Exposición

Exposición
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Concepto:Forma elocutiva en la que ocurre la presentación discursiva de pensamientos, ideas, opiniones, que concurren en torno a un objeto o que proceden de un mismo sujeto en una circunstancia dada, mediante una secuencia coherente de signos lingüísticos..

Exposición. Presentación discursiva de pensamientos, ideas, opiniones, que concurren en torno a un objeto o que proceden de un mismo sujeto en una circunstancia dada, pero entre los que no se establecen concatenaciones lógico-temporales, todas las ideas se presentan en un plano de igualdad.

Características

Exponer, como habilidad de pensamiento, supone la presentación discursiva de pensamientos, ideas, opiniones en torno a un objeto. Se apoya en la explicación, la argumentación, la ejemplificación, entre otras.

La exposición es la presentación discursiva de pensamientos que concurren en torno a un mismo objeto o que proceden de un mismo sujeto en una circunstancia dada, pero entre los que no se establecen concatenaciones lógico-temporales, sino que siguen el mismo principio acumulativo de la descripción como forma elocutiva.

La exposición tiene como función primordial transmitir información, muchas de ellas no se limitan simplemente a proporcionar datos, sino que además agregan explicaciones, describen, narran, o argumentan con ejemplos y analogías. La exposición suele estar permeada de otras formas elocutivas y a veces suele confundirse la forma elocutiva secundaria con la que le da sentido al mensaje del texto que es sin duda la prevaleciente; en estos casos es necesario repensar el texto desde la siguiente característica: la exposición a menudo presenta el desarrollo ideológico de ideas que se postulan o se rechazan, esto puede relacionarse con el mensaje y la intención comunicativa, por ejemplo la exposición puede contener una descripción, pero si no es esa descripción la que aporta el sentido íntimo del mensaje el cual más bien se expresa en la parte expositiva, véasele como exposición.

Texto expositivo

Dentro de la tipología de textos, el expositivo es uno de los más empleados; pero para su construcción es preciso conocer las características que lo identifican como tal.

La bibliografía concuerda en que un texto es expositivo cuando su contenido lo constituyen ideas, pensamientos, abstracciones. Suele ser su forma de presentación, la acumulación o yuxtaposición, sin ninguna preocupación por las conexiones, ni por el mecanismo que vincula unas ideas con otras para construir un sistema en progresión.

También es común relacionar la exposición con la expresión directa de las ideas, con predominio de lo denotativo sobre lo connotativo. Teniendo en cuenta que con la denotación el signo lingüístico nos remite directamente a lo representado sin dar lugar a interpretaciones subjetivas, se puede hablar entonces de exactitud y precisión en los casos en que estos textos además de ser expositivos correspondan a estilos en que la función prevaleciente sea la informativa. Son ejemplos de textos expositivos el ensayo, la crítica, la monografía, el artículo periodístico, entre otros.

La idea es que todo texto tiene un caudal importante de información y de exposición, aun aquellos que tradicionalmente se consideran creadores, en el sentido literario del término. Sin embargo, hay ciertos textos que se caracterizan porque vehiculizan masas más importantes de información y porque de alguna manera, anulan la persona del enunciador como mera subjetividad y la inscriben en todo caso como una persona argumentativa.

No es que el texto argumentativo no tenga un enunciador: tiene uno que justamente asume la posibilidad de plantearle a otro, mediante argumentos, demostraciones, explicaciones, ejemplificaciones, es decir modalidades discursivas específicas, algún campo del conocimiento. Entonces en la medida en que estas modalidades son discursivas y son específicas hay que aprenderlas a leer y a construir.

Lo dicho anteriormente hace que no resulte sencillo caracterizar los textos expositivos en su conjunto, dificultad que se hace evidente si se toma en cuenta que tanto la guía telefónica como las definiciones de los diccionarios, las narraciones históricas, la explicación de un fenómeno natural, la argumentación de un punto de vista o la descripción de la estructura del átomo son todos materiales expositivos. No obstante, es posible enumerar algunos rasgos en común, cuyo conocimiento será útil para guiar la producción y comprensión de este tipo de texto.

En la mayoría de ellos predominan las oraciones enunciativas, se prefiere la tercera persona, los verbos de las ideas principales se conjugan en indicativo, se evitan expresiones de la subjetividad, el registro es formal, abundan términos técnicos o científicos. Pero estas características se actualizan en el texto, según el estilo funcional al que pertenezca, a saber: artístico, publicista, coloquial o científico.

En los textos literarios, asúmase que lo anteriormente caracterizado no se ajusta exactamente, sobre todo en lo relacionado con la objetividad y la expresión directa de las ideas. Cuando estos textos son expositivos, lo son por la expresión de juicios, razonamientos sobre un hecho, una verdad, un asunto, pero hay desarrollo tanto de los significados denotativos como connotativos (principalmente estos) y el pensamiento que se expone puede presentarse con cierta objetividad o cargado de elementos subjetivos como suele ser común. Dada la variedad de materiales expositivos, es necesario conocer algunas de las categorías que se toman en cuenta para describirlos y clasificarlos. Una de esas categorías es la forma en que está estructurado semánticamente un texto. Se distinguen los que tienen forma narrativa o argumentativa de los que tienen forma descriptiva.

Los de forma narrativa suelen desarrollar procesos (históricos, naturales) o procesos en los que intervienen personajes (narrativa, teatro, poesía incluso). Como la narración es un encadenamiento de escenas, un despliegue en el tiempo, resulta importante tener en cuenta las relaciones lógicas o temporales que se establecen entre las ideas desarrolladas por medio de caracteres; la diferencia fundamental entre narración y descripción reside, esencialmente en el juego de un factor que se resume en dos palabras: vida interior. La descripción como despliegue de espacio, fija el aspecto externo de los hechos percibidos por el sentidos, la narración intenta averiguar o conocer, además de las acciones, sus causas, los sentimientos, el carácter; impulsa a actuar a los personajes en un sentido determinado.

Por su parte el texto en el que se expone un juicio o sistema de juicios por el cual se fundamenta la conformidad o veracidad de otro juicio o idea dada asume la forma argumentativa. Ante estas realizaciones amalgamadas, es siempre el análisis del mensaje, la intención explícita o no la que determina la condición elocutiva de este tipo de texto.

Entonces se puede concluir diciendo que si bien la mayoría de los textos expositivos tienen como función primordial transmitir información, muchos de ellos no se limitan simplemente a proporcionar datos, sino que además agregan explicaciones, describen, narran, o argumentan con ejemplos y analogías.

Véase también

Fuentes

  • Martín Vivaldi, Gonzalo. Curso de redacción. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1980.
  • REPILADO, Ricardo. Dos temas de redacción. La Habana: Editorial Revolucionaria, 1986.
  • Exposición - Foto
  • Estudios Culturales 2003