Fiebre reumática en adultos

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Fiebre Reumática en Adultos
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Fiebre Reumática en Adultos: Es una enfermedad sistémica que se caracteriza por reacciones inflamatorias diseminadas del tejido conectivo que afectan el sistema osteoarticular, cardiovascular, nervioso y la piel. Se presenta como una complicación tardía de una infección faringoamigdalina.

Curso pronóstico e historia natural

El curso de la fiebre reumática es variable. En general existe una secuencia característica y predecible de presentación de las manifestaciones mayores: la artritis y el eritema marginado son manifestaciones tempranas, la carditis y los nódulos subcutáneos intermedias y la corea tardía.

La mayoría de los ataques comienzan con fiebre y síntomas articulares, la carditis si se presenta lo hará en las primeras semanas (hasta la 4° o 5° ) La duración del ataque o brote es menor de tres meses, si existe carditis severa puede continuar hasta 6 meses.

La fiebre reumática no ocurre si la infección estreptocócica se previene o se trata. El pronóstico de los pacientes sin carditis en el primer episodio es óptimo y empeora si ésta se presentó.

Síntomas

ü Dolor abdominal ü Problemas del corazón (cardíacos) que pueden ser asintomáticos o pueden ocasionar dificultad respiratoria y dolor torácico ü Dolor articular,(principalmente en las rodillas, los codos, los tobillos y las muñecas) ü Inflamación articular, enrojecimiento o calor ü Hemorragias nasales ü Erupción en la piel (eritema marginado) ü Fiebre es alta durante la primer semana, luego decrece aun sin tratamiento, puede persistir tres a cuatro semanas.

Causas

La patogenia de la enfermedad se desconoce. Se postula de acuerdo con los datos epidemiológicos e inmunológicos que el estreptococo responsable de la faringitis desencadenaría una respuesta inmune con formación de anticuerpos que reaccionarían en forma cruzada con epitopes del corazón, el SNC, el ácido hialurónico, etc. o sus toxinas actuarían como supe antígenos. La población susceptible presenta un al antígeno relacionado con la célula B identificado con anticuerpos monoclonales (D8/17). La relación con otros HLA aún no está definida.

Incidencias

Se presenta con mayor frecuencia entre los 5 y 15 años, con incidencia similar en ambos sexos (excepto la corea y la estenosis mitral, que son más frecuentes en mujeres). Las condiciones de hacinamiento y la falta de higiene favorecen la diseminación de las infecciones faringoamigdalinas aumentando en estas circunstancias la frecuencia de la fiebre reumática. La infección reumática es la causa más frecuente de morbimortalidad cardiovascular entre los 5 y 25 años en países como la India o en el continente Africano. En los países desarrollados su incidencia disminuyó aún antes de la era antibiótica al mejorar las condiciones de vida. La incidencia en países desarrollados es de 5 casos por c/100.000 habitantes y 50 por c/ 100.000 en los no desarrollados. Los pacientes que padecen el primer episodio de fiebre reumática tienen mayor posibilidad que la población general de presentar una reactivación o recaída (siempre luego de una nueva infección estreptocócica). Su recurrencia es del 50% al año y disminuye gradualmente hasta un 10% luego del quinto año.

Diagnóstico

No existe ninguna manifestación clínica o prueba de laboratorio que por sí sola establezca el diagnóstico de fiebre reumática. Cada manifestación es variable en su forma de presentación y puede encontrarse aislada o asociada a las demás. Las manifestaciones más características se agrupan en los llamados criterios de Jones (1992). Cuando se presentan combinadas dos o más de ellas indican que existe alta probabilidad de que la enfermedad esté presente. El diagnóstico se basa en la demostración de una infección estreptocócica previa más la presencia de al menos dos criterios mayores o un criterio mayor y dos menores.

