Encefalitis del Nilo Occidental equino

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Encefalitis del nilo occidental equina
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Encefalitis del Nilo occidental equina: enfermedad infecciosa transmisible a través de insectos hematófagos. Afecta el sistema nervioso central. Exótica es Argentina. Son susceptibles las aves, los equinos y los humanos. No estacional en zonas tropicales. El periodo de incubación es de 3 – 14 días. Es una zoonosis de declaración obligatoria.

Epizootiología

El agente etiológico de la encefalitis del Nilo occidental es un Flavivirus ubicado dentro de la familia Falciciridae, emparentado con el virus de la Encefalomielitis Japonesa, el virus de la Encefalitis de San Luis y el virus del valle de Murray. El virus fue aislado por primera vez en Uganda en el año 1937. En África, donde la enfermedad es endémica, se registró un importante brote en 1974, afectando a países como Egipto, El Congo, Etiopía, Marruecos, Madagascar, entre otros países. Más tarde, se presentaron focos en Francia, India, Irak, Irán, Italia, Rumania, Rusia, Siria y Turquía. A mediados de 1999 se registró el primer brote de Encefalitis del Nilo Occidental en América, más precisamente en la ciudad de New York, donde fueron detectadas 62 personas enfermas de las cuales 7 fallecieron. La enfermedad también afectó a 63 equinos y a más de 4300 aves. En el año 2000 fueron reportados más de 60 casos equinos en New York, New Jersey, Rhode Island y Pensilvania. En las Islas Caimán fue detectado el virus en 2001 y en tres estados de Canadá al año siguiente. En abril de 2003, se reportaron en EE.UU 4156 casos en humanos, de los cuales murieron 284. A principios de 2004, fueron detectadas dos aves muertas con el virus del oeste el Nilo en Puerto Rico.

A raíz del avance del virus, en noviembre de 2003 se llevó a cabo en Reunión de Vigilancia del Virus del Nilo Occidental para países del cono sur de América. En la ciudad de Pergamino, participaron epidemiólogos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela. En la ciudad de Buenos Aires, el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur participa activamente de un equino interinstitucional e interdisciplinario en la vigilancia epidemiológica de la Encefalitis del Nilo Occidental en aves y equinos en zonas de riesgos del país.

La enfermedad es estacional en el hemisferio norte, pero se presenta en cualquier época del año en los países tropicales. Las aves y los equinos son muy sensibles a esta infección, con una tasa de letalidad en estos últimos del 30 – 40%. Los perros y gatos parecen ser resistentes al virus. Estudios realizados en EE.UU tras un brote detectaron anticuerpos contra la Encefalitis del Nilo Occidental en estas especies carnívoras, aunque sin sintomatología clínica. En humanas, la posibilidad de cuadros encefalomielíticos se ubica en menos del 1%. Son más susceptibles al virus las personas mayores y las inmunosuprimidas. Se cree que los niños son poco vulnerables. La enfermedad tiene un periodo de incubación de 3 a 14 días. Luego de 4 – 8 días de evolución, tanto equinos como humanos pueden evolucionar favorablemente o morir.

Virología

Flavivirus tiene un tamaño de 40 – 60 nanómetros. El ácido nucleico es el ARN, la simetría de la cápside es icosaédrica y posee dos envolturas proteicas. Visualizados en el microscópico electrónico, todos los representantes del género muestran la misma apariencia. Posee una importante glucoproteína que actúa como hemoaglutinina mediadora en la unión entre el virus y las células del hospedador. Esa proteína es la responsable de la formación de los anticuerpos neutralizantes. Este agente está considerado un arbovirus por utilizar vectores artrópodos de hábitos hematófagos para infectar huéspedes susceptibles y así mantenerse en la naturaleza.

