Garrido-La Caridad (ciudad de Camagüey)

Consejo Popular Garrido-La Caridad
Información sobre la plantilla
Consejo Popular de Cuba
EntidadConsejo Popular
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaCamagüey
 • MunicipioCamagüey
 • Fundación1960
Población 
 • Total58 200 hab.
Pobladocamaguey.jpeg
Reparto La Caridad

Garrido-La Caridad (Camagüey). Es un Consejo Popular que se encuentra en la zona del Centro Histórico de Camagüey.

Situación Geográfica

La ciudad de Camagüey tiene una población de 317672 habitantes, de ellos el 96,82 por ciento se concentra en la ciudad. El centro histórico es el mayor del país con 300 hectáreas y 382 manzanas. Cuenta además con 58200 habitantes y una densidad de 194,29 habitantes por hectárea.

Surgimiento

Debido a la implantación y desarrollo de los principales renglones económicos en el siglo XVII, se hizo necesario ensanchar por primera vez las ciudades y fundar otras nuevas, planteándose nuevas necesidades como el transporte de los productos, el comercio y la administración. Para satisfacerlas se activaron una serie de vías de comunicación que circunvalaron estas ciudades.

En Camagüey, alrededor de 1620, se construye el Camino Real de Cuba para conectar la villa con La Habana y Santiago de Cuba. En el lugar donde estuvo el Paso Real de Jatibonico (Triana), se construyó el puente de La Caridad, para facilitar el tránsito del camino de Santiago.

Desde finales del siglo XVII e inicios del XVIII el tránsito constante de personas por esta área determinó que poco a poco se asentaran nuevos núcleos poblacionales, en la zona aproximada donde hoy está la plaza, que era la más alta. Los primeros en establecerse fueron los indígenas, obedeciendo a la imposición de los españoles y sus descendientes, (que ocupaban el centro de la ciudad y constituían la clase dominante) que no los admitían en sus cercanías, entre otras razones, por temor a los incendios, pues sus casas eran de paja.

Se dice que los indios construyeron a un lado del camino hacia Santiago una ermita de guano y tablas, y bohíos a su alrededor, donde sincretizaron a su diosa Atabeira, caracterizada por la presencia de la media luna a sus pies, al igual que la virgen cristiana. Esto se consideró como el origen de la barriada.

Puente de La Caridad

El Jatibonico, uno de los dos ríos que abraza a Camagüey, era de cristalinas aguas durante la seca y temible por el enorme caudal que lo hacía salir de su cauce en la primavera. Sobre él se construyó el puente que enlazó a la ciudad con el barrio de La Caridad de la que tomó su nombre permitiendo a las familias camagüeyanas instituir la costumbre de realizar paseos en carruajes, pero era en el mes de septiembre cuando se realizaban las Ferias de La Caridad que el tráfico se volvía incesante.

Aunque su fecha de construcción no se recogió en documentos, si se sabe que en 1729 era un puente de madera que tuvo corta duración por lo que fue dispuesta la construcción de otro de mampostería cuyas labores se iniciaron en 1764. La falta de fondos del Ayuntamiento paralizó el avance de la obra que no se pudo terminar hasta el 7 de diciembre de 1773. Poseía 3 arcos y medía 90 varas de largo, 15 de ancho en el extremo occidental y 12 en el oriental, su costo ascendió a la cifra de $7200, pagados en su mayoría por el vecindario.

En años posteriores se le realizaron reformas y reparaciones, así como el ensanchamiento y profundización del cauce del río para facilitar el curso de las aguas, protegiendo el puente y disminuyendo el peligro de inundaciones.

