Educación y desarrollo de los niños preescolares

Educación y desarrollo de los niños preescolares
Información sobre la plantilla
Preescolares.JPG
Concepto:La educación y el desarrollo de los niños en edad prescolar.

Educación y desarrollo de los niños preescolares. La relación entre aprendizaje y desarrollo siguen siendo metodológicamente confusa, porque los estudios que se han realizado hasta hoy han incorporado en su seno portador premisas y soluciones específicas al problema de dicha relación fundamental.

Estos estudios han constituido puntos de partida para explicar cómo se produce la relación entre educación y desarrollo en la edad preescolar, para fundamentar los puntos de vista del sistema educacional dado en la concepción de los programas educativos y en las vías que se utilizan para valorar los niveles de desarrollo que los niños alcanzan en cada etapa de su vida.

Relación entre educación y desarrollo

El problema de la interrelación entre educación y desarrollo es uno de los problemas centrales que existen en la psicología infantil y su solución depende, fundamentalmente, de la concepción que se tenga de las leyes del desarrollo psíquico del niño.

En general, la solución del problema de la interrelación entre la enseñanza y el desarrollo se ve como un problema secundario, derivado del problema central de la comprensión de las leyes que rigen el propio desarrollo.

Si el desarrollo psíquico del niño y en particular el desarrollo del intelectual, se comprende como la maduración de estructuras que ya existen previamente en el niño, como la manifestación de cualidades que ya están presentes en él, de ello, naturalmente surge una comprensión de su interrelación con la enseñanza que pudiera expresarse de la forma siguiente: primero tiene lugar el desarrollo, y la educación sólo debe adaptarse al nivel de desarrollo alcanzado. Este enfoque en las teorías biologizadoras de la concepción del desarrollo de la psiquis. El desarrollo no depende en general de la educación, sino que depende de las premisas biológicas y la enseñanza debe a ellas adaptarse.

Otro enfoque de las leyes del desarrollo es aquel en el que este se comprende como un proceso de adaptación del niño a las condiciones de su medio y en especial como proceso de adaptación del niño a las condiciones sociales de vida. La teoría en que más francamente se ve ese enfoque es la de Jean Piaget. El desarrollo intelectual del niño se ve como un constante equilibrio con el medio y la enseñanza solamente, como uno de los elementos del medio a los que el niño se adapta.

En la medida en que la enseñanza y la educación se ven como uno de los elementos de este medio (al cual el niño constantemente se adapta), esta requiere de un papel más importante, mucho mayor que en las teorías biologizantes puras; pero al mismo tiempo, no se distingue de los otros elementos del medio y por ello no puede considerarse como fuerza que mueve el desarrollo hacia delante.

La enseñanza, de acuerdo con esta teoría, puede ejercer influencia en el desarrollo solamente en la medida en que el niño es capaz por sí mismo, de extraer de ella algo más que simples hábitos y conocimientos. Esto a su vez determina por el nivel de desarrollo anteriormente alcanzado. Por todo ello resulta que, en cada etapa, la enseñanza debe adaptarse al nivel de desarrollo que ya posee.

Las funciones psíquicas superiores no tienen un origen natural, sino que ellas surgen en el curso del desarrollo histórico de la sociedad. La cuestión fundamental consiste en que en su realización el propio hombre dirige su conducta, sin procesos psíquicos. Es decir, las dirige por medio del signo fundamentalmente por el signo del lenguaje y por otros elaborados por el hombre en el curso de la sociedad. Es decir, que el signo no es elaborado por el niño en el curso de su desarrollo ontogenético. El signo es una formación social, es una parte de la cultura humana y consecuente, el desarrollo de las funciones psíquicas superiores tiene lugar como resultado de la asimilación de la cultura humana. Vigotsky así denominó el desarrollo de las funciones psíquicas superiores desarrollo cultural y las diferenció de otras funciones psíquicas a las que denominó funciones psíquicas naturales.

Todo lo que el niño debe adquirir se encuentra fuera de él, se encuentra en el mundo que le rodea, en la experiencia, en la cultura humana y en la actividad de las demás personas. El niño debe asimilar todo esto para que en él se formen las funciones psíquicas superiores. Desde este punto de vista el aprendizaje no equivale a desarrollo, se convierte en desarrollo mental y pone en marcha una serie de procesos evolutivos que no podrían darse nunca al margen del aprendizaje. Así pues, el aprendizaje es un aspecto universal y necesario del proceso de desarrollo culturalmente organizado y específicamente humano de las funciones psicológicas.

