Grand Pas de Quatre

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“Grand pas de quatre”
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Litografía del estreno del Grand pas de quatre
Datos Generales
Año:1845
País:Francia

Grand Pas de Quatre: es un ballet divertimento con coreografía de Jules Perrot, de 1845, creada por sugerencia de Benjamin Lumley, Director del Her Majesty's Theatre, con música compuesta por Cesare Pugni. La traducción al español del título sería “Gran paso a cuatro”

Historia

En la noche de su estreno en Londres , (julio de 1845) causó sensación y cautivó igualmente a los críticos y al público. La razón de esto fue que este ballet unió, en el escenario, a las cuatro más grandes bailarinas de la época; las bailarinas fueron, en orden de aparición, Lucile Grahn, Carlotta Grisi , Fanny Cerrito, y Marie Taglioni; por entonces Taglioni tenía 40 años, Cherrito 28 años, Grisi 26 años, Grahn 24 años. El orden de aparición fue por edad, de la más joven a la mayor. Este reparto solo bailó cuatro presentaciones. La reina Victoria y el príncipe Alberto asistieron a la tercera de estas cuatro presentaciones.

Para uno de los papeles protagónicos el coreógrafo pensó en otra gran bailarina de la época, Fanny Elssler, la cual fue invitada a formar parte del reparto. Ante la negativa de esta la joven Lucile Grahn se unió al reparto

Grand Pas de Quatre captó la esencia del estilo romántico por como las bailarinas bailaban con recatada ligereza, delicadeza y elegancia. Los pasos exigen en cada área que la técnica clásica del ballet se ejecute rigurosamente; estas áreas incluyen los movimientos: "allegro, adagio, allegro pequeño gran juego de piernas, rápidez, cambios de posición, gracia y movimientos elegantes y fluidos de brazos" que se han convertido en un elemento y la firma de este ballet blanco. Cada bailarina tiene una variación individual, que se realizan en sucesión entre una apertura y un final donde bailan las cuatro bailarinas juntas. Estas variaciones fueron coreografiadas por Jules Perrot para mostrar las mejores características de cada una.

La obra es considerada uno de los ballets blancos más conocidos y en aquel momento significó mucho: era una composición de pura danza, sin tema, para cuatro bailarinas románticas, interpretadas por estas cuatro grandes personalidades de la época. Estas estrellas de la escena tenían tantas diferencias entre sí, que en pleno montaje la tensión fue tan fuerte que se negaron a bailarlo. Sólo un decreto real logró que finalmente se hiciera la puesta en escena, la reina prácticamente obligó a las bailarinas a interpretar la coreografía de Perrot

La obra se convirtió en un éxito comercial más que artístico, el público asistía a las funciones sólo para ver a las bailarinas juntas en una pieza que contaba con variaciones para cada una de ellas cuidando que ninguna fuera opacada.

Casi cien años después, en 1941, el coreógrafo Anton Dolin revivió este Ballet, montándolo para las bailarinas Nathalie Krassovska como Lucile Grahn, Mia Slavenska como Carlotta Grisi, Alexandra Danilova como Fanny Cerrito, y Alicia Markova como Marie Taglioni. Desde entonces, muchas compañías de ballet y bailarinas la han presentado en escena.

La figura femenina en el ballet del romanticismo

Durante la época del romanticismo se produjeron hondos cambios en la concepción del ballet. Luego de tres siglos donde el sexo masculino fue el protagonista de la danza clásica, se impuso una nueva estética que privilegiaba la supremacía de la mujer, lo cual revitalizó al ballet. Las bailarinas, al obtener el protagonismo, se convirtieron en seres ideales, y a sus habilidades técnicas se sumó su sentido muy dramático de la interpretación, lo que les permitió generar un arte de magia e ilusión. Las “ballerinas” atraían por igual a hombres y mujeres. A ellos, por la visión de las piernas de una mujer en el escenario, y a ellas porque la imagen de una bailarina clásica suponía una mujer de condición exitosa. Sin embargo no eran bien vistas socialmente porque sus labores dentro del arte eran consideradas impropias de una mujer. Más allá de eso, hubo algunas que llegaron a destacarse, logrando el reconocimiento del público y pasaron a formar parte de las leyendas del ballet: María Taglioni, Carlotta Grisi, Lucile Grahn y Fanny Cerrito

