Enfermedades cerebrales

Enfermedades cerebrales
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Concepto:Son deficiencias metabólicas congénitas, alteraciones vasculares, infecciones, tumores y traumas. La enfermedad mental viene marcada por la relación entre factores hereditarios y ambientales.

El cerebro es el centro de control del cuerpo. Controla los pensamientos, la memoria, el habla y los movimientos. Regula la función de muchos órganos. Cuando el cerebro está sano, funciona de forma rápida y automática. Sin embargo, cuando ocurren problemas, los resultados pueden ser devastadores.

La inflamación en el cerebro puede conducir a problemas tales como la pérdida de la vista, debilidad y parálisis. La pérdida de células cerebrales, que ocurre cuando se sufre un derrame cerebral, puede afectar la capacidad de pensar con claridad. Los tumores cerebrales también pueden presionar algunos nervios y afectar la función cerebral. Algunas enfermedades cerebrales son genéticas; en otras, como la enfermedad de Alzheimer.

Los síntomas de enfermedades cerebrales varían ampliamente dependiendo del problema específico. En algunos casos, el daño es permanente. En otros, los tratamientos como la cirugía, medicinas o fisioterapia pueden corregir el origen de la enfermedad o mejorar los síntomas.

Cerebro

El cerebro propiamente dicho es la parte del encéfalo que tiene un mayor tamaño y contiene las siguientes partes:

La corteza cerebral: esta capa retorcida de tejido forma la superficie externa del cerebro. Se compone de una capa fina de sustancia gris de alrededor de 2 a 4 mm de espesor. En los adultos, la corteza cerebral contiene la mayor parte de las neuronas del sistema nervioso.

Materia blanca: la materia blanca está formada principalmente por fibras nerviosas que conectan las neuronas de la corteza cerebral entre sí, así como con otras zonas del encéfalo y de la médula espinal. También contiene las células de soporte (células gliales) para las neuronas. La sustancia blanca se localiza por debajo de la corteza.

Estructuras subcorticales: estas estructuras también se encuentran debajo de la corteza, de ahí su nombre. Comprenden los ganglios basales, el tálamo, el hipotálamo, el hipocampo y el sistema límbico, que comprende la amígdala, las conexiones olfativas (estructuras que ayudan a transmitir las señales del olfato) y estructuras relacionadas.

El cerebro se divide en dos mitades: los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo. Los dos hemisferios están conectados por un puente de materia blanca formado por fibras nerviosas (llamado cuerpo calloso) que atraviesa el centro del cerebro. Cada hemisferio se divide en lóbulos:

Lóbulo frontal

Lóbulo parietal

Lóbulo occipital

Lóbulo temporal

Cada lóbulo tiene funciones específicas, pero para la realización de la mayoría de las actividades se necesita la cooperación de varias áreas en diferentes lóbulos de ambos hemisferios.

Las enfermedades del cerebro

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Existen una gran cantidad de factores que pueden alterar la morfología y funcionamiento del cerebro humano a lo largo del ciclo vital. A grandes rasgos, podemos clasificar las enfermedades del cerebro en diferentes categorías, en función de su causa.

Enfermedades y alteraciones genéticas

Algunos trastornos y enfermedades cerebrales son causadas por factores genéticos que alteran el funcionamiento y morfología de este órgano. Determinadas mutaciones en algún gen generan un funcionamiento anómalo del organismo, afectando en este caso al cerebro de determinadas maneras. Este tipo de enfermedades del cerebro suelen manifestarse en etapas tempranas del desarrollo sea durante el desarrollo fetal o durante la infancia del individuo, si bien en algunos casos los síntomas pueden aparecer en la edad adulta.

En este sentido podemos encontrar alteraciones como el síndrome de X frágil, el síndrome de Down o alteraciones de la migración neuronal que pueden terminar generando trastornos mentales importantes.

Otro trastorno genético lo encontramos en la corea de Huntington, enfermedad genética y neurodegenerativa caracterizada por la presencia de movimientos no voluntarios en forma de giros y torsiones y por cambios de personalidad y la progresiva pérdida de funciones ejecutivas.

Enfermedades metabólicas

La existencia de enfermedades metabólicas pueden provocar graves daños en el cerebro si no son tratadas, al privar al encéfalo de elementos necesarios para su desarrollo.

Un ejemplo de este tipo de enfermedades cerebrales lo encontramos en la fenilcetonuria, la cual es un trastorno metabólico que provoca la ausencia de la enzima fenilalanina hidroxilasa que a su vez impide que se metabolice la tirosina a partir de la fenilalanina, haciendo que este se acumule de manera tóxica para el sistema nervioso. También la diabetes puede provocar problemas a nivel cerebral, al precisar el cerebro de glucosa para su correcto funcionamiento.

