El corazón delator

El corazón delator
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Cuento del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, publicado por primera vez en 1843.
Título originalThe Tell-Tale Heart
Autor(a)(es)(as)Edgar Allan Poe
GéneroCuento
Edición1843
PaísEstados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América

El corazón delator es un cuento de estilo gótico escrito por el novelista estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849).

Fue publicado por primera vez en el periódico literario The Pioneer en enero de 1843. Poe lo republicó más tarde en su periódico, el Broadway Journal, en la edición del 23 de agosto de 1845.

Sinopsis

Presenta a un narrador anónimo obsesionado con el ojo enfermo (que llama «ojo de buitre») de un anciano con el cual convive. Finalmente decide asesinarlo. El crimen es estudiado cuidadosamente y, tras ser perpetrado, el cadáver es despedazado y escondido bajo las tablas del suelo de la casa. La policía acude a la misma y el asesino acaba delatándose a sí mismo, imaginando alucinadamente que el corazón del viejo se ha puesto a latir bajo la tarima.

Se desconoce de la relación entre víctima y asesino. Se ha sugerido que el anciano representa en el cuento a la figura paterna, y que su «ojo de buitre» puede sugerir algún secreto inconfesable. La ambigüedad y la falta de detalles acerca de los dos personajes principales están en agudo contraste con el detallismo con que se recrea el crimen.

Fue publicado por vez primera en la publicación del amigo de Poe, James Russell Lowell, The Pioneer, en enero de 1843. El corazón delator es considerado generalmente un clásico de la literatura gótica, y una de las obras más importantes de su autor. Ha sido adaptado o servido de inspiración en numerosas ocasiones, y en distintos medios.

Argumento

El narrador insiste desde el primer momento en que es una persona normal, aunque sus sentidos son muy agudos («over-acuteness of the senses»). El anciano con el que convive tiene un ojo velado por una película pálida y azulada, como los ojos de los buitres. El cuento está escrito en primera persona narrativa.

Esto causa la ansiedad en el narrador, hasta el punto de que un día decide matarlo. Insiste en el cuidado que pone y la precisión de sus actos, por ejemplo al observar al anciano dormir por una rendija de la puerta. Un día que descubre el ojo abierto, se decide y lo asfixia con su propia almohada. Luego despedaza el cadáver y lo esconde bajo la tarima del suelo; finalmente borra todas las huellas. La policía acudirá a requerimiento de los vecinos que han escuchado ruidos. El asesino los invita, confiado, les enseña la casa y los conduce al cuarto bajo el cual yace el cadáver desmembrado. Pronto le parece escuchar un ruido que va creciendo. Al pensar horrorizado que es el corazón del viejo que lo está delatando, se derrumba y confiesa, pidiendo a voces a los policías que levanten las tablas del suelo.

El cuento empieza por el final. El principio parece una conversación con una o varias personas (el inglés no especifica el número verbal) no identificadas. Se ha especulado que el narrador está confesando a un guardián, a un juez, un periodista o un médico o un psiquiatra. Esto puede ser así por la necesidad de explicarse del narrador con todo detalle. Lo que sigue es un estudio de terror, pero, más específicamente, la memoria del mismo, ya que el narrador cuenta sucesos del pasado. Las primeras palabras del texto: «¡Es cierto!», son una confesión de culpa.

Este preámbulo sirve también para captar inmediatamente la atención del lector sobre lo que se cuenta. Desde este punto, según era propio en Poe, cada palabra está enfocada al avance de la historia, lo que hace de El corazón delator posiblemente el mejor reflejo de las teorías de su autor sobre lo que debe ser un relato perfecto.

El motor de la historia es la insistencia del narrador, no en su inocencia (que sería lo normal) sino en su cordura. Pero esto revela una pulsión autodestructiva, ya que se está pretendiendo demostrar la cordura a través de la culpabilidad en el crimen. Su negación de la locura se basa, sobre todo, en lo sistemático de su conducta homicida, en su precisión y en la explicación racional de una conducta irracional. Esta racionalidad, sin embargo, está minada por su falta de motivación («No hubo motivo. No hubo pasión»). Sin embargo, el asesino afirma que la idea le rondaba día y noche en la cabeza.

Así, la escena final no es más que el resultado del sentimiento de culpa del personaje. Como muchos otros personajes en la literatura macabra tradicional, las pasiones dictan su naturaleza. Y pese a todos sus esfuerzos, evidentemente, la pretensión de haber oído el corazón batir a distancia, pese a su aguda sensibilidad, es la evidencia del desvarío y la locura. Los lectores de la época seguramente se sintieron muy interesados en el tema de la alegación de locura transitoria que recrea el cuento.

El literato afirma estar enfermo de hipersensibilidad; un motivo similar aparece en el personaje de Roderick Usher en La caída de la casa Usher (1839), así como en El coloquio de Monos y Una (1841). Pero Poe no deja claro si esa hipersensibilidad es real o imaginaria. Si es cierto lo que oye, pudieron haber sido simplemente escarabajos necrófagos, ya que el narrador afirma en una ocasión haberlos oído al despertar al viejo de su sueño.

De acuerdo con la tradición, estos insectos señalan una muerte inminente. Se sabe que una variedad de estos coleópteros se restriega contra las superficies como parte de un rito de apareamiento, igual que otros emiten chasquidos. Henry David Thoreau sugirió en 1838 que estos bichos suenan igual que el latido cardíaco. Por otra parte, si los latidos son producto de la imaginación del asesino, es por tanto su imaginación lo que le pierde.