Urbanismo

Ante un plano de la época se observa, por el extremo en que está el río Jatibonico, que la villa: "podría parecerse a un abanico abierto, cuyo mango se representaría por el barrio de La Caridad."Al parecer el área estaba poblada desde 1774 por personas de poca solvencia económica, pero por su ubicación y las facilidades ofrecidas por el Ayuntamiento, pronto se fue despertando el interés de las familias acomodadas de la villa, quienes construyeron en ella sus segundas viviendas, así como lugares de hospedaje para los peregrinos que asistían a los festejos de la Virgen. La iglesia, hito fuerte en la zona, fue aglutinando en su entorno un grupo de viviendas que fueron dando forma a la plaza y poblando el paseo, de aproximadamente 1000 m de largo. La vida en el barrio se mantuvo por muchos años en torno a la plaza y la iglesia y no es hasta finales del siglo XVIII que empiezan a aparecer las viviendas con frente hacia la alameda según constan documentos oficiales. Sus manzanas, que presentan un trazado regular, según parece fueron concebidas siguiendo las ordenanzas de Felipe II, conformando la barriada con una estructura que contrapone con el trazado irregular de la vieja ciudad. Las dimensiones de las manzanas varían, desde 60m hasta de 180m, aunque las que predominan son las de 90m. Las primeras casas que conformaron las manzanas del naciente barrio eran de aspecto modesto pero confortable, con portales que rodeaban la calle principal a ambos lados. Pronto empezaron a aparecer cambios significativos en la estructura de las viviendas, las que se fueron construyendo con un grado mayor de complejidad en el acabado de sus fachadas, principalmente en las primeras décadas del siglo XIX debido a los incrementos en las exportaciones de azúcar desde finales del siglo XVIII. También aparece con este barrio, la casa de portal, tipología constructiva desconocida hasta ese entonces en la ciudad.

La Plaza de La Caridad

Lleva este nombre por lo menos desde 1760 debido a que cuando se estaba formando ese barrio adquirió el nombre de la avenida principal. La plaza es rectangular, su relación es de 1:1,5 y sus dimensiones son de 84 x 112 m (excluyendo los portales) en correspondencia con las recomendadas en las ordenanzas de Felipe II, siendo durante un tiempo la mayor y más regular de las plazas camagüeyanas. Se encuentra delimitada por cuatro calles en los extremos: Sociedad Patriótica, Cuba, Coronel Bringas y Avenida de la Libertad. Aunque que los primeros habitantes de la plaza fueran personas de escasos recursos económicos, a medida que la zona fue ganando en auge, se fue despertando el interés de las familias más acaudaladas del Puerto Príncipe quienes fueron asentando en el área sus casas de recreo y segundas viviendas. También aparecen lugares para el hospedaje de los peregrinos que asistían a las celebraciones en honor a la Patrona de Cuba. En la visita eclesiástica en 1756, el obispo de Cuba, Morell de Santa Cruz, expresó:[...] toda la Iglesia está circunvalada de portales de azotea con 4 varas de hueco al alto de sus paredes, comienzan con la de una capilla y la van bordeando hasta rematar con la otra, todo continuo e incorporado con la propia iglesia, cuya vista queda muy hermosa, y sus paredes y cimientos preservados de las lluvias; a distancia de 10 varas de los portales corren en contorno unas murallas con dos puertas a los costados, y una al frente, y por la parte interior y exterior, cocos y varios árboles frutales sembrados a trechos que divierten y refrigeran. Tal afirmación permite deducir que, una vez terminado el oficio religioso, solía reunirse aquí el grupo de fieles y vecinos a compartir la belleza del lugar sirviéndose frutas o, para mitigar el calor a la caída de la tarde. No es posible pasar por alto la concepción geométrica de la Plaza que se destaca visualmente al final de la calle principal en cuyo centro se alza la Iglesia. Quizás el hecho de ubicarla en el punto más alto de la zona y el uso de escalones para llegar a ella, constituyen una deliberada división entre el mundo terrenal y la "Casa de Dios". En el exterior, el conjunto formado por la Plaza y la Iglesia imponen igual distanciamiento mediante las calles amplias y rectas. Ubicadas alrededor de la Plaza se erigieron las viviendas unificadas entre si por el uso del portal peatonal, única también en cuanto a su uso en la ciudad, el colorido que ofrece la cubierta de tejas, marca el limite donde comienza el espacio destinado al mortal.

