de las células cancerosas, mediante la ruptura de sus cromosomas principalmente. En los tumores que se conocen como radiosensibles, las células cancerosas tienen una sensibilidad mayor a la radiación (mayor vulnerabilidad a la misma) que las células normales que las rodean. Lo cual hace posible matar a las células cancerosas sin dañar las células sanas que rodean al tumor.

Tipos de radioterapia

  • La radioterapia externa: los rayos son emitidos por una fuente que está en el exterior de la persona.
  • La radioterapia interna: los rayos son emitidos por una fuente radioactiva introducida en el interior del cuerpo. Este tipo de radioterapia se denomina braquiterapia.

Uso de la radioterapia

La radioterapia se usa en muchos cánceres. Generalmente en etapas tempranas, cuando el cáncer está localizado, y se administra como complemento a la cirugía y a veces, a la quimioterapia. En este caso, se habla de la radioterapia con un fin curativo. En los estadios más avanzados del cáncer, la radioterapia es paliativa. Ya no existe la posibilidad de erradicar por completo el cáncer, pero sí de suavizar los dolores inducidos por el tumor o sus metástasis.

Como regla general, la radioterapia actúa de forma más rápida que la quimioterapia en los tumores radiosensibles, incluso cuando estos son quimiosensibles (vulnerables a fármacos anticancerosos).

Con la radioterapia se puede:

  • Curar algunos cánceres.
  • Aliviar determinados síntomas causados por el tumor o sus metástasis y por tanto, mejorar la calidad de vida de la persona.
  • Mejorar los resultados de otros tratamientos utilizados (ya sea quimioterapia o cirugía).

Hay ciertos detalles que uno mismo puede hacer y que ayudarán al éxito del tratamiento:

Comer y descansar: durante el tratamiento con radioterapia, el cuerpo utiliza más energía de lo habitual, y es posible sentirse cansado. Comer evitando adelgazar y dormir suficientemente durante la noche ayudarán a aliviar el cansancio.

Consultar cualquier nuevo medicamento que vaya a tomar con el médico, pues hay determinados fármacos que pueden aumentar la sensibilidad de la piel a la radiación.

Seguimiento después de la radioterapia

Unas semanas después de la terapia, el médico pedirá una radiografía o un escáner de la zona irradiada para evaluar la respuesta a la misma. El médico que indicó el tratamiento de radioterapia programará visitas periódicas, conforme sea necesario. El cuidado posterior, además de verificar los resultados del tratamiento, también puede incluir tratamientos adicionales para el cáncer, rehabilitación y asesoramiento.

Quimioterapia

En el término quimioterapia se recoge todo tratamiento utilizado para matar las células cancerosas por medio de fármacos administrados por vía intravenosa (a través de las venas), o por la boca. Los medicamentos utilizados para este propósito son numerosos. Se agrupan por su modo de acción sobre las células cancerosas.

Los médicos prescriben diferentes combinaciones de fármacos que se dan al mismo tiempo para tratar el tumor. El término quimioterapia no se aplica a un tipo específico de medicamento, sino al tratamiento en general.

La quimioterapia utilizada varía dependiendo del tipo de cáncer que se debe tratar. Ciertos tratamientos se dan frecuentemente en el tratamiento de determinados cánceres. Los médicos utilizan hoy en día nombres con muchas abreviaturas para indicar el tipo de fármacos incluidos en estos tratamientos.

Usos de la quimioterapia

Todos los órganos de nuestro cuerpo están formados por pequeñas unidades denominadas células. Para mantener la correcta función de nuestros cuerpos, las células se deben renovar de una forma regular. En condiciones normales, este proceso de renovación está sometido a unos controles estrictos, pero puede ocurrir que ciertas células escapen de este control y comiencen a proliferar sin freno, formando un tumor. En este caso, las células se convierten en células cancerosas.

Las células cancerosas se pueden diseminar desde su lugar de origen, a través de los vasos sanguíneos o linfáticos (atravesando ganglios) hasta llegar a otros órganos, donde forman nuevos nódulos tumorales llamados metástasis. Ya que la mayoría de los fármacos usados en la quimioterapia se administran por vía intravenosa, pueden destruir las células cancerosas en el tumor inicial y en las metástasis.

Efectos

  • Curar algunos cánceres.
  • Prevenir que las células de un tumor formen metástasis.
  • Disminuir los síntomas asociados con el cáncer,y mejorar la calidad de vida.