Relación entre viejo y narrador

La relación entre el viejo y el narrador es ambigua; tampoco se sabe nada de sus nombres, sus ocupaciones y lugar de residencia. Esta ambigüedad es como un contrapunto irónico al cuidado del detalle que se manifiesta. El narrador puede ser un sirviente, o incluso su hijo, en cuyo caso el «ojo de buitre» podría simbolizar la vigilancia paterna y hasta los principios heredados sobre lo que está bien y lo que está mal. En tal caso su eliminación es equiparable a la de la conciencia del bien. El ojo puede también representar el misterio, jugando otra vez con la ambigua falta de detalle sobre los personajes. Sólo cuando el ojo se ve abierto en la última noche, descubriendo el secreto, se produce el crimen. De cualquier manera, la relación entre los personajes es algo secundario; lo principal es el empeño en la comisión del crimen perfecto.

El poeta Richard Wilbur ha sugerido que el cuento es una representación alegórica del poema de Poe titulado A la ciencia, que muestra la lucha entre la imaginación y la ciencia. En El corazón delator el anciano representaría la mente científica y racional, mientras que el narrador sería la imaginación.

Julio Cortázar ve en el relato el tema de [[Caín, expresado en la obra de Poe en tres grados: en El demonio de la perversidad en su forma más pura, en William Wilson ilustra la alucinación visual y El corazón delator, la auditiva. Añade que el relato expresa muy bien las obsesiones sádicas de su autor, y que el ojo de la víctima reaparecerá en El gato negro. El relato asimismo presenta una admirable concisión, un fraseo breve y nervioso que le dan un poderoso valor oral, de confesión.

Robert Louis Stevenson hace notar la «poco menos que inverosímil agudeza en el resbaladizo terreno entre la cordura y la demencia» que manifiestan este y otros cuentos de Poe; El corazón delator es «una contribución importante a la psicología mórbida».

Fragmentos del cuento

Sin duda palidecí más, y seguí hablando sin tino, alzando mi voz, tratando de apagar aquel sonido que aumentaba, aquella vibración semejante al tic-tac de un reloj envuelto en algodones. Principié a respirar con dificultad, aunque los agentes aún no escuchaban nada, e hilvané frases apresuradas, con mayor vehemencia. El tic-tac se elevaba, acompasado. Me levanté y discutí tonterías, con tono estridente, haciendo grotescas gesticulaciones. ¡Todo era inútil! ¡El latido crecía, crecía más. ¿Por qué ellos no querían marcharse? Comencé a caminar de un lado a otro por la habitación, pesadamente, a grandes pasos. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer? Echaba espumarajos, desvariaba. Volvía a sentarme y movía la silla, haciéndola resonar sobre el suelo. Pero el latido lo dominaba todo, y se agigantaba indefinidamente.
Los hombres continuaban conversando, bromeando, riendo. ¿Sería posible que no oyeran? ¿Dios Todopoderoso, sería posible? ¡No, no! ¡Ellos oían...: sospechaban! ¡Sabían! ¡Sí, sabían, y se estaban divirtiendo con mi terror!
Así lo creí, y lo creo ahora. Y había algo peor que aquella agonía, algo más insoportable que esa burla. ¡Ya no podía tolerar por más tiempo sus hipócritas sonrisas, y me di cuenta de que era preciso gritar o morir, porque entonces...!
―¡Préstenme atención, por favor! ¡Miserables! ―exclamé―. ¡No disimulen más! ¡Lo confieso todo! ¡Arranquen estas tablas! ¡Aquí, está aquí! ¡Es el latido de su implacable corazón!
Edgar Allan Poe

Obras musicales basadas en el cuento

  • La compositora francesa Henriette Renié (1875-1956) escribió Ballade fantastique d'après «Le coeur révélateur» d'Edgard Poë para arpa. En esta obra se refleja la locura del personaje, y uno de los motivos principales es el remedo del latido de un corazón.
  • «The tell-tale heart» es uno de los temas del álbum Tales of mystery and imagination (original versión 1976, CD remix 1987) de The Alan Parsons Project. La voz es la del cantante Arthur Brown.
  • En 2003, Lou Reed sacó el álbum The Raven (‘el cuervo’, llamado como el famoso cuento de Poe), que comprende varias trabajos inspirados en Poe, incluyendo «The tell-tale heart».
  • La banda argentina Soda Stereo hizo un tema llamado «Corazón delator», contando la locura del personaje desde un punto de vista reflexivo
  • La banda de power metal Opera Magna hizo un tema llamado «El corazón delator», contando la locura del personaje antes, en y después del asesinato
  • La banda Misterio, liderada por Flavio (bajista de la banda Los Fabulosos Cadillacs) hizo una canción llamada «Corazón delator» en su disco Los ojos del mal, donde relata lo sucedido, pero en lugar de decir que el cuerpo esta bajo los tablas, está detrás de una pared.

Fuente

  • Allan Poe, Edgar. El corazón delator.
  • «El corazón delator», texto completo del cuento, publicado en el sitio web Profesor en Línea (Santiago de Chile). Consultado el 3 de octubre de 2012.
  • «El corazón delator», artículo publicado en el sitio web Wikipedia. Consultado el 3 de octubre de 2012.