Estatua maya del dios del maíz (Honduras 715 d. n. e.)

Estatua maya del dios del maíz
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Estatua de piedra, encontrada en Copán, Honduras 715 d. n. e.

Estatua maya del dios del maíz. Estatua de piedra, encontrada en Copán, Honduras 715 d. n. e. Es un busto, tallado en piedra caliza mediante un cincel de piedra y un martillo de basalto y tiene unos rasgos grandes y simétricos, los ojos cerrados y los labios abiertos, como si este dios estuviera en comunión con un mundo distinto, meditando en silencio.

Descripción

En el corazón del Museo Británico se encuentra un dios del maíz. Tiene los brazos doblados y las palmas de las manos hacia afuera una levantada, la otra más baja, dando una impresión de sereno poder. La cabeza del dios está cubierta por un enorme tocado con la forma de una estilizada mazorca de maíz, y sus cabellos recuerdan a las sedosas hebras que recubren la mazorca por dentro de las hojas que la envuelven.

Algunos arqueólogos sostienen que el alimento siempre debió de desempeñar un papel divino hasta para nuestros antepasados más remotos, basta pensar Figuras de arcilla egipcias de ganado (3500 a. n. e) o en Baco y Ceres en la mitología clásica, o en Annapurna, la diosa hindú del alimento.

Hubo un período concreto, tras el final de la última era glacial, hace más o menos entre cinco mil y diez mil años, en el que toda una serie de nuevos alimentos estuvieron al parecer acompañados por toda una serie de nuevos dioses. Como veíamos en el capítulo 6, en todo el mundo la gente comenzó a identificar plantas concretas que le proporcionaban alimento: en Oriente Medio fueron el trigo y la cebada, en China, el mijo y el arroz, en Papúa Nueva Guinea, el taro, y en África, el sorgo.

Paralelamente, en todas partes surgieron historias sobre dioses: dioses de muerte y de renacimiento, dioses que garantizaban el ciclo de las estaciones y el rendimiento de las cosechas, y dioses que representaban el propio alimento, que eran el alimento que comían sus devotos o se convertían en él.

La Estatua maya del dios del maíz

Este busto forma parte de ese proceso mundial. Es un mito hecho materia: un dios del alimento de Centroamérica.

Originalmente la estatua debía de estar, junto con otros muchos dioses similares, en lo alto de un templo en forma de pirámide escalonada, en la región occidental de Honduras. Se encontró en Copán, una importante ciudad y centro religioso maya, cuyas monumentales ruinas pueden visitarse todavía hoy.

Las estatuas del templo fueron encargadas por el gobernante maya de turno para adornar un magnífico templo que mandó construir en Copán hacia el año 700 de nuestra era. Entre la cabeza y el cuerpo de esta puede verse con claridad una juntura, si se observa con atención la cabeza, en realidad parece demasiado grande. Cuando el templo de Copán fue destruido, todas las estatuas se vinieron abajo. Las cabezas y los cuerpos se separaron, debido a ello posteriormente tuvieron que ser unidos de nuevo de modo que es posible que en un principio esta cabeza no perteneciera a este cuerpo.

Pero eso no afecta al significado de la estatua, yaque todos estos dioses tienen que ver con el poder central y el papel crucial del maíz en la vida de la población local.

La estatua del dios del maíz es relativamente reciente, se elaboró en la tardía fecha del 715 d. C., pero forma parte de una tradición muy larga. Los centroamericanos llevaban miles de años adorando a este dios y a sus predecesores, y su historia mítica refleja la siembra y la cosecha anual del maíz, del que dependía toda la civilización centroamericana.

En el mito, el dios del maíz,como la planta, es decapitado en el momento de la cosecha, y luego renace, fresco, joven y hermoso, en el comienzo de cada nuevo período de cultivo. John Staller, antropólogo y autor de Historias del maíz, explica por qué el dios del maíz les resultaba tan atractivo a los patrones ricos y poderosos, como el gobernante que encargó nuestra escultura dios del maíz no es sólo una estatua de una belleza inolvidable, sino que también nos permite hacernos una idea real acerca de cómo la antigua sociedad americana se concebía a sí misma y concebía su entorno. Representa tanto el ciclo agrario de siembra, cosecha y replantación como la fe en un ciclo humano paralelo de nacimiento, muerte y renacimiento. Pero, aún más que eso, representa la materia de la que están hechos los centroamericanos. Mientras que el dios hebreo hizo a Adán de barro, los dioses mayas usaron el maíz para hacer a sus humanos.

Esta historia mítica se narra en la epopeya más famosa de toda América, el PopolVuh. Durante generaciones, se transmitió a través de la tradición oral, hasta que finalmente se plasmó por escrito en el siglo XVII.

Véase También

Fuente