Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano de Cienfuegos

Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano Institución con sede en Cuba Centro de divulgación y formación cultural mediante la realización de actividades apropiadas, al estudio y práctica de los ideales espirituales propugnados por la Teosofía y los contenidos en el Ideario del Apóstol Cubano José Martí. Fundación: 19 de mayo de 1950 País: Cuba Sede: Cienfuegos

Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano de Cienfuegos. Es una institución cienfueguera única de su tipo en el mundo, creada el 19 de mayo de 1950, por el asturiano Manuel Martínez Méndez en conmemoración a los cincuenta y cinco años de la caída en combate de José Martí en Dos Ríos, con el objetivo de divulgar su pensamiento y obra en estrecho vínculo con los ideales de la Teosofía.

El 30 de noviembre de 1950, al amparo de lo dispuesto por el artículo 35 del Código Civil vigente en la época, se le dota de personalidad jurídica y se oficializa como fundación cultural.

Constituye una institución de nuevo tipo, pues su estatus de fundación cultural, con fines no económicos, ni políticos, ni comerciales, le otorga una singularidad teórico - práctica que se presenta como una ruptura en el continuum socio-histórico de la localidad.

Historia

La Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano de Cienfuegos fue instituida por Manuel Martínez Méndez, el 19 de mayo de 1950, en el cincuenta y cinco aniversario de la caída en combate de José Martí en Dos Ríos, actual provincia de Granma. El abogado y notario de la Fundación fue el reconocido intelectual cienfueguero Dr. Osvaldo Dorticós Torrado, quien fuera Presidente de la República entre 1959 y 1976 y amigo personal de Manuel Martínez Méndez.

Los fines de la Fundación son:

"(…) ser un centro de divulgación y formación cultural en la más amplia acepción del vocablo y propenderá, mediante la realización de las actividades apropiadas, al estudio y práctica de los ideales espirituales propugnados por la Teosofía y los contenidos en el Ideario del Apóstol Cubano José Martí. Por eso las actividades que dicha Fundación verifique han de estar encaminadas a la propagación de sus ideales y a incitar la fe en los mismos".

Al concebirla e inscribirla como fundación, su creador se aseguró de que el legado filosófico y material de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano quedara en propiedad del Patronato que conforma su dirección y que jamás el Estado, o alguna institución de este, pudiese reclamar derechos de propiedad sobre ella; aunque además y para garantizar estos fines, en el artículo h del acta constitutiva se precisa que:

"En caso de disolución (…) por cualquier causa que debe ser acordada unánimemente por todos los Patronos, el patrimonio de la misma se trasmitirá a la Logia Teosófica Sophia de esta ciudad y subsidiariamente a la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica".

Martínez Méndez adquirió por el valor total de $ 17 500 pesos nueve fincas urbanas ubicadas en el Reparto Laredo, barrio Punta Gorda, de la ciudad de Cienfuegos. Estos terrenos se encuentran ubicados en un espacio físico que colinda por el norte con la Calle Segunda (Ave. 22), por el sur con la Calle Tercera (Ave. 20), por el Oeste con la Calle Concordia (calle 53) y por el Este con la Calle Esperanza (calle 55).

La Fundación radica en el edificio conocido como “Oasis Teosófico Martiano”. Este edificio y las parcelas de terreno aledañas, son propiedad de Manuel Martínez Méndez, según consta en el artículo TERCERO, del acápite APORTACIONES, donde se precisa el área de las propiedades adquiridas, los límites de las mismas, el precio individual y total de las parcelas, así como las contribuciones que el otorgante hace a la Fundación y que son, además de todos los terrenos ya mencionados y los inmuebles que en ellos existen; los escritos, trabajos u obras de carácter literario y filosóficos escritos por él, la biblioteca de su propiedad formada por más de diez mil volúmenes y todas las donaciones que luego se realizaron a favor de la Fundación y los productos o rentas de sus bienes; que alcanzaban un valor total que superaba con creces los veinte mil pesos en moneda nacional de la época.