Enfermedades y accidentes cerebrovasculares

La red de vasos sanguíneos que irriga el cerebro y le aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para su supervivencia es otro de los elementos que puede ser alterado por diferentes enfermedades. Su mal funcionamiento puede provocar la muerte de áreas cerebrales más o menos grandes según el tipo de vasos afectados y su localización, sea por anoxia o por asfixia producida por derrames.

Si bien no son propiamente enfermedades sino más bien el resultado de éstas, los accidentes cerebrovasculares son de hecho una de las causas de muerte más comunes, estemos hablando de un ictus o un derrame cerebral.

Trastornos como las angiopatías, la presencia de aneurismas o incluso alteraciones metabólicas como la diabetes pueden provocar el debilitamiento o la excesiva rigidez de los vasos, que pueden romperse o taponarse.

Enfermedades cerebrales producidas por una infección

La presencia de infecciones en el cerebro pueden causar que este deje de funcionar correctamente debido a que se inflame y se vea comprimido contra el cráneo, deje de recibir las sustancias que precisa para sobrevivir, que aumente la presión intracraneal o bien que se vea afectado por sustancias nocivas que alteren su funcionamiento o produzcan muerte neuronal.

Uno de los trastornos más conocidos es la encefalitis o inflamación del encéfalo, en la que éste se inflama y se producen síntomas como fiebre, irritabilidad, malestar, cansancio, debilidad, convulsiones o incluso la muerte. Otro problema semejante es la meningitis o inflamación de las meninges que rodean al encéfalo.

Al margen de ello, algunos virus, como el de la rabia, o la invasión de algunos parásitos también pueden generar enfermedades severas. Otras infecciones que pueden alterar el funcionamiento del cerebro son la infección por sífilis o por VIH.

Existen también enfermedades como la de Creutzfeldt-Jakob o enfermedad por priones, que surge por una infección causada por priones o proteínas sin ácido nucleico y que provocan demencia.

Tumores cerebrales

Podemos considerar como tumor a aquel crecimiento incontrolado y expansivo de los tejidos de alguna parte del organismo, los cuales pueden ser benignos o malignos y causar una gran variedad de síntomas en función de la zona afectada. Pero aún si no estamos ante un cáncer, un tumor cerebral puede suponer un grave riesgo para la supervivencia, pues provoca la compresión del cerebro contra el cráneo.

Existen una gran cantidad de tumores cerebrales según el tipo de célula de la cual surja el tumor y de su grado de malignidad, como por ejemplo los astrocitomas, los oligoastrocitomas, los ependimomas o los glioblastomas.

Enfermedades neurodegenerativas

Muchas de las enfermedades anteriores pueden solucionarse con el debido tratamiento o bien provocan una alteración que si bien puede o no limitar el resto de la vida y la evolución del paciente, mantiene unos efectos concretos que no evolucionan a peor. Sin embargo existen múltiples enfermedades que provocan un progresivo deterioro y muerte neuronal, con lo que el individuo va perdiendo capacidades poco a poco hasta su deceso. Se trata de las enfermedades neurodegenerativas.

Dentro de este tipo de enfermedades las más conocidas son las que se engloban dentro del conjunto de las demencias, como el Alzheimer, o enfermedades que las provocan como el Parkinson, o las anteriormente citadas corea de Huntington y enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

Al margen de éstas también pueden observarse otras enfermedades como la esclerosis múltiple y la lateral amiotrófica, si bien estas no afectan solo al cerebro sino también el conjunto del sistema nervioso.

Traumatismos

Si bien los traumatismos craneoencefálicos no son una enfermedad cerebral en sí, pueden causarla con extrema facilidad tanto por las consecuencias del golpe en cuestión como por el contragolpe de la parte opuesta del cerebro al rebotar contra el cráneo.

Se pueden generar derrames cerebrales con gran facilidad, así como infecciones y otros tipos de daños. Por ejemplo, pueden romperse las conexiones nerviosas del cuerpo calloso entre los dos hemisferios cerebrales, o producirse daños cerebrales difusos. También se puede generar la hipersensibilización de algunos grupos de neuronas y generar epilepsia.

Enfermedades producidas por el consumo de sustancias

Otras enfermedades del cerebro pueden provenir del consumo abusivo o de la abstinencia de ciertas sustancias, las cuales alteran el funcionamiento habitual del cerebro o destruyen neuronas de determinadas partes del organismo. Es lo que ocurre por ejemplo con el alcohol o determinadas drogas como la cocaína o la heroína.

