Francisco de Vitoria

Francisco de Vitoria
Información sobre la plantilla
Francisco vitoria.jpg
Dominico y humanista.
NombreFrancisco de Vitoria
Nacimiento1492
Burgos
Fallecimiento1546

Francisco de Vitoria (1492-1546). Dominico y humanista. Francisco de Vitoria fue el último de los profesos de San Pablo de Burgos, en septiembre de 1506.

Síntesis biográfica

Nació en Burgos. Descendía de judíos, a quienes unas veces favoreció en sus escritos y otras repudió tachándolos de usureros. Su hermano Diego, canónigo y gran predicador, se opuso desde el púlpito al deseo del cabildo burgalés de implantar en la ciudad los estatutos de limpieza de sangre, aunque fueron aprobados.

Viajó a París con 16 años para continuar sus estudios de Teología en el Colegio de Santiago, el centro académico más acreditado de la orden de los dominicos en esa época. Su estancia en la capital francesa duró varios años. Los primeros tres los dedicó a completar su formación humanística y los cursos de arte. También se interesó por el idioma griego, las matemáticas y las ciencias astronómicas.

Teología Escolástica

Centró su actividad académica en la reforma de la teología escolástica, coincidiendo en parte con Erasmo de Rotterdam, quien hizo tabla rasa del escolasticismo medieval. En ese sentido, creó la escuela teológica de Salamanca, enriqueciéndola con nuevas aportaciones críticas. En el Colegio de San Gregorio, en Valladolid, explicó tres cursos de la Summa teológica de Santo Tomás de Aquino. En 1526 sostuvo con el portugués Pedro Margallo un pugilato en el que resultó vencedor. Sobre esa misma obra inauguró sus lecciones en Salamanca, a cuya cátedra acudían centenares de alumnos atraídos por la fama del maestro.

En su escuela se formaron varios de los más eminentes pensadores de su época, como Domingo de Soto, autor del célebre tratado De iusticia et iure, y Melchor Cano, quien trazó el plan de una enciclopedia teológica. Vitoria nunca publicó un tratado de teología. Fueron sus discípulos los que se encargaron de dar a conocer sus escritos. El que más ha contribuido a mantener vigente el nombre del humanista fue el titulado Relectio de Indis o Relecciones, impreso por primera vez en Lyon en 1557 y luego en Salamanca ocho años más tarde.

Este es un texto literario de índole académica como los que ya existían en Bolonia y algunas universidades francesas. Lo cultivaron sobre todo los canonistas y legistas, calificando de repeticiones sus comentarios y glosas por el hecho de volver a dilucidar temas ya tratados, incluso fuera de las aulas. Las Relecciones de Vitoria abarcan varias docenas relativas a las humanidades, artes, derecho civil y canónico y teología. Una de ellas, De eo ad quo tenetur homo cum primum venit ad usum rationis, versa acerca de la suerte de las almas de los indígenas americanos.

El tema reaparece en De temperantia, en cuyas páginas se presagian las Leyes Nuevas de Indias. En De Indis, Vitoria formula sus conclusiones relativas a los derechos y deberes de España con los indígenas, y las corrobora con argumentos de derecho natural y divino positivo.

Durante el ambiente intelectual de su época

Vitoria no podía permanecer al margen de la controversia de las Indias. No solo estaba ligado a ella a causa de la disputa suscitada por los sermones de Antonio Montesinos, sino también como profesor y miembro de la orden dominica. Obviamente, Vitoria se alineó al lado de sus compañeros de magisterio sacerdotal, a los que brindó toda la fuerza de la lógica de sus argumentaciones derivadas del particular sistema aristotélico-tomista por él profesado. En él ejerció una gran influencia la tradición clara y firme sobre la libertad y dominio legítimo de los naturales de un territorio, así como las condiciones humanitarias con que debían ser tratados como hombres libres.

Los miembros de la Junta de Burgos, celebrada en 1512, habían declarado que los indios eran vasallos libres del rey de España, no esclavos, por lo que daban por sentado el dominio político que España había adquirido sobre los pueblos descubiertos. Teóricos como Matías de Paz en su obra De dominium regum Hispaniae super indos y el jurista Palacios Rubios en De insulis oeanis justificaban esa autoridad en virtud de la teoría teocrática medieval que afirmaba la potestad universal de la Iglesia en el campo de lo temporal en todo el orbe y, por consiguiente, la donación perpetua de las tierras americanas hecha por Alejandro VI a los Reyes Católicos.

Vitoria aborda con especial clarividencia el tema de la soberanía política de España sobre los pueblos ocupados desde fundamentos jurídicos. No duda de la justicia global de la conquista, sino de las bases teóricas en que se sustentaba y de cuestiones particulares de administración y gobierno. En su relección Secunda secundae trata el problema de la licitud de obligar a los indios a abrazar la fe católica y si es admisible la tolerancia de sus ritos paganos. Los cristianos, afirmaba, no podían apoderarse de las tierras de los indígenas. El Papa carecía de autoridad sobre los nativos del Nuevo Mundo en lo temporal y espiritual, ya que no estaban bautizados, pero sí era permitido que se les predicase el evangelio y si intentaban impedirlo entonces se les reduciría por derecho de guerra.

Al igual que Ginés de Sepúlveda, consideró que los naturales de América carecían de cultura. En consecuencia, los califica de bárbaros no muy diferentes de los animales salvajes. La conclusión de esa descripción “antropológica” es que el indio podía elegir entre su condición de homúnculo, dada por Sepúlveda, y la vitoriana de retrasado mental.

Ha sido reconocido como el padre y fundador del derecho de gentes o internacional, que se fundamenta en el concepto del ius gentium de Aristóteles, los juristas y filósofos romanos y Santo Tomás de Aquino. Ese derecho es, para él, el que usaban todos los humanos antes de la división de nacionalidades debido a que estaba constituido por la misma naturaleza.

Bibliografí aactiva

  • Relectio de Indis, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1967.

Bibliografía pasiva

  • Carro, Venancio: La teología y los teólogos españoles ante la conquista de América, Salamanca, Biblioteca de Teólogos Españoles, 1951.
  • Pereña, Luciano: Relecciones de Francisco Vitoria, Revista Española de Derecho Internacional, n. 15, Madrid, 1962.

Fuentes