Francisco Rodríguez de Ledesma

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Francisco Rodríguez de Ledesma
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OcupaciónMilitar español. Capitán General y Gobernador de Cuba (1670-1680).

Francisco Rodríguez de Ledesma. Militar español. Capitán General y Gobernador de Cuba (1670-1680). Su gobierno se caracterizó por la introducción de nuevas reglamentaciones que permitían formalizar la propiedad sobre los terrenos y su venta. También hubo numerosas rebeliones de esclavos, en especial la ocurrida en las minas de El Cobre.

Gobernador de Cuba

El 6 de mayo de 1670 el Maestre de Campo Francisco Dávila Oregón y Gascón, hasta ese entonces Capitán General de Cuba, fue ascendido a Capitán General de Venezuela y en su reemplazó al frente del gobierno cubano fue enviado el Maestre de Campo Francisco Rodríguez de Ledesma. Francisco Dávila fue considerado como un gobernador despótico, que ejerció abusos de autoridad. Es por ello que al tomar posesión, Ledesma tuvo que enfrentar esta situación y llevar una política cuidadosa.

Hechos de su mandato

El nuevo gobernador prosiguió las labores constructivas de las fortificaciones de La Habana y otorgó gran número de patentes de corso a los capitanes mercantes, entre los que se distinguieron principalmente Felipe Geraldini y el Sargento Mayor Marcos de Alcalá. En 1680 se establecieron por España nuevas reglamentaciones sobre la tierra, que se incluyeron en el Código de Indias, una recopilación de todas las normas jurídicas existentes para el Nuevo Mundo y algunas nuevas. En este código se reconocía todo título legítimo y permitía formalizar la propiedad de los terrenos a los que no tuvieran estos documentos, mediante el pago al fisco de una cantidad de dinero. También autorizaba el remate de las tierras que se habían adjudicado legalmente y todavía estaban sin trabajar. Estas reglamentaciones posibilitaron ir conformándose una poderosa clase terrateniente.

Sin embargo, el proceso de consolidación de las grandes propiedades territoriales fue lento y culminó durante la primera mitad del siglo XVII en tres tipos principales: la estancia, la hacienda y las plantaciones. Las estancias eran fundamentalmente grandes áreas ganaderas creadas en los hatos o a partir de ellos. Las haciendas eran fincas agrícolas distinguidas por una economía autosuficiente basada preferentemente en el trabajo esclavo. Las plantaciones, también dependientes de la esclavitud, se especializaban en la producción comercial (por lo general cañera y azucarera), con productos destinados a mercados de ultramar.

Los cada vez más poderosos terratenientes propietarios de las haciendas y plantaciones fueron conformando una especie de élite o aristocracia colonial, con creciente participación y control de los cabildos y otros cargos gubernamentales que le permitían un grado apreciable de influencia en la política colonial.

Hacia fines del siglo XVII estallaron rebeliones de esclavos en Tínima, Mariel, Güines y Bayamo, pero el más significativo de estos hechos en aquella época fue el protagonizado en 1677 por los obreros de las minas de Santiago del Prado (hoy El Cobre), casi a las puertas de Santiago de Cuba, cuando un centenar de hombres y mujeres se opusieron con las armas en la mano a ser separados de las tierras que ocupaban y a verse reducidos nuevamente a la condición de esclavos. Más de cien años duró la insurrección de los cobreros, con períodos de relativa paz y repetidas tentativas de las autoridades coloniales por volverlos a la sumisión. Durante el gobierno de Rodríguez de Ledesma fue reemplazado el obispo Sáenz de Mañosea, promovido a la mitra de Guatemala, y en su lugar fue elegido el trinitario Alonso de los Ríos y Guzmán, pero el nombramiento de este último como obispo de Ciudad Rodrigo dio paso a que el canónigo de Avila Gabriel Diéz Vara Calderón, canonista ilustrado y austero religioso, se hiciera cargo de la diócesis habanera y se dedicara con energía a moralizar todos los asuntos eclesiásticos y a convertir al cristianismo a gran cantidad de aborígenes y esclavos en sus viajes por América. En 1678 un violento terremoto destruyó la catedral recientemente terminada, mientras que ese mis año la ciudad de Santiago de Cuba fue dos veces invadido por los piratas que comandaban Franquesnoy y el caballero Granmond, aunque fueron rechazados por fortuna, dejando gran número de muertos y prisioneros.

Su sustitución

Rodríguez Ledesma fue sustituido de su cargo de Gobernador y Capitán General de Cuba a principios de 1680 y nombrado para sucederle Alonso de Campos Espinosa, de quien no se tuvo después noticia alguna ni tampoco del buque que lo conducía, por lo que el 31 de agosto de de ese año entregó el mando de la Isla al Maestre de Campo José Fernández Córdova Ponce de León.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Arcadio Ríos. La Agricultura en Cuba. Editorial Infoiima. La Habana. 2016. 374 p. Págs. 58-59.