Endemoniado

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Endemoniado
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Concepto:Dícese de un ser humano, animal o incluso casas, lugares u objetos que están poseídos por los demonios.

Endemoniado. Dícese de un ser humano, animal o incluso casas[1], lugares u objetos[2] que están poseídos por los demonios[3] o el jefe de éstos, el diablo[4]. Esta expresión se puede emplear como sustantivo. Cuando se usa coloquialmente, se está haciendo referencia a alguien sumamente diabólico, perverso, nocivo, perjudicial o malvado.

Algunos afirmaban que simplemente los endemoniados eran locos, equizofrénicos, epilépticos[5], maníacos o afectados por alguna otra condición mental. Pero la Biblia[6] no respalda estos criterios si bien en ocasiones se ve en los diferentes textos que los espíritus inmundos producían enfermedades ordinarias. El muchacho que tenía un espíritu sordomudo sufría accesos como de epilepsia.[7]

Definición

Del participio de endemoniar.

  • 1. adj. Poseído del demonio. U. t. c. s.
  • 2. adj. coloq. Sumamente perverso, malo, nocivo.

En el Antiguo Testamento

En la antigüedad, era muy común la idea de que la posesión demoníaca era solo una hipótesis judaica[8]. La cual explicaba las enfermedades y sus efectos. Dicho punto de vista no toma en cuenta diferentes aspectos que se muestran en el texto religioso como:

  • que los demonios hablaban[9]
  • que los demonios sabían más que los hombres[10]
  • que los demonios reconocían su propia individualidad[11]
  • que los demonios eran conocidos por Jesús, quien instruyó a sus discípulos acerca de ellos.[12]
  • que los discípulos informaron que los demonios se les sujetaban[13]

El ser humano que se encontraba degradado y debilitado por sus delitos y pecados podía terminar endemoniado. Según los hebreos antiguos, toda enfermedad era consecuencia del pecado, mientras que los griegos decían que cualquier pecador era un enfermo. La idea de una posesión demoníaca, por la cual un ser humano queda endemoniado, o sea, poseído o controlado por un demonio, estaba presente en diversas religiones étnicas antiguas en varias partes del mundo.

En el Nuevo Testamento

La posesión demoníaca en el Nuevo Testamento, es en muchos sentidos la más digna de especial atención. Sirve como una medida para juzgar casos en cualquier parte. Entre los muchos milagros descritos en los Evangelios Sinópticos, se le da mención especial a la eliminación de diablos o demonios. De esta forma, en el evangelio de San Marcos, la primera de las maravillas es la expulsión de un ser malvado de un hombre endemoniado. El relato habla de un varón "Con un espíritu inmundo", en la sinagoga de la ciudad de Cafernaúm.

Los milagros de Cristo, como dice San Agustín, son obras y palabras. Obras hechas en testimonio de su poder y su misión Divina. Son palabras porque tienen un significado profundo. Aunque la posesión de un endemoniado quizás se asocie con el pecado, este no era el caso. A veces, esta aflicción podía recaer en una persona inocente, como en el caso del niño que había estado poseído desde su infancia. Según lo relata el evangelista Juan Marcos.[14]

Ángeles caídos o demonios

Las sagradas escrituras cristianas, describen que un espíritu malo, un espíritu inmundo o un demonio son simplemente varios nombres para referirse a ciertas entidades espirituales que interactúan con los seres humanos pero que son de otra dimensión: son los ángeles que se rebelaron contra Dios y que fueron desterrados del Tercer Cielo hacia la Tierra; ahora esos ángeles caídos se convirtieron en demonios que aparte de promover la maldad en el mundo, buscan poseer cuerpos.

Toda vez que alguna de estas criaturas ha logrado entrar en una de sus víctimas, el endemoniado, este ser puede comunicarse a través de las cuerdas vocales de la persona. Pero ya no es el hombre o la mujer poseídos los que hablan, sino que es el ente malvado, el que se comunica.

Pueden ser expulsados

Sin embargo, ya sea por la orden de Cristo o de uno de sus servidores, el espíritu malo puede ser arrojado o en otras palabras sacado del cuerpo poseído y así la persona endemoniada puede ser liberada.

Este trastorno del comportamiento que se atribuye al apoderamiento del espíritu por uno o más demonios, desde el punto médico se considera un trastorno disociativo de la histeria y se le denomina «demoniopatía» o «demoniomanía».

Algunos síntomas de los endemoniados

"Los signos exteriores de la posesión son casi siempre los mismos: la individualidad se desvanece y surge una distinta, demoníaca, que dura más o menos tiempo, a modo de un ataque"

Julio Caro Baroja.

  • Poner los "ojos en blanco"
  • Xenoglosia o lenguas desconocidas por el paciente
  • Aparición de "dermografismos" (escrituras del demonio en la piel del paciente)
  • Conducta violenta, desorganizada o inhabitual para el paciente
  • Convulsiones, a las que se añadían la memoria o personalidad «borrada»
  • Respiración agónica
  • Aversión a lo sagrado
  • Aparición de enfermedades sin causa aparente
  • Acceso a conocimientos sobre sucesos distantes y ocultos (la llamada gnosis)
  • Glossolalia o hablar y entender lenguas desconocidas por el sujeto, muchas de ellas "muertas" (que han dejado de existir)
  • Cambios drásticos en la entonación vocal y en la estructura facial
  • Aparición repentina de lesiones (arañazos, punciones y diferentes marcas)
  • Cicatrices "espontáneas"
  • Fuerza desproporcionada

Bibliografía

  • Caro Baroja, Julio (2003) [1961]. Las brujas y su mundo. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 84-206-7777-9.
  • Mackenzie, Nicoletta V., y Gabriele Amorth (1999): An exorcist tells his story. Un exorcista cuenta su historia, 1999. ISBN 0-89870-710-2.
  • Mackenzie, Nicoletta V.: Un exorcista: más historias, 2002. ISBN 0-89870-917-2.
  • Ferber, Sarah: Demonic possession and exorcism in early modern France (págs. 25 y 116). Londres: Routledge, 2004.
  • Ross, Colin A. (1989): Multipe personality disorder. John Willey & Sons.
  • Derrickson, Scott (9 de septiembre de 2005), The Exorcism of Emily Rose.
  • Summa daemoníaca, versión expandida, ISBN 84-933788-2-8.
  • Kramer Inquisitoris, Heinrich y Sprenger, Jakob (2004). El martillo de las brujas.

Fuentes

Referencias