Etapa Neocolonial de Guanajay

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Período Neocolonial

En la etapa de la historia que corresponde abordar a continuación, resulta imprescindible el análisis sobre la situación económica, política y social del territorio de Guanajay al finalizar la guerra independentista de 1895. Ello permitirá explicar con la claridad requerida, el período de transición del estatus colonial al neocolonial, y los principales mecanismos que consolidaron la base de la República Mediatizada.

1898-1925. Etapa de aplicación y consolidación de los mecanismos del sistema neocolonial.

El 1ro. de enero de 1899 con todos los honores protocolares fue arriada del mástil del ayuntamiento guanajayense la bandera española y sustituida por la de los Estados Unidos de Norteamérica. Se inició así para Guanajay la etapa de la 1ra. Intervención Norteamericana, que sentaría las bases de la dominación neocolonial.

Por el mismo camino de hierro que llevó fuera del pueblo a los soldados coloniales, llegaron las fuerzas de ocupación, pertenecientes al Regimiento 202 de voluntarios, que habían formado parte de las Legiones que combatieron en Santiago de Cuba bajo las órdenes de Teodoro Roosevelt.

Esas fuerzas se establecieron primeramente en terrenos cercanos al barrio del Pontón, más tarde en la finca "San José", y finalmente construyeron sus barracas en una colina próxima al pueblo. La presencia de los interventores en Guanajay produjo cambios en la vida de la población, en la forma de administración, y hasta en las tradicionales costumbres heredadas de España.

Los alcaldes autonomistas fueron sustituidos por integrantes del Ejercito Libertador. El Coronel Francisco Oberto y Zaldívar ocupó la alcaldía interinamente en sustitución del Dr. Román del Castillo. Se decretó la vacunación obligatoria y el saneamiento de las viviendas. Estas medidas, aunque no eran animadas por el interés de preservar la salud de los cubanos sino la de los interventores, resultaron beneficiosas para la población, más si se tiene en cuenta la precaria situación higiénica y de salud que la reconcentración y la viruela habían dejado.

En lo que a costumbres y hábitos se refiere, el periodista José Ma. Valdés describió la influencia, y la denominó el "imperialismo del espíritu" que según su criterio ofrecía mayores peligros que el "imperialismo político". En un artículo de su libro "Añoranzas de Abuelo" refiere:

"En los bailes el "two step" desalojó a la cadenciosa y tropical habanera, y presentó fiero combate al danzón. Ya resultó ridículo bailar el zapateo en presencia de la oficialidad americana que asistía a las fiestas. El carácter cubano se "yanquizaba". El juego de Póker con barajas, hasta entonces desconocidas, fue desplazando al "monte". El Laguer sustituyó al vino. Cayeron los bigotes como barridos por un ciclón y algunos fumadores comenzaron a mostrar preferencia por el rubio cigarro de Virginia. Hasta en lo anatómico fue visible la influencia. El diminuto y bien formado pie del criollo fue perdiendo su elegante contorno dentro del borceguí de ancha y dura puntera y suela doble y claveteada...". (1)

Con el propósito de conocer el estado general del país el Gobierno Interventor, al mando del General Brooke, ordenó la realización de un censo general, hecho al estilo usual en Estados Unidos que culminó el 16 de octubre de 1899.

La población de Guanajay había disminuido de 1887 a 1899 en un total de 716 habitantes. Esa cifra se atribuyó por parte de las autoridades a las bajas causadas por la guerra y la Reconcentración. La población urbana por su parte, era de 6483 habitantes, mientras que la rural era de sólo 2313. Puede apreciarse además que en 1899 sólo existían en Guanajay 1111 negros varones, si comparamos esa cifra con la arrojada por censos anteriores, comprobaremos una sensible disminución, lo que viene a corroborar la activa participación de los hombres de la raza negra en la guerra de Independencia.