En las actividades por la fundación, acto sencillo; pero muy significativo, en la mañana del 19 de mayo de 1950, se izó por vez primera la bandera de Cuba en el Oasis, (cien años después que lo hiciera Narciso López en Cárdenas, y por la tarde se colocó una tarja en el Rincón Martiano de la institución en la que se grabó el siguiente pensamiento de José Martí que, en opinión de los fundadores, constituye la piedra fundamental de ese edificio destinado a promover la verdadera cultura, la que educa al hombre como un todo integral y expresa su doble carácter martiano y teosófico:

"Edúquese lo superior del hombre, para que pueda, con ojos de más luz, entrar en el consuelo, adelantar en el misterio, explorar en la excelsitud del orbe espiritual. A eso viene Annie Besant de Inglaterra; a echar sobre los corazones su palabra piadosa y encendida, a tantear de buena fe, con oratoria a la vez sensata y mística, por los caminos de la religión venidera".

La Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano está regida por un Patronato compuesto de siete miembros, de los cuales tres ocuparon los cargos de Presidente, Secretario y Tesorero respectivamente y los restantes cuatro como Vocales.

Son atribuciones y deberes del Presidente, la realización de todos los actos de administración que como persona jurídica podrá realizar la Fundación; representarla en toda clase de asuntos, tanto judiciales como extrajudiciales, ante las autoridades y tribunales y presidir las sesiones del Patronato entre otras.

Constituyen atribuciones y deberes del Tesorero percibir y custodiar los fondos de la Fundación, llevar su contabilidad, suscribir los documentos y demás recibos de esta, así como redactar el balance anual y los presupuestos. No obstante es necesario precisar que, según consta en las actas de las sesiones ordinarias del Patronato, estas funciones generalmente recaían en la persona de Manuel Martínez Méndez, quien además corría con la mayoría de los gastos de la Fundación. Al Secretario, por su parte, le corresponde redactar citaciones, comunicaciones y documentos de la Fundación y las memorias de dicha institución y llevar el libro de actas de las sesiones del Patronatos. Queda a los Vocales la obligación de concurrir a las sesiones del Patronato y otros actos oficiales, velar por el cumplimiento de los fines con los que fue creada la Fundación, sustituir a otros miembros del Patronato si fuera necesario.

Manuel Martínez Méndez, fundador y Presidente

Es obligación de todos los miembros del Patronato, según declara el acta fundacional, velar por el funcionamiento y mantenimiento de la Fundación a tenor de sus fines, redactar el reglamento interno por el que se regirá la misma, cuidar de sus propiedades, acordar la posible disolución de esta y asegurarse de que sus bienes y propiedades, en este caso, sean heredados por la Logia Teosófica Sophia.

Fueron miembros fundadores del Patronato, además de Manuel Martínez Méndez como Presidente, las siguientes personas: “(…)Hortensia Alberich Espino, Graciela Ortega Espín, D. Gabriel de la Torre Campuzano; Pedro Pablo Gonzáles Figueredo; Norberto Arechea Ayala y D. Francisco M. Jiménez Travieso, cubanos, mayores de edad, divorciada, soltera y casados respectivamente, vecinos de esta ciudad”.

En reunión posterior, 28 de enero de 1955, se designaron las restantes responsabilidades dentro de la Fundación. Tesorero: Pedro Pablo González Figueredo y Secretario: Francisco Jiménez Travieso. (En junta celebrada el 19 de mayo de 1955 fue designada para este cargo Graciela Ortega Espín). Un año antes, el 27 de enero de 1954, Martínez Méndez había presentado ante el Dr. Osvaldo Dorticós Torrado, abogado y notario, para su legalización, el Libro de Actas de las sesiones del Patronato que dirige la Fundación.

