Emilio Gómez Bermúdez
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Emilio Gómez Bermúdez. Nació en Mayarí el 6 de octubre de 1938, hijo del matrimonio Rubén Gómez y Emilia Bermúdez. Es conocido después de su muerte, que mantenía relaciones secretas con sus compañeros de lucha de la clandestinidad. Muere el 10 de octubre de 1958 al ser interceptado por el ejército de la tiranía uniéndolo a otro grupo y trasladándolo a Levisa en las márgenes de Río Grande en donde fue asesinado junto a otros 6 jóvenes.
Infancia y juventud
Comienza el niño Ángel Emilio sus estudios primarios en la escuela Osvaldo Espinal situada en la calle Leyte Vidal. Continuando posteriormente la enseñanza superior hasta el octavo grado graduándose en este nivel siempre con buenas notas y ejemplar conducta. No teniendo oportunidad de becarse por lo difícil que era la que era para la mayoría de las familias pobres en esta época, decide empezar a aprender el oficio de mecánico en el taller de la antigua Forestal, administrada en esa ocasión por el señor Jesús Hidalgo, donde no recibe retribución alguna por sus servicios, posteriormente pasa a trabajar en el taller del compañero Nello Hernández en el cuál perfeccionó su oficio, manteniendo una noble conducta de camaradería con responsables y clientes, así como los compañeros de trabajo, recibiendo una gratificación inestable por sus trabajos, es decir una gratificación los fines de semanas.
Incorporación a la lucha
Es conocido por sus después de su muerte que mantenía relaciones secretas con sus compañeros de lucha de la clandestinidad con relación a la recolección producto de la venta de bonos.
Muerte
El 10 de octubre de 1958 salió de su casa en las primeras horas de la mañana a cumplir una misión encomendada a él en otras ocasiones. Esta vez fue a trasladar y entregar la suma de $800 al compañero José Fernández ubicado en un lugar conocido por el Jobo, barrio de Téneme, donde radicaban los rebeldes, no teniendo obstáculos en el viaje cumpliendo exitosamente su misión.
En el viaje de regreso a Mayarí en la máquina del compañero Bolo Oliveros, en el lugar conocido por Entronque de Ocujal, frente el entonces Bar El Cepillo, lo interceptó el ejército de la tiranía uniéndolo a otro grupo y trasladándolo a Levisa en las márgenes de Río Grande en donde fue asesinado junto a otros 6 jóvenes. El estadio de béisbol del municipio Mayarí, se honra en llevar el nombre de este luchador revolucionario.
Fuentes
- Museo Mayarí.