Elección de la quimioterapia

La elección del tipo de quimioterapia se hace de acuerdo a criterios relativamente precisos. Ciertos fármacos son más efectivos que otros para tratar determinados tumores. Por tanto, en el tratamiento de dichos tumores se utilizarán estos fármacos, aunque a menudo, se usa una asociación de varios fármacos.

La asociación de varios fármacos para matar las células cancerosas a través de distintos mecanismos previene que las células desarrollen resistencias al tratamiento. Se obtiene así una mayor eficacia.

La elección de un régimen de quimioterapia está en función de:

  • El tipo de cáncer.
  • La parte del cuerpo en la que el cáncer se desarrolla.
  • Los efectos del cáncer en el organismo.
  • El estado general del paciente.

Administración de la quimioterapia y frecuencia

La quimioterapia requiere a veces hospitalización durante varios días, aunque generalmente se puede hacer de forma ambulatoria durante medio día. Muchos pacientes que reciben quimioterapia siguen trabajando y llevando una vida normal. La quimioterapia se hace generalmente cada tres o cuatro semanas, durante uno o más días. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de:

  • El tipo de cáncer.
  • Los objetivos del tratamiento.
  • El tipo de fármacos utilizados.
  • Los efectos indeseables del tratamiento.

Aplicación de la quimioterapia

La mayoría de los medicamentos que se incluyen se administran por vía intravenosa (por las venas) a través de un sistema de goteo. El médico puede usar una vena en el brazo o un catéter central. Existen dos modelos básicos de catéteres centrales.

Método port-a-cath

Uno de ellos es el que se llama comúnmente port-a-cath, que está localizado en una vena del tórax y se coloca con anestesia general. Este catéter está conectado a un pequeño depósito (de 1 cm de diámetro aproximadamente) que se coloca debajo de la piel, a la altura de la clavícula, y que uno pincha con una aguja a través de la piel. El porth-a-cath se puede usar incluso durante años si es necesario. También es posible utilizarlo para sacar sangre.

Catéter de Hickman

Otro modelo de catéter central es el catéter de Hickman, que también se coloca conectado a una vena del tórax, pero su extremo exterior acaba en dos conductos que quedan colgando por delante del pecho, y no bajo la piel.

Usar uno u otro modelo es indiferente generalmente, pues son iguales en la función para la que son necesarios.

Efectos indeseables de la quimioterapia

Los efectos indeseables varían de acuerdo con el tipo de medicinas utilizado y de la intensidad del tratamiento. A veces, una modificación de las cantidades y de la frecuencia de administración hacen posible modular alguno de estos efectos.

Seguimiento de la quimioterapia

El paciente estará controlado constantemente por el médico de forma regular, para evaluar la respuesta al tratamiento y los efectos adversos del mismo. El médico pedirá de forma regular análisis de sangre (dos o tres veces al mes, por lo general). Este análisis de sangre hará posible controlar: La fórmula sanguínea, con la que se determina el recuento de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.

Los parámetros bioquímicos básicos, que miden los iones en sangre y permiten, entre otras cosas, comprobar el funcionamiento del riñón. El perfil hepático, que hace posible comprobar el correcto funcionamiento del hígado.

Medidas para la prevención del cáncer

La medida más eficaz en la prevención del cáncer es la eliminación del consumo de tabaco, ya que el 30 % de las muertes por cáncer son producidas por su consumo. El control de la dieta también reduce la mortalidad: disminuir la ingesta calórico para evitar la obesidad, reducción de las calorías procedentes de la grasa a un 20 % de la dieta, reducción del consumo de carnes rojas, aumento de la ingesta de fibra (cereales, frutas y verduras) y alimentos protectores (con contenido en vitaminas C y A, verduras como el repollo, la coliflor, el brócoli o las coles de Bruselas).

Debe limitarse el consumo de alimentos ahumados, en salazón o ricos en nitritos, así como el consumo de alcohol.