Un primer elemento que confirma su singularidad histórica está en que constituye una institución de nuevo tipo, pues no se crea como una sociedad, ni como una asociación, ni como una logia: sino como una fundación, cuyos fines no son políticos, ni económicos, ni comerciales: sino culturales. Razón por la cual en sus salas solo se verifican actividades encaminadas a resaltar los valores y enseñanzas del pensamiento y la vida de José Martí, a generalizar las enseñanzas éticas y humanistas que propone la teosofía y a conmemorar las más importantes efemérides patrias.

Otro elemento que demuestra la singularidad que distingue a la Fundación está en la estructura elegida para dirigirla: el patronato. No existe otra entidad que haya tenido este tipo de forma directiva, al menos en la práctica sociocultural cienfueguera, si se compara con la de los Liceos, las sociedades benéficas y científicas como el Ateneo u otras instituciones existentes en la época.

Un aspecto también indicativo de su singularidad es la articulación que se da entre la labor social de la institución y la producción teórica que su fundador despliega en ella, lo cual apunta a la confluencia entre teosofía - ética - ideario martiano. En ella converge un grupo de intelectuales que engranan en sus análisis los postulados teosóficos con el pensamiento de José Martí.

Biblioteca

Las actividades económicas y comerciales desarrolladas por Manuel Martínez Méndez le posibilitaron un capital que puso en función de sus creencias filosófico – teosóficas. Con este dinero compró el inmueble donde radica la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano y creó, allí, una biblioteca muy surtida, compuesta por más de 10 000 volúmenes que versaban sobre filosofía, religión, artes y literatura, psicología, sociología, historia, física, matemáticas, química, etc.

Varias son las personalidades de la cultura y las ciencias sociales que coinciden en revelar la significación y trascendencia que la mencionada biblioteca tuvo en la formación y cultura personal de Martínez Méndez y de cuantos la visitaban.

En ese sentido, Danilo Iglesias, en un estudio sobre el desarrollo de la bibliotecología en Cienfuegos publicado en el boletín Conceptos de la Biblioteca Provincial, en 1994, señala:

" La Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano, (…), resultó un aspecto importante para la bibliotecología cienfueguera, al poseer la institución una vasta biblioteca cuyos fondos llegaban a más de 18 000 volúmenes. Entre estos predominaban las obras de tema filosófico, sociológico y metafísico, de autores antiguos como de modernos. Además, conservaba ediciones referidas al Arte, la Historia, las Ciencias, la Pedagogía, la Literatura, así como distintos diccionarios de materias y enciclopedias (…)".

Su sobrina, la Doctora en Pedagogía Leonor María Martínez Hernández, que se convirtió en albacea de su obra teórica poco antes de la muerte de este, asegura que:

"(…) Manuel se sentía fuertemente atraído por la obra martiana y por la personalidad de José Martí, (…) compraba todos los libros que del Apóstol o sobre él se publicaban, lo que le permitió poseer una biblioteca martiana (…), que fue considerada en su momento como la más grande de Cuba. (…)".

Esta biblioteca desempeñó un papel esencial para el estudio y divulgación de los ideas humanistas, ya que contribuyó a validar la capacidad de indagación humana en la búsqueda de la confluencia de las verdades espirituales y terrenales, según criterio de Martínez Méndez, lo que convierte a esta institución en un centro educativo que potencia en los individuos la necesidad (y la posibilidad) de la virtud y la utilidad sociales, toda vez que facilita el conocimiento y el autoconocimiento como elementos consustanciales de la moral.

Obras de arte

No solo una biblioteca posee la institución. Sus salones y paredes atesoran cuantiosas y muy valoradas obras de arte de prestigiosos autores locales y nacionales, la mayoría amigos personales de Martínez Méndez, como son los casos de los pintores y escultores Mateo Torriente, Roldán y Era.