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La Avenida de La Caridad

Pasado el puente, existía un camino a continuación del cual nacían las primeras manzanas de la barriada de La Caridad. En ellas se levantaron las primeras casas muy modestas, pero de confortable aspecto, rodeadas por portales que flanqueaban la calle principal por ambos lados. Una vez atravesado el puente, a mano derecha la numeración era impar y, a la izquierda, par. Desde 1774 en el lugar residía un grupo de personas de escasos recursos económicos, pero a la vista de su ubicación y las facilidades ofrecidas por parte del Ayuntamiento, se convirtió en el punto de interés de las familias acomodadas de la sociedad principeña, quienes edificaron en esta zona sus casas de recreo, prestigiándola ron con el lustre de sus apellidos. Hacia 1838 durante su visita a Puerto Príncipe, Antonio Bachiller dijo que:"[...] la calle principal del barrio de La Caridad es muy extensa, recta y hermosa: arranca del sólido puente de La Caridad sobre el río Jatibonico al lado opuesto del camino de la Habana. Todas las casas tienen portales, pero desnivelado el piso de ellas: en esta calle hay muchos rasgos de la Calzada del Monte [...]". En 1843 D. Pedro Pinazo, Magistrado Inspector del Cuartel de la Caridad, adoptó entre otras medidas, la formación de un paseo en la barriada, dada la importancia de su calle Real y la concurrencia de esta en los días festivos. Propone la subrogación de un nuevo alumbrado por fanales de reverberos, colocados a distancias proporcionales en dos líneas, que dividiesen la calle Real en tres, una central para el tránsito de caballos y carretas y las dos laterales para la gente de a pie y volantas, con la distribución que en igual sentido admitiese la Plaza, y la plantación sobre esta de dos líneas de farolas, pintadas de verde y con sus reflejos de platino y lámparas de cobre. Esto daría a la Plaza y a la calle Real la importancia que merecían de acuerdo a su dimensión y proporciones, aumentando considerablemente el valor de la zona. El arquitecto D, Juan Collot se brindó gratuitamente para realizar los trabajos. La mano de obra fue aportada por presidiarios. Gracias a los planos trazados se comprobó que la calle era mucho menos recta de lo que parecía y que el ancho era desigual a lo largo de su trayecto. Esto trajo como consecuencia que no se pudiese utilizar dos líneas de arbustos y farolas, sino una sola línea central que dividiese la calle en dos bastante espaciosas y regulares. [...] la obra medía 973 varas castellanas de longitud y 24 de latitud la dividía en 2 calles o frentes laterales y una central, esta última tendrá 2 varas 1\4 de ancho y quedará en poco superior a las dos laterales para evitar el choque de los carruajes que corren por las otras preservando allí de este peligro la línea de farolas, asientos y arbustos que se colocaron en el centro de dichas calles, por cuyo motivo quedará garantizada en toda su extensión que servirán a contener el terraplén sobre el cual se colocarán una línea compuesta de 32 farolas de reverbero montadas sobre pilares y pescantes de hierro encajadas en pedestales de madera de fuste empotrados en vanos de mampostería, 20 asientos también de mampostería de 1 vara de ancho, 20 pulgadas de alto y 3 varas de largo, serán dobles y se les colocará un espaldar en el centro y 4 brazos en sus extremos de hierro, entre intermedios se formarán 220 cuadros de mampostería de 1 vara de diámetro para la plantación de igual número de arbustos. Las calles destinadas a los carruajes quedarán cortadas por sardineles colocados a muy poca distancia en sentido transversal [...] El 30 de diciembre de 1898 entra en Puerto Príncipe el Tercer Cuerpo del Ejército Libertador al mando del General de División Lope Recio, venían además Salvador Cisneros Betancourt y Rosa la bayamesa, a partir de entonces esta avenida se llamaría de La Libertad. Con el paso de los años la Alameda, sufrió una verdadera transformación hasta quedar reducida a ruinas, desapareciendo todas las flores que fueron sustituidas por matas de mango paridas, traídas desde las fincas cercanas, y los poyos y el piso reducidos al peor estado; todo esto motivó que a principios del siglo XX todo el paseo fue embaldosado con grandes lozas y ensanchado. Cuando triunfó la Revolución, las tropas cubanas transitaron por esta avenida el 4 de enero de 1959, al dirigirse a la Plaza de la Caridad.

