Esfinge de Taharqo (Sudán, 680 a. n. e.)

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Esfinge de Taharqo (Sudán, 680 a. n. e.)
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Esfinge de granito, encontrada en Kawa, norte de Sudán, hacia el 680 a. n. e.

Esfinge de Taharqo (Sudán, 680 a. n. e.) . Es una estatuas con cuerpo de león y cabeza humana, son criaturas propias de los mitos y las leyendas, pero constituyen también uno de los grandes símbolos de la realeza y el poder egipcios, la más famosa de todas ellas es, la Gran Esfinge de Giza. Esta esfinge es muy pequeña, tiene más o menos el tamaño de un perro de agua, pero resulta particularmente interesante porque no sólo es un híbrido entre un hombre y un león, sino también una fusión entre Egipto y el reino de Kush, hoy el norte de Sudán.

Descripción

Para gobernar este nuevo Estado crearon una nueva identidad nacional, un híbrido que combinaría características tanto de Egipto como de Kush. Taharqo, el monarca representado en la esfinge del Museo Británico, fue el más importante de todos los reyes kushitas. Inició una edad de oro para su inmenso y nuevo reino, su éxito se debió en gran medida a que lejos de imponer las costumbres kushitas a los egipcios, asimiló y adoptó las de estos. Incluso en la propia Kush, Taharqo construyó pirámides siguiendo el modelo de Egipto y adoró al dios egipcio Amón, restauró templos al estilo egipcio y sus funcionarios adoptaron los jeroglíficos egipcios.

Es una pauta que se repite una y otra vez en todas las conquistas coronadas por el éxito, los conquistadores utilizan los símbolos y el vocabulario del poder previamente existente, ya que son los que le resultan ya familiares a la población. Tiene sentido seguir usando un lenguaje de control que todo el mundo está acostumbrado a aceptar. La esfinge de Taharqo, es una calculada mezcla de las dos tradiciones, no es sólo un sorprendente retrato del gobernante kushita como un faraón tradicional egipcio, sino también una lección de metodología política y durante un breve período, esta metodología funcionó brillantemente.

La Esfinge de Taharqo

Esta esfinge es muy pequeña, tiene el tamaño de un perro de agua, pero resulta particularmente interesante porque no sólo es un híbrido entre un hombre y un león, sino también una fusión entre Egipto y el reino de Kush, hoy el norte de Sudán. Está hecha de granito arenoso gris y se halla maravillosamente conservada. El musculoso lomo del león, la melena y las poderosas garras extendidas son todos ellos rasgos clásicamente egipcios. El rostro, en cambio, no es el característico de un faraón egipcio, dado que corresponde sin duda alguna a un negro africano y es que esta esfinge es la imagen de un faraón negro.

El faraón negro

Los jeroglíficos grabados en el pecho de la esfinge lo explican de forma bien clara: es un retrato del gran rey Taharqo, el cuarto faraón que gobernó conjuntamente sobre los reinos de Kush y Egipto.

Descubrimiento

El Museo Británico cuenta con un conservador que ha desempeñado un papel fundamental en este trabajo de recuperación y reevaluación. El doctor Derek Welsby, un destacado experto en la arqueología de Sudán, lleva muchos años excavando a lo largo del Nilo. Ha trabajado mucho en Kawa, al norte de Jartum, el lugar de donde procede la esfinge. Esta se fabricó para ser colocada en un templo de dicha localidad que había sido restaurado por Taharqo.

Ya que la esfinge de Taharqo estaba ubicada originariamente en el templo, es probable que sólo la vieran el soberano y su círculo de allegados, que debía de incluir a sacerdotes y funcionarios tanto de Egipto como de Kush. Al encontrarse con ella en el sanctasanctórum del templo, a los kushitas les debía de satisfacer constatar sus rasgos africanos negros, mientras que los egipcios debían de sentirse inmediatamente como en casa con sus características escultóricas peculiarmente egipcias.

Aportes a la Historia

La esfinge de Taharqo es una muestra de imaginería política más sofisticada que una simple mezcla de norte y sur, combina el presente con el pasado remoto. La forma de la melena del león y sus orejas se asemejan mucho a los elementos presentes en esfinges del antiguo Egipto de épocas tan antiguas como la XII Dinastía, unos mil años antes de que se creara esta esfinge. El mensaje es evidente, el faraón negro, Taharqo, forma parte de un largo linaje de grandes gobernantes egipcios, que han mantenido bajo su dominio todas las tierras del Nilo.

Véase También

Fuente