Patogénesis

Se sospecha que, tras la inoculación del agente viral por parte del artrópodo infectado, Flavivirus se replica en la piel y nódulos linfáticos regionales, con la consecuentes viremia primaria que se disemina al sistema reticuloendotelial. Al ingresar en las células del hospedador, el virus pierde su cubierta, quedando libre su ácido nucleico para la síntesis de proteínas virales. Es así que se produce la replicación intracelular y posterior liberación de partículas virales que invaden otras células de tejidos adyacentes. De acuerdo a la tasa virémica producto de la replicación en el sistema reticuloendotelial, los agentes virales atraviesan la barrera hematoencefálica e invaden el sistema nervioso central ocasionando cuadros

Sintomatología

Los equinos encefalitis del Nilo occidental pueden presentar cuadros febriles, ciertos grado de letargia, falta de coordinación, ataxia, debilidad en las extremidades y parálisis. Por otra parte, otros signos a tener en cuenta son la disminución de la visión, la inclinación de la cabeza, los movimientos circulares y una excitabilidad aumentada. Algunos animales pueden evidenciar trastornos en la deglución. Las estadísticas actuales señalan que de cada tres equinos afectados, uno muere.

La sintomatología en la especie humana cursa con fiebre, cefalea y dolores musculares. En ocasiones se presentan erupciones cutáneas. Los casos más graves se acompañan de fiebre alta, convulsiones, debilidad muscular, rigidez en el cuello y parálisis. Ocasionalmente puede existir meningoencefalitis.

Si bien todas las aves están expuestas al virus de la encefalitis del Nilo Occidental, no todas muestras signos clínicos de la enfermedad, comportándose como reservorio asintomáticos del agente viral. Las aves que enferman presentan debilidad general, ataxia, actitudes posturales anormales, movimientos circulares, dificultad para realizar el vuelo, cuadros convulsiones y muerte.

Diagnóstico

El diagnóstico clínico es difícil puesto que la sintomatología suele confundirse con otras entidades que afectan el sistema nervioso central. Jamás se debe desechar la posibilidad de que el equino haya contraído el virus rábico. Por lo tanto, es importante investigar la presencia de Lyssavirus en las muestras de tejido nervioso.

Por medio del laboratorio se realiza el diagnóstico serológico a partir de muestras de sangre o de líquido cefalorraquídeo para detectar anticuerpos contra Flavivirus. Se utilizan las pruebas de ELISA, la fijación del complemento, la inmunofluorescencia y la inhibición de la hemoaglutinación, entre otros. A partir de muestras de cerebro se pone en evidencia la presencia del agente viral por inoculación en ratones o cultivo celular, ELISA e inmunofluorescencia.

Diferencial

Necropsia

Los hallazgos de necropsia evidencian inflamaciones del cerebro y de la médula espinal.

Tratamiento

No existe una terapia eficaz que logre contrarrestar la presencia de Flavivirus dentro del organismo, por lo que el tratamiento a efectuar es sintomático. Los equinos afectados deben ser aislados ante la sospecha de que otras virosis sean la causa de enfermedad, sobre todo de rabia. Salvo en situaciones terminales donde el cuadro encefalíticos sugiere la eutanasia para evitar mayores sufrimientos al paciente, no se deben eliminar a los equinos afectados. Ellos bien podrían superar la enfermedad en determinados casos. Por otra parte, no hay peligro de transmisión hacia otros animales ni al humano, tal cual fue explicado.

Profilaxis

Los programas de prevención de la Encefalitis del Nilo Occidental se basan en las siguientes medidas:

  • Control y eliminación de los artrópodos hematófagos que actúan como vectores.
  • Programa de divulgación y educación sanitaria.
  • Vigilancia epidemiológica.

Es fundamental el control de los lugares de cría de los vectores. El agua que ha permanecido estancada por más de cuatro días es ideal para los mosquitos se reproduzcan. Por lo tanto, se tiene que evitar su acumulación en los terrenos, en neumáticos de vehículos, recipientes, canaletas, piscinas sin tratamiento, etc. Los bebederos de los animales se deben vaciar y limpiar cada tres o cuatro días. Los equinos tienen que protegerse en épocas de mayor actividad de los mosquitos, evitando que permanezcan a campo al amanecer y al llegar la noche. El uso de mosquiteros en los boxes y repelentes sobre los animales están indicados para prevenir la acción de los vectores.

La vigilancia epidemiológica tiene como objetivo denunciar la mortalidad de aves, las enfermedades neurológicas de los equinos y todos los casos de dengue y de enfermedades similares en humanos.

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