Educación y desarrollo en programas educativos

Se entiende por educación el conjunto de influencias que ejerce toda sociedad en el individuo. Esto implica que el hombre se educa durante toda la vida. Es el trabajo organizado de los educadores encaminado a la formación de cualidades de la personalidad: convicciones, actitudes, rasgos morales y del carácter, ideas y gustos estéticos así como modo de conducta. Este proceso educativo se logra bajo la influencia de la enseñanza que no es más que un proceso organizado de la actividad cognoscitiva el cual se manifiesta de una forma bilateral e incluye tanto la asimilación del material estudiado o actividad del alumno (aprender) como la dirección de este proceso (enseñanza). Conjuntamente con la asimilación de conocimientos, la enseñanza propicia el desarrollo de hábitos, habilidades y capacidades.

Ambos procesos de enseñanza y educación se logran en las instituciones infantiles a través del proceso pedagógico, el cual incluye ambos procesos organizados en sus conjuntos dirigidos a la formación de la personalidad. Este proceso establece relaciones sociales activas entre los pedagogos y los educandos y su influencia recíproca encaminada al logro de los objetivos de la sociedad.

El proceso de socialización de los niños, su entrada a la sociedad y el establecimiento de contactos sociales, empieza con la familia y se establece posteriormente con otros niños, con los vecinos y la comunidad. Esto nos plantea la necesidad de unificar las influencias educativas de la institución, la familia y la comunidad, para lograr la formación de la personalidad del niño como un ser bio-psico-social, preparado para la vida, para el trabajo, para contribuir al desarrollo de la sociedad a la vez que se desarrolla. Esto significa algo más que poseer un cúmulo de conocimientos, un desarrollo de habilidades manuales e intelectuales, significa además, formar individuos dotados de convicciones, de altos valores éticos, estéticos, morales y de sentimientos.

La educación preescolar en Cuba, concibe la formación multilateral de los niños en todas las facetas de la personalidad: intelectual, física, moral, estética y laboral a través de la unidad de las influencias educativas, ya que la personalidad del niño no es una zona de distintas cualidades, sino un todo en el que las partes se encuentran en recíproca dependencia. Ni una sola cualidad de la personalidad se puede contemplar aisladamente, el desarrollo multilateral crea la armonía, la concordancia de las distintas partes. Por tanto que la educadora, los padres y las comunidades deben preparar a los niños desde las edades más tempranas para la etapa siguiente de su vida: la escuela.

La educación moral y laboral de los niños está encaminada a sentar las bases para la formación ciudadana, a partir de la creación de premisas para desarrollar en los niños una adecuada educación sexual, vial, formal, educación para la salud, la formación de sentimientos patrióticos, solidarios, de amor al trabajo, etc. Concibe la formación de las primeras representaciones, nociones y cualidades morales, sentimientos, hábitos y relaciones que determinan el desarrollo moral del niño.

La relación entre educación y desarrollo es el punto de partida de la educación preescolar; esto se manifiesta en el objetivo supremo de las instituciones educacionales el cual concibe la preparación de los niños para su ingreso a la escuela a partir del desarrollo de todas las posibilidades.

Esta concepción se ve reflejada en el Programa Educativo del Círculo infantil, el cual asume desde su modo de organizar el proceso docente educativo, hasta su contenido programático, la concepción del desarrollo de los niños bajo la influencia educativa. En el círculo infantil, a partir de la concepción del programa el trabajo se organiza en ciclos.

El trabajo en ciclos que a partir del curso escolar se introdujo en las instituciones infantiles del país, se fundamenta en la relación existente entre educación y desarrollo, así pues, los objetivos y logros del desarrollo que se proponen para cada año de vida y ciclo en concreto están acorde con las características de los niños y las posibilidades de desarrollo que en correspondencia con sus particularidades poseen. Así está la estructuración de cuatro ciclos:

  • Primero ciclo: Comprende el 1er. año de vida.
  • Segundo ciclo: Comprende 2do. y 3er. año de vida.
  • Tercer ciclo: Comprende 4to. y 5to. año de vida.
  • Cuarto ciclo: Comprende 6to. año de vida.

El desarrollo intelectual del niño

Desde las primeras edades se debe, no solo de satisfacer las necesidades básicas de los niños, sino también de contribuir a su desarrollo intelectual en correspondencia con las posibilidades de la edad, ya que así como el organismo necesita alimentos y ejercicios para crecer, el cerebro necesita estimulación para desarrollarse.

El niño aprende haciendo. Desde el primer año de vida se le muestra el mundo de los objetos, juguetes que suenan y se mueven en distintas direcciones para que los busquen y de mostrarle las más diversas acciones que puedan realizar con los objetos para contribuir al desarrollo de su inteligencia.

