Gea

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Gea
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Deidad
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Religión o MitologíaGriega
Patrón(a) o Dios(a) dePersonifica la Tierra
País o región de origenGrecia antigua
Venerado enGrecia antigua

Gea en la mitología griega es la diosa que personifica la Tierra. Es la deidad primordial en el antiguo panteón griego, considerada una Diosa Madre o Gran Diosa. Su equivalente en el panteón romano era Terra.

Mitos

Gea es la madre Tierra de donde surgen todas las razas divinas. Ella nace después de Caos y antes de Eros (el Amor). Ella sola engendró a Urano (el Cielo) que la cubre al igual que Ponto (el mar).

Después se une con Urano y da a luz a los seis titanes: Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Japeto y Cronos. También tuvo a las seis titánides: Tía, Rea, Temis, Mnemósine, Febe y Tetis (madre del héroe Aquiles). Después nacieron los cíclopes (monstruos gigantes con un solo ojo), divinidades relacionadas con el rayo y el trueno. Por último nacieron los Hecatonquiros, seres de cien brazos, gigantescos y violentos.

Urano odiaba a todos sus hijos, por lo que los obligaba a vivir en las profundidades de su madre. Un día ella decidió liberarlos y les pidió que se vengaran de su padre, pero todos le temían demasiado. Sólo el menor, Cronos aceptó, pues lo odiaba mucho. Gea le entregó una hoz de acero a su hijo. En la noche cuando Urano cubrió a Gea toda para unirse con ella, Cronos le cortó los testículos a su padre y los arrojó detrás de él. La sangre que brotaba de la herida fecundó a Gea y de ahí nacieron los Gigantes, las Herinias y las Ninfas de los Fresnos, además de todas las divinidades realcionadas con los árboles.

Posterior a esta mutilación, Gea se unió con Ponto de donde nacieron las divinidades marinas: Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Euribia. Mientras, Cronos reinaba en el mundo y se había vuelto un tirano terrible y había encerrado a sus hermanos en el Tártaro, por lo que Gea planeó una nueva venganza. Los hijos de Rea y Cronos habían sido devorados por su padre, pero cuando ella estaba en cinta de Zeus, pidió ayuda. Gea y Urano le revelaron el secreto de los Destinos y le enseñaron como burlar a Cronos. Cuando el niño nace, Gea lo esconde en una caverna, al mismo tiempo que a Cronos le era entregada una piedra envuelta en mantillas, a la que devoró sin notar la diferencia.

Cuando Zeus estuvo mayor, luchó abiertamente con Cronos y Gea le hizo saber que necesitaría la ayuda de los Titanes. Estos al ser liberados por Zeus del Tártaro, le dieron el rayo, el trueno y el relámpago, armas con las que destronó a su padre.

Pero Gea seguía descontenta por la suerte de los Hecatonquiros, que habían sido derrotados, por lo que se une con Tártaro (dios de los abismos) y engendró a Tifón, con el que tuvieron que luchar los dioses por largo tiempo. Además nació de esta unión otro monstruo, Equidna.

La mayoría de las teogonías le atribuyen a Gea la maternidad de diversos monstruos como Caribdis, las Harpías, Pitón, el dragón guardián del vellocino de oro, e incluso la Fama.

Con el tiempo, Gea se convirtió en la madre universal, y conforme el mundo helénico personificaba a sus dioses, la tierra se encarnaba en divinidades como Démeter o Cibeles, y la tierra como elemento abandonaba la mitología.

Gea se consideraba además, como inspiradora de muchos oráculos, poseía los secretos de los Destinos, y sus predicciones eran más antiguas y seguras que las del mismo Apolo.

Sabiduría

La idea de tierra fértil como femenina y nutricia va más allá del mundo griego; es una idea común en casi todas las culturas que la fuerza primigenia y omnipresente, sea femenina y así aparece en diversas mitologías.

En la sugerencia de Carl Gustav Jung, la madre arquetípica era una parte del inconsciente colectivo de todos los humanos. La fuerza femenina como tal, que da a luz, que nutre y que luego recibe el cuerpo de sus hijos para verlos renacer. Tierra como entre vivo que genera, que responde, que recibe.

Madre de todos, dioses y hombres. Dioses que jamás estuvieron por encima de las leyes naturales, y que nunca osaron alterar el equilibrio cósmico. Diosa que presidía los matrimonios y los juramentos, la madre universal.

Personifica el principio cósmico de vida y fecundidad. Muchas veces representada como una mujer gigante que surge de la tierra, asociada también al Cuerno de la Abundancia o Cornucopia, sentada sobre una gran roca, estable e inamovible. Hoy en día, Gaia es un símbolo utilizado para proteger y salvar a la Tierra, misma que los griegos ya entendían como una esfera precaria y sensible que daba vueltas alrededor del sol y la llamaron planétes, o errante.