Por ejemplo. podemos observar trastornos como el delirium tremens o el síndrome de Wernicke-Korsakoff (la cual empieza en primer lugar por una encefalopatía en la que el sujeto tiene alteraciones de conciencia, alucinaciones, temblores para a continuación pasar al síndrome de Korsakoff en la que el paciente presenta amnesia retrógrada y anterógrada entre otras alteraciones cognitivas).

Al margen del consumo y la adicción a estas sustancias, también podemos encontrar otros tipos de trastornos como los producidos por intoxicaciones alimentarias o el envenenamiento por plomo.

Malformaciones

La presencia de malformaciones congénitas o adquiridas en el cerebro o en el cráneo pueden suponer alteraciones severas del funcionamiento cerebral, especialmente cuando se dan durante la etapa de crecimiento al dificultar el desarrollo normativo del encéfalo.

Algunos ejemplos que destacan dentro de este tipo de enfermedades del cerebro son la hidrocefalia, la anencefalia, la microcefalia o la enfermedad de Crouzon.

Epilepsia

La epilepsia es una enfermedad cerebral que se produce debido a un funcionamiento desequilibrado de grupos neuronales, los cuales se encuentran hipersensibilizados y reaccionan de manera anómala a la estimulación.

Ello provoca que el sujeto manifieste alteraciones como crisis comiciales, pérdida de conciencia repentina, malestar, dificultades de memoria, anomia o alteraciones en las funciones ejecutivas.

Este trastorno puede causarse por una gran cantidad de trastornos y accidentes, tales como traumatismos, encefalitis, derrames cerebrales, tumores o malformaciones. Sin embargo en algunos casos no es posible determinar la causa de las crisis.

Síndrome de desconexión

Otro trastorno cerebral de gran peligrosidad es el síndrome de desconexión, en el que una parte del cerebro pierde la conexión con otra u otras de manera que la información nerviosa no se puede integrar de manera eficiente. Uno de los más conocidos es el síndrome de desconexión callosa, en el que por algún motivo el cuerpo calloso sufre algún tipo de seccionamiento o derrame que impide que la información de un hemisferio se coordine y viaje hacia el otro.

Otras enfermedades

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Afasias

Agnosia‎

Encefalitis‎

Enfermedad de Lyme‎

Trastornos episódicos o paroxísticos‎

Acromegalia

Angiopatía amiloide cerebral

Enfermedad de Baló

Cerebritis

Colpocefalia

Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob

Deficiencia de folato cerebral

Deficiencia de la hormona de crecimiento

Encefalopatía

Encefalopatía hepática

Gliosis

Encefalitis de Hashimoto

Hidrocefalia normotensiva

Hiperprolactinemia

Hipopituitarismo

Leucodistrofia

Leucoencefalopatía multifocal progresiva

Negligencia espacial cerebral

Neuromielitis óptica

Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética

Síndrome de Nelson

Síndrome de Sheehan

Síndrome de Tourette

Síndrome de Twiddler

Síndrome orgánico cerebral

Ventriculitis

Encefalopatía de Wernicke

Causas de las enfermedades cerebrovasculares

Se han señalado como principales causas de enfermedad cerebrovascular:

- Tabaquismo.

- Diabetes.

- Hipertensión arterial (HTA).

- Colesterol LDL alto.

- Arterioesclerosis.

Una clasificación de ECV es diferenciar entre enfermedad cerebral asintomática como la estenosis carotídea asintomática y la enfermedad cerebrovascular sintomática:

- Disfunción cerebral focal o ataques isquémicos transitorios (AIT) en el sistema carotídeo y/o en el sistema vertebrobasilar, localización incierta o posible AIT. El ataque isquémico transitorio dura entre 2 y 15 minutos y en pocas ocasiones superan la hora de duración. Suele ser reversible y no existe déficit neurológico permanente. Los carotídeos se caracterizan por la disfunción motora de las extremidades, pérdida de visión en un ojo, síntomas sensitivos y trastorno del lenguaje (afasia). Los vertebrobasilares presentan disfunción motora de cualquier combinación de miembros superiores e inferiores, síntomas sensitivos en uno o los dos lados del cuerpo, pérdida de visión en uno o los dos ojos y otros trastornos como disartria (trastorno de los músculos del habla), disfagia (dificultad para tragar), diplopía (visión doble) vértigo o ataxia (descoordinación del movimiento).

