Exantema fijo medicamentoso

Exantema fijo medicamentoso
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Concepto:El exantema fijo medicamentoso (EFM) consiste en la aparición de una o varias lesiones cutáneas tras la toma de un fármaco, que reaparecen siempre en la misma localización cuando el fármaco es ingerido de nuevo. Afecta a individuos de todas las edades y de ambos sexos.

Exantema fijo medicamentoso. (EFM) Enfermedad que se caracteriza por la aparición de una o varias lesiones en la piel en forma de manchas (máculas) de color rojo o violáceo después de pocas horas tras la administración de un fármaco o medicamento. Después, estas manchas suelen desaparecer cuando se suspende el medicamento o agente desencadenante, pero pueden reaparecer en el mismo lugar si la persona vuelve a estar expuesta al fármaco o medicamento.

Causas

Las causas del exantema fijo medicamentoso (EFM) son cada vez más numerosas y pueden ser variadas según el uso más o menos frecuente de ciertos fármacos o medicamentos. El mecanismo por el que se produce el EFM depende de un fenómeno de autoinmunidad frente a las células de la capa superficial de la piel (queratinocitos), es decir, las defensas del organismo atacan por error a estas células. Su aparición más frecuente es en manos, pies, labios y genitales.

Síntomas

El síntoma propio del exantema fijo medicamentoso (EFM) es la aparición de las lesiones en la piel. La lesión más típica es una mancha (mácula) solitaria, de forma redondeada u ovalada, con los márgenes bien definidos y un tamaño que puede ser entre pocos milímetros y unos 10 o 20 centímetros. Esta lesión está edematosa, es decir, hinchada y su color es entre rojo y violáceo. Es característico que aparezca a los pocos minutos o pocas horas después de la exposición al medicamento, sobre todo, después de tomarlo por vía oral. El lugar de aparición de las lesiones cutáneas es aleatorio e impredecible, pueden salir varias a la vez y en bastantes ocasiones de forma simétrica. Tiempo después la lesión evoluciona formando placas inflamadas o vesículas y ampollas con líquido seroso o sanguinolento en el centro de la mancha, que si se rompen producen dolor, sobre todo, en la boca o genitales. Cuando se retira el medicamento, las lesiones de la piel se hacen costras, descaman y desaparecen en unas dos semanas. Queda como secuela una pigmentación más oscura, de color marrón o violeta.

Diagnostico

El diagnóstico del exantema fijo medicamentoso (EFM) es fundamentalmente clínico, es decir, se basa en la historia clínica con el antecedente de ingesta o administración de un determinado fármaco o medicamento; y también de la exploración física con la descripción de la lesión o lesiones en la piel. Muchas veces resulta muy difícil encontrar exactamente la sustancia que ha producido esta enfermedad. Las pruebas complementarias que se pueden requerir son: biopsia cutánea, exposición a la sustancia sospechosa con parches cutáneos o pruebas e contacto, análisis de sangre… Pero ninguna es exacta para definir el diagnóstico por sí misma, es decir, es fundamental conocer la relación entre la aparición del trastorno y el medicamento utilizado.

Tratamiento

El tratamiento del exantema fijo medicamentoso (EFM) es, en primer lugar, la retirada del fármaco o medicamento que ha sido el causante de la enfermedad. En casos en los que la lesión de la piel no está erosionada se pueden indicar antiinflamatorios de tipo corticoide en aplicación local. También se pueden indicar antihistamínicos como tratamiento sintomático del picor que se produce. Es importante prevenir que la lesión se llegue a sobreinfectar por bacterias que invadan la piel que se haya erosionado. En los casos de sobreinfección bacteriana se prescriben antibióticos.

Prevención

La prevención del exantema fijo medicamentoso (EFM) no siempre es posible. El diagnóstico precoz permite actuar de forma rápida, retirando el medicamento y facilitando la pronta recuperación.

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