Gregorio Fernández

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Gregorio Fernández
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Escultor español
NombreGregorio Fernández
Nacimientoabril de 1576
Sarria(Lugo) Bandera de España España
Fallecimientoenero de 1636
Valladolid Bandera de España España
NacionalidadEspañola
OcupaciónEscultor
CónyugeMaría Pérez Palencia

Gregorio Fernández es una de las personalidades más relevantes de la escultura barroca española y, en concreto, de la Escuela de Valladolid. Fue uno de los grandes maestros de la escultura religiosa en madera policromada. Una de sus obras maestras es el relieve del Bautismo de Cristo del antiguo convento del Carmen Descalzo, en Valladolid. Era muy conocido y apreciado por todo el norte de España, incluso en regiones más alejadas como Extremadura, Galicia, Asturias y el País Vasco.

Síntesis biográfica

Nació en Sarria(Lugo) en 1576. Su madre contrajo nupcias dos veces, naciendo él de su primer matrimonio y su hermanastro Juan Álvarez del segundo, quien sería un ayudante muy destacado en su taller.

Se trasladó a Valladolid con unos 24 años de edad y se práctica en el oficio, entrando en el taller de Francisco del Rincón que era por entonces el escultor más prestigioso de la capital castellana. En 1605 abre su propio taller. A la muerte del maestro, tuteló y enseñó el oficio a su hijo mayor, Manuel de Rincón.

Se casó con María Pérez Palencia, madrileña, en 1605. Ese mismo año nació Gregorio, su primer hijo, que falleció a los cinco años de edad. En 1607 nació su hija Damiana.

Sufrió serios y recurrentes problemas de salud desde 1624 hasta que falleció en enero de 1636. Fue sepultado en el Convento del Carmen Calzado, frente al que vivía y para el que había trabajado. La colección más importante de su obra se encuentra en el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid.

Obras

Fue uno de los grandes maestros de la escultura religiosa en madera policromada de la llamada escuela castellana de los siglos XVI-XVII. Heredó de Juan de Juni la tradición de las imágenes religiosas cargadas de dramatismo, pero incorporó al lenguaje de su antecesor un mayor naturalismo.

Realizó numerosos retablos, pasos procesionales y, también, imágenes aisladas. Sus pasos procesionales son escenas narrativas con figuras a tamaño natural. Tengo sed y Camino del Calvario son ejemplos de su primera etapa, mientras que el Descendimiento, de 1623, refleja ya la madurez de su estilo.

Destaca el de La Piedad con los dos Ladrones, ejecutado en 1616 para la cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias de Valladolid. El grupo central, en el que se encuentra la Virgen y Jesús, está compuesto en diagonal. La Virgen eleva el brazo derecho en señal de dolor, mientras con su mano izquierda sostiene al Hijo, que se apoya en su regazo. Ambos están tratados con belleza y elegancia, mientras que los dos ladrones suponen un magnífico estudio anatómico. Dimas, el bueno, tiene una actitud serena y su rostro, tranquilo, se dirige hacia el grupo central. Gestas, el malo, con el cuerpo más crispado, el pelo agitado y un rostro desagradable, tiene la cabeza vuelta hacia el espectador.

Para el retablo mayor de las Huelgas Reales de Valladolid llevó a cabo el altorrelieve de Cristo desclavándose para abrazar a san Bernardo. Está interpretado de manera natural, pero con gran intensidad emocional.

Una de sus obras maestras es el relieve del Bautismo de Cristo del antiguo convento del Carmen Descalzo, en Valladolid. Los dos protagonistas están tratados como si fueran figuras exentas, haciendo hincapié en la anatomía de los cuerpos y en los quebrados pliegues para conseguir mayor volumen. Con sus imágenes aisladas logró crear tipos iconográficos que alcanzarán gran éxito durante barroco español y que él mismo repetirá originando series. Entre las dedicadas al tema pasional sobresalen el Cristo de la Flagelación, el Ecce Homo, el Crucificado o Cristo yacente. Son representados siempre muertos, con los pies cruzados.

El Cristo Yacente representa a Cristo muerto sobre un sudario y refleja de forma muy naturalista el cuerpo de Cristo agotado por el dolor y el sufrimiento y un rostro demacrado. La policromía es sobria. Añade postizos, como por ejemplo, dientes de marfil, heridas de corcho, ojos de cristal, uñas de asta. Sus Inmaculadas están representadas con el cuerpo cilíndrico, las manos juntas, el manto trapezoidal, cabeza con corona y aureola de rayos metálicos.

Retablos

Su aporte al desarrollo de la retablística barroca en España fue esencial. Contó para la realización de estas grandes y complejas obras con la colaboración de otros artistas, como Juan y Cristóbal Velázquez, entalladores vallisoletanos, y una numerosa pléyade de pintores y doradores de gran valía que trabajaban estrechamente con el maestro.

Algunos de los ejemplares más destacados en este campo son:

  • Retablo mayor de las Huelgas Reales de Valladolid. Una de sus obras maestras, las trazas fueron obra de Francisco de Praves.
  • Retablo de la Iglesia de San Miguel y San Julián (Valladolid), que destaca por sus dos imponentes arcángeles.
  • Retablo mayor de la catedral nueva de Plasencia, una de sus obras maestras, con un elaborado grupo central de la Asunción de María.
  • Retablo de las Descalzas Reales de Valladolid. Solamente intevino en la realización del remate, con El Calvario y dos figuras de santos franciscanos.
  • Retablo mayor de la catedral de Miranda do Douro (Portugal).
  • Retablo de la iglesia de San Sebastián de Braojos de la Sierra.
  • Retablo mayor de la iglesia de San Miguel Arcángel de Vitoria.
  • Retablo del convento de la Concepción en Eibar.

Fuentes