El gobierno interventor yanqui, convoco a tres tipos de elecciones. Mediante la orden militar 164 se convocó a elecciones municipales el 16 de junio de 1900. La orden 301 convocó el 25 de julio del propio año a la asamblea constituyente, y por último se procedió a la elección de los cargos correspondientes al congreso y a la presidencia de la república.

Las elecciones municipales fueron realizadas bajo al principio de que sólo tendrían derecho electorales los cubanos de 21 años en los que concurrieran una de estas 3 condiciones:

  • Haber pertenecido al Ejército Libertador.
  • Saber leer o escribir.
  • Tener un capital no menor de 200 pesos.

Los cargos a elegir fueron los de alcaldes, tesoreros Jueces municipales. En Guanajay como en el resto del país esas elecciones estuvieron matizadas por una característica común, la utilización del mismo capital por parte de centenares de electores, pues sólo bastaba con exhibir en el colegio electoral, la mencionada cantidad de dinero. De ese modo los cubanos reaccionaron ante una imposición de los interventores, que no tenían en cuenta que 200 pesos era una cifra, que no estaba dentro de los reales posibilidades de posesión de la generalidad de los electores.

Mediante la Orden Militar 301 el Gobernador General de Cuba dispuso que el tercer sábado de septiembre de 1900 tuviera lugar en la isla, la elección de los delegados a la Convención que había de reunirse en La Habana el primer lunes de noviembre de 1900 a las 12 del día, "para redactar y adoptar una Constitución para el pueblo de Cuba," y "como parte de ella proveer y acordar con el Gobierno de Estados Unidos en lo que respecta a los relaciones que habrán de existir entre aquel Gobierno y el Gobierno de Cuba, y proveer por elección del pueblo, los funcionarios que tal constitución establezca y el traspaso del Gobierno a los funcionarios elegido". (3)

La constitución resultante de esa convención, no fue más que una imposición del Gobierno de Estados Unidos, en la que quedó como apéndice vergonzoso e inconstitucional la Enmienda Platt, que facultaba al gobierno norteamericano para intervenir en Cuba cada vez que lo estimase pertinente, y le otorgaba el derecho de implantar bases navales y carboneras.

Esta enmienda fue rechazada por el pueblo cubano, no sólo en la capital, sino en todo el país. Refiriéndose a esa grosera imposición Raúl Castro expresó el 24 de febrero de 1976: “La Enmienda Platt le fue impuesta de tal manera a nuestro pueblo el 12 de junio de 1901 y se mantuvo vigente hasta el 29 de mayo de 1934, en que fue abolida producto de la lucha incesante librada por las masas populares”. (5)

Por último vinieron las elecciones generales que llevaron a la presidencia de la República a Don Tomás Estrada Palma, aquel luchador bayamés a quien le había cabido el honor de sustituir a Martí al frente del Partido Revolucionario Cubano cuando se produjo su caída en Dos Ríos, y que se convirtió a partir de su llegada al poder, en el mayor defensor de los intereses yanquis en Cuba, traicionando no sólo a su maestro, sino también al pueblo, y entregando atada de pies y manos a Estados Unidos la nueva república que nacía.

El 20 de mayo de 1902 desde horas tempranas todo el pueblo de Guanajay se congregó frente al Ayuntamiento. Esperaban con impaciencia que llegaran las 12 del mediodía, hora señalada para la instauración de la república.

Una comisión del ayuntamiento integrada por los concejales Francisco Díaz Rodríguez y Saturnino Navarro Cabrera fue la encargada de acompañar a la patriota guanajayense María Luisa Chippi García desde su casa hasta el Ayuntamiento.

Al llegar la hora esperada, el alcalde arrió la bandera americana y a los acordes del Himno Nacional Cubano María Luisa Chippi izó la bandera de la estrella solitaria, la multitud aplaudió enardecida mientras la observaba ondear sola en el mástil. (6)

La 1ra. Intervención Norteamericana influyó de modo determinante en el sistema bipartidista surgido a partir del gobierno de Estrada Palma.

