Filosofía medieval (Arabia)

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Filosofía Medieval (árabe)
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El desarrollo de la relaciones feudales de producción trajo como consecuencia el surgimiento del Islamismo.


Filosofía Medieval (árabe). Comienzos del siglo VII profundos cambios se producen en la vida social, la descomposición del régimen de la comunidad primitiva y el desarrollo de relaciones feudales en Arabia, dan lugar al nacimiento del Islamismo una de la religiones mundiales.

Filosofía en los países árabes

En el siglo VII partiendo de la Filosofía antigua y del pensamiento filosófico griego, en Oriente surge y alcanza un alto nivel la Filosofía arabográfica. De los siglos X a; XII estuvo representada por las siguientes tendencias: 1) el peripatetismo (aristotelismo) oriental; 2) la doctrina de los hermanos de la Pureza; 3) el sufismo y 4) la Filosofía musulmana ortodoxa.

Hermanos de la Pureza

En la segunda mitad del siglo X apareció en Basora una sociedad secreta religiosa-filosófica llamada Hermanos de la Pureza. Sus miembros escribieron cincuenta y un tratados, una especie de enciclopedia del saber científico y filosófico de aquella época. La doctrina de esta sociedad era de carácter sincrético. Para la Lógica y la Física se apoyaron en Aristóteles; para la medicina y la Psicología, en Galeno; en las cuestiones filosóficas generales se atenía al neoplatonismo y al neopitagorismo. Según su doctrina, el conocimiento se realiza por tres procedimientos: merced a los sentidos, al entendimiento y a la intuición. Los Hermanos de la Pureza eran partidarios de unir todas las religiones y todas las doctrinas filosóficas. La base de esta unificación era, según ellos, los conocimientos científicos y filosóficos, que liberarían de extravíos a la religión. Para el logro de la perfección, eran menester fisionar la Filosofía griega y la xara musulmana.

Peripatetismo oriental

Alkindi

Por su valor filosófico un hecho importante fue el Peripatetismo oriental (de los siglos IX al XI), que tuvo por iniciador a Alkindi (800-879). En sus escritos filosóficos, Alkindi estudió los problemas lógicos y gnoseológicos, que elaboró al comentar los trabajos de Aristóteles. Para Alkindi, los fenómenos de la naturaleza y la sociedad están condicionados causalmente y se rigen por leyes internas. Dios no es más que la causa remota de los fenómenos. El “cuerpo del mundo” es finito y creado, tesis esta que trata de demostrar por razonamientos lógicos. El esquema de los tres peldaños del conocimiento propuestos por Alkindi tuvo gran alcance. El primer peldaño – la Lógica y la Matemática – conduce a través del segundo – las ciencias naturales- al tercero: los problemas metafísicos. Alkindi trató con escepticismo el Corán y ciertos dogmas religiosos. Para los musulmanes ortodoxos era un hereje cuyos libros debía ser destruidos.

Relevantes figuras del aristotelismo oriental fueron Alfara-bi, El Biruni y Avicena.

Sufismo y la ortodoxia

Una reacción contra el materialismo y el racionalismo fue el Sufismo y la Filosofía religiosa-mística ortodoxa. El Sufismo es una doctrina de la rama neoplatónica. Niega autenticidad tanto al conocimiento perceptivo como al racional y predica el ascetismo, el divorciarse de todo lo terrenal. Para los sufíes, el conocimiento verdadero se logra únicamente por iluminación divina, que ocurre al unirse el alma del hombre con Dios. Hubo un Sufismo ortodoxo y otro herético. A menudo, bajo el manto religioso-místico del Sufismo, pensadores orientales expresaban ideas humanistas y, a veces antirreligiosas.

Al-Asari

Constituyó un intento de respaldar los dogmas religiosos con argumentos racionalistas el sistema de Al- Asari, que poco a poco fue conquistando a los teólogos musulmanes y se convirtió a partir del siglo XIII en la Filosofía del Islam ortodoxo. Según su doctrina, el mundo material está compuesto de átomos sin extensión separados por el vacio. El espacio, el tiempo y el movimiento tienen asimismo estructura atómica. El tiempo se compone de momentos separados (átomos del tiempo) entre los que no existe ninguna trabazón. El momento anterior no viene condicionado por el anterior. Para Al- Asari, Dios es la causa única de cuanto existe y sucede en el mundo. Al- Asari y los asaríes negaban que el mundo existiera desde toda la eternidad y se rigiera por leyes internas y sostenía que Dios no sólo ha creado el mundo, sino que está presenta en todos los fenómenos. Las cosas carecen de propiedades permanentes y Dios las crea sin cesar; Dios infunde positivos y negativos accidentes a la substancia (la vida y la muerte, el movimiento y el reposo).

En la segunda mitad del siglo XI combatió el Peripatetismo Algazali (1059-1111)es su obra “Contradicción de los filósofos”. Esencialmente, su crítica está orientada contra Alfarabi y Avicena. Algazali arremete contra la doctrina de la eternidad del mundo y sus leyes, contra la negación de la inmortalidad individual. Para este filósofo, el mundo fue creado por Dios a partir de la nada y la previsión divina se inmiscuye constantemente en la marcha de las cosas. Lo mismo que Al-Asari, niega la causalidad en la naturaleza y sostiene que lo que llamamos relación causal no es niño la habitual correlatividad de los sucesos en el tiempo.

