Gengis Kan

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Gengis Kan
Información sobre la plantilla
Gran Kan
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Reinado 1206 a 18 de agosto de 1227
Coronación 1206
Otros títulos Khaqan
Nacimiento ca. 1162
Monte Burjan Jaldun, Bandera de Mongolia Mongolia
Fallecimiento 18 de agosto de 1227
Ningxia Bandera de la República Popular China China
Sucesor Ogedei Kan
Consorte Borte
Descendencia Jochi, Ogodei, Chagatai, Tolui
Casa Real Borjigin
Dinastía Gengisidas
Padre Yesugei
Madre Oelón-Eké


Gengis Kan (monte Burjan Jaldun, ca. 1162Yinchuan, 18 de agosto de 1227). Aristócrata mongol que unificó a las tribus nómadas del norte de Asia, fundador del primer Imperio mongol, el más extenso de la Historia.

Síntesis Biográfica

Nació en el seno de Los kiutes, tribus del suroeste del Lago Baikal, hijo de Yesugei jefe de la tribu y su favorita, Oelon-Eke (Madre Nube). El pequeño heredero recibio el nombre de Temujin, que significa "el mejor acero". Su nacimiento figura en los anales chinos en el año 1162, Año del Caballo. A los nueve años, según la costumbre mongólica, su padre lo llevó consigo en un largo peregrinaje para buscarle una esposa y en el desierto de Gobi, en la región donde vivían los Chungiratos, lindando con la Muralla China encontraron a Burte, una niña de su edad que, según la tradición, sería «la esposa madre entregada por su padre».

Al morir su padre de forma inesperada, el destino de Temujin sufrió un grave revés. Contaba  entonces con trece años y tuvo que asistir a la ruina de los suyos, ya que las tribus que se habían reunido alrededor de su padre comenzaron a desertar.La situación se agravó aún más cuando la familia se vio atacada por el jefe de la tribu de los Taieschutos, Tartugai, quien condujo a Temujin a su campamento amordazado, con un pesado yugo de madera al cuello y vendado por las muñecas para ser vendido como esclavo pero Temujin logró escapar una noche y la hazaña le dio gran fama entre los demás clanes, tanta que de todas partes comenzaron a llegar jóvenes mongoles para unirse a él.

Su primera batalla la libró contra los Merkitas, en castigo por haber raptado a Burte, su mujer, llevándose la victoria,  gracias a la ayuda que le brindó la tribu de los Keraitos. Ya en 1188 logró reunir un ejército de 13.000 hombres para enfrentarse a los 30.000 guerreros de Tartugai y los derrotó con facilidad ocupando nuevamente los territorios de su familia. Todas las tribus que a la muerte de su padre le habían abandonado volvieran a reunirse, reconociéndolo como único jefe legítimo y acrecentando su poder.

Rey de los mongoles

En el año 1196 los mongoles decidieron que había llegado el momento de elegir un nuevo rey entre los jefes de los campamentos y se propuso a Temujin para tal cargo sin que hubiera oposición para su elección como nuevo kan, aún cuando solo contaba con veintiocho años de edad. Desde ese momento se propuso, ante todo, fortalecer su propia tribu, constituir un verdadero ejército y estar informado de cuanto acaecía en sus tribus vasallas.

Bajo su mandato logró unificar a todas las tribus mongoles para ir a la guerra contra los pueblos nómadas del sur, los tártaros, a los que les infligió una severa derrota en 1202. En recompensa el emperador chino, enemigo acérrimo de los tártaros, le concedió el título de Tschaochuri plenipotenciario entre los rebeldes de la frontera. Los pueblos que no se le sometían eran derrotados en el campo de batalla y empujados hacia la selva o los desiertos y sus propiedades repartidas a manos de los vencedores.

Así la fama de los mongoles eclipsó la de todas las demás tribus expandiéndose hasta los confines de las estepas. Pero su ambición llegaba más lejos en 1203 se volvió contra sus antiguos aliados, los Keraitos, los ataco por sorpresa con el apoyo de las tribus del este y aniquiló al ejército que tantas veces le había ayudado. Mas tarde al año siguiente dirigió la lucha contra los naimanos turcos de Mongolia occidental que vivían en las montañas de Altai.

Esta vez el jefe mongol dio muestras de una magnanimidad poco habitual en él, esforzándose por favorecer el cruce de ambos pueblos y conseguir que el suyo asimilara la cultura superior de los vencidos. Pero no era ésta su acostumbrada norma de conducta, ya que el jefe mongol reunía todas las características del guerrero despiadado y cruel, afecto a las ejecuciones colectivas y a la destrucción sistemática de los territorios conquistados. Con los suyos, era también inexorable y despiadado, mataba a cuantos pretendían compartir con él el poder o simplemente le desobedecían.

Tras su coronación, se rodeó de una insobornable guardia personal y comenzó a enseñar a sus antiguos camaradas lo que él entendía por disciplina. Dedicó sus esfuerzos a poner orden en las estepas, imponiendo una severa jerarquía en la variedad de tribus y territorios que se hallaban bajo su dominio. Reinó de acuerdo a las leyes del severo código mongol, y organizó su reino de modo que sirviese exclusivamente para la guerra. Inculcó a sus súbditos la idea de nación y les puso a trabajar en la producción de alimentos y material bélico para su ejército, reduciendo sus necesidades al mínimo exigido por la vida diaria con objeto de que todos los esfuerzos y las riquezas sirviesen para sostener a los combatientes.

