Guerra de Sucesión Austríaca

Guerra de Sucesión Austriaca
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Fecha:16 de diciembre de 1740-18 de octubre de1748
Descripción:
Conflicto bélico a escala global que inició en 1740 involucrando a la mayoría de las potencias europeas sobre la cuestión del derecho de sucesión de María Teresa I de Austria por la soberanía del Sacro Imperio Romano Germánico
Resultado:
Tratado de Aquisgrán (1748)

María Teresa retiene el trono austriaco Prusia confirma su dominio de Silesia

Los ducados de Parma, Piacenza y Guastalla pasan a los Borbones españoles
Consecuencias:
Guerra de los Siete Años
País(es) involucrado(s)
P otencias europeas


Guerra de Sucesión Austriaca. También conocida como Guerra de la Pragmática, Guerra de la Pragmática Sanción, o Guerra del rey Jorge; fue un conflicto bélico a escala global que inició en 1740 involucrando a la mayoría de las potencias europeas sobre la cuestión del derecho de sucesión de María Teresa I de Austria por la soberanía del Sacro Imperio Romano Germánico, después de la muerte del emperador Carlos VI. Aunque la Guerra de Sucesión Austriaca se inició en 1740, se entremezclo con la Guerra del Asiento que existía previamente entre España y Gran Bretaña desde 1739, principalmente en el área del mar Caribe, como consecuencia del constante roce entre ambas monarquías debido al comercio directo de Gran Bretaña con la América española. Así, la Guerra de Sucesión Austriaca se convirtió en un conflicto bélico verdaderamente global.

Antecedentes

En 1739-1740 existían múltiples intereses y desacuerdos, que desembocarían en una guerra casi general, donde destacaban los objetivos prusianos, las rivalidades coloniales franco-británicas, los problemas italianos y la enemistad anglo-española de 1739, provocada por la respuesta de Madrid al contrabando de los navíos británicos en América.

Alemania se convirtió en el eje de la diplomacia del momento por la prematura muerte de Carlos VI y la crisis sucesoria, que afectaba a numerosos países interrelacionados por una red de alianzas. Las estipulaciones de Westfalia quedaban muy lejos y la restricción de no ir contra el emperador estaba desfasada. Las tensiones austro-prusianas no eran nuevas y se habían centrado en los últimos años en la negativa de Carlos VI a la anexión por los Hohenzollers de los ducados de Berg y Cleves con argumentos hereditarios. Esto coincidió con el ascenso al trono de Federico II de Prusia que, con la base militar y administrativa existente en sus dominios, se dispuso a iniciar sus proyectos expansionistas con la conquista de Silesia, rica, poblada y protestante, que le serviría para reforzar su influencia en el Imperio y acabar con los planes de Augusto III de Polonia.

Los esfuerzos de Carlos VI por evitar problemas sucesorios con el reconocimiento de la Pragmática Sanción por casi toda Europa no tuvieron ningún éxito y, desde el momento de su muerte, aquellos candidatos con cierto respaldo legal presentaron sus reclamaciones.

María Teresa de Habsburgo había heredado los estados patrimoniales, pero joven y con escasos medios financieros y militares, se presentaba como un cebo fácil de agarrar, a lo que contribuía la dudosa lealtad de muchos de sus súbditos, deseosos de quitarse el yugo de los Habsburgo, entre los que sobresalían no pocos nobles de Austria, Bohemia y Hungría. Ninguno de los reclamantes planteaba reivindicaciones generales, pero unidas eran suficientes como para acabar con el poder de la familia austríaca.

Carlos Alberto de Baviera y Augusto de Sajonia, esposos de las hijas de José I, querían, respectivamente, Bohemia y la Corona imperial y Moravia; Carlos Manuel de Cerdeña ambicionaba el Milanesado y una salida al mar a través de Génova; Felipe V reclamaba los ducados de Parma y Piacenza.

Ahora bien, Fleury analizó las consecuencias de las posibles alianzas con los oponentes de María Teresa para no verse arrastrado a una lucha sin sentido. La participación británica en respaldo de Viena, sin duda, significaría una guerra general, mientras que la actitud conciliadora de Federico II con respecto a Francia la arrastraría a la entrada en el conflicto.

La posición de Versalles era muy delicada porque, si había reconocido la Pragmática Sanción en 1735, también había firmado un tratado en 1727 con Carlos Alberto de Baviera por el que defendía su candidatura al trono imperial ante la falta de herederos varones. Al mismo tiempo, en Versalles, el jefe del partido antiaustriaco, el conde de Belle-Isle, se convirtió en favorito de Luis XV y desacreditó la política de Fleury. Capitaneaba un activo grupo de militares de la alta sociedad que soñaban con la vuelta a la política tradicional del Seiscientos. Comprometido por sus anteriores actuaciones, confirmó su contradictorio programa diplomático y, aunque no rechazaba la Pragmática, respaldaba a los bávaros.

La guerra

La guerra se precipita cuando el rey de Prusia Federico el Grande invade y ocupa Silesia en 1740. De esta forma se conforma un bando en el que estaban Baviera, Prusia, Sajonia, Francia, España y Cerdeña.

Por otra parte estaba Austria que estaba apoyada por las Provincias Unidas y Gran Bretaña. En sucesivas campañas Prusia conquisto Silesia en dos etapas tras lo cual se firmo un tratado de paz. Esto fue entre 1740 y 1745.

Fue en la batalla de Dettingen en junio de 1743 que el ejército que formaron Austria, Gran Bretaña, Hesse y Hannover derrotaron a los franceses y en la batalla de Fontenoy en mayo de 1745 los franceses vencen a los británicos bajo el mando del Gran Mauricio de Sajonia así como a los austriacos que estaban al mando del duque de Cumberland. Así se inicio la conquista de los Países Bajos de Austria.

Esto culminó con el triunfo de los franceses en Flandes en el año 1746, mes de octubre. Luego en Italia se enfrentan los franceses contra los españoles y los austriacos por el otro. De esta forma se señala que la guerra del rey Jorge fue la etapa americana de la guerra de Sucesión de Austria y una de las primeras guerras de Carnatic es considerada como la etapa India de la misma guerra, luchas llevadas a cabo entre Gran Bretaña y Francia.

Fin de la guerra y resultados

El final de la Guerra de Sucesión Austriaca se dio en 1748 y la denominada ley del rey Jorge en la cual se determinaba que toda conquista lograda en este conflicto fuera devuelto a sus dueños originales. La guerra terminó con el Tratado de Aquisgrán en 1748, mediante el cual María Teresa fue confirmado como archiduquesa de Austria y reina de Hungría, pero Prusia conservó el control de Silesia . Sin embargo, los problemas de fondo no fueron resueltos; combinada con la agitación política en Europa , esto dio lugar a a la llamada Guerra de los Siete Años durante 1756 y 1763. Con ello la disputa por colonias en India y América entre Inglaterra y Francia continuaron.

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