Fiebre Tifoidea en niños

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Fiebre Tifoidea en niños.
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Es una infección bacteriana. Los niños pueden enfermarse gravemente o incluso morir si no reciben el tratamiento adecuado.
Agente transmisor:Salmonella entérica serovar Typhi (S. Typhi).
Forma de propagación:La transmisión ocurre cuando individuos susceptibles ingieren agua o alimentos sólidos contaminados con la bacteria.

Fiebre Tifoidea en niños. Se trata de una enfermedad endémica que afecta predominantemente a niños entre 5 y 19 años de edad, aunque ahora se reconoce que la bacteriemia en menores de 2 años es común en áreas endémicas.

Historia

J. P. Crozer Griffith, de la Universidad de Pensilvania, que ha sido profesor de enfermedades de los niños y uno de los clínicos más expertos, escribió su primer tratado sobre fiebre tifoidea en los niños pequeños, antes de terminar el siglo XIX. Descubrió que los niños no solo podían adquirir la enfermedad después del nacimiento, sino que también los nacidos de madres con fiebre tifoidea, contraían a veces la infección dentro del útero.

Frecuencia

Se trata de una enfermedad endémica que afecta predominantemente a niños entre 5 y 19 años de edad, aunque ahora se reconoce que la bacteriemia en menores de 2 años es común en áreas endémicas.

El período de incubación es de 8 a 14 días con un rango de 3 a 60 días. La enfermedad se inicia con fiebre, síntomas constitucionales, cefalea y dolor abdominal; los pacientes pueden presentar anorexia y letargia; ~ 20% de los lactantes cursan con diarrea, en tanto que los adolescentes y adultos presentan constipación. Los signos clínicos incluyen sensibilidad abdominal, hepatoesplenomegalia y cambios en el estado mental; la roséola está presente en 5 a 20% de los casos.

Causas

La fiebre tifoidea es causada por bacterias S. typhi que se encuentran con mayor frecuencia en los alimentos o agua contaminados por una persona infectada, ya sea mediante sus heces fecales o el contacto de las manos sucias.

Factores de riesgo

Su hijo puede estar en mayor riesgo de infección si viaja en un país donde la fiebre tifoidea es común. Tener contacto directo con una persona infectada aumenta las posibilidades de contagio, así como tener el sistema inmunológico debilitado.

Complicaciones

Si la fiebre tifoidea no se trata rápidamente, el niño puede enfermarse gravemente. Puede ocurrir sangrado gsdtrointestinal u otros daños, por ejemplo:

  • La pérdida de peso severa.
  • Las diarreas severas.
  • La fiebre alta y persistente.
  • Los delirios o alucinación.
  • Dejar de comunicarse.

Diagnóstico

Su médico sospechará de fiebre tifoidea basándose en sus síntomas y también el historial médico y de viaje. No obstante, el diagnóstico se confirma a través de la identificación de S. typhi en la sangre o bien otro fluido anatómico o tejido. Para el cultivo, una pequeña muestra de sangre, heces fecales, orina, o bien de médula ósea, se pone en un medio singular que estimula el desarrollo de bacterias. En 48 a 72 horas, el cultivo se examina al microscopio para detectar la presencia de bacterias de fiebre tifoidea. Una cultura de la médula ósea es de forma frecuente la prueba más sensible para S. typhi. Aunque la prueba de cultivo es el método primordial para el diagnóstico, en ciertos casos se pueden emplear otras pruebas para confirmar una sospecha de infección, como una prueba de detección de anticuerpos a la bacteria de la fiebre tifoidea en la sangre o una prueba de verificación de ADN de la fiebre tifoidea en la sangre.

Tratamiento

Se encontró que primero la cloromicetina y después la ampicilina eran muy eficaces contra el S.typhi. en los recién nacidos, los peligros del uso de cloromicetina convierten a la ampicilina en el antibiótico de elección.

A parte de esto, se puede mencionar que se observó una epidemia de tifoide en el norte de México en al principio de la década de 1970, que estuvo causada por una familia de S. thypi que fue refractaria a la cloromicetina y ampicilina. Se creyó que esta familia se desarrolló a consecuencia del sobreuso de estos antibióticos.

Prevención

La prevención es la mejor manera de proteger a su hijo contra la fiebre tifoidea. Aquí hay algunos pasos simples para reducir las posibilidades de infección.

  • Beber sólo agua embotellada o hervida: el agua potable contaminada es una fuente común de infección.
  • Mantener las manos limpias: enseñe a su hijo a lavarse las manos con frecuencia. Es importante lavarse con agua tibia y jabón antes de comer los alimentos y después de usar el inodoro.
  • Un desinfectante de manos a base de alcohol: puede matar los gérmenes cuando el agua no está disponible.
  • Comer sólo frutas y verduras que se puedan pelar: las frutas o verduras crudas pueden haber sido lavadas con agua contaminada, por eso es necesario quitarles la piel.
  • Vacunas: existe una vacuna contra la fiebre tifoidea, hable con el médico acerca de la vacunación de su hijo.

Fuentes

  • Alexander J. Schaffer, M.D. y Mary Ellen Avery. M.D. Enfermedades del recién nacido. Tomo 2 Pág. 831. Edición Revolucionaria. La Habana. Cuba. 1983.
  • Información sobre Fiebre Tifoidea en niños (en línea). Consultado: 15 de noviembre de 2017. Disponible en: www.scielo.org.bo
  • Información sobre Fiebre Tifoidea en niños (en línea). Consultado: 15 de noviembre de 2017. Disponible en: www.aboutkidshealth.ca
  • Información sobre Fiebre Tifoidea en niños (en línea). Consultado: 15 de noviembre de 2017. Disponible en: www.guiatucuerpo.com
  • Información sobre Tifoidea en niños (en línea). Consultado: 15 de noviembre de 2017. Disponible en: www.salmonelosis.net