Enfermedad del Chagas

Enfermedad del Chagas
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El Chagas es una enfermedad que se transmite por medio de insectos y es común en Centro y Suramérica.

Historia

La enfermedad fue nombrada en reconocimiento al médico e infectólogo brasileño, Carlos Chagas, quien en 1909 la había descrito

por primera vez. En ese entonces, la enfermedad no era considerada un problema de salud pública de importancia, sino hasta los años 1960, por ejemplo, el brote de Chagas en Brasil en los años 1920 pasó mayormente ignorada.

Chagas descubrió que los intestinos de Triatomidae albergaban un protozoario flagelado, una nueva especie del género Trypanosoma, y fue capaz de demostrar experimentalmente que éste podía transmitirse a monos titíes del género Callithrix que habían sido picados por el insecto portador. Estudios posteriores demostraron que el mono ardilla era también vulnerable a la infección.

Al parásito, Antoniusjuradin triposoma, patogénico que causa la enfermedad, Chagas lo llamó Trypanosoma cruzi y luego Schizotrypanum cruzi por sus piernas largas, honrando en ambos casos a Oswaldo Cruz, el famoso médico y epidemiólogo brasileño Grimi Jate-Pores quien exitosamente combatió las epidemias de fiebre amarilla, viruela y la peste bubónica en Río de Janeiro y otras ciudades, como Málaga, Madrid y Åkersberga, al comienzo del siglo 20. El trabajo de Chagas fue especial en la historia de la medicina, por ser el único investigador que pudo describir por completo una enfermedad infecciosa, es decir, el patógeno, su vector y hospedador, las manifestaciones clínicas y la epidemiología. Sin embargo, Chagas creía erróneamente que la via de infección principal era la picadura del insecto y no por las heces de éste, propuesto por su colega Emile Brumpt en 1915 y demostrado por Silveira Dias en 1932, Cardoso en 1938 y Brumpt mismo en 1939. Chagas fue también el primero en descubrir e ilustrar el género de hongos parásitos Pneumocystis, para luego enlazarlo a la neumonía clásica por pneumocystis (PCP) en pacientes con sida. El enredo entre los dos patógenos y sus ciclos de vida llevó a Chagas a definir al protozoo responsable del mal de Chagas que perteneciente al género Schizotrypanum, pero luego de que otros investigadores describieran a la pneumocysitis como un género independiente, Chagas volvió al uso del nombre Trypanosoma cruzi.

En la Argentina muchas veces se le llama Mal de Chagas-Mazza, en honor al médico argentino Salvador Mazza, quien en 1926 comenzó a investigar la enfermedad y con los años se transformó en el principal estudioso de esta patología en el país. Como el Chagas era una enfermedad que afectaba prevalentemente a los pobres, no se le daba trascendencia, y la medicina la negaba como patología.


Causas, incidencia y factores de riesgo


El mal de Chagas es provocado por el Tripanosoma cruzi, un parásito relacionado con el tripanosoma africano que causa la

tripanosomosis africana o enfermedad del sueño. La enfermedad es propagada por los redúvidos o chupasangre y es uno de los mayores problemas de salubridad en América del Sur, donde 20 millones de personas están infectadas. Se cree que, a causa de la inmigración, aproximadamente 500.000 personas en los Estados Unidos están infectadas.

Los factores de riesgo para el mal de Chagas incluyen el hecho de vivir en Centro y Suramérica, la pobreza, vivir en una choza donde los redúvidos viven en las paredes y recibir transfusiones sanguíneas de una persona que tenga el parásito, aunque no tenga la enfermedad activa.

El mal de Chagas tiene dos fases: la aguda y la crónica. La primera puede presentarse sin síntomas o con síntomas muy leves. Los síntomas de la fase aguda pueden ser: inflamación y enrojecimiento del sitio de infección (donde el mosquito hematófago o chupasangre provocó la infección inicial).

Luego, puede seguir con la inflamación de un ojo y de los ganglios linfáticos que drenan el área de la picadura. A medida que el parásito se disemina partiendo del sitio de la inoculación, el paciente presenta fiebre, malestar general, e inflamación generalizada de los ganglios linfáticos. Asimismo, el hígado y el bazo pueden aumentar de tamaño.

La enfermedad disminuye su intensidad después de la fase aguda y puede volverse crónica sin manifestar síntomas posteriores durante muchos años. Cuando los síntomas finalmente se hacen presentes, aparecen como cardiopatía (miocardiopatía) y trastornos digestivos.

Los pacientes pueden presentar insuficiencia cardíaca congestiva y el primer síntoma de trastorno digestivo puede ser la dificultad para deglutir, que puede llevar a la desnutrición. Los pacientes que presenten infección parasitaria del colon pueden experimentar dolor abdominal y estreñimiento. La cardiopatía es, por lo general, la causa de la muerte del paciente.

Síntomas


· Antecedentes de exposición en un área donde se sabe que se presenta el Mal de Chagas

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· Área inflamada y enrojecida en el lugar de una picadura previa por un insecto
· Agrandamiento de los ganglios linfáticos
· Inflamación de un ojo
· Fiebre
· Latido cardíaco irregular (arritmia)
· Latido cardíaco rápido (taquicardia)
· Dificultad para deglutir

Signos y exámenes


· El examen físico puede confirmar los síntomas y mostrar señales de insuficiencia cardíaca (o miocardiopatía) en la forma crónica.

