El gran sol de Mercurio

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Este libro fue publicado en 1956, y la descripción de la superficie de Mercurio se hizo de acuerdo con las creencias astronómicas de la época. Sin embargo, desde 1956 los conocimientos astronómicos del sistema solar han experimentado un considerable avance gracias al empleo del radar y de los cohetes.

El gran sol de Mercurio
Información sobre la plantilla
El Gran Sol de Mercurio.jpg
Título originalEl gran sol de Mercurio
Autor(a)(es)(as)Isaac Asimov
Diseño de cubiertaAndres Ajoy
Primera edición2007
PaísBandera de Cuba Cuba




En 1956, se creía que una de las caras de Mercurio estaba siempre expuesta al Sol, de modo que había una parte permanentemente iluminada y una parte permanentemente a oscuras, con algunas regiones limítrofes que a veces tenían Sol y a veces no. Sin embargo, en 1965 los astrónomos estudiaron la reflexión de las ondas ultra-magnéticas del radar sobre la superficie de Mercurio y, con gran sorpresa, descubrieron que no era así. Mientras que Mercurio giraba en torno al Sol en 88 días, el movimiento de rotación lo hacía en 59 días. Eso significaba que todas las partes de Mercurio estaban expuestas al Sol en una u otra época y que, después de todo, no había « parte oscura» . Confío en que, de todos modos, este relato sea del agrado de los lectores, pero no querría que aceptaran como verdaderas algunas de las afirmaciones que en 1956 eran « exactas» , pero que ahora resultan anticuadas. Isaac Asimov Noviembre de 1970

Narrativa

Lucky Starr y su pequeño amigo, John Bigman Jones, siguieron al joven ingeniero hacia la antecámara de compresión que conducía a la superficie del planeta Mercurio. Lucky pensó: « Por lo menos, las cosas van deprisa» Sólo hacía una hora que estaba en Mercurio. Apenas había tenido tiempo de hacer otra cosa que ver su nave, el Shooting Starr, cuidadosamente guardada en el hangar subterráneo. Sólo había visto a los técnicos que se habían ocupado de los trámites de desembarco y del acomodo de su nave. Es decir, a los técnicos y a Scott Mindes, el ingeniero encargado del Proyecto Luz. Fue como si el joven hubiera estado al acecho. Casi inmediatamente sugirió un viaje a la superficie. —Para ver el panorama —explicó. Naturalmente, Lucky no le creyó. El rostro de barbilla huidiza del ingeniero expresaba cierta confusión, y su boca se fruncía al hablar. Sus ojos evitaban la serena y recta mirada de Lucky. Sin embargo, Lucky accedió a visitar la superficie. Hasta el momento, lo único que sabía acerca de los problemas de Mercurio era que planteaban un espinoso asunto al Consejo de la Ciencia. Estaba dispuesto a dejarse llevar por Mindes y ver adónde le conducía. En cuanto a Bigman Jones, siempre estaba dispuesto a seguir a Lucky a cualquier parte y en cualquier momento, con razón o sin ella. Pero fue Bigman el que frunció las cejas cuando los tres se estaban poniendo los trajes, e hizo un movimiento de cabeza casi imperceptible hacia la pistolera del traje de Mindes. Por toda respuesta, Lucky movió tranquilamente la cabeza. Él también se había fijado en la culata de un lanzarrayos de gran calibre que sobresalía de la pistolera.


Fuente