Demografía de la Capitanía General de Cuba

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Demografía de la Capitanía General de Cuba
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Bandera del Imperio Español utilizada por la Capitanía General de Cuba.
Cronología
Años iniciales
Siglo XVIII
Siglo XIX
Final de siglo

Demografía de la Capitanía General de Cuba, también denominada Demografía de Cuba Colonial. Es un resumen histórico-estadístico de la situación demográfica de la isla de Cuba durante el periodo colonial, periodo histórico en que fue denominada Capitanía General de Cuba (16071898). Estos análisis están basados en los censos poblacionales que realizo el Imperio Español en la Isla a partir del año 1768[1].

Años iniciales

Si bien antes del Siglo XVIII el territorio cubano no cuenta con un censo oficial por datos históricos es posible apreciar la situación de su población en los primeros siglos de dominación española. Mediante datos oficiales españoles se conoce que sobre el año 1510 el monto de la población indígena se estima que oscilaba alrededor de las 100000 personas, aunque algunos autores, a partir de restos y otras evidencias la hacen subir hasta alrededor de 500000 habitantes[2]. Hipótesis aparte, la evidencia histórica demuestra que en las cuatro décadas siguientes al período de inicio de la colonización en 1510, esta población indígena prácticamente desapareció, violencia, enfermedades y maltratos estuvieron entre sus causas fundamentales hacia mitad del siglo se estima sobrevivían solos entre 3000 y 4000 indios apalencados (encomiendas esclavistas).

En los primeros 300 años de historia colonial, el crecimiento de la población fue lento al principio, registrándose un ligero aumento a fines del siglo XVI y en el XVIII, como consecuencia de la función de puerto escala de la flota española de las “Indias” asumida por La Habana y de la expansión de la producción agropecuaria.

Siglo XVIII

Felipe Fonsdeviela y Ondeano, Marqués de la Torre, gobernaba la Isla cuando tuvo lugar el censo de 1774.

El primer censo que consta en la historiografía cubana, fue concebido y desarrollado tempranamente, en 1774. Inicialmente fue referido por el historiador Jacobo de la Pezuela en su Diccionario geográfico, estadístico e histórico de la Isla de Cuba (tomo IV, 1866); sus datos también aparecieron en un cuadro comparativo publicado en el censo de 1827[3]. Todo ello da fe de la larga historia de los estudios estadísticos y demográficos de Cuba.

Felipe Fonsdeviela y Ondeano, marqués de la Torre, gobernaba la Isla (1771-1777), bajo el reinado de Carlos III, cuando tuvo lugar el censo de 1774, y al parecer, su posterior publicación en 1775. La historiografía cubana reconoce al Marqués de la Torre como un gobernante, ilustrado, que fue positivo para el desarrollo de la colonia; «pudo en completa paz, dirigir sus esfuerzos a mejorar los servicios públicos» afirma Ramiro Guerra, y añade[4]:

Dentro del propósito de mejorar la administración de la Isla, tanto en el orden fiscal como en todos los demás, se hacía necesario poseer estadísticas sobre la población, el número de fincas, la producción agrícola y demás particulares que pudieran servir de base a medidas de gobierno adecuadas a las condiciones y a las necesidades de la colonia. Esta importante labor estadística se efectuó en 1774.

Se plantea que hubo un censo anterior, en 1768, pero la mayoría de los especialistas afirman que nunca se realizó, ni apareció publicado[5]. En España sí hay noticia del llamado Censo del Conde de Aranda realizado entre 1768 y 1769; su ejecución fue encargada a los obispos para que, a través de las diócesis y los párrocos locales, aplicaran el formulario, diseñado para recoger datos previamente definidos[6]. Posteriormente se realizó el Censo de Floridablanca (José Moñino y Redondo: I conde de Floridablanca (1728-1808) fue un político español que ejerció el cargo de Secretario de Estado entre 1777 y 1792, y presidió la Junta Suprema Central creada en 1808), documento censal elaborado en España bajo la dirección del conde del mismo nombre, entre 1785 y 1787; este es considerado como el primer censo de población español elaborado siguiendo técnicas estadísticas modernas. Por tanto, el censo de 1774 en la Isla de Cuba precedió al reconocido oficialmente como el primer censo español.

Censo de 1774[7]
Ítem Población % según
Ramiro Guerra y Sánchez
Total 171 620 100
Blancos 96 440 56.4
Libres de color :
Negros
Mulatos
30 847
11 640
19 207
18.6
Esclavos 44 333 25

El historiador Ramiro Guerra y Sánchez analizando el censo de 1774 nos apunta el número de pobladores de los principales términos municipales en distintos puntos de la isla. La Habana albergaba 76 000 habitantes; Santiago de Cuba 19 400; Puerto Príncipe 14 300; Bayamo 12 200; Sancti Spiritus 8 200; Trinidad 5 500; Matanzas 3 200 y Nueva Filipinas de reciente creación 2 600. La riqueza rural se distribuía entre: fincas ganaderas (latifundios) 339; ingenios 478, y fincas de labor 781, ocupadas por vegueros, estancieros, apicultores y cafetaleros. Generalmente estas fincas se atendían por campesinos blancos libres (buena parte de ellos era de origen canario) y una cantidad mínima de esclavos africanos o criollos, negros.