Iglesia de Nuestra Señora de La Caridad del Cobre

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El coronel don Carlos de Bringas y de la Torre y su esposa doña Juana de Varona y Barreras edificaron a su costa el actual santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en un terreno que adquirieron fuera de la población junto al Camino Real de Cuba, como punto intermedio de descanso en el peregrinaje hacia el Cobre en Santiago de Cuba. Enriquecieron el templo con valiosas joyas de oro y plata; construyeron una casa de alto frente a la iglesia para que vivieran dos capellanes, a quienes dotaron competentemente e impusieron además $4000 para que el crédito de $3200 fuesen invertidos por el Mayordomo del templo en reparar sus fábricas, provisión de lo necesario para el servicio de ambas capellanías y culto de la imagen citada, y el rédito de los $800 restantes para una luz de la lámpara que debe cuidar la patrona y para aseo del local. Cifras considerables teniendo en cuenta que en esa época valía $3 una res vacuna, $8 un caballo y de $1,75 a $2 un buen cerdo para el matadero. El día 8 de septiembre de 1734 se colocó solemnemente en el santuario el “Divinísimo y la imagen de Nuestra Señora, con la advocación de Caridad”, dice un escritor de la época; celebrándose con tal motivo la primera feria de la Caridad de Puerto Príncipe, que son tradicionales y que inspiraron la novela de su nombre al ilustre camagüeyano don José Ramón de Betancourt. Años después el templo fue ampliado con dos galerías de arcos por los hijos del matrimonio, doña Catalina de Bringas y de Varona y su hermano, el coronel de milicias Diego Antonio de Bringas, que dio nombre a una de las calles que atraviesa la plaza. Durante la guerra de 1868 a 1878 el templo fue convertido en alojamiento de tropas de la guarnición y luego en hospital militar de atacados de cólera, por cuyo motivo la imagen de la Virgen de la Caridad fue trasladada al Santo Cristo del Buen Viaje y de este templo a la ermita de San Francisco de Paula, hasta que extinguido el mal y desocupada la iglesia, volvió a su altar. Algunos años después, varios vecinos de la barriada proyectaron levantar un piso más a la torre y poner un reloj público en la misma y efectuada una colecta por las Srtas. Sanz Agramonte, recogieron más de medio millar de pesos. Después, la interesante señora Altagracia Sanz Agramonte, viuda de Recio, entregó al padre Felipe de la Cruz, Párroco de La Caridad, la suma de $986.69 que tenia en su poder de lo colectado y de lo aportado por ella, cuya suma fue depositada en el Banco de Canadá, y sería empleada en la próxima restauración del templo, según proyecto de un Comité formado por personas religiosas y de verdadera fe, que se proponían acometer la empresa de restaurar la iglesia en forma que fuese digna de la Patrona y de la importancia de esta capital. En la actualidad, después de su reconstrucción total, terminada en 1935, que le impuso características modernas pero que se adaptan a las pesadas y voluminosas proporciones de sus congéneres, la Iglesia de la Caridad es la más joven de las construcciones actuales. Posee tres naves, su planta es rectangular y cuenta con portal, atrio, baptisterio, capilla, presbiterio y sacristía. Su fachada principal está formada por un portal compuesto de tres arcos de medio punto, siendo el del medio, mayor y abocinado; sobre este un nicho con la imagen de la patrona de Cuba, levantándose el paño de muro en forma triangular, apuntando hacia la torre redonda que la corona, conformada por arcos de medio punto sobre un tambor hexagonal y rematada por una cupulilla apuntada, que contrasta con la tosca y compacta cúpula que se levanta sobre el crucero, apoyada en pechinas. Sus exteriores modernos utilizan los vanos de medio punto sin resaltar, cerrados por las puertas naturales o ventanas. La parte posterior de la iglesia es la más antigua y aún mantiene algunas de sus características de macicez, ventanas con derrames y alero de cornisa y teja criolla. Sus muros de ladrillo y cemento varían su grosor desde 0,40m a 0,80m en la parte más antigua. El techo de la nave principal es de bóveda pero más plana que la de cañón, posee nervaduras en forma de arco carpanel o apainelado, siendo aún más plana en las naves laterales. El presbiterio se cubre con la cúpula hemisférica y el pequeño transepto con bóvedas que apoyan transversalmente. La sacristía posee un techo inclinado. La cubierta es de tejas en esta última parte y el resto se cubre con losa de barro.