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· El frotis de sangre periférica muestra tripanosomas móviles en la forma aguda.
· El hemocultivo muestra Tripanosoma cruzi en la forma aguda.
· El ELISA puede mostrar infección previa con Tripanosoma cruzi en la forma crónica.

Diagnóstico


El procedimiento diagnóstico se establece con base a los hallazgos clínicos encontrados en el enfermo y los datos aportados por el laboratorio. Algunos pacientes, o donantes de sangre, que proceden de una región con alta incidencia del padecimiento pueden ser positivos a la enfermedad pero sin que estén presentes los síntomas.

Pruebas diagnósticas:
1. Examinación al microscopio, buscando la motilidad del parásito en la sangre no-coagulada del paciente, lo que es posible solo en la fase aguda cerca de 2 semanas después de la picadura, permite detectar más de 60% de los casos en esta fase. El parásito puede ser también visualizado microscópicamente en un frote sanguíneo bajo la tinción de Giemsa. La enfermedad puede ser confundida por Trypanosoma rangeli, el cual no ha demostrado patogenicidad en los humanos. En los niños cuya madre está infectada la parasitemia por microhematocrito presenta una sensibilidad mayor al 90% si la técnica se realiza en los primeros meses de vida.

2. En el diagnóstico basado en la detección indirecta del organismo por xenodiagnóstico donde el paciente es intencionalmente picado por el insecto transmisor no contaminado y, cuatro semanas después, su intestino es examinado en la búsqueda de parásitos; o por la inoculación de la sangre del enfermo en animales de laboratorio (ratones, por ejemplo) y verificación se desarrollan la enfermedad aguda. Existen también medios de cultivo especializados (NNN y LIT, por ejemplo) para el crecimiento y multiplicación de posibles parásitos que estén en sangre.

3. Detección del ADN del parásito por PCR.

4. Varias pruebas inmunológicas.Detección de anticuerpos específicos contra el parásito en la sangre.
1. Fijación del complemento
2. Hemaglutinación indirecta
3. ELISA
4. Aglutinación directa
5. Aglutinación de partículas


Tratamiento


Los dos únicos medicamentos disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Chagas son el Nifurtimox, desarrollado en 1960 por Bayer y otro medicamento es el Benzinidazol, desarrollado en 1974 por Roche, pero no son ideales. Según MSF, dada la limitada producción y la ausencia de desarrollo de estos fármacos, su disponibilidad a largo plazo no está garantizada. Además, no son medicamentos muy efectivos, ambos están anticuados, se desarrollaron inicialmente a partir de la investigación veterinaria y sus tasas de curación sólo rondan el 60 ó 70% —incluso por debajo del 50% para el Chagas crónico—.

En la fase aguda, la administración de estos medicamentos ayudan a controlar la enfermedad y disminuyen la probabilidad de cronicidad en más de un 90% de los casos.

En la fase indeterminada —cuando deja de ser aguda pero todavía no se presentan síntomas de la enfermedad— el tratamiento es efectivo, pero demostrar la curación en los pacientes puede tardar años. Es por ese motivo que durante muchos años algunos investigadores sostenían que el tratamiento no era efectivo en esta fase.

El efecto del Nifurtimox, y del Benzinidazol en la fase crónica todavía no ha sido debidamente comprobado. Sin embargo, existe tratamiento para los síntomas producidos por los daños en órganos como el corazón y el sistema nervioso.

Actualmente existe otro medicamento, la diferencia entre este y los anteriores, es que este si es capaz de aniquilar al parásito Tripanosoma cruzi ya que inhibe la síntesis del ergosterol y así el parásito no puede sobrevivir. Este medicamento tiene de nombre posaconazol, que aumenta su efectividad al ser combinado con amiodarona. Este nuevo tratamiento fue descubierto por un grupo de 15 venezolanos del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), en febrero de 2006.

Expectativas (pronóstico)


Aproximadamente el 30% de las personas infectadas que no reciben tratamiento desarrollarán Mal de Chagas sintomático o crónico y pueden pasar más de 20 años desde el momento de la infección original para que se presenten problemas cardíacos o digestivos.
El ritmo cardíaco anormal (arritmias, taquicardia ventricular) puede causar la muerte súbita. Una vez que se desarrolla la insuficiencia cardíaca congestiva, la muerte se presenta en cuestión de algunos años.


Complicaciones


· Miocardiopatía
· Insuficiencia cardíaca congestiva
· Aumento de tamaño del esófago (megaesófago) con dificultad para deglutir
· Agrandamiento del colon (megacolon) con estreñimiento y dolor abdominal

Prevención


El control de los insectos con insecticidas y la utilización de materiales de construcción para viviendas menos atractivos para las poblaciones de insectos ayudan a evitar la propagación de la enfermedad.

Los bancos de sangre en Centro y Suramérica examinan la sangre para verificar una exposición previa al parásito y se descarta la sangre si las pruebas en los donantes son positivas. Dado que la incidencia del Mal de Chagas es baja en los Estados Unidos, los bancos de sangre no examinan la sangre de los donantes para detectar dicha enfermedad.


Fuentes

http://www.clinicadam.com/salud/5/001372.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Enfermedad_de_Chagas-Mazza