Allí se encuentran bustos tallados en piedra o maderas preciosas (ácana, cedro y caoba) o hechos en yeso, de José Martí, Antonio Maceo, Carlos Manuel de Céspedes, Helena Petrovna Blavatsky, Henry Steel Olcott, Curuppumullage Jinarajadasa, Miguel de Cervantes Saavedra y el poeta José María Heredia.

La institución guarda lienzos de tema teosóficos, cuadros del fundador o de José Martí y otras pinturas al carboncillo o acuarela, fundamentalmente de José Martí.

También adornan sus paredes fotografías de importantes acontecimientos ocurridos allí o de próceres de la independencia de Cuba. Destaca entre estas una inmensa imagen de José Martí impresa en conmemoración del Centenario de su natalicio. De estas instantáneas solo se editaron cien y una de ellas está en el Oasis.

Labor sociocultural

La institución irradió su luz de sabiduría y aprendizaje a la comunidad en la que está enclavada y la localidad. Muestra de ello lo constituye la realización de actividades que fueron sistemáticas durante las décadas de 1950 - 1970, como cenas y cursillos martianos, conmemoración de las principales efemérides martianas y patrióticas, veladas culturales, recitales de música y poesía, conferencias, cursos académicos, develado de los bustos (José Martí, Antonio Maceo, Carlos Manuel de Céspedes, Helena Petrovna Blavatsky, Henry Olcott y Curuppumullage Jinarajadasa, etc., que tienen como eje resaltar los valores morales que promulgan la tradición martiana y teosófica, fomentar el amor a la patria y condenar las injusticias.

Sus salas se prestigian con las disertaciones de algunas de las principales figuras de la intelectualidad cubana y extranjera del momento, como Agustín Acosta, Medardo Vitier, Bienvenido Rumbaut Yanes, Heriberto Palenque, el historiador Manuel Isidro Méndez Presidente de Honor de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano y el Dr. Walter Blomquist.

En ella Martínez Méndez profundiza en sus estudios de la teoría teosófica atraído por la figura de la Sra. H. P. Blavatsky y desarrolla una profusa obra analítica sobre estos y otros diversos temas, orientada hacia una dimensión esotérica que él mismo intenta definir, con lo que realiza aportes conceptuales a estas doctrinas, toda vez que asume su razonamiento desde posiciones muchas veces diferentes y novedosas.

La Fundación, epicentro donde su fundador logró hacer realidad sus sueños de conjugar, en una sola institución, sus estudios teosóficos con los del ideal martiano, en muy poco tiempo ganó merecido prestigio y reconocimiento en la localidad, el país y dentro de la Sociedad Teosófica. Tal es así que se convirtió escenario para homenajear a prestigiosas figuras del ámbito local y nacional, como son los casos de los actos dedicados a Manuel Isidro Méndez, Rita Suárez del Villar y Juan Olaiz Guevara.

La merecida reputación ganada por la institución, entre otras razones, fue pretexto suficiente para que su fundador, Manuel Martínez Méndez, fuera reconocido por instituciones locales y nacionales:

• 15 de diciembre de 1950: la Comisión Interamericana del Primer Centenario de la Bandera de Cuba y de las Expediciones libertarias de Narciso López y el Comité Pro Centenario de la Bandera de Cárdenas, le otorga La Medalla Conmemorativa del Primer Centenario de la Bandera de Cuba, por su valiosa contribución al éxito del Año Aniversario que celebran.
• 28 de enero de 1954: el Dr. Rafael Fiterre, comisionado para la tarea por Banco del Caribe, le entrega la Medalla a la Emoción Martiana, por considerarlo martiano de méritos excepcionales.
• 23 de febrero de 1954: el Dr. Enrique Cañas Abril, Gobernador del Distrito 101, es comisionado por el Club Rotarios de Cienfuegos para otorgarle la Medalla de Oro por hacerse acreedor del Premio de Superación Ciudadana, galardón instituido para premiar a instituciones o personas que se distinguieran en la realización de obras que produjeran reconocidos beneficios para la comunidad o que enaltecieran los valores de la ciudadanía, lo que respalda el reconocimiento social ganando por el Oasis en la vida cultural de la localidad.
• 24 de enero de 1965: La Sección Cubana de la Sociedad Teosófica le entrega, a instancia de esta última, el galardón Homenaje de Gratitud Labor Omnia Vincit Improbus por sus cincuenta años de labor virtuosa en la divulgación y defensa de los ideales teosóficos.

