Ernesto Ballesteros

Ernesto Ballesteros
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Pintor
NombreErnesto Ballesteros
Nacimiento1963
Bandera de Argentina Argentina

Ernesto Ballesteros. Pintor argentino amante de la musica donde llegó a inclinarse por la guitarra, entre sus principales estudios en la pintura lo dedicó a todo lo referente a la Astronomía.

Síntesis Biográfica

Nace en Buenos Aires en 1963 en el seno de una familia de clase media, su padre es empleado bancario y su madre docente. Es el mayor de dos hermanos. Su facilidad para el dibujo se manifiesta temprano. A los tres años, cuando en general los niños hacen monigotes, él ya realiza retratos con todo detalle, en difíciles escorzos, fechados y conservados por el padre. Durante su primera infancia la familia se muda en repetidas ocasiones, hasta que se establece en el barrio de Almagro. En una decisión expresa, los Ballesteros resuelven no tener televisión y Ernesto, que continuamente demanda papel y lápiz, hace del dibujo su mayor entretenimiento. Los primeros colores que usa son los de una caja de 12 marcadores Sylvapen y aún recuerda el impacto que le produjo este regalo.

Estudios Realizados

Ingresa en el conservatorio Tibaud Piazzini de la calle Sánchez de Bustamante, aprende a tocar la guitarra, instrumento por el que siente gran inclinación y que parece encarnar su vocación hasta el fin de su adolescencia. A los siete años se inscribe en el Instituto Vocacional de Arte Labardén, donde toma clases de dibujo, escultura, títeres, literatura, danza folclórica y teatro. Paralelamente asiste a un taller de pintura dirigido por Ernesto Murillo, que en ocasiones es supervisado por Alberto Bruzzone. Trabaja con carbonilla y recibe una enseñanza que sigue aplicando aún hoy en su actividad docente: “dibujar las cosas desde adentro, sin bordes”. En 1981 estudia publicidad con el propósito de adquirir una profesión. Al año siguiente durante la conscripción, a raíz de un tumor en una pierna, permanece internado en el Hospital Militar. En esas circunstancias entabla relación con Jorge Melo cuyo taller visitará por más de seis años, que organiza cursos de plástica para los ex combatientes de Malvinas. En esa época decide dedicarse a lo que siempre le había gustado más: el dibujo y la pintura. En 1983 ingresa a la Escuela de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” (que abandona en tercer año), donde tiene como compañeros a Pablo Siquier –a quien lo une una estrecha amistad–, a Jorge Macchi y a Miguel Rothschild, entre otros. Allí conoce la producción de Jean Dubuffet y comienza a experimentar tratando de quebrar su “destreza a lo Carlos Alonso”. De la escuela destaca los distintos talleres que le posibilitaron experimentar con las técnicas del grabado y la escultura y la figura de Alfredo Portillos, uno de los pocos que proponía una enseñanza no académica.

Primeras Exposiciones

Se inicia con las pinturas de 1987 donde aún se reconoce el referente y culmina con aquellas exhibidas en el CAYC en 1990, en su primera muestra individual. La ampliación desmesurada de puntos y líneas hechos con Rotring da como resultado, obras que muchos calificarían de “abstractas”. La segunda etapa de esta producción forma parte de la muestra Los inocentes distractores (1989), en la que Ballesteros interviene junto a Sergio Avello, Juan Paparella y Pablo Siquier. Esta exhibición –que tuvo gran repercusión– contribuye a instalar el método de revisar desprejuiciadamente las tradiciones del arte moderno, característica saliente de la producción de los ‘90. Por esta época realiza múltiples trabajos para sostenerse: pinta muñecos para una fábrica de juguetes, manzanitas para una fábrica de cerámicas; se desempeña en la galería Tema y en el ICI, también como cadete en los establecimientos industriales Febo, en publicidad, haciendo escenografías, armando vidrieras, ambientando negocios como boutiques, discos y bares.

Otros Estudios

Desde 1990 Ballesteros se interesa por el estudio de la astronomía ha realizado numerosos cursos en la Asociación Astronómica de Parque Centenario– y la matemática. Impresionado por las paradojas que presentan, se aboca a representarlas y realiza obras que concretan presencias cósmicas, cuya existencia sólo se puede deducir indirectamente, a causa de los efectos que producen. Preocupándose por la composición de la materia, también crea imágenes para los sistemas subatómicos. Así comienza las series de pinturas tituladas Orden implicado imágenes imposibles, donde tramas sobre tramas, en un juego que da sensación de infinito, son metáfora de un orden bajo el cual hay otros subyacentes. Para estas obras recrea los recursos pictóricos de Rembrandt: el claroscuro, la pintura por veladuras, el amarillo de Nápoles para lograr luces cálidas.

Principales Explosiones

A partir de 1995, entabla relación con el galerista Jacobo Karpio y realiza varias exposiciones en Costa Rica. Viaja en repetidas ocasiones a ese país donde encuentra numerosos compradores para su obra. En el año 2000 también expone unos artefactos realizados con bombitas eléctricas de colores que se encienden y apagan de acuerdo a un dispositivo automático. La muestra se titula Marquesinas, en alusión a los carteles luminosos de la ciudad, pero, además, estas piezas parecen describir los comportamientos de la materia y la energía según la teoría cuántica. En 2003 exhibe en Proyecto Sala 2 del Centro Cultural Borges (espacio programado por la artista Graciela Hasper) su serie Fuentes de luz tapadas, en las que nuevamente parafrasea conocimientos adquiridos en sus estudios astronómicos. Son fotografías nocturnas de cielos estrellados, de paisajes urbanos con iluminación artificial–, que han sido intervenidas cubriendo con círculos negros las zonas de mayor resplandor. De esta manera hace visible y destaca aquello que habitualmente es difícil distinguir debido al deslumbramiento. Este conjunto es exhibido además en la Feria Internacional Art Miami/Basel, a fines de ese año. Ballesteros también dedica tiempo al aeromodelismo “indoor”, una particular especialidad para la que se construyen aeroplanos a escala reducida aptos para ser volados en grandes espacios cerrados. El proyecto del artista es llevar sesiones de “indoor” a lugares dedicados al arte, estetizando algo que normalmente es considerado un hobby, pero que contiene gran belleza formal. Estas acciones podrían considerarse como un nuevo capítulo del ciclo abierto con las pinturas de 1986 y 1987 ( En el hangar y Afuera del hangar ). Parecen también una respuesta al legado familiar, presente ya en los dibujos realizados sobre los libros dedicados a la aviación descubiertos en su niñez en la biblioteca de su padre, y en todo el corpus de obras donde los misterios del espacio y su exploración están permanentemente presentes.

Fuentes

  • [1]. Consultado el 26 de Mayo de 2014