Eddio Tejeiro Domínguez
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Eddio Tejeiro Domínguez. Se le fue entregada una cantidad de propaganda revolucionaria, la que trasladó utilizando un caballo a la finca "Cuatro Caminos" ubicada entre Juan Gualberto Gómez y Unión de Reyes. Allí fueron a recogerla en los días inmediatos Víctor Madruga y Humberto Acosta, integrantes del Movimiento en el poblado de Alacranes. También Ángel Soca lograba la fabricación de niples en los talleres Peret (hoy 1 de mayo); los mismos estaban destinados a los luchadores del 26 de julio en Juan Gualberto Gómez.
Síntesis biográfica
Uno de los años más convulsos de la historia republicana cubana fue 1933. En este contexto nacional nación un niño, quien protagonizaría años más tarde una historia de heroísmo y valentía en pos de contribuir a librar al país de tanta ignominia. Eddio de Jesús Evaristo Tejeiro Domínguez vino al mundo el 26 de Octubre de 1933, en el poblado de Juan Gualberto Gómez. Sus padres, María Isidra y Segundo, eran de procedencia humilde. La madre atendía los quehaceres de la casa y cosía para la calle con el objetivo de ayudar al sostenimiento de la familia y el padre era labrador.
En ese ambiente digno transcurrió los primeros años de existencia de Eddio, quien además de querer y respetar a sus padres, siempre demostró confianza en ellos. La situación económica del país y de su hogar desarrolló en Eddio un gran sentido de responsabilidad, al punto de contribuir al sostenimiento de la familia. Como todo niño pobre de la República Neocolonial, tuvo que participar en tareas hogareñas, y también disfrutó de juegos y amigos, muchos de los cuales serían sus colegas en el batallar clandestino.
Cursó los estudios primarios hasta el 5to grado en la Escuela Urbana No. 1 de Juan Gualberto Gómez. La última maestra que tuvo, Elsa Tormo Landa. La profesor rememora que Eddio era un joven de tez pálida, baja estatura, ojos oscuros, cabellos castaños, imberbe, pulcro y de temperamento jovial, representaba menos edad de la que realmente tenía. Se distinguía por ser noble y amable. Por estas razones se ganó la simpatía de los que lo conocieron, quienes afirman que solía hablar inclinando un poco la cabeza hacia abajo y levantando sus ojos firmemente.
Entre 1946 y 1957 realizó diversas labores, se colocó en un café en Los Arabos, después trabajó en el establecimiento CASA REINA, dedicada a la venta de efectos eléctricos en Unión de Reyes. De aquí, consiguió empleo en el café La Terminal de la ciudad de Matanzas, donde se mantuvo hasta el 11 de diciembre de 1955, en que logró una plaza de tejedor al comenzar a funcionar la sala de telares de la Textilera Betroma, ocupando el No. 115 en el escalafón. Laboró allí hasta la fecha de su detención y asesinato. Se caracterizó por ser un obrero cumplidor, que no faltaba a su puesto, ni era impuntual, a pesar de ser uno de los que vivía más lejos de la Textilera.
Actividades revolucionarias
En la Betrona actuaban dos células del M-26-7, las actividades desarrolladas en esa industria para apoyar la insurrección fue la colecta de dinero. Este centro fue uno de los que más se destacó en la provincia por el aporte financiero de aseguramiento a la lucha que brindó. También se vendían bonos del Movimiento, se distribuía propaganda y publicaciones clandestinas.
Eddio trabajó en la Betroma, diciembre de 1955 hasta octubre de 1957, recibió allí contactos para su labor como dirigente del Movimiento en su tierra natal. Entre los más importantes acontecimientos huelguísticos de la Betrona estuvieron los del 22 de septiembre de 1956, el del 5 de diciembre del mismo año. Por todas estas actividades y otras, Eddio constituía un elemento peligroso, por lo que fue objeto de vigilancia en el centro.
Durante los primeros años de la dictadura, se les vio vendiendo la revista Alma Máter, órgano de la FEU, que fue la primera ubicación clandestina que se distribuyó en esa localidad. Durante el carnaval de 1954 en Alacranes, Eddio respaldado por varios revolucionarios del poblado, interrumpió el fluido eléctrico y lanzó botellas a la vía pública con el objetivo logrado de entorpecer las fiestas.
Una de las actividades oposicionistas en las que participó Eddio antes de la creación del M-26-7, fue la celebración del XX Aniversario del asesinato en El Morrillo de los revolucionarios Antonio Guiteras y Carlos Aponte. En esta significativa fecha el Partido Ortodoxo desplegó en la provincia una importante y fructífera labor movilizativa, que concluyó en una gran concentración frente al obelisco que perpetua la memoria de ambos combatientes.
Una de las primeras labores de propaganda efectuada fue la distribución y venta de La Historia me Absolverá, cuya misión correspondió a Tejeiro en Juan Gualberto Gómez. La responsabilidad fundamental que ocupó Eddio en el territorio fue de propaganda.
En su hogar, la madre –quien como costurera realizaba encargos para familias de agentes del régimen-, ocultaba lo que el hijo llevaba entre las telas y prendas que confeccionaba.
Detención y asesinato
La primera detención se produjo el 29 de octubre de 1957, cuando ocuparon los listados de integrantes del Movimiento que éste tenía preparados para entregar a la Dirección Nacional, lo cual facilitó la labor de la policía. Un día después, aproximadamente a las 10:00 de la mañana fue sacado de su casa, delante de los padres. Por mediación de militantes del Movimiento que se encontraban presos junto a Eddio, se conoce que lo vieron por última vez y casi moribundo, entre el 4 y el 5 del mes de noviembre. Esa misma noche, al cambiar de celda a Julián García Portela, el Jefe del Escuadrón le entregó una camisa y le dijo que la usara porque el dueño, Eddio, no la necesitaría más.
Uno de los esbirros, durante las declaraciones en el juicio por el asesinato de Eddio, confesó que Tejeiro increpó a uno de sus verdugos y este lo golpeó con un taburete hasta matarlo.
Así ha quedado fijado el 5 de noviembre de 1957, como la fecha de la muerte de un héroe de la Revolución.
A casi medio siglo del horrible asesinato evocamos al joven textilero de 24 años de edad, militante del M-26-7, lleno de proyectos y esperanzas, que perdió la vida a manos del odio y la maldad de los instaurados en el poder. Hoy, al recordarlo, nos inspiramos en su energía y en su valor y reclamamos, como dijo el Apóstol, que se postren
Fuentes
- Archivos del Museo Municipal de Unión de Reyes.
