El último cuplé (película española)

El último cuplé (Película)
Información sobre la plantilla
Musical. Drama. Romance |
El ultimo cuple.jpg
Una cantante alcanza el éxito y la dulce miel de la fama pero tiene una caída estrepitosa cuando muere su amante.
NombreEl último cuplé
DirectorJuan de Orduña
RepartoSara Montiel, Armando Calvo, Enrique Vera, Julia Martínez, Alfredo Mayo, Matilde Muñoz Sampedro, José Moreno
ProductoraProducciones Orduña Films

El último cuplé . Película del año 1957. española del género musical dirigida por Juan de Orduña. Fue estrenada el 6 de mayo de 1957. Uno de los títulos más taquilleros y de mayor repercusión en la historia del cine español, supuso la consagración definitiva como estrella Sara Montiel. El último cuplé fue un éxito internacional y dio pie a sucesivas películas pensadas expresamente para su actriz protagonista, que se convirtió en la figura mejor pagada del cine español. Sara interpreta las canciones de la banda sonora, que incluyen temas muy recordados como "Fumando espero" y "El Relicario", este último con música de José Padilla.


Sinopsis

María Luján (Sara Montiel), una cupletista en decadencia, recuerda su intensa vida mientras habla con Juan Contreras, viejo admirador y primer empresario que creyó en ella: sus comienzos como corista, su triunfo en España, París e Hispanoamérica en los años 20, los diferentes hombres de su vida, sus devaneos por las salas de juego francesas y, finalmente, su regreso a España, ya enferma, tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para trabajar en El Molino, un cabaret de Barcelona.

Criticas

Desamor en tiempos del cuplé María Luján es una joven y bella cantante que conoce a Juan Contreras, un rico empresario que le ayuda a ascender en el mundo del cuplé, obteniendo muy pronto éxito y fama en toda España. A pesar de llevar el triunfo por el extranjero, María es deseada por muchos, pero infeliz en el amor, pues no tiene a nadie que la quiera de verdad. Cuando Sara Montiel empezaba a despuntar en Estados Unidos como en Veracruz, junto a Gary Cooper o Dos pasiones y un amor, de Anthony Mann, el director madrileño Juan de Orduña la reclamó para este intenso papel sobre una cupletista de dudosa fama. La escena de los versos de 'Fumando espero' cantados por una Montiel explosivamente seductora, con un largo cigarrillo entre sus dedos, es el momento más característico de la carrera de esta actriz.

Premio

El Círculo de Escritores Cinematográficos concedió a Sara Montiel la Medalla a la mejor actriz principal, y a José Fernández Aguayo la de mejor fotografía en color.

Curiosidades

El último cuplé, pensada para Carmen Sevilla que no la pudo interpretar por estar rodando "La Venganza" de Juan Antonio Bardem, fue la reaparición de Sara Montiel en el cine español, tras una prolongada etapa en México y Estados Unidos que culminó con tres películas en Hollywood: Veracruz, Serenade (Dos pasiones y un amor) y Run of the Arrow (titulada Yuma en España). Sara rodó El último cuplé en Barcelona, durante unas vacaciones, y sin esperar al estreno regresó a Estados Unidos para rodar Yuma, por lo que el éxito del filme español la sorprendió en América. El último cuplé fue también importante para la actriz manchega porque la introdujo en el cine musical y dio a conocer su peculiar voz; Sara no fue doblada por una cantante profesional. Lo habitual en las canciones de películas era doblar a las estrellas con voces de coristas anónimas, y así se hizo con Audrey Hepburn en My Fair Lady y con Natalie Wood en West Side Story. Pero El último cuplé era una producción modesta que no podía pagar al contado a una cantante profesional (se rumoreaba que Concha Piquer se negó) y finalmente fue Sara quien cantó los temas. El éxito de Sara como cantante disparó la recaudación no solo en taquilla, sino en la venta de discos, y dio pie a sucesivas películas con números musicales, pensadas expresamente para ella y que en cierta manera la encasillaron para el resto de su carrera en el cine. Como era habitual en el cine musical, Sara rodó las escenas cantadas en play-back, con los temas grabados previamente. Durante los ensayos, Sara no llegaba a las notas y pidió al pianista que bajase de escala; como lo hizo varias veces, el director de la orquesta dijo: «Si seguimos bajando, nos sentamos debajo del piano». De la necesidad se hizo virtud, y la voz de Sara impuso un nuevo estilo. La peculiar voz de Sara, con una tesitura inusualmente grave, rompió con la tradición de voces atipladas (tipo soprano) que se estilaban desde la época de Raquel Meller. Esta criticó a Sara diciendo: «Además de imitarme y cantar mis canciones, tiene voz de sereno». Antes del estreno de la película Sara Montiel firmó un contrato con la discográfica Columbia para publicar un álbum con sus canciones, pero al desconfiar de su repercusión se acordó como pago un porcentaje (royalties) de lo que se recaudase. Finalmente el álbum sería un éxito colosal y Sara terminó ganando una fortuna. El último cuplé se rodó en condiciones muy precarias por la falta de dinero. El proyecto tardó años en reunir financiación, y tuvo que suplir con ingenio la escasez del Presupuesto: había decorados construidos con cartón, y algunos atuendos de la protagonista estaban confeccionados en papel. Sara Montiel, habituada a los generosos medios de los rodajes en México y Hollywood, se alarmó ante tales limitaciones si bien siguió adelante con un sueldo de 100 000 pesetas, y su marido, el director Anthony Mann, consideró que el filme estaba condenado al fracaso.

Taquilla

La película fue censurada durante un tiempo, ya que el gran duque Wladimir de Rusia encontró algunas injurias en la película, con relativo parecido del personaje que interpreta Alfredo Mayo. La querella fue aceptada por el juzgado número 1 de Palma de Mallorca. Orduña propuso la distribución a Suevia Films a cambio del dinero necesario para finalizar el rodaje, la distribuidora no aceptó y el madrileño se lo ofreció a Cifesa, entonces en graves problemas económicos. La histórica distribuidora de películas como Morena Clara consiguió salir de la situación de crisis en la que se encontraba a cambio de 3 millones de pesetas.

La película finalmente dejó de estar censurada por aclamación popular. Hasta ese momento llevaba 38 semanas en cartel con una recaudación de 50 millones de pesetas, cifra colosal en la época, convirtiéndose en todo un récord. Además batió algunos más: mayor recaudación en un fin de semana (479 737), mayor recaudación en un día festivo (100 000) y mayor recaudación en un día laborable (58 000). Sólo en Madrid había recaudado 15 millones de pesetas.

Fue la película española más taquillera en su país natal hasta el estreno de No desearás al vecino del quinto en 1970.

Fuentes