Tratamiento

Si a uno le diagnostican fiebre reumática aguda, recibirá tratamiento con antibióticos. Los medicamentos antiinflamatorios, como el ácido acetilsalicílico (aspirina) o los corticosteroides, reducen la inflamación para ayudar a manejar la fiebre reumática aguda. Es posible que uno tenga que tomar dosis bajas de antibióticos, como penicilina, zulfadiazina o eritromicina, durante un período prolongado para evitar el retorno de la faringitis estreptocócica.

Fiebre Reumática Aguda

Si los síntomas de la fiebre reumática son graves, en el tratamiento se incluirán corticosteroides, como la prednisona. Los corticosteroides deben reservarse para el tratamiento de la fiebre reumática severa. Después de unas dos o tres semanas de tratamiento con corticosteroides, la dosis puede ser cónica, se debe reducir en un 25% cada semana. En casos extremos, la metilprednisolona puede ser necesaria, ésta se debe administrar por vía intravenosa.

Cuando el paciente comienza a experimentar movimientos involuntarios, como los de la corea de Sydenham, el médico puede prescribir un anticonvulsivante, como el ácido valproico (Depakene, Stavzor) o carbamazepina (Carbatrol, Equetro u otros). La digoxina puede ser útil en estos casos, pero su uso debe controlarse estrechamente debido a la posibilidad de un bloqueo cardíaco.

El tratamiento de la fiebre reumática aguda es un tratamiento largo e incluso a veces, de por vida. El tratamiento incluye u seguimiento a largo plazo o de por vida también. Pasados unos años de haber experimentado fiebre reumática aguda, pueden aparecer lesiones en el corazón.

Fiebre Reumática en alérgicos a la penicilina

La penicilina es el fármaco por excelencia para tratar la fiebre reumática. Sin embargo, en pacientes alérgicos o en riesgo a presentar alguna reacción alérgica a dicho antibiótico, se les administrará una sola inyección parenteral de benzatina bencilpenicilina. Las Cefalosporinas orales, en lugar de la eritromicina, también es un medicamento recomendable y alternativo a los pacientes alérgicos a la penicilina.

Los factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de fiebre reumática incluyen: Antecedentes familiares. Algunas personas pueden llevar a un gen o genes que los hacen más propensos a desarrollar fiebre reumática. El tipo de bacteria estreptococo. Ciertas cepas de la bacteria estreptocócica son más propensas a contribuir a la fiebre reumática que otras cepas. Factores ambientales. Un mayor riesgo de fiebre reumática se asocia con el hacinamiento, la falta de saneamiento, y otras condiciones que pueden resultar en la rápida transmisión o múltiples exposiciones a bacterias estreptococos.

Complicaciones

La inflamación causada por la fiebre reumática puede durar unas pocas semanas a varios meses. En algunos casos, la inflamación puede provocar complicaciones a largo plazo.

La cardiopatía reumática es un daño permanente al corazón causado por la inflamación de la fiebre reumática. Los problemas son más comunes con la válvula entre las dos cámaras izquierdas del corazón (la válvula mitral), pero las otras válvulas pueden también ser afectadas. El daño puede resultar en una de las siguientes condiciones:

Estenosis de la válvula. Esta condición es un estrechamiento de la válvula, lo que resulta en la disminución del flujo de sangre. Regurgitación de la válvula. Esta condición es una fuga en la válvula, lo que permite que la sangre fluya en la dirección equivocada. Daño al músculo del corazón. La inflamación asociada con la fiebre reumática puede debilitar el músculo del corazón, lo que resulta en una pobre función de bombeo.

Los daños en la válvula mitral, otras válvulas cardíacas u otros tejidos del corazón pueden causar problemas futuros con el corazón. Las condiciones resultantes pueden incluir: Fibrilación atrial, un latido irregular y caótico de las cámaras superiores del corazón (aurículas) Insuficiencia cardíaca, incapacidad del corazón para bombear suficiente sangre al cuerpo

Fuentes