Mitología griega

La Teogonía de Hesíodo cuenta que Gea, Gaia o Tellus, la de anchos pechos, surge después del caos, y trae el orden y el equilibrio. Gea, la diosa madre, una de las seis divinidades primarias de la mitología griega. Creadora del universo, alumbró por sí misma el cielo estrellado, mismo al que se le llama Urano.

Urano, su igual, la cubría, la envolvía, la contenía y delimitaba los contornos de su cuerpo. Gea hizo a las montañas, hogar de las ninfas y a Ponto, el mar. Movida por Eros, el amor Universal, Gea se une a Urano. Sus primeros hijos fueron los tres Hecatónquiros, los tres terribles y desproporcionadamente poderosos gigantes de cien manos y cincuenta cabezas. De su segunda unión, nacen los Cíclopes gigantes constructores de murallas. Asimismo, dio a luz a los primeros dioses: los Titanes y las seis Titánides.

Urano, temeroso y descontento con sus hijos gigantes y cíclopes, los encierra en la oscuridad del vientre de la diosa, aunque existe otra versión que cuenta que los contiene en el Tártaro, la parte más profunda y tenebrosa del Erebo, morada de las sombras. Los cíclopes fueron condenados a vivir en el interior del volcán Etna. Gea, consternada, incitó a los titanes a que se rebelaran contra su padre. Urano terminó por encerrarlos también en el Tártaro. Gea acudió a ayudarles con las titánides. Pero apenas liberados, los cíclopes atacaron a los titanes y los hecatónquiros a las titánides, celosos de su belleza.

Gea se vio entonces obligada a encerrar por su cuenta y para siempre a cíclopes y hecatónquiros. La diosa pidió entonces ayuda a sus hijos, titanes, para vengarse de Urano, pero sólo Cronos, el menor, acudió. Cronos encontró a Urano confiado en brazos de Nix -la noche- y le castró con una hoz hecha de un material tan duro que sólo los dioses podían trabajar, hoz que le había dado Gea. Al salpicar la sangre de éstos en la Tierra, surgieron los Gigantes con armadura, las Erinias, tres diosas vengadoras que castigaban a los parricidas y pecadores y las Méliades o ninfas de los fresnos. Cronos arrojó al mar la hoz (que dió origen a la isla de Corfú) y los testículos de Urano, que produjeron una espuma de la que nació Afrodita, la hermosa diosa del Amor. Cronos enclaustró entonces a Urano en el Tártaro junto con los cíclopes y hecatónquiros.

Se instala Cronos en el poder y se casa con su hermana Rea. Pero Gea le predice que un hijo suyo también lo destronará. Para evitar esta maldición, Cronos devora a todos sus hijos recién nacidos, menos al último, Zeus, que es escondido por su madre en la isla de Creta.

Gea crió a Zeus (según algunas versiones de la historia), quien eventualmente rescataría a todos sus hermanos y hermanas. Juntos, Zeus y sus aliados derrocarían a Cronos.

Otra versión cuenta cómo Gea sirve un brebaje a Cronos que le hace vomitar a todos los hijos devorados; éstos, al mando de Zeus, se alían para derrocar al padre. Son ayudados por los Cíclopes, que proporcionaron el tridente a Poseidón, el rayo y el trueno a Zeus y un casco a Hades, mismo que lo volvía invisible.

Vencen entonces los aliados, y comienza el reinado de Zeus, se instaura el orden Olímpico y los dioses se reparten el mundo: Zeus, dios del cielo y de la tierra, reinará en el Olimpo (morada de los dioses); Hades, dios del infierno, lo hará en las tinieblas y las profundidades; y Poseidón, dios del mar, reinará sobre las aguas.

La diosa Gaia, aparece después de manera breve en la historia. Muchas de sus cualidades fueron adoptadas por diosas posteriores y futuras esposas del dios principal. Como consejera y madre de los dioses se le siguió rindiendo culto, sobre todo en Grecia, dónde era reconocida también por sus oráculos.

Gea persiste en la mitología de la Grecia clásica, donde sus papeles están divididos entre las diosas Hera -consorte de Zeus- Deméter - diosa de la agricultura-, Artemisa -gemela y esposa de Apolo- y Atenea -diosa de la razón.

Símbolos

Gea se manifestaba en lugares cerrados: la casa, el patio, la matriz, la cueva. Sus animales sagrados son la serpiente, el toro lunar, el cerdo, y las abejas. La amapola, la granada, los jardines, los campos de cultivo.

Ofrendas

Las madres romanas disponían a sus bebés un instante en el suelo para mostrarlos a la diosa e impregnar sus pequeños cuerpos con la fuerza de la Tierra. Hoy en día algunos de sus adoradores intentan alejarse del mundo material y están más en contacto con la naturaleza. La postración es una forma común de recordar a la diosa al buscar la cercanía de la tierra y someterse ante ella. Las prácticas chamanísticas, el diezmo, las alabanzas y las oraciones, los aceites, los perfumes, los inciensos, y sobre todo los jardines, las plantas y los árboles mantienen a Gea presente y pulsante.

Fuentes