- Ictus, con diferente perfil temporal (con mejoría, de empeoramiento o ictus estable) como: la hemorragia cerebral, la hemorragia subaracnoidea (HSA), el infarto cerebral (trombótico –estrechamiento u oclusión de la arteria intra o extracraneal-, embólico –oclusión de una arteria por una masa que se libera en los vasos-, hemodinámico –por hipotensión arterial importante-, aterotrombótico –por arterioesclerosis-, cardioembólico –oclusión de una arteria por una masa de origen cardiaco-, lacunar –oclusión de vasos cerebrales pequeños-, de causa inhabitual –cuando las causas no se pueden atribuir a los anteriores tipos- o de origen indeterminado –cuando afectan al territorio carotídeo o vertebrobasilar pero los signos no coindicen con los destritos en esos tipos de ictus). La localización puede ser en: la arteria carótida interna, en la arteria cerebral media, en la arterial cerebral anterior o en el sistema vertebrobasilar (arteria vertebral, arteria basilar o arteria cerebral posterior).

- Demencia vascular o deterioro cognitivo secundario a enfermedad cerebrovascular.

- Encefalopatía hipertensiva. Está unida a la hipertensión arterial con una tensión arterial sistólica superior a 140 milímetros de mercurio (mm Hg). Se puede asociar a convulsiones y déficit neurológico focal. Síntomas de las enfermedades cerebrovasculares

Diferencias según ECV

Los signos y/o síntomas son diferentes en función de que la enfermedad cerebrovascular ocurra en la circulación cerebral anterior o la posterior.

Síntomas de enfermedad cerebrovascular de circulación cerebral anterior:

- Ceguera de un ojo.

- Ausencia parcial del movimiento voluntario en un lado (pierna, brazo y cara).

- Déficit sensitivo.

- Desviación ocular.

- Incontinencia urinaria.

- Lentitud en los movimientos voluntarios (bradicinesia).

- Incapacidad de hablar o moverse (mutismo acinético).

- Parálisis de un lado del cuerpo.

- Trastorno del lenguaje.

- Dificultad para realizar un movimiento de propósito fuera de contexto pero pueden hacerlo de forma natural (apraxia).

Síntomas de enfermedad cerebrovascular de circulación posterior:

- Vértigo.

- Descoordinación del movimiento en marcha (ataxia de la marcha).

- Visión doble (diploplía).

- Parestesia. Sensación anormal de los sentidos como hormigueo, adormecimiento…

- Alteraciones visuales.

- Dificultad para tragar.

- Amnesia.

- Movimiento incontrolable e involuntario (nistagmus).

- Incapacidad de mover el globo ocular (oftalmoplejia internuclear).

- Trastornos de los músculos del habla (disartria).

- Dificultad para escribir correctamente (dislexia).

- Pérdida de fuerza en los miembros inferiores o superiores.

Diagnóstico de las enfermedades cerebrovasculares

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Es crucial, ante la sospecha de enfermedad cerebrovascular, que la atención se reciba en urgencias de forma especializada, con la atención de un neurólogo, y que se identifique la localización de la lesión y su origen antes de que hayan trascurrido 24 horas desde el ataque.

Para facilitar el diagnóstico se solicitarán: análisis de sangre, pruebas de coagulación, electrocardiograma, tomografía computerizada, resonancia magnética y un estudio del flujo sanguíneo cerebral. También se examinarán los trastornos del movimiento, habla, vista, etcétera.

Tratamiento y medicación de las enfermedades cerebrovasculares

Los tratamientos para cada una de estas enfermedades deben ser individualizados. Si la ECV no es hemorrágica se puede tratar a nivel farmacológico con fármacos antiplaquetarios. Si el origen es cardioembólico se administrarán, siempre que sea posible, anticoagulantes. En caso de que haya convulsiones se pueden controlar con benzodiacepina como lorazepam o diazepam. La trombólisis con catéter, para tratar bloqueos vasculares, se puede administrar durante las tres horas siguientes al ataque en un caso de infarto isquémico agudo.

También se procederá al control de la tensión arterial que se tendrá que reducir si hay riesgo de hemorragia o que se tendrá que vigilar para evitar la una bajada súbita en la perfusión cerebral (gradiente de presión sanguínea que atraviesa el cerebro).

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Prevención de las enfermedades cerebrovasculares

La prevención de las enfermedades cerebrovasculares pasa por llevar un estilo de vida saludable que incluya una dieta sana y equilibrada evitando las grasas saturadas; ejercicio moderado regular; evitar el tabaco y el estrés; limitar el consumo de alcohol; no consumir drogas ilegales; controlar la tensión arterial, la diabetes y el colesterol; y tratar de evitar la formación de coágulos sanguíneos siguiendo la pauta establecida por su médico.

Vease también

Epilepsia: definición, causas, diagnóstico y tratamiento.

Fuentes