Ejercitación ortográfica

Revisión del 19:23 18 dic 2013 de Juana pedagogico.ltu (discusión | contribuciones) (Página creada con '{{Objeto |nombre= Ejercitación ortográfica |imagen=Ejercitación_ortográfica.jpg |tamaño= |descripcion= Ejercicio de completar palabras para ejercitar los diptongos que ...')
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Ejercitación ortográfica
Información sobre la plantilla
Ejercitación ortográfica.jpg
Ejercicio de completar palabras para ejercitar los diptongos que existen en español.

Ejercitación ortográfica. Para cumplir el objetivo de la ejercitación ortográfica los docentes deben descubrir qué problemas obstaculizan el aprendizaje de cada alumno y atenderlos individualmente; conocer cuáles capacidades y habilidades ortográficas tienen carácter precedente y cuáles han de alcanzarse en el nivel que imparte. Es necesario que los alumnos lean, pronuncien, escriban, copien, comprendan, asocien, generalicen y refuercen imágenes (auditivas y gráficas). El desarrollo de las habilidades ortográficas no es algo excepcional, todo lo contrario, es posible mejorar la ortografía e incluso eliminar los errores, en ello desempeña un papel medular la ejercitación ortográfica.

Objetivo

El objetivo de la ejercitación ortográfica es la formación y desarrollo del hábito ortográfico, el cual se corresponde con el objetivo supremo de la enseñanza de la ortografía. Deben prevalecer el conocimiento, la reflexión y el análisis lingüístico, lo que puede conseguirse fomentando la autocorrección.

El hábito ortográfico

La competencia ortográfica debe ser el resultado de una ejercitación que propenda a la adquisición del hábito ortográfico mediante la realización de ejercicios con carácter cognitivo y analítico. El hábito ortográfico es una forma superior de la habilidad que se reconoce cuando el alumno ejecuta las acciones y operaciones de la escritura de acuerdo con las normas académicas vigentes con un alto grado de automatización y rapidez que se alcanza mediante la realización reiterada de las acciones a las que se les denomina ejercitación.

El hábito ortográfico no se consigue de inmediato. El aumento de la automatización y la rapidez en la realización de la acción se logra de forma paulatina, y en ese proceso, en el que intervienen múltiples operaciones van desapareciendo los errores y eliminándose las acciones innecesarias o imperfectas.

Principios didácticos para hacer dinámica la ejercitación ortográfica

La ejercitación ortográfica eficiente no debe estar desentendida del carácter comunicativo de la lengua; para lograrlo, las prácticas han de contextualizarse en frases, oraciones y textos enteros, y estimulando el trabajo en pequeños grupos, por parejas e individualmente.

Para estructurar una ejercitación ortográfica personalizada, es necesario partir del criterio de que la posesión de la ortografía no se logra mediante el acopio de información más o menos estéril acerca del contenido ortográfico, ni solo por el reforzamiento de la estimulación sensorial que conlleve a la retención de millares o cientos de miles de palabras: ello implicaría una descomunal memorización sensoperceptiva y un sin igual esfuerzo mental, desprovisto de toda acción consciente. Para lograr una ejercitación eficiente de los conocimientos ortográficos hay que tener en cuenta los principios didácticos siguientes:

  • De la edad y el desarrollo psicomotor del alumno.
  • Del carácter heterogéneo e individual de las percepciones y de la adquisición del conocimiento.
  • De la diversidad de los niveles de competencia lingüística de los alumnos.
  • De la complejidad del sistema ortográfico.
  • De la relativa independencia de la lengua escrita con respecto a la lengua oral.
  • De las relaciones que se establecen entre la ortografía y las otras materias del lenguaje.

Errores más comunes

  • Comenzar a ejercitar siempre desde el mismo punto de partida.
  • Trabajar con palabras poco usuales.
  • Concebir la ejercitación como si el grupo escolar fuera homogéneo en las capacidades ortográficas adquiridas.
  • Limitar la ejercitación ortográfica a la relación sonido/letra.
  • Ejercitar solo la escritura de palabras aisladas.
  • No propiciar el esfuerzo intelectual de los alumnos al aplicar ejercicios de muy fácil solución.
  • Organizar una ejercitación aburrida y de poca creatividad.

Diseño de la ejercitación ortográfica

Al diseñar un ejercicio ortográfico, o una serie de ejercicios, el profesor tiene que tener en cuenta que estos deben propiciar: a) la observación atenta; b) la comparación (para apreciar tanto las diferencias como las semejanzas); c) la indagación, el análisis y la síntesis; d) la escritura atenta; e) la memorización; f) la automatización.

Los ejercicios serán novedosos, atractivos, útiles (no debe perderse tiempo, recursos, ni energías, haciendo escribir palabras que apenas se usan), y tampoco deben fatigar al alumno; las palabras estarán comprendidas en frases, oraciones y textos enteros.

La ejercitación ortográfica hay que concebirla como una actividad práctica que no puede ser aburrida y repetitiva, en la que el docente tiene que motivar el aprendizaje haciéndoles saber a sus alumnos los progresos que van obteniendo y persuadiéndolos de los beneficios que les puede reportar la posesión de la competencia ortográfica en su vida personal. El desinterés se puede vencer mediante una ejercitación amena, por lo regular novedosa, y la narración frecuente de algo interesante relacionado con la ortografía. Es muy importante relacionar cada nuevo asunto con los contenidos ortográficos impartidos y vincularlos, siempre que sea posible, con la lectura, el análisis de textos, la gramática y el resto de los componentes de la enseñanza de la lengua materna.

Fuentes

  • Balmaseda Neyra, Osvaldo (2005). Enseñar y aprender ortografía. La Habana. Editorial Pueblo y Educación.
  • Curso de ortografía. Disponible en: [www.juventudrebelde.cu/file/doc/suplementos/curso-ortografia.doc Juventud Rebelde]