Feria de La Caridad

Una de las costumbres tradicionales de Camagüey consistía en la llamada “Feria de La Caridad” que comenzaron a desarrollarse en el año 1734, al concluir la construcción de la iglesia, siendo una de las más importantes la celebrada en el año 1821, a la que asistió el capitán general don José Gutiérrez de la Concha, Marqués de La Habana, con su familia y séquito brillante. Tomando como excusa el 8 de septiembre, “día de la Virgen de la Caridad”, en la plaza donde se encuentra enclavada la iglesia de este nombre se efectuaban fiestas populares, donde no faltaban los salones de baile, quioscos para la venta de baratijas, así como bebidas alcohólicas, refrescos y comidas. Se paseaba por la plaza y la amplia Avenida de la Caridad. Y era característico (durante muchos años) el juego, que en la época del a república mediatizada auspiciaban profesionales del mismo, utilizando distintos medios que abarcaban desde el tiro al blanco o las argollas, hasta los aparatos mecánicos que se trasladaban de los garitos oficiales a la plaza de la Caridad. Existieron otras épocas en que la amplia avenida sembrada de mangos era alumbrada con los hachones de cuaba, que volcaban el día en la noche para alegrar el paso de las bellas camagüeyanas en volantas adornadas, mientras en los portales de las amplias residencias se jugaba a la lotería y en los salones interiores la juventud bailaba.
Lógicamente no faltaba la procesión con sus modificaciones consecuentes.

Caracterización del espacio

Análisis Morfológico

La plaza está rodeada por edificios de distintos períodos destacándose el colonial con exponentes como la iglesia que da nombre a la plaza y el edificio perteneciente a la Empresa de Industrias Locales; además de edificaciones del período republicano donde destaca el edificio ecléctico que sirve de cede a la secundaria Noel Fernández e inmuebles contemporáneos de menos relevancia entre otros. En el área existen edificaciones de valor arquitectónico, histórico y contextual, así como la combinación de los mismos. Aunque existen diferencias en las alturas y en las características estilísticas en uno y otro caso, en general prevalece cierta armonía en el conjunto solo interrumpida por la presencia de nuevas inserciones hechas sin seguir ningún criterio de integración.

Tránsito Vehicular

El sentido vial en las calles circundantes a la plaza es de un solo sentido con excepción de la avenida de La Libertad. Las calles tienen una amplia sección con espaciosas aceras a ambos lados. Responde al tipo acera-calle-acera sin presencia de parterre o jardinerías. El dimensionamiento arroja aceras de 2.5 metros en su mayoría y calles de 6m con doble sentido en caso de la A venida de la Libertad. Sin la presencia de tramos adoquinados como es característico en algunas regiones del centro histórico existe tráfico vehicular y peatonal en toda su extensión.
Se produce un conflicto vial en la esquina que esta formada entre Calle Cuba y Sociedad Patriótica a causa de la disposición del transito vehicular, donde convergen perpendicularmente vías con considerable trafico. Los autos provenientes de calle Cuba se encuentran en el mencionado punto con rutas de transportación urbana con dimensiones considerables cuyo giro se dificulta y retarda la vehicularidad. En cuanto a la accesibilidad existen 3 vias de acceso que conectan con puntos funadmentales del centro historico garantizando la conexión de la zona en estudio con el resto de la ciudad.