Los cubanos copiaron el sistema político vigente en Estados Unidos, en la creencia de que ello garantizaría la democracia representativa. De este modo se haría común en Cuba, que los dos partidos políticos existentes alternaran en el poder, garantizando paz y equilibrio político para la camarilla gobernante, lo que por otra parte, no tenía nada que ver con la situación del pueblo. El estado cubano recién creado era de tipo clasista, y respondía a los intereses de la burguesía latifundista. Estaba además políticamente sometido a los dictados del imperialismo norteamericano.

Los explotadores estaban vinculados a las administraciones del estado; y los pobres, carentes de medios de enriquecimiento, eran los explotados en todos los sectores del trabajo.

Durante los 4 años de gobierno de Estrada Palma se evidenció que la mayoría de las masas obreras no tenía aún conciencia de clase. Sólo una minoría comprendía la esencia de las diferencias sociales.

Se hizo además evidente una característica que habría de ser común a toda la vida política de la pseudorepública: la tenaz lucha por el poder. Los liberales por un lado y los moderados (antecesores de los conservadores) por otro.

En el gobierno local de Guanajay se reflejaron con nitidez esas pugnas de poder. Oberto fue casi inmediatamente sustituido de su cargo de alcalde por José Rodríguez Aristi, quien en junio de 1902 se vio precisado a renunciar en medio de encarnadas pugnas políticas. Junto a él, renunciaron todos los restantes miembros del ayuntamiento, y ocupó provisionalmente la alcaldía Jaime Codina.

En 1903 y también con carácter interino ocupó la alcaldía Alfredo Véliz hasta abril de 1904 en que tomó posesión de ella oficialmente elegido Juan Inda Rodríguez, de filiación liberal.

Durante el mandato de Inda fue creado en Guanajay el cuerpo de la Policía Municipal cuyo primer jefe fue Reinaldo Ortega.

No debe pasarse por alto, que también en 1906 (7), mediante la Orden Militar No. 90, el Gobierno Interventor creó la Guardia Rural, cuerpo armado de triste recordación por su incondicional servicio al lado de los explotadores y los tiranos que durante la pseudorepública asolaron el país. Esa guardia fue la encargada de desalojar, golpear y hasta asesinar a los campesinos y a todo aquel que no acatara las órdenes de los poderosos. En ella encontró siempre el capitalista el brazo armado dispuesto a perpetuar mediante la violencia, un sistema de injusticia social.

Al aproximarse las elecciones de 1905, Estrada Palma hizo patente su interés reeleccionista al afiliarse al Partido Moderado. Los liberales por su parte postularon al general José Miguel Gómez. Los ánimos políticos estaban muy caldeados, lo que dio lugar a que ambos partidos iniciaran una lucha sin cuartel por el poder.

Aún estaban vigentes algunas leyes reaccionarias que en tiempos de la colonia le habían otorgado facultades extraordinarias a los Capitanes Generales. De ellas se valió el Presidente Estrada Palma para ordenar a su Secretario de Gobernación una visita de fiscalización a aquellos ayuntamientos en que los alcaldes fueran liberales y opuestos al presidente.

Esos alcaldes fueron inmediatamente destituidos, en muchos casos mediante el empleo de la fuerza pública y a pesar de las protestas de los ciudadanos. Se decretó además la cesantía de los empleados públicos de filiación liberal tanto en el propio ayuntamiento, como en la administración de rentas, la jefatura de sanidad, correos etc.

El descontento ante tales medidas se generalizó con rapidez, sobre todo porque la mayoría del electorado simpatizaba con los liberales. En Guanajay el malestar aumentó considerablemente y el entonces Capitán de la Guardia Rural Manuel Labastida sufrió duros ataques, a pesar de que contaba en el momento de su nombramiento, con una gran simpatía popular por su prestigio bien ganado durante la guerra de independencia.

