David Wilkie

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David Wilkie
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Pintor, dibujante, escultor, grabador y Fotógrafo británico
NombreDavid Wilkie
Nacimiento1591
Cults, Escocia, Bandera del Reino Unido Reino Unido
Fallecimiento1841
Gibraltar, Bandera de Gibraltar Gibraltar
Causa de la muerteEnfermó, murió en el barco donde viajaba
NacionalidadBritánica
OcupaciónPintor
PremiosPainter in Ordinary del rey Jorge IV

David Wilkie. Nace en Cults, Fifeshire en 1785 y muere en 1841. Pintor, dibujante, escultor, grabador y Fotógrafo británico, curso sus estudios en Edimburgo y Londres.

Biografía

Viaja por distintos países como Europa, visita Francia, Holanda en 1814, Italia, Alemania, Suiza entre los año s1825-1828 y España en 1827. Pintor de temas de la vida cotidiana, puso de moda este género en Gran Bretaña en la primera mitad del siglo XIX, con obras como Fiesta de pueblo de1811, National Gallery, Londres.

Dedicó un interés especial a los temas que insisten en sentimientos de afecto familiar y ésta fue una de las razones de su triunfo. El tema, el tamaño de las figuras, la riqueza de detalles de estas escenas dejan claras sus fuentes: la pintura de género holandesa, de Adriaen van Ostade y David Teniers, pero el escocés añade sentimientos más complejos que el simple humor de sus precedentes.

En 1827 viajó a España por primera vez, cuando ya era un pintor importante y por razones de salud física y psíquica, como muchos de sus compatriotas Richard Ford, (entre otros); fue el primer pintor británico importante que visitó el país y ejerció una influencia enorme en los posteriores. En Madrid y Sevilla coincidió con el escritor norteamericano Washington ­Irving, que estaba como agregado a la Embajada de los Estados Unidos y se dedicaba a investigar para su libro Life and Voyages of Christopher Colombus (1828). Le hizo un retrato, ­Washington Irwing in the Archives of Seville (Leicester Museum). A cambio, el escritor le dedicó los Cuentos de la Alhambra (1832). Hicieron una gran amistad y juntos vi­sitaron el monasterio de El Escorial, el Museo del Prado, Toledo y Sevilla. David Wilkie se movió en un medio de aristócratas y diplomáticos británicos bien relacionados en la capital de España.

Conoció a los principa­les pintores del momento: José de Madra­zo, Vicente López y Leonardo Alenza. Conocía ya la pintura espa­ñola y a Diego Velásquez; había visto un retrato ecuestre en la colección de Lord Elgin, y pensaba comprar más pinturas del artista sevillano para un coleccionista británico, Sir Robert Peel. Además, quería ver la pintura es­pañola en su ambiente, en la «reserva de caza de Europa», según sus propias palabras. Su interés mayor fue por Diego Velázquez y Bartolomé Esteban Murillo y contó sus impresiones a Sir Thomas Lawrence en una carta.

Su viaje por España fue muy fructífero, como él mismo escribía: «considero los seis meses y diez días que pasé en España el tiempo mejor empleado en mi vida profesional».

Legado artístico

Pintó muchas obras, entre ellas, tres cuadros grandes en cuatro meses, con temas de guerrilleros, y multitud de bocetos y cambió su estilo. Empezó a utilizar una manera más rápida y suelta y un colorido más rico, un cambio que tampoco pasó desapercibido a Eugene Delacroix, cuando David Wilkie le enseñó sus nuevas obras en París en 1828. El viaje sirvió también para ampliar su repertorio temático y desde entonces pintó cuadros de tema español: Señorita española, La defensa de Zaragoza, La partida del guerrillero y El retorno del guerrillero, que compró el rey Jorge IV (1762-1830) ­(Royal Collection, Londres); después Posada española, y él mismo se retrató recorriendo los conventos andaluces tras las huellas de Bartolomé Esteban Murillo.

Recibió en 1830 el nombramiento de ­«Painter in Ordinary» del rey Jorge IV y lo siguió siendo con Guillermo IV.

Sus cuadros fueron muy populares en Gran Bretaña gracias a los grabados baratos, que los hacían accesibles a un público muy amplio. También fue un gran dibujante y sus dibujos, de tamaño considerable, hechos con tiza o tinta y, a veces, con toques de acuarela, recuerdan los de los maestros antiguos. Su afición a los viajes, y sus encargos, le llevaron a Constantinopla (1840), donde retrató al sultán, Esmirna y Jerusalén. En el viaje de regreso enfermó y murió en el barco, cerca de Gibraltar. Su cadáver fue arrojado al mar y el paisajista William Turner recordó este hecho en un cuadro. Detrás de David Wilkie viajarían a España una cantidad enorme de artistas, sobre todo pintores y escritores, muchos animados por él: Richard Ford, David Roberts y John Phillip, entre otros.

Obras

  • Retrato de ­Washington Irwing.
  • La defensa de Zaragoza.
  • La partida del guerrillero.
  • El retorno del guerrillero.
  • Posada española.
  • Retrató al sultán.
  • Esmirna y Jerusalén.
  • Apertura de testamento.
  • La pensión de Chelsea.
  • Retrato del rey Georg IV.
  • El violinista ciego.
  • La fortuna de Josefina.
  • Reading the Hill.
  • Retrato de mama.
  • Samuel en el templo.

Galería

Fuentes