A diferencia de otras colonias caribeñas no hispanas, aún no se había impuesto el sistema de plantación intensiva esclavista, azucarera o cafetalera. La exportación de productos agrícolas estaba calculada en un millar de arrobas de azúcar al año, que equivalían a 2 millones de pesos anualmente. El Estanco del tabaco continuaba proporcionando discretas ganancias a la Hacienda Real. De acuerdo con las cifras generales, la colonia de Cuba era rica, aunque todavía poco poblada.

Hubo muchos otros censos hasta el fin de la época colonial. Según Las Estadísticas Demográficas Cubanas, existió un conjunto de 32 de ellos, algunos supuestos, otros verificados, confirmados y publicados (1774, 1792, 1817, 1827, 1841, 1861, 1877 y 1887).

El reflejo en los censos de población de los cambios de la estructura económica y social es evidente. Por ejemplo, veamos qué sucede comparativamente entre los efectuados en 1774 y 1792. La población total, en cifras redondas, era de 172,6 (1774 en miles) y 272,3 (1792 en miles). Es decir, en 18 años hubo un aumento de casi 100 000 habitantes (57,7 %). Este salto poblacional se justifica por la importación masiva de esclavos africanos negros, que se evidencia en la relación porcentual entre población blanca que era 56,4 % (1774) y en 1792 se reduce a 49,1 %, mientras que la población de color aumentó de 44,1 % (total libres y esclavos 1774) a 51,9 % (1792), según los datos expresados en La población de Cuba (Centro de Estudios Demográficos, 1976, p. 12). En el crecimiento poblacional de estos años tiene significativa importancia las masivas entradas de esclavos, que en los Padrones Poblacionales levantados en 1774 y 1792, representaban el 26 y 24 por ciento, respectivamente, de la población; solamente entre la fecha de los dos censos levantados en esos mismos años se estima que se introdujeron 33000 esclavos en el país.

Siglo XIX

Entre 1800 y 1899 se levantaron en el país siete censos generales de población, aparte de otras estimaciones, conteos y trabajos específicos sobre las variables demográficas, principalmente la mortalidad. Este auge de los estudios estadísticos no fue solo en el campo demográfico, sino también en otros. En este siglo los boletines sobre la producción azucarera, el comercio exterior y otros son relativamente abundantes. El historiador cubano Moreno Fraginals en uno de sus libros hace referencia a la etapa azucarera en este periodo:[8]

Durante la etapa del auge azucarero (última década del siglo XVIII y primera mitad del XIX), ningún otro país colonial del mundo exhibe un desarrollo estadístico similar al cubano.

A inicios del siglo XIX la población y las riquezas de la Isla de Cuba iban en aumento, esto se debió a que después de las paz general en 1815 el tráfico de esclavos africanos tomó grandes proporciones: según los datos que tomó Alejandro de Humboldt para su ensayo político de la Isla de Cuba, en los años de 1818 a 1820 soló por la Aduana de la Habana se registraron 41.000 esclavos. Además de la inmigración que desde 1810 y hasta 1823 hubo en las Antillas de familias del Continente americano, aumentó también la inmigración de peninsulares que buscaban un lugar en tierras del Caribe tras la perdida de los demás virreinatos tras los estallidos revolucionarios de América Latina.

En 1817 se levanta un censo que se reconoce como auténtico, aunque al parecer hubo omisiones importantes, por el temor, que despertaba en la población este tipo de actividad, porque su objetivo era, en muchos casos, la imposición de nuevas contribuciones. La población que registra (según la evaluación más aceptable) es de unos 572.363 habitantes, lo que significa un incremento poblacional de 300.063 habitantes con respecto al 1792. La tasa de crecimiento medio anual es de 2.84 por ciento. Mientras que se necesitan tres siglos para alcanzar los 272.300 habitantes, ahora se duplica esa cifra solo en 25 años. El azúcar hizo lo que antes no se logró por la falta de oro y metales preciosos; se estima que entre 1792 y 1817, entraron al país alrededor de 282.000 esclavos que garantizaron el “boom” azucarero de fines de siglo XVIII y primera mitad del XIX. En esos años Cuba producía alrededor del 14 por ciento de la producción de azúcar de caña del mundo[8].

En 1827 se levanta otro censo de población; en el mismo la población de Cuba alcanza los 704.487 habitantes, de los cuales un 41 por ciento son esclavos. Comparándolo con el de 1817, se registra un crecimiento de 132.124 habitantes, para una tasa de crecimiento medio anual de 2.06 por ciento. El crecimiento de la población blanca es de 53.671 habitantes y la esclava de 87.650, de los cuales 40000 han arribado al país en esos años. La relación de masculinidad de la población blanca es de 1184 varones por 1000 hembras y la de la población esclava de 1768. En estos años la economía de plantación típica de este período de la historia económica cubana, se encuentra en pleno auge. La trata libre de esclavos es una realidad, aunque ya desde 1819 se ha introducido la máquina de vapor en la industria azucarera cubana. La vorágine del mercado internacional del azúcar dominado por relaciones capitalistas, influye en la sacarocracia criolla, que responde con un incremento de la producción, lograda a costa de la mano de obra esclava.