Creó un verdadero estado en armas, en el que cada hombre, tanto en tiempos de paz como de guerra, estaba movilizado desde los quince hasta los setenta años. También las mujeres entraban en la organización con su trabajo, y para ello les concedió derechos desconocidos en otros países orientales, como el de propiedad. El fin de dicho andamiaje social y político estaba destinado a lograr el eterno objetivo de los nómadas: apoderarse del imperio chino, detrás de la Gran Muralla China.

Expansión de un Imperio

En el año 1211 Gengis Kan reunió todas sus fuerzas y  convocó a  su guerreros, desde el Altai hasta la montaña Chinglan para que se presentaran en su campamento a orillas del río Kerulo. Atravesó el desierto de Gobi y cruzó la Gran Muralla y  se dirigieron contra  China en la parte norte, gobernada por la Dinastía de los Kin , librando una serie de campañas que terminaron en 1215 con la toma de Pekín. Gengis Kan dejó en manos de su general Muqali la dominación sistemática de este territorio, y al año siguiente regresó a Mongolia.

Desde allí inició la conquista del gran imperio musulmán del Karhezm, gobernado por el sultán Mohamed, que se extendía desde el mar Caspio hasta la región de Bajará, y desde los Urales hasta la meseta persa. En 1220 el sultán moría destronado a manos de los mongoles.

Invadieron  Azerbaiyán y penetraron en la Rusia meridional, atravesaron el río Dniéper, bordearon el mar de Azov y llegaron hasta Bulgaria, al mando de Subitai. Cuando ya todo el continente europeo temblaba ante las hordas invasoras, éstas regresaron a Mongolia. Allí Gengis Kan preparaba el último y definitivo ataque contra China. Mientras tanto, otros ejércitos mongoles habían sometido Corea, arrasado el Jurasán y penetrado en los territorios de Afganistán, Gazni, Harat y Merv.

En poco más de diez años, el imperio había crecido hasta abarcar desde las orillas del Pacífico hasta el mismo corazón de Europa, incluyendo casi todo el mundo conocido. Karakorum, la capital de Mongolia, era el centro del mundo oriental, y los mongoles amenazaban incluso con aniquilar las fuerzas del cristianismo.

Muerte

Murió el 18 de agosto de 1227 en Ningxia (China), antes de lograr la rendición China. Su última orden fue no divulgar la noticia de su muerte hasta que todas las guarniciones hubieran llegado a su destino y todos los príncipes se encontraran en sus campamentos. Durante cuarenta años había sido el centro del mundo asiático, al que había transformado con sus guerras y conquistas.

Las tribus mongoles eran ahora un pueblo robusto y disciplinado, con generales y estrategas de talento educados en su escuela. Tras su fallecimiento, el enorme rodillo mongol siguió aplastando gentes y naciones. Sus sucesores dominaron toda Asia, penetraron aún más en Europa y derrotaron a húngaros, polacos y alemanes.

Debido al secreto de su muerte se desconoce donde fue enterrado y aunque sucesivas legiones de historiadores han tratado de ubicar su tumba el lugar donde descanzan sus restos continúa siendo un misterio.

Su nieto Batú Kan, hijo de Jochi (primogénito de Gengis y fallecido antes que su padre), heredó la Horda Azul y su hermano Orda la Horda Blanca, Batú conminó al ejército mongol bajo su mando después de la muerte de Gengis, a llegar "hasta la última mar" y dominar todo el territorio habitado. Logró sojuzgar una gran parte de Europa y solo no llegó hasta sus confines porque muerto el emperador que sucedió a Gengis viajó a Mongolia por sus derechos al trono. Existe la leyenda de que instaló su tienda sobre la colina de Mamáyev Kurgán en Volgogrado, Rusia cuando llego hasta allí y que pretendía instalar en ella la capital de la Horda de Oro

Una de las más completas investigaciones acerca de Gengis Kan y su descendencia es la trilogía: Gengis Kan (libro), Batu Kan (libro) y Hasta la última mar del escritor ruso Vasily Yan, quien da título a la última parte con la frase que Batú Kan enarboló para dirigir a su ejército en las más lejanas conquistas.

Legado

La imagen de Genghis Khan, suele ser asociada a la de un conquistador implacable. Pero fue un iluminado que quiso crear un Imperio sin barreras comerciales e impedimentos nacionalistas. Aun hoy día, resulta desconocido para la mayoría de las personas, el legado de Genghis Khan:

  • Unifico a todas las tribus mongoles del Este y el Oeste.
  • Intento crear una única moneda mundial.
  • Introdujo el lenguaje escrito en Mongolia.
  • Creó puentes, que todavía se pueden usar hoy en día, que permitían el desarrollo de las Rutas Comerciales.
  • Facilito la apertura cultural y comercial entre Asia y Europa.
  • Sin la existencia del Imperio Mongol, los viajes de Marco Polo, quizás no hubieran sido factibles.

Fuentes