A partir de mediados del siglo XII, cuando la reacción religiosa comenzó a hacer estragos, la vida científico-filosófica va extinguiéndose en el Este del mundo árabe.

Filosofía arabográfica en Occidente

Averroes

Paralelamente, la Filosofía arabográfica alcanza gran esplendor en el Occidente árabe (la España actual y la parte accidental de África del Norte). El Peripatetismo adquiere nuevos desarrollos en las obras de Avempace (finales del siglo XI), de Abentofail (cerca de 1110-1185 y Averroes (1126-1198). El célebre filósofo, jurista y médico Averroes, culmina el desarrollo del aristotelismo arabográfico. Sus contemporáneos decían que Aristóteles explicaba la naturaleza y que Averroes explicaba a Aristóteles. Sin embargo, Averroes, además de explicar la doctrina peripatética, la reelaboró.

Conforme Averroes, el mundo material es infinito en el tiempo, pero limitado en el espacio. El filósofo cordobés rechaza la fórmula religiosa que concibe al mundo producido por Dios “a partir de la nada”. Dios y la naturaleza son “coeternos”, decía. Dios es la fuente eterna de la realidad; la materia la base única del ser, fuente eterna de la posibilidad. Materia y forma no existen por separado, sólo mentalmente se las puede dividir. Como la materia y la forma constituyen un ente único, la posibilidad y la realidad también forman una unidad. La materia es fuente universal y eterna del movimiento. El movimiento es eterno y continuo, pues cada nuevo movimiento es resultante del anterior. Con todo, los elementos materialistas del averroísmo se mezclan con el idealismo. Para Averroes, todo lo existente se ordena en una jerarquía cuya cima es Dios, la “causa última” del ser. Dios es “el pensamiento que se piensa a sí mismo.”

Averroes es uno de los fundadores de la doctrina de la “doble verdad”, que habría de adquirir gran predicamento, y según la cual la verdad filosófica y la verdad religiosa no entran en conflicto, por cuanto se refieren a cosas distintas: la religión prescribe al hombre su comportamiento, la Filosofía trata de entender la verdad absoluta. Tuvo además gran significación la doctrina averroísta del intelecto como agente único. Sólo este entendimiento universal del género humano en su totalidad, como expresión de la vida espiritual ininterrumpida y sucesoria de la humanidad, es eterno e inmortal, mientras el entendimiento individual es temporal y perece con el hombre.

En el problema de los universales, Averroes sustenta una visión materialista. No son reales más que las cosas concretas; los universales son únicamente denominaciones de cosas, si bien tienen una base real, ya que si no serían falsos. Entender los universales es objetivo del conocimiento.

Averroes dedicó gran atención a la Lógica. Ve el significado de esta ciencia en que contribuye a que nuestros conocimientos pase de las percepciones sensoriales y las representaciones a la verdad inteligible. La verdad absoluta es cognoscible, se desvela poco a poco. Averroes trata despectivamente a los teólogos musulmanes, pues sus demostraciones se derrumban ante la verdad científica. Ahora bien, si rechazaba la teología no significa que rechazara la religión. Como referimos, disociaba las esferas de la Filosofía y de la religión: para la primera reservaba el terreno de la teoría y para la segunda, el de la práctica. Averroes es la última gran representación de la Filosofía del Medioevo.

Filosofía judía

Avicebrón

En la época feudad y en estrecha ligazón con la Filosofía arabográfica se desarrollo la Filosofía judía, muchos de cuyos cultivadores escribieron sus obras en árabe. El la Filosofía hebrea del Medioevo preponderaban el misticismo y la escolástica. El primero está representado por dos corrientes: la cábala y el neoplatonismo. La cábala es una doctrina semejante al gnosticismo y ve en la Biblia una suerte de ropaje que envuelve los misterios sagrados. En la cábala desempeñó un gran papel la mística de las letras y los números. El exponente máximo del neoplatonismo hebreo fue Avicebrón (1021-1070), que en su obra “Origen de la vida” trató de unir el monoteísmo judío con el panteísmo neoplatónico. Avicebrón interpreta la doctrina religiosa hebrea de la creación del mundo como emanación de la substancia divina primigenia.

Seguidor de Aristóteles en la Filosofía judía del siglo XII fue Maimónides (1135-1204), que en su obra “Guía de los extraviados” intenta demostrar la compatibilidad del judaísmo con la filosofía de Aristóteles. Para ello interpreta en un sentido figurativo las expresiones bíblicas que contradicen los datos de la ciencia y, de esta suerte trata de conciliar Filosofía y religión.

Maimónides reconoce que son endebles los argumentos teológicos referentes a la creación del mundo y la doctrina aristotélica acerca de la eternidad del universo. El mérito de este filósofo consiste en haber expuesto de modo sistemático las obras d Aristóteles y haberlas empleados profusamente en la Filosofía hebrea. Este intento de sintetizar la religión judaica con la Filosofía antigua, así como el espíritu de racionalismo acarrearon a Maimónides las iras de los ortodoxos del hebraísmo.

Fuentes

  • Historia de la filosofía. Tomo I. Historia de la Filosofía Premarxista. Segunda Edición. Ed. Progreso Moscú. 1983. Cap. II. Pág. 119.

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