Escritorio
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Escritorio es un mueble que se usa como medio de trabajo y estudio. Esta palabra proviene del latín scriptorium. Es usado frecuentemente en el entorno de trabajo y de oficina, para leer, escribir sobre él, para usar utensilios sencillos o complejos. Estos tienen a menudo uno o más cajones.
Definiciones
El escritorio es un mueble similar a una mesa, pero suele diferir en ésta respecto de su uso. Mientras que la mesa con frecuencia se ubica en una cocina o comedor, el escritorio está asociado con prácticas laborales o estudiantiles. Se lo usa para leer, escribir, dibujar, planificar y organizar. Este mueble está constituido por un tablero para escribir y normalmente cajones o compartimentos sobre él; el tablero suele quedar oculto después de su uso, bien porque es abatible y se recoge, bien porque se cierra con una persiana.
También se define como escritorio a la sala destinada, en las cortes, monasterios y catedrales medievales, a la transcripción de códices y a la elaboración de documentos y obras manuscritas.
El escritorio tiene como sinónimo escribanía.
Los escritorios más tradicionales son de madera, pero también los hay de [plástico]], acero y vidrio. Pueden ser pequeños o grandes, pero en general poseen una forma rectangular con cuatro o más patas. A menudo contienen cajones, repisas o estantes incorporados para facilitar las prácticas de trabajo que suelen requerir de lápiz, papel, útiles, libros y otros elementos. Un escritorio puede estar ubicado en una oficina o estudio profesional, pero también incluirse en dormitorios, habitaciones y salas de estudio privadas o familiares. No solo se utilizan para la escritura, sino que cumplen también la función de guardar objetos, documentos y útiles para escritorio, por lo que van provistas de cajones a los costados, que hacen de soporte y dejan en el centro un espacio para los pies.
Historia
Revisando la historia del escritorio, muchos investigadores afirman que no se conoce ninguna documentación que corrobore la existencia de estos muebles en la Antigüedad, ni en las otras civilizaciones antiguas del Medio Oriente o Lejano Oriente. Ya en la Edad Media aparecen las primeras ilustraciones que muestran el uso de muebles que parecen fueron diseñados y construidos para la lectura y la escritura, u uso cotidiano los monjes calígrafos, principales difusores de la cultura en esa época, utilizaban atriles que se colocaban sobre las rodillas o mesitas.
En el Renacimiento y, más tarde, en los siglos XVII y XVII comenzarían a construirse los escritorios más tradicionales sobre todo con la difusión de la imprenta donde se comienza a utilizar una mesa específicamente para estas funciones.
Producto de la Era Industrial, en el siglo XIX, los escritorios se volverían un bien de uso cada vez más común y barato. En esta época tuvieron una estructura más delgada que las mesas anteriores, y con más cajones. Como elemento categórico de lo que sería el uso de las mesas y otros muebles como escritorio en este periodo, lo que estaba determinado por la presencia de un cajón con tres pequeñas separaciones (para el bote de tinta, el papel secante y el polvo de bandeja) y un espacio para el lápiz.
Los escritorios como se conocen actualmente nacieron fundamentalmente en el siglo XVII y siglo XVIII.
Ya en la era industrial con el auge de las pequeñas oficinas hubo un aumento en la producción de escritorios, que se produjo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX con la difusión del denominado papel de calco y su uso masivo en las máquinas de escribir. En esta época también se introdujeron escritorios de acero que fueran capaces de aguantar cargas más pesadas de papel y soportar mejor el trabajo con máquinas de escribir. Se hizo popular el denominado escritorio en "L", con un añadido lateral utilizado como anexo para la máquina de escribir.
Después de la Segunda Guerra Mundial con la extensión del uso de la fotocopiadora, hubo otra fase de gran crecimiento en el sector de la fabricación de escritorios provocado por un incremento del trabajo de las oficinas y con ello del número de puestos de trabajo que requerían mesas de este tipo, disminuyendo la superficie de trabajo de estos puestos a medida que los precios de los alquileres se elevaban, y los documentos fueron trasladados directamente a archivadores, enviados a centros de gestión de documentos, o transformados en microfilm, o ambas cosas al mismo tiempo. Además su uso común también aparecieron otros muebles modulares con varios asientos para salones de reuniones. Incluso aparecieron los escritorios de los directivos y ejecutivos, que se convirtieron en productos fabricados a gran escala, construidos con madera contrachapada o aglomerado.
Con la aparición de los ordenadores o computadoras, a fines de los años ’80, los escritorios comenzaron a cambiar. Actualmente, un escritorio tiene una función a menudo ligada a la funcionalidad de las computadoras, y por eso se los construye diseñando espacios pertinentes para la ubicación de un ordenador estático (se los llama “de escritorio”) o móvil como una notebook. Además, es muy común que se incluyan espacios para otras unidades informáticas como la impresora, pero que resulta ser un refinamiento de la mesa de dibujo creada a finales del siglo XVIII.
Escritorio en informática
Por otro lado, con el advenimiento de la informática y su nueva terminología, comenzó a llamársele también “escritorio” al espacio virtual que, en un sistema informático dado, presenta la información de uso frecuente del usuario. El “escritorio virtual” o “desktop” es la primera instancia a la que arriba un individuo luego de encender el ordenador.
El escritorio de Windows es la pantalla principal que podemos observar una vez que se inicializa el sistema, pantalla que contiene los íconos de muchos de los programas que utilizamos más frecuentemente. El mismo se caracteriza además por mostrar un fondo de pantalla capaz de ser elegido por el usuario y sobre el cual se muestran los susodichos íconos. Esta visión además incorpora una barra de tareas, que generalmente está en él la zona inferior, pero que puede desplazarse a los laterales o también a la zona superior. El escritorio de Windows puede entenderse como el elemento mediante el cual el usuario trabaja más frecuentemente, es decir, en donde tiene los accesos a distintas funcionalidades del sistema operativo.