Síntomas del cáncer de lengua y piso de la boca

El cáncer de lengua es tal vez el tumor maligno que más altera la calidad de vida del paciente. Por ser la lengua un órgano muy inervado, cuando el tumor crece produce dolores muy intensos, al punto de no poder tragar ni la propia saliva, la que se escurre por las comisuras. Además de no poder alimentarse, el dolor hace insoportable la deglución, lo mismo que el habla. Posteriormente se presentan infecciones, debido al medio séptico de la boca, lo cual, además de la gran dificultad que hay para hacer una adecuada higiene oral, conllevan un mal olor insoportable, no solo para el mismo paciente, sino para las personas a su alrededor. El sitio en que con mayor frecuencia se presenta el cáncer de lengua es en los dos tercios anteriores, seguido por el borde lateral del tercio medio. Los siguientes en frecuencia son los de la base y por último los situados por debajo de la punta de la lengua.

Los signos y síntomas más importantes pueden ser:

  • Dolor
  • Infiltración indurada.
  • Tumor vegetante.
  • Disfagia dolorosa.
  • Dolor de garganta.
  • Dolor de oído.

Los carcinomas de los dos tercios anteriores de la lengua son, casi siempre, tipo escamocelular bien diferenciados. La estadificación generalmente es reconocida como un factor fundamental en el pronóstico de los pacientes. En el caso de los carcinomas de lengua esto es realmente importante ya que los T4 tienen un pronóstico pésimo y el tratamiento es, casi siempre, muy mutilante llegándose con frecuencia a glosectomía total con el consiguiente deterioro de la calidad de vida para el paciente.

Los carcinomas del piso de la boca son, como regla general, menos diferenciados que los de la lengua. Prácticamente todos son escamocelulares y queratinizados.

Clínicamente, se presentan inicialmente como una pequeña úlcera limpia, de base áspera, de bordes elevados, infiltrados y duros. En un principio se aprecia pequeña invasión subyacente y posteriormente la induración se hace profunda, dentro de la lengua o el piso de la boca.

Otro tipo clínico se presenta generalmente en la punta de la lengua y muy ocasionalmente, en el piso de la boca. Tiene marcada hiperqueratinización, invade tardíamente los músculos y los linfáticos; el pronóstico es mejor que en los tipos anteriores.

El tipo infiltrante crece más rápidamente, produce invasión linfática y por lo tanto metástasis cervicales más tempranas.

El carcinoma no ulcerado es el menos frecuente; casi siempre se presenta en la base de la lengua o en los bordes laterales. Es el que más precozmente presenta dolor, por su origen en los planos profundos y solo tardíamente se ulcera.

Glosario

Escamocelular: Se presenta cuando las células en la piel comienzan a cambiar. Los cambios pueden comenzar en la piel normal o en piel que ha resultado lesionada o inflamada. La mayoría de los cánceres de la piel ocurre en áreas cutáneas regularmente expuestas a la luz del solo a otro tipo de radiación ultravioleta y, con mayor frecuencia, se observan en personas mayores de 50 años.

Odinofagia: Se refiere a una fuerte sensación de ardor y opresión molesta al deglutir, que se puede sentir en la parte alta del cuello o en la parte inferior por detrás del esternón. Tal dolor puede ser un síntoma de un trastorno serio.

Disfagia:Se define como la dificultad para deglutir siendo diferente de la odinofagia que implica la presencia de dolor al deglutir.

Glosectomia: Es un procedimiento quirúrgico que se realiza para extirpar total o parcialmente la lengua. Esta cirugía se usa para tratar el cáncer de lengua cuando otros tratamientos no han sido exitosos. La glosectomía podría ser:

  • Glosectomía parcial: extirpación parcial de la lengua
  • Glosectomía total: extirpación de la lengua completa

Induración: Acción y efecto de endurecer.

Es del tipo espinocelular y se observa con mayor frecuencia en hombres de raza blanca, entre los 50 y 70 años. Se localiza con mayor frecuencia en el borde, especialmente tercio medio y anterior. Puede manifestarse de forma asintomática en los primeros estadios, produciendo una simple molestia en el paciente. Cualquier lesión persistente en forma de placa blanca, roja o de ambos colores en la boca podría representar un carcinoma espinocelular. Las lesiones de tipo ulceroso con bordes crateriformes e indurados ubicados en el borde lateral o cara ventral de la lengua, que no involucionen en quince días, también pueden ser un signo clínico de un tumor maligno. El tratamiento es usualmente con cirugía y el de base de lengua con radioterapia. El pronóstico del cáncer de lengua es grave, dependiendo del tamaño del tumor y la existencia de adenopatías que van ensombreciendo dicho pronostico. Cuando más indiferenciado, más grave es el pronóstico.

Fuentes