Elementos que pueden constituir hitos

La iglesia constituye por sus características tipológicas referentes a la altura y constitución del cuerpo del edificio por su carácter individual dentro del entorno, un elemento que desempeña a escala urbana una función de hito dentro de la ciudad sin alcanzar un carácter contundente en el sentido amplio de la palabra. Como punto de referencia permite la orientación de las personas que lo han convertido en una guía para sus recorridos por la zona.

Balance de animación

El balance de animación del área podría calificarse de ineficiente, pues la mayor parte de las edificaciones estatales desarrolla sus actividades de 7.30am a 5 pm a excepción del Copa Cabana que trabaja en horario nocturno. La gastronomía es pobre en esta zona, a pesar del número de persona que diariamente transitan por allí. Solo encontramos un puesto para la venta de helados el resto de los productos son ofertados por vendedores ambulantes.

Análisis sociológico

La plaza posee en fuerte valor cultural asociado a la iglesia de La Caridad, Ha sido sede de una gran variedad de acontecimientos culturales, históricos, deportivos y religiosos a lo largo del tiempo. Baste citar la presencia en la plaza del Comandante Fidel Castro dirigiéndose el pueblo de Camagüey por primera vez el 4 de enero de 1959 y las innumerables agrupaciones musicales que han hecho del espacio sitio para trasmitir su arte. También es tradición en la zona las peregrinaciones y festividades que se realizan cada año el día 8 de septiembre, desde la creación del templo, en conmemoración a la Santa Patrona.
Otra de las tradiciones en el área es “el entierro de San Pedro “actividad que pone fin a las actividades del “San Juan Camagüeyano”.

Análisis de la imagen actual

Aun sin tener en cuenta las precarias condiciones en que se encuentran algunos de los edificios, la imagen urbana que presenta actualmente el espacio resulta alarmante por la pérdida de los valores estéticos (más allá de las edificaciones), las actividades vandálicas que se realizan la zona y la suciedad existente.
Seguidamente se exponen una serie de aspectos que forman parte de la problemática del espacio:
-Casi la totalidad de los bancos del parque han desaparecido o están altamente deteriorados.
-De las 22 luminarias con que cuenta el parque, más de la mitad ha dejado de funcionar y algunas de ellas han sido víctimas de actos de vandalismo.
-La gráfica urbana es carente y de poca estética.
-El mobiliario urbano como cestos de basura y teléfonos son prácticamente inexistentes en la zona.
-El parque ha perdido gran parte del tratamiento de piso original.
-Existe una tendedera eléctrica que abastece de electricidad los kioscos que se ubican entorno a la plaza.
-La tienda La Caridad recibe mercancías en horario diurno.
-El espacio perteneciente a la iglesia es constantemente utilizado como lugar para satisfacer necesidades fisiológicas, sexuales o adictivas.
-Las áreas verdes del parque y del espacio de la iglesia han desaparecido en un alto por ciento a causa de la práctica en estos terrenos de juegos de pelota y fútbol por parte de los vecinos de la zona.
-Los portales de las casas así como el espacio ubicado en la parte posterior de la iglesia son frecuentemente utilizados como vertedero de basura.
-Las ferias y otras actividades que acontecen en el área dejan un alto grado de desechos tanto sólidos como líquidos, orgánicos e inorgánicos con sus respectivos olores en calles y portales
-Las festividades que se realizan en la plaza provocan altos niveles de contaminación acústica.
-Como resultado de estas actividades permanece en el área un escenario que carece de valores estéticos y ocasionando inconvenientes para el tráfico vehicular.
Análisis de las potencialidades de la zona.
A pesar de ser un lugar de poca concurrencia turística en la actualidad por la escasez de elementos que resulten de interés para los visitantes y el grado de deterioro que presenta, la zona posee potencialidades para el desarrollo de esta rama.
Al estar ubicada al final de un paseo donde convergen gran diversidad de estilos arquitectónicos con un alto valor patrimonial. La plaza de La Caridad podría ser un lugar de descanso, donde el viajero además de recibir una serie de servicios gastronómicos disfrute de actividades culturales, religiosas o simplemente disfrute del entorno.
El edificio donde radica la empresa de Industrias Locales ofrece potencialidades para convertirlo en un restaurante de comida criolla donde se le ofrezca al visitante una panorámica de cómo era la vida en la zona en sus inicios.
El espacio al frente de la iglesia podría ser empleado como área de mesas transitoria donde se realicen charlas culturales y se ofrezcan bebidas ligeras.
A nivel urbano se propone trasladar la circulación de ómnibus y demás vehículos pesados a calles aledañas.

