Graf Zeppelin

Graf Zeppelin
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TipoPortaaviones
País de origenAlemania
Historia de servicio
En servicio8 de diciembre de 1938
GuerrasHundido como blanco naval el 16 de agosto de 1947
Historia de producción
DiseñadorErich Raeder
Diseñado28 de diciembre de 1936
FabricanteAstillero Deutsche Werke
Producido1938
Especificaciones
Peso23.200 t
Longitud262,5 m
Anchura31,5 m
Tripulación1.720 marinos y oficiales + 306 de personal de vuelo

Arma primariaPrincipal:
  • 16 cañones de 150 mm
Arma secundariaAntiaéreo:
  • 12 cañones antiaéreos de 105 mm
  • 22 antiaéreos de 37 mm
  • 28 antiaéreos de 20 mm
  • Aeronaves 50, divididos en tres tipos:

    • 20 cazas Messerschmitt Me 109T
    • 20 bombarderos en picado Junkers Ju 87E
    • 10 torpederos Fieseler Fi 167
    Alcance35 nudos (65 km/h)

    MotorTurbinas de 147.000 kW, 4 hélices
    Velocidad máxima14.816 km (8.000 millas náuticas) a 19 nudos (35 km/h)

    El KMS Graf Zeppelin fue el único portaaviones alemán de la Segunda Guerra Mundial, nunca fue completado y nunca entró en acción. Nombrado así en honor al Conde Ferdinand von Zeppelin.

    Historial

    Su construcción fue ordenada el 16 de noviembre de 1935. La puesta de quilla fue el 28 de diciembre de 1936 en el astillero Deutsche Werke de Kiel como “Flugzeugträger A”(Portaaviones A) y fue botado dos años más tarde, el 8 de diciembre de 1938. El proyecto era que el buque estuviese completado a finales de 1940, pero esto nunca sucedió. Un detalle interesante es que en 1935, una comisión alemana visitó Japón para inspeccionar el portaaviones Akagi para obtener información a cerca de detalles específicos de su construcción. En abril de 1940 la construcción del Graf Zeppelin fue parada para centrarse en la construcción de los U-boats, y el trabajo en importantes unidades de superficie que se encontraban en fase de construcción fue detenida. Los cañones ya instalados fueron utilizados para las defensas costeras en Noruega y los barcos fueron transferidos a Gotenhafen (Gdynia). En 1935, Adolf Hitler anunció que Alemania estaría construyendo una flota de portaviones para reforzar la Kriegsmarine. Las quillas de dos navíos adicionales fueron colocadas el año siguiente. Dos años más tarde, el Gran Almirante Erich Raeder presentó un ambicioso programa de construcción naval llamado Plan Z, mediante el cual cuatro portaviones iban a ser construidos para el 1945. En 1939, se revisó el plan y consecuentemente se redujo la meta a dos.

    Construcción

    En mayo de 1941, la presión sobre los suministros de materiales, mano de obra y materias primas se comenzaba a sentir en Alemania. Raeder, quien mantuvo su optimismo, informó a Hitler que el Graf Zeppelin estaba alrededor de 85 por ciento completo, que se completaría en aproximadamente un año y que se necesitaba otro año para efectuar las pruebas necesarias y el entrenamiento de vuelo. Raeder siguió presionando a Hitler para asegurar que los portaaviones se construirían, pero las batallas con Göring se convirtieron cada vez en más amargas. Göring mostró su desprecio por la rama naval de aire informando a Hitler y Raeder, mientras ordenaba que las aeronaves para el Graf Zeppelin podrían estar disponibles sólo hacia finales de 1944. Las tácticas dilatorias de Göring funcionaron. Los trabajos en los portaaviones se hicieron con irregularidad desde el principio. El Flugzeugträger B se abandonó en 1940. La escasez de trabajadores y materiales minaron al Graf Zeppelin.

    Antes del lanzamiento, el énfasis del grupo aéreo del portaaviones en reconocimiento fue similar al concepto contemporáneo de la Royal Navy. El ala aérea iba a ser originalmente de 20 biplanos Fieseler Fi 167 para exploración y ataque con torpedos, diez cazas Messerschmitt Bf 109T y trece bombarderos en picado Junkers Ju 87G. El énfasis cambió a la capacidad ofensiva después de observar las operaciones de los portaaviones japoneses contra China en 1937. El bajo rendimiento de los Fi 167 motivó el cambio del proyecto a 30 Messerschmitt Bf 109T y doce bombarderos Junkers en picado.

    Presionado por Raeder, Hitler ordenó a Göring producir aviones de línea y, bajo esta presión, el mariscal del aire ofrece versiones rediseñadas de los Junkers Ju 87b Stuka y del Messerschmitt Bf 109E, que en ese momento se está eliminando gradualmente de los escuadrones de primera línea de la Luftwaffe. Raeder no estaba de lo más feliz, pero tuvo que aceptar, o no recibiría ninguno (incluida la insistencia de Göring de que el personal de vuelo debería seguir bajo el mando de la Luftwaffe). Todo esto dio lugar a otro retraso en la construcción de los aviones: las instalaciones de la cabina de vuelo debían modificarse.

    Más tarde, en 1942 los proyectos de los aviones navales incluían el Me 155 V2 y y el Ju 87E (una versión D) navalizado. Ninguno de los Ju 87E se completaron. En 1943, Hitler se había desencantado con la Marina. Raeder fue relevado, a petición propia, y Dönitz, el almirante de submarinos, ocupó el máximo puesto naval. Los trabajos se detuvieron con el 95% del portaaviones completo; todos los armamentos fueron desmontados y trasladados a baterías costeras de Noruega. El casco fue utilizado para almacenar madera para la Kriegsmarine.

