George Ellery Hale

George Ellery Hale
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Nacimiento29 de junio de 1868
Chicago, Illinois, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento2 de febrero de 1938
Pasadena, California, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Nacionalidadnorteamericana
Alma materMIT
OcupaciónAstrónomo
PremiosMedalla Henry Draper en 1904, Medalla de oro de la Real Sociedad Astronómica 1904, Medalla Bruce en 1916, Medalla Janssen en 1917, Medalla Galileo, Florencia, en 1920, Premio Actonian en 1921, Medalla Copley en 1932.
George Ellery Hale. Fue un astrónomo norteamericano. Recibió educación en el MIT y en otras unviersidades importantes como Harvard. Inventor del espectroheliógrafo, fundador del Observatorio de Monte Wilson y Observatorio de Monte Palomar.

Síntesis biográfica

Nació el 29 de junio de 1868 en Chicago, Illinois, Estados Unidos.

Inicios

Participó en la edición de la revista europea Astronomía y Astrofísica y fue el editor de otra revista llamada Astrophysical Journal, estas revistas abarcaban desarrollos, descubrimientos y teorías recientes sobre astronomía y astrofísica.

Fue responsable de la construcción de cuatro telescopios, cada uno de los cuales fue en su tiempo el más grande del mundo: el refractor de 1 metro del observatorio Yerkes, en Wisconsin, y, en California meridional, los reflectores de 1, 1,5 y 2,54 metros de Monte Wilson, y el reflector de 5 metros de Monte Palomar. Monte Wilson, en particular, fue un monumento a la doble pasión de Hale por la espectroscopia: allí los telescopios solares registraban los espectros del Sol de día, y de noche gigantescos telescopios reflectores se empleaban para sondear la multitud de otros soles dispersos por la Vía Láctea y más allá de ella.

Trayectoria

Hijo de padres acomodados, ya en su juventud demostró una aptitud y una pasión notables por las Ciencias físicas experimentales. Estudió en el Politécnico de Massachusetts y en la Universidad de Harvard, en Cambridge, y luego en varios centros universitarios y observatorios europeos.

En 1889, mientras se encontraba en el Observatorio de Harvard, inventó ya el primer modelo de espectroheliógrafo, que pudo perfeccionar algunos años después, y con el cual obtuvo interesantes fotografías monocromáticas del Sol con luz de calcio e hidrógeno. Tal invención y sus aplicaciones al estudio de las perturbaciones solares dieron lugar a importantes textos publicados por Hale en el periódico científico por él mismo fundado, Astronomy and Astrophysics, que transformó luego en Astrophysical Journal.

En 1892, con los medios que le proporcionara el mecenas C. T. Yerkes, fundó, no lejos de Chicago, el Observatorio Yerkes, al cual proveyó de un refractor con un objetivo de un metro de abertura; este aparato sigue siendo aún hoy el mayor telescopio del mundo de su tipo; con él, Hale y sus colaboradores pudieron llevar a cabo importantes investigaciones sobre la física solar, gracias al espectroheliógrafo adjunto, y en el ámbito de la espectroscopia estelar.

Hale dotó asimismo al Observatorio Yerkes de un telescopio horizontal con el que fue estudiado singularmente el espectro de las manchas solares, cuya menor temperatura respecto de la de la fotosfera determinó. En busca de condiciones meteorológicas mejores que las del norte de los Estados Unidos, estudió las de California y, con sus fieles colaboradores Adams y Ellerman, se estableció en el monte Wilson, para dedicarse, en particular, a las observaciones del Sol. Por aquel entonces, la Fundación Carnegie le concedió importantes recursos económicos para la construcción de un gran observatorio en la cumbre del Monte Wilson, en Sierra Madre y a 1.742 metros sobre el nivel del mar.
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1908

Tal centro de investigación astronómica se desarrolló rápidamente; Hale hizo construir para el mismo dos torres solares o telescopios verticales, destinados precisamente a las investigaciones sobre la física del Sol, y dos reflectores con espejos parabólicos de 1,50 y 2,50 metros de abertura. Con las torres solares descubrió, entre otras cosas, los remolinos de las manchas del Sol y los campos magnéticos propios y el general del astro. Gracias a los dos reflectores, los colaboradores de Hale pudieron realizar investigaciones y descubrimientos importantes sobre la estructura del Universo.

El impulso del astrónomo dio lugar, en la ciudad de Pasadena, al pie del Observatorio de Monte Wilson, al establecimiento no sólo de un laboratorio astrofísico, sino también del Politécnico Calthec, el cual, asimismo por iniciativa de Hale y con los recursos de la Fundación Carnegie, fue provisto del mayor telescopio reflector del mundo, con un espejo de cinco metros de diámetro; se halla situado éste en el Monte Palomar, unos 150 kilómetros al sur de Pasadena, también junto al litoral del Pacífico y en un lugar especialmente adecuado para las observaciones astronómicas.