Criterios de diseño

Es indiscutiblemente incuestionable al carácter aglutinador de la plaza en la zona que nos ocupa lo cual se acentúa con la presencia de la Iglesia como hito orientador a esta escala de diseño. Los extremos que limitan dicha plaza recogen varias funciones, prevaleciendo la medianeria. En los sectores sur y oeste se realza la zona de vivienda y en los otros dos aparecen funciones de escuela, tienda, el MININT y administración en el caso Planificación Física.
Es considerable el equilibrio en lo referente a la variedad de servicios destacándose la ausencia de los servicios gastronómicos. Funciones como la de Planificación Física y el Local de Industrias Locales pueden ser delegadas a sectores de nueva inserción de forma tal que la plaza aglutine servicios más típicos acorde a la movilidad y animación que define este repertorio, y en tal dirección enfocamos una de las directrices fundamentales de la propuesta.
El color rojo esta señalizando los edificios a rehabilitar. Ellos son la Escuela Noel Fernández Pérez, la Frank País García y la vivienda numero 73 que antecede al local que desempeña la función de Industrias Locales.
El verde representa las zonas a remodelar cumpliendo actual función de parques.
El violeta indica de igual forma locales a remodelar en este caso cumpliendo función de bodegas.
El color pastel representando la zona de la plaza específicamente el parque alrededor de la iglesia constituye una zona a renovar.
Con color verde olivo aparecen las viviendas a las que se le aplicara un mantenimiento.
En color magenta o rosado se muestran los locales propuestos para cambios de uso. Industrias locales cumplirá función de restaurante. El local 303 de Planificación Física esta previsto para una cafetería. El 275 también de Planificación Física esta propuesto para Joven Club. La actual vivienda numero 53 localizada al lado derecho de la ESBU Noel Fernández formara una zona funcional de dicha escuela. La actual dirección de esta ESBU será destinada a un taller artesanal de intercambio social.En color amarillo aparecen las zonas de inserción nueva de arquitectura donde se proyectaran viviendas y un edificio administrativo que albergara funciones de Planificación Física industrias locales y otras que sean necesidad de la zona.

Garrido

En esta localidad tenemos La Sala Polivalente en el cual se efectúan eventos deportivos y el Estadio Cándido González de nuestra provincia, junto a estos tenemos la Plaza de La Revolución donde se reúnen miles de camagüeyanos para formar parte actos políticos y conmemorativos cada año. También hay una sala de video y un Joven Club de computación donde se enseña a la población a trabajar con las computadoras y se imparten cursos de Profundización para mejor preparación de las personas, cerca podemos encontrar la Casa de los abuelos y la Escuela Especial Van Troi.

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Bibliografía

  •  Mi patria y mi provincia.