En 1841 se levanta otro censo de población. La población de Cuba había arribado al millón de habitantes. En ese año la población esclava excedí a a la blanca en unas 18000 personas, mientras que en 1827 esta superaba en algo más de 24.000 personas a aquella, lo que denota que, pese a las presiones inglesas contra la trata de esclavos, esta práctica mantenía en estos años toda su vigencia. La tasa de crecimiento medio anual de la población total entre 1827 y 1841 fue de 2.56 por ciento. Por su parte, la producción azucarera en igual período pasó de 493.427 a 876.734 toneladas métricas, para un incremento del 78 por ciento. En 1841 a Cuba corresponde casi el 21 por ciento de la producción mundial de azúcar de caña[8]. En estos mismos años se estima que la población esclava de la isla, ascendía a 436.495[9], superior al 40 por ciento de la población total.

En 1861 se lleva a efecto, en el marco general de un censo de la metrópoli, otro censo en Cuba. A pesar de considerarse como el más detallado de lo s censos coloniales, tuvo grandes deficiencias, a tal punto, que las autoridades españolas ordenaron en ese año al Centro de Estadísticas que dirigió su levantamiento que hiciera los ajustes y modificaciones necesarias a las cifras resultantes para hacerlas más aceptables. La población reportada fue de 1.396.530 habitantes, poco más de 388.000 habitantes que en 1841, para una tasa de crecimiento medio anual de 1.63 por ciento. Hay un descenso de la tasa como consecuencia de la disminución de la entrada de esclavos que se estima haya sido en ese período de 137000.

En 1877 y 1887 se realizan los últimos censos del período colonial español; la población registrada en ellos alcanza la cifra de 1.509.291 y 1.631.887 habitantes, respectivamente. Entre 1861 y 1877 el crecimiento es de 0.54 por ciento. La supresión de la trata, la disminución de la migración española y el comienzo de las guerras independentistas (1868-1878), explican este descenso. Entre 1871 y 1887 el crecimiento es ligeramente superior, calculándose una tasa media anual de 0.70 por ciento.

En los cuatro siglos de dominación colonial española, la variable fundamental del crecimiento de la población cubana es la inmigración, integrada básicamente por un millón de esclavos africanos y 125.000 culíes chinos, más otros cientos de indios Yucatecas y lógicamente los peninsulares.

Existen períodos en la historia de Cuba en que el número de esclavos introducidos fue prácticamente similar al crecimiento de la población, como es el caso del período 1792-1817, en el cual se registra un incremento de la población del orden de los 300.063 habitantes y el número de esclavos introducidos en Cuba se estima en 282.000.

Final de siglo

En 1898 la población de Cuba era de 1.572.797 habitantes, divididos en 1.052.397 blancos y 520.400 de color[10]. De todos ellos habían nacido en el exterior, 172.535 de los cuales 142.153 eran blancos, 129.240 españoles, el 75 % de los extranjeros, y 30.382 de color, divididos en 14.614 chinos y 15.768 negros y mulatos de origen foráneo. Entre éstos, 12.953 se censaron como procedentes de África y no como cubanos. Ellos fueron los últimos esclavos que vinieron de ese continente y que al ser liberados quisieron seguir conservando su nacionalidad. Algo, desde luego, muy representativo y elocuente de la dignidad de una raza. En porcentajes, por grupos de población, la Isla estaba conformada por un 58% de población blanca, 17% de mulatos, 15% de negros, todos ellos criollos. El 9% eran emigrantes, blancos y negros y el 1% chinos.

Por sexos, 815.205 varones y 757.292 hembras. En la población blanca los varones representaban el 54,1& y las hembras el 45,9. Entre los de color negro, el 47,6 y el 52,4%. Esto último se debe poner en relación con la eliminación de la trata, que es sabido proporcionaba fundamentalmente un aporte de varones y con el hecho de la mayor supervivencia de las mujeres entre los esclavos por tener un menor índice de mortalidad, debido a razones de dedicación laboral.

Población cubana entre los siglos XVIII y XIX

Población de la Capitanía General de Cuba entre los siglos XVIII y XIX
Año Blancos Negros
Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total
1768 61490 47925 109415 9240 13500 22740
1774 55576 40864 96440 16152 14695 30847
1787 58420 40864 96440 15985 13232 29217
1792 72299 61254 133553 26989 28921 55930
1804 130000 104000 234000 32000 28000 60000
1810 150000 124000 274900 60000 48600 108600
1817 149725 126964 276689 70044 49177 119221

Referencias

Fuentes