El Partido Liberal dispuso la abstención de sus afiliados en la formación de las mesas electorales, lo que le permitió a los Moderados confeccionar las listas de electores a su antojo, inscribiendo más de los que en realidad había en los barrios. Incluyeron además a muchos españoles que no tenían derecho al voto y excluyeron a muchos vecinos por ser liberales.

Los liberales acordaron retirarse de la votación. En Guanajay sin embargo, muchos electores liberales decidieron ejercer sus derechos, sobre todo en los barrios del Jobo y San José, pero se les impidió el acceso a los colegios mediante la utilización de la fuerza.

En agosto de 1906 se produjo el alzamiento de los liberales. Guanajay fue sitiado por las fuerzas del coronel Francisco Carrillo y Vergel. Ante esta situación los policías municipales se atrincheraron en el Precinto, provistos de escopetas. Carrillo operó en el Jobo y las cercanías de Cayajabos y Mariel. A él se unieron numerosos vecinos residentes en los barrios rurales. Esta revuelta concluyó sin derramamiento de sangre, pero trajo consigo la 2da. Ocupación Yanqui.

Al cesar la llamada Guerrita de Agosto, el Coronel José Gálvez (veterano de la independencia) quedó dueño de la situación en Guanajay. Los empleados públicos volvieron a sus puestos. Comenzaron a funcionar las escuelas y otros servicios. Sin embargo, los acontecimientos que tenían lugar en la capital inquietaban a la población. Pronto se conoció que alegando la incapacidad de los dirigentes políticos de la nación, y apoyándose en la Enmienda Platt, el gobierno de los Estados Unidos había decidido intervenir militarmente en Cuba por segunda vez.

Guanajay volvió a vivir con indignación la presencia de tropas yanquis acampadas en el mismo sitio que ocuparon durante la 1ra. Intervención. El paso de continuas caravanas militares irritaba a la población.

El gobierno local quedó en manos de cubanos, con sustituciones en los cargos ejecutivos, que pasaron en su mayoría a ser desempeñados por liberales, pues el Partido Moderado acordó su disolución.

El señor Charles Magom, jefe del Gobierno Interventor nombró alcalde de Guanajay a Valentín Navarro Cabrera. Las estructuras administrativas sufrieron cambios en ese período. Se trasladó la Superintendencia Provincial de Escuelas que residía en Guanajay a cargo del destacado maestro y patriota Francisco Valdés Ramos. Dejaron de funcionar las escuelas de verano, que tenían establecida la asistencia obligatoria de los maestros de la jurisdicción.

En el propio año1906 llegó a Guanajay el tren eléctrico desde La Habana, cuando el Ayuntamiento autorizó a la empresa "Habana Central" para que extendiera sus líneas férreas hasta el pueblo. La única objeción puesta a este contrato consistió en que los trenes de carga debían circular por la noche, y los de pasajeros, por el día. Llegó también el alumbrado eléctrico recibido con beneplácito por la población.

La economía guanajayense estaba, sin embargo, muy quebrantada. El cultivo del tabaco había disminuido a tal punto, que las más importantes escogidas y despalillos habían desaparecido.

Bibliografía

  • Añoranzas de abuelo. José María Valdés. Talleres "El Heraldo. 1953. Guanajay.
  • Informe sobre el censo de Cuba. 1899 Coronel J.P. Sanger. Director Departamento de la Guerra. Oficina del Director del censo de Cuba. Washington. Imprenta del Gobierno. 1906
  • Historia del Estado y el Derecho en Cuba. Julio Carrera. La Habana. Ministerio de Educación Superior 1981. Pág 319, 322, y 327.
  • Luis Manuel Núñez. Apuntes para la Historia de Guanajay (inédita) pág. 286.
  • Raúl Castro Ruz. Discurso pronunciado el 24 de febrero de 1976. En Historia del Estado y el Derecho en Cuba. Julio Carrera. Pág. 329
  • Luis Manuel Núñez. Obcit pág. 361

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