El desarrollo físico y neuropsíquico del niño desde las primeras edades están vinculado con su estado emocional y este a su vez depende grandemente de sus condiciones de vida y educación. El enfoque unitario de la relación entre lo cognitivo y lo afectivo, constituye por sí mismo la orientación más actualizada en el estudio de los fenómenos intelectuales y emocionales, en los que estos se relacionan de manera mutua, interactúan, se combinan estructuralmente en una unidad dialéctica en la que cada uno de estos fenómenos mantiene su característica distintiva sin diluirse entre sí, pues constituye una unidad y no una identidad.

La relación emocional positiva está estrechamente relacionada con el grado de dominio por el niño de los modos de acción en una tarea de tipo cognoscitivo como las estudiadas. Estas relaciones crean las bases para el desarrollo sensorial del niño, para el conocimiento del mundo circundante y dentro de ella el mundo de los objetos y constituye un eslabón elemental del nivel cognoscitivo que el niño alcanza y que le permitirá paulatinamente realizar tareas cada vez más complejas como la introducción en el mundo de las cantidades, al dar sus primeras pasos en las operaciones matemáticas.

Las primeras nociones matemáticas que el niño adquiere en esta etapa le permiten:

  • Observar los objetos.
  • Relacionar lo que se observa, con los objetos y su experiencia.
  • Abstraer, llegar a conclusiones, ideas y conceptos.
  • Aplicar lo que observan.

Este significado se expresa en cada una de las operaciones con conjuntos que realizan los niños, siendo este uno de los contenidos de mayor importancia para su desarrollo intelectual, ya que le permite dar solución a diferentes tareas y problemas similares a los que se puede enfrentar en su vida diaria.

Desarrollo del niño a través del juego

El juego se convierte en una actividad importante en estas edades, siendo un medio a través del cual el niño refleja activamente el medio que le rodea y se compenetra con la vida circundante, a la vez que se convierte en un elemento de asimilación de hábitos de vida en colectivo para la formación de cualidades psíquicas y particularidades de la personalidad, se desarrolla cualitativamente la actividad intelectual, hay un cambio radical en el pensamiento del niño que va a pasar de la realización de tareas mediante acciones prácticas, al uso de imágenes que van a sustituir los objetos reales y con los que opera en el plano interno. La actividad del juego es propia de la edad preescolar, pero va evolucionando en la medida en que el niño se enfrenta a la actividad.

En su evolución el juego va: - De un juego con pocos niños, a juegos en grupos numerosos. - De grupos poco estables, a grupos con mayor estabilidad. - De juegos sin temas, a juegos con temas. - De una serie de episodios pocos relacionados entre sí, a un desarrollo planificado de un tema. - De un reflejo de la vida personal y del medio circundante más cercano, a hechos de la vida social. Los indicadores que se toman en cuenta son: carácter de las acciones, adopción del rol, utilización de objetos y relación con los coetáneos, tomando en consideración cinco niveles de juego.

Desarrollo de los niños

La valoración del desarrollo del niño en la edad preescolar es una tarea que sistemáticamente realizan las educadoras, partiendo del conocimiento que tienen de cada uno de sus niños, de sus posibilidades de desarrollo y los niveles que alcanzan en cada actividad. Sistemáticamente va realizando una caracterización del desarrollo del niño, lo que le permitirá al finalizar el grado preescolar diagnosticar su nivel de preparación para el ingreso a la escuela a través de un sistema de tareas encaminadas a determinar los conocimientos y habilidades adquiridos en cuanto a: lenguaje, motricidad fina, percepción visual y establecimiento de relaciones.

Además de estos aspectos de la esfera cognoscitiva, también se exploran aspectos de su esfera afectiva con pruebas encaminadas a conocer su autovaloración, las relaciones afectivas maestro-alumno y aquellas actividades preferidas por el niño. La problemática de la relación entre educación y desarrollo ha sido abordada por diferentes psicólogos y pedagogos que defienden diferentes puntos de vista, a la luz de sus concepciones teóricas.

La valoración entre enseñanza y desarrollo es el punto de partida para la concepción del programa de Educación Preescolar, el cual organiza todo el proceso docente educativo, teniendo en cuenta que con cada tarea educativa estará contribuyendo a elevar el desarrollo del niño a planos superiores, creando cada vez nuevas zonas de desarrollo próximo.

La formación de la personalidad con un enfoque holístico es la tarea fundamental con vistas a la preparación del niño para su ingreso a la escuela, creando en la edad preescolar, las bases para una educación física, moral, laboral, estética e intelectual.

Tomando como punto de partida la relación entre educación y desarrollo, se hace necesario valorar de manera sistemática el desarrollo alcanzado por los niños para ir organizando el proceso docente educativo a partir de la determinación de aquellas adquisiciones más relevantes que el niño ha logrado en cada etapa de su desarrollo.

Fuentes