    Aunque Hitler aseguró a Raeder que los portaviones se construirían, la guerra entre el Almirante y Göring no tuvo tregua y se convirtió en una más amarga e intensa. Göring mostró su desprecio por la Armada Naval, informando a Hitler y Raeder que los aviones encargados para el Graf Zeppelin no podían estar disponibles hasta finales de 1944. Así, las tácticas dilatorias de Göring comenzaron a dar frutos, ya que sin los aviones navales el Graf Zeppelin estaba inutilizado.

    Destino despues de la Guerra

    El destino del portaaviones después de la rendición de Alemania no estuvo claro por décadas después de la guerra. Según los términos de la Alianza de la Comisión Tripartita, un buque de categoría C (saboteado o dañado) debería haber sido destruido o hundido en las aguas profundas el 15 de agosto de 1946. En cambio, los soviéticos decidieron reparar los daños del buque y reflotarlo en marzo de 1946. La última foto conocida de la nave lo muestra dejando Swinemünde el 7 de abril de 1947. En una foto aparece en la cubierta de carga aérea varios contenedores, cajas y elementos de construcción. Por lo tanto, se supone que probablemente se utilizó para el transporte de equipos saqueados de fábricas de Polonia y Alemania a la Unión Soviética.

    Durante muchos años, no se dispuso de ninguna otra información sobre el destino del buque. Hubo algunas especulaciones de que era muy poco probable que el casco llegara a Leningrado, como se afirmó de que los servicios de inteligencia occidentales habrían observado la llegada de un buque grande e inusual. Esto parece implicar que el casco se perdió en el mar durante la transferencia entre Świnoujście y Leningrado. Una fuente llegó a la conclusión de que golpeó una mina al norte de Rügen el 15 de agosto de 1947, pero Rügen, al oeste de Swinemünde, no está en la ruta de navegación a Leningrado. Parece más probable que fuera más al norte en el Golfo de Finlandia, muy difícil por las zonas minadas del oeste.

    Después de la apertura de los archivos soviéticos, se arrojó nueva luz sobre el misterio. Aunque algunos creían que el portaaviones fue remolcado a Leningrado después de la guerra, en su libro Sin alas, la historia del portaaviones de Hitler, Burke lo discute. Lo que se sabe es que el portaaviones fue brevemente designado como PO-101 (Base Flotante Número 101) hasta que, el 16 de agosto de 1947, fue utilizado como un objetivo de la práctica soviética de buques y aeronaves. Al parecer los soviéticos instalaron bombas aéreas en la cabina de vuelo, en los hangares e incluso dentro de los hangares (para simular una carga de municiones de combate), y luego lanzaron bombas desde aviones y dispararon obuses y torpedos en la reunión. Con este ataque cumplieron tanto con el mandato tripartito (aunque con retraso) y proporcionaron a los soviéticos experiencia para el hundimiento de portaaviones. En este punto, la Guerra Fría estaba en marcha, y los soviéticos eran muy conscientes de la gran cantidad y el centro de importancia de los portaaviones en la Marina de los EE.UU., que en el caso de una verdadera guerra entre la Unión Soviética y los Estados Unidos serían objetivos de gran importancia estratégica. Después de ser golpeado por 24 bombas y proyectiles, el buque no se hundió y tuvo que ser rematado por dos torpedos. La posición exacta de los restos del naufragio se desconocían desde hace décadas.

    Hundimiento

    En 1943, Hitler se había desencantado con su Armada Naval. Raeder fue relevado a petición propia y Dönitz, el almirante submarino, ocupó el puesto naval de mayor importancia en Alemania. El trabajo en el Graf Zeppelin se detuvo por completo. A medida que el final de la Segunda Guerra Mundial se acercaba, el Graf Zeppelin fue hundido en aguas poco profundas, en Szczecin (conocido por los alemanes como Stettin), el 25 de abril de 1945, justo antes de que el Ejército Rojo tomara la ciudad. Después de la rendición de Alemania, sin embargo, el destino de este navío no estuvo claro.

    Con la guerra dando sus últimos coletazos, en abril de 1945 y con el portaaviones anclado en Stettin (en la actual Polonia), el capitán Wolfgang Kähler dio la orden de volar el buque para evitar que cayera en manos soviéticas.

    Hallazgo

    Expertos de la marina polaca han identificado un barco hallado en el fondo del Báltico como el Graf Zeppelin. Según informaron, no cabe la menor duda de que el casco encontrado al norte del puerto de Wladyslawowo perteneció al portaaviones alemán. El 12 de julio de 2006, un buque perteneciente a la compañía petrolera polaca Petrobaltic examinaba el fondo del Báltico como parte de un proyecto para construir una tubería. El sonar del R/V Santa Bárbara confirmó el hallazgo de un barco desconocido de aproximadamente 850 pies de largo, cuya forma era la de un portaviones. Dos semanas más tarde, la nave polaca ORP Arctowski inició una exploración de los restos del naufragio, y confirmó que era sin duda el Graf Zeppelin.

    El Graf Zeppelin, un buque gigante de casi 260 m de largo, yace a una profundidad de 87 m, pero no constituye un peligro para la navegación, porque su punto más elevado se encuentra 60 m debajo de la superficie del agua. Ahora, un equipo de expertos planea rescatar los artefactos de la nave.

    Fuentes

    Enlaces Externos