En acto conmemorativo celebrado el 19 de mayo de 1960 por la caída en combate de José Martí y el décimo aniversario de la creación de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano, hacen uso de la palabra importantes figuras, entre quienes se destaca Isidro Méndez, que analiza lo que para Cuba significaron más de cincuenta años de república mediatizada y las nuevas perspectivas que se abren con la Revolución triunfante. Martínez Méndez, Presidente del Patronato de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano, analiza lo logrado en diez años de trabajo, y, en intervención especial, asegura:

"Me propongo hacer posible que el Evangelio de Martí sea el patrón del Nuevo Humanismo integral. Así como el antiguo apotegma era: ´Hombre conócete a ti mismo´ y el moderno: ´Hombre conócelo todo y olvídate de ti mismo´; el nuevo axioma ha de reconciliar aquellos dos modos del saber y del conocer, integrándolos y unificándolos. Este es el punto de partida de la doctrina de la Nueva Era, la del mundo que nace ahora".

Esta aseveración, que resume sus concepciones teosófico - filosóficas sobre el hombre y el universo que animan a la Fundación, promete abrir un nuevo ciclo en la vida y labor de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano, ciclo que se verá interrumpido con la muerte, el 20 de mayo de 1976, de Manuel Martínez Méndez y en quien recae la dirección de la institución luego entre 1971 y 1990 que no logran reactivarlo. Se prolonga así un período de silencio y abandono que va a ser superado, sin alcanzar la proyección social de sus inicios, por la nueva dirección.

En la actualidad en una nueva etapa, los miembros de la institución tratan de mantener vivas las aspiraciones de su fundador, respetando los principios básicos sobre los que fue fundada.

El intelectual cienfueguero José Díaz Roque, teósofo y miembro del Patronato de la Fundación en los años ochenta y noventa del siglo pasado, valora así el significado que esta institución tiene:

“ Fíjate en las palabras clave que tiene el título que él le da al centro que él crea - dice Díaz Roque -fundación no es cualquier cosa, no es una sociedad, no es una asociación, no es un grupo (…), sino que es una fundación, es decir una institución que pretende fundar; cultural, no le puso histórica, no le puso política (…) sino cultural. Adopta la palabra más abarcadora que puede asumirse en este sentido; oasis por la tranquilidad, por la pasividad, por la paz interna y externa que logró, y que trasmitía él y todo lo que logró en ese lugar; teosófico por su formación sólida, muy sólida teosófica y martiano por su convencimiento del pensamiento martiano (…) nunca pensé otra cosa, que lo de martiano fuera gratuito, fuera por estar en Cuba, o fuera por simpatizar solamente con la figura, la más grande figura cubana de todos los tiempos, sino sobre todo por su convencimiento en el ideario, en los ideales martianos, estaba convencido de ese ideario pleno (…), el ideario ético de Martí (…), no hay gratuidad alguna en la selección de Martí, hay una asunción de su ideario, de todo su pensamiento, plenamente (…)".

La historia cultural de Cienfuegos no puede prescindir de la labor de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano. Esta institución se convirtió en lugar propicio para el desarrollo de un pensamiento sui generis, crítico y reflexivo en torno a las realidades de su tiempo, donde confluyen los ideales éticos y humanistas de José Martí y de la doctrina teosófica en la eticidad y el humanismo que la distinguen.