Francisco Gómez Toro

Plantilla:Personaje históricoFrancisco Gömez Toro (Panchito) (1876-1896) Capitán del Ejército Libertador en las luchas por la independencia de Cuba. Hijo del Mayor General Máximo Gómez. Cayó en combate junto a su jefe, el Mayor General Antonio Maceo Panchito constituye, fundamentalmente para la juventud, un ejemplo de amor a la patria y de fidelidad a los jefes. José Martí se refirió a él como la criatura humana de menos imperfecciones que había conocido. Nació en La Reforma, Sancti Spíritus, Las Villas, el 11 de marzo de 1876.

Junto a Martí

En 1894, durante la preparación de la guerra, su padre lo dejó en Nueva York, bajo la tutela de José Martí. Panchito acompañó a éste en sus viajes a Tampa, Cayo Hueso, Costa Rica, Panamá y Jamaica.

Incorporación al Ejército Libertador y primeros combates

Ingresó en el Ejército Libertador como integrante de la expedición del quinto viaje del vapor Three Friends, que bajo el mando del Mayor General Juan Rius Rivera desembarcó el 8 de septiembre de 1896 por la caleta de María La Gorda, Pinar del Río. Fue designado ayudante del Mayor General Antonio Maceo, con grado de Teniente. Aunque asistió a los combates de Montezuelo y Tumbas de Estorino (24 y 26 de septiembre de 1896), su bautismo de fuego resultó ser el de Ceja del Negro (4 de octubre de 1896), pues fue donde disparó al enemigo por primera vez. A este siguieron los de Galalón, El Rubí y El Rosario. El 1 de diciembre de 1896 fue ascendido a Capitán. En la acción de Bejerano (también conocida como La Gobernadora), el 3 de diciembre de 1896, recibió una herida en el hombro izquierdo. Al siguiente día, 4 de diciembre, acompañó a Maceo en el cruce de la trocha de Mariel a Majana, por mar.

Caída en combate junto a Maceo

Cuando se produjo el combate de San Pedro, el 7 de diciembre de 1896, recibió la orden de mantenerse en el campamento, pues tenía un brazo en cabestrillo debido a la herida; pero al conocer la caída de su jefe partió hacia donde éste se encontraba, y cayó a su lado. Sobre su muerte existen varias versiones. La más aceptada es que, después de recibir dos heridas de bala y ante la imposibilidad de rescatar el cadáver de su jefe, prefirió morir junto a él quitándose la vida con el cuchillo de campaña. No obstante, los guerrilleros de la banda de Peral, que actuaban en la vanguardia enemiga, lo encontraron aún con vida y le cercenaron el cuello de un machetazo.

Fuente

Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera Parte (1510-1898). Tomo I. Biografías, Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 2004.