Darío Silva

Revisión del 22:36 1 nov 2018 de Rosarino (discusión | contribuciones) (Fuentes)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Darío Silva
Información sobre la plantilla
Darío Silva.jpg
Datos personales
NombreDarío Debray Silva Pereira
Nacimiento2 de noviembre de 1972
Treinta y Tres, Uruguay
Estatura1,78 metros
Carrera
PosiciónAtacante centro
Trayectoria
Año del debut1991
Club del debutDefensor Sporting
Año del retiro2006
Club del retiroPortsmouth

Darío Silva. Ex futbolista uruguayo cuya carrera acabó a los 33 años debido a un accidente de tránsito. Integró la selección uruguaya junto a Diego Forlán y Álvaro Recoba.

Síntesis biográfica

Nació el 2 de noviembre de 1972 en Treinta y Tres, Uruguay.

Trayectoria deportiva

Inicios

Introducido ya en el fútbol profesional, fue Internacional con su selección, comenzó su andadura futbolística en el Peñarol de Uruguay (1992-95) donde consiguió 3 campeonatos uruguayos, los primeros del segundo quinquenio del club. Dio el salto al fútbol europeo con su incorporación al Cagliari italiano donde permaneció hasta el año 98. Más tarde el delantero entró a formar parte de la plantilla del RCD Español de la liga española, donde permaneció un año.

En 1999 fichó por el Málaga Club de Fútbol, donde formó una dupla temible con Dely Valdés, conocida como la doble D, hasta el año 2003, momento en el que es traspasado al Sevilla Fútbol Club. Darío Silva fue el fichaje estrella esa temporada, abanderando el salto de calidad que se promovía desde la entidad. Aunque su rendimiento no fue el esperado, nunca se le negó su constante lucha. Tras dos temporadas, en 2005 fue cedido al Portsmouth de Inglaterra hasta el año 2006.

Al término de su carrera futbolística europea, regresó a Uruguay, aunque sin retirarse por completo del mundo del fútbol. Hoy en día, trabaja junto a René Ramos, hermano de Sergio Ramos en una agencia de representación de jugadores.

Accidente de tráfico

Camioneta Chevrolet Cheyenne donde sufrió el accidente Darío Silva

El 23 de septiembre del 2006 viajaba a las 6.45 am en una camioneta roja Chevrolet Cheyenne por el cruce de la rambla de Montevideo con la calle Comercio, una zona cercana a la costa, despejada de tráfico a esas horas de la mañana. Venía del barrio de Positos y se dirigía a su casa en Lomas del Carrasco, una urbanización privada a 20 kilómetros de la ciudad. En la camioneta, que meses antes le había regalado a su padre, ya fallecido, le acompañaban dos ex jugadores, Dardo Pereira, de 34 años, y Elbio Pappa, de 40. Regresaban de pasar la noche juntos. El velocímetro se acercaba a los 100 kilómetros por hora cuando Darío Silva, el conductor, se despistó para comer un bocadillo y perdió el control del vehículo al colisionar una rueda con la mediana.

El futbolista se llevó la peor parte. La camioneta chocó contra una farola de cemento del alumbrado público con tanta violencia que la arrancó y cayó sobre el vehículo. Darío Silva fue despedido del vehículo a través de la ventanilla, se golpeó con fuerza la cabeza y sufrió la fractura de la pierna derecha. La forma del poste quedó marcada en la parte izquierda de la camioneta. Pereira y Pappa sufrieron sólo traumatismos leves y fueron dados de alta.

Los médicos operaron de urgencia al futbolista antes de inducirle a un coma farmacológico. "Su vida corría riesgo y tuvieron que amputarle parte de la pierna", explicó entre llantos su madre, Doris. "Ahora está mejor, dentro de la gravedad. Pude verle, le grité y abrió un poco los ojos", explicó. Además de la amputación, el parte médico indica un "politraumatismo de cráneo grave y una contusión hemorrágica a nivel frontal derecho". Su estado es "muy grave".

Después del accidente

Silva se enteró de lo sucedido mientras veía la televisión en su cama del hospital y no pudo evitar las lágrimas. Tres minutos después, tras desahogarse, decidió que no volvería a llorar nunca más por lo sucedido, porque tenía una nueva vida por delante y había que pelearla día a día.

Lo primero que hizo fue buscar al mejor ortopedista de Uruguay, que le fabricó una prótesis de fibra de carbono que le permite caminar casi con total normalidad más allá de una leve cojera. Luego se refugió en la equinoterapia, una práctica que fomenta el uso de caballos como método terapéutico. Aquello le fascinó hasta tal punto que durante un tiempo se dedicó a su crianza y llegó a participar de jurado en varios concursos. Su otra pasión en esos años fue el remo, un deporte muy popular en Uruguay. Es más, intentó sin éxito clasificarse para los Juegos de Londres.

Su compromiso con los más desfavorecidos le llevó a interesarse por la política y se presentó al cargó de intendente del Departamento de Rocha, una especie de gobernador provincial, pero la aventura no tuvo un final feliz así que acabó volviendo al mundo que mejor conocía, el del fútbol. Hoy en día trabaja con René Ramos, hermano del central del Madrid, en su agencia de representantes captando nuevos talentos. Sin duda un final feliz para una historia donde las lágrimas no tienen cabida.

Fuentes