Las cuatro figuras del estreno

Marie Taglioni
Maria Taglioni, considerada la diva de las divas de la escena romántica del ballet, una bailarina sueca de origen italiano, fue la figura más importante de su tiempo. Estableció el estilo delicado y etéreo característico del ballet romántico. Estudió con su padre, el coreógrafo italiano Filippo Taglioni, y con Jean-François Coulon en París. Debutó en Viena en 1822 y entre 1829 y 1837 fue primera bailarina de la Académie Royale de Musique de París. Interpretó el papel principal en La sílfide, actuación que inauguró la era romántica en el ballet. Con esta interpretación se convirtió en una de las primeras mujeres que bailaron en pointe (sobre las puntas de los dedos). Al mismo tiempo, introdujo el tutú romántico y el corpiño ajustado que se convirtió en el vestido clásico femenino del ballet del siglo XIX. Desde 1837 hasta 1842 fue la primera bailarina del Teatro Bolshói.

Carlota Grisi
Carlotta Grisi: bailarina italiana, una de las más importantes intérpretes del romanticismo, se unió al ballet de la ópera de La Scala de Milán en 1829. Más tarde fue alumna y amante del famoso coreógrafo francés Jules Perrot. Fue aclamada por su creación del papel protagonista en Giselle, ballet romántico escrito por el poeta francés Théophile Gautier y coreografiado por Perrot y Jean Coralli. Gautier también escribió un famoso papel para Grisi en La péri.

Lucile Grahn
Lucile Grahn fue la primera bailarina danesa de renombre internacional. Estudió desde pequeña en la Real Escuela del Teatro danés de Copenhague. Entre 1839 y 1845, Grahn bailó en varios teatros, como Londres, San Petersburgo y Milán Milán y en 1845 su carrera alcanzó estrellato

Fanny Cerrito
Fanny Cerrito : Fue una bailarina italiana brillante, vivaz y una de las pocas mujeres coreógrafas del siglo XIX. Nació en Nápoles con el nombre de Francesca Cerrito, y estudió con el célebre maestro italiano Carlo Blasis, los notables coreógrafos franceses Jules Perrot y Arthur Saint-Léon (su pareja favorita y desde 1845 hasta 1851, también su marido). Fue famosa por sus papeles de Ondine (1843) y Gemma (1854)

Grand pas de quatre en Cuba

Las cuatro joyas bailando Gran pas de quatre

Alicia Alonso, sin ignorar las versiones de Keith Lester y Anton Dolin, pero volviendo a fuentes originales (grabados, descripciones, análisis históricos de la técnica y el estilo de las referidas bailarinas, etc.), reconstruyó el ballet y realizó una nueva versión para el Ballet Nacional de Cuba y el Ballet de la Ópera de París, que fue estrenada en Francia, durante el Grand Prix de la Ville de Paris en el año 1970. Las "cuatro joyas" del Ballet Nacional de Cuba – Mirta Plá, Josefina Méndez, Loipa Aráujo y Aurora Bosh – obtuvieron, mediante la interpretación de este ballet el Premio Estrella de Oro de París; y Mirta Plá, además de la mencionada Estrella, una Mención Especial por su magistral Mademoiselle Cerrito. Este ballet, desde ese momento, se convirtió en una de las piezas más aclamadas del Ballet Nacional de Cuba y ha sido interpretada por varias figuras.

En la actualidad

Viengsay Valdés, Sadaise Arencibia, Anette Delgado y Yanela Piñera
Durante las celebraciones del 80 aniversario del debut escénico de Alicia Alonso, el Grand pas de quatre fue interpretado por Viengsay Valdés, Sadaise Arencibia, Anette Delgado y Yanela Piñera, quienes también lo interpretaron durante el XXII Festival Internacional de Ballet de la Habana, celebrado en 2010

Viengsay Valdés, Sadaise Arencibia, Anette Delgado y Yanela Piñera. Fuente:Google
Durante la celebración del XXIII Festival Internacional de Ballet de la Habana el Grand Pas de Quatre llegó a las tablas del Gran Teatro de La Habana y cuyos papeles de Taglioni, Cerrito, Grisi y Grahn, encarnaron en perfecta armonía Anette Delgado, Yanela Piñera, Amaya Rodríguez y Sadaise Arencibia, respectivamente.


Fuentes