Sus condiciones de salud no permitieron a Hale mantener la dirección del Observatorio de Monte Wilson ni ver completados los trabajos del nuevo, el de Monte Palomar. Hale publicó numerosos textos en diversos periódicos científicos e incluso en revistas de divulgación. Su libro Estudios sobre la evolución estelar reúne, precisamente en forma asequible, los puntos más relevantes de su labor.

Panorama científico

Cuando empezó el siglo XX, pues, varios de los aspectos más pasmosos de la cosmología precopernicana cerrada habían renacido en escala galáctica. Se pensaba comúnmente que el Sol estaba situado en, o cerca de, el centro de un sistema estelar -la Vía Láctea- que abarcaba todas las estrellas y nebulosas del cielo telescópico, y que, por ende, constituía nada menos que el universo observable entero. Más allá de nuestra galaxia tal vez hubiese un vacío infinito, pero esta cuestión era puramente académica, como lo había sido la del carácter del espacio más allá de la esfera exterior de estrellas en el modelo aristotélico.

La hipótesis nebular

Las primeras grietas en la fachada de la hipótesis nebular aparecieron en el campo teórico, cuando se descubrió un defecto fatal en la teoría de Jeans de cómo se había condensado el sistema solar. De ser correcta la hipótesis, calcularon los matemáticos, el Sol debía haber conservado la mayor parte del momento angular del sistema solar y rotar muy rápidamente; en cambio, el "día" solar dura veintiséis lentos días en el ecuador del Sol, y los planetas tienen el 98 por 100 del momento angular del sistema solar. Los datos de observación también empezaron a volverse contra la hipóteis nebular. Huggins obtuvo un espectro de la nebulosa de Andrómeda en 1888, pero lo halló difícil de interpretar. Nueve años más tarde, Julius Schteiner publicó en Alemania un espectro de la nebulosa de Andrómeda, y señaló que el espectro no era gaseoso sino estelar. Indudablemente, al menos algunas nebulosas espirales estaban constituidas por estrellas.

Luego acudieron en ayuda de los astrónomos las estrellas en explosión, como siglos antes habían hecho para Tycho Brahe, Kepler y Galileo. Cada siglo, dos o tres estrella supergigantes explotan en alguna importante galaxia media, con tal brillo que se las puede ver a través de las extensiones del espacio intergaláctico. Puesto que miles de galaxias (o nebulosas elípticas y espirales, como se las llamaba por entonces) estaban dentro del alcance de los telescopios y las cámaras existentes, sólo era cuestión de tiempo que se empezasen a detectar supernovas en fotografías de otras galaxias.

La primera de tales supernovas extragalácticas que se observó, en Andrómeda en 1885, estaba cerca del centro de la espiral, y por consiguiente podía ser explicada como el vómito de un protosol laplaciano. Pero luego, en 1917, George Ritchey, un óptico de Monte Wilson, y Heber Curtis, un astrónomo de Lick, anunciaron que habían encontrado varias novas en viejas fotografías de archivo de nebulosas espirales. Otros astrónomos empezaron a registrar sus archivos de placas y hallaron algunas decenas más.

Las novas no estaban en el centro, sino que aparecían principalmente en los brazos espirales. Esto era sumamente adverso para la idea de que todas las nebulosas eran gaseosas. Docenas de estrellas en explosión en galaxias llenas de estrellas tenía sentido; en discos laplacianos de gas, no. Según el comentario de Curtis: "Las novas en las espirales proporcionan decisivas pruebas a favor de la conocida teoría del "universo-isla"".

Estaba preparado el escenario para el descubrimiento de las galaxias. Lo que quedaba por hacer era el proyecto de examen más vasto de la historia de nuestro planeta: establecer la situación del sistema solar en la Vía Láctea y determinar las distancias de las otras galaxias fuera de ella. El paladín de esta causa fue el fundador de la astrofísica de observación, George Ellery Hale. La carrera temprana de Hale repitió el paso de la espectroscopia del Sol a las estrellas. Desde niño le fascinaba el Sol y construyó un observatorio en un patio interior donde observaba espectros solares.

Condecoraciones, homenajes y premios recibidos

Medallas y premios

  • Rumford prize en 1902. Otorgado por la Academia americana de artes y ciencias ,
  • Medalla Henry Draper en 1904.
  • Medalla de oro de la Real Sociedad Astronómica 1904.
  • Medalla Bruce en 1916.
  • Medalla Janssen en 1917.
  • Medalla Galileo, Florencia, en 1920.
  • Premio Actonian en 1921.
  • Medalla Elliot Cresson en 1926 .
  • Medalla Ben Franklin en 1927.
  • Medalla Copley en 1932.
  • Medalla Frederic Ives en 1935.

En su nombre

Fuentes