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última versión al 15:27 17 mar 2023

Héctor Ochoa
HectorOchoa.png
Nombre realHéctor José Ochoa Carrillo
Nacimiento6 de marzo de 1931
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Defunción15 de marzo de 2023
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Período de actividad+ de 60 años
PremiosVer

Héctor José Ochoa Carrillo (La Habana, Cuba, 6 de marzo de 1931 - ídem, 15 de marzo de 2023) fue un camarógrafo, documentalista, cineasta y periodista cubano homenajeado en el 2023 con el Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la obra de la vida.

Datos

  • De joven trabajó como como ayudante iluminador, con apenas doce años, de la mano de su padre José Ochoa, quien era jefe de Iluminación, en los Estudios Nacionales de Cine.
  • Luego fue camarógrafo en la Dirección de Divulgación del Palacio Presidencial que ya era del pueblo y en el Noticiero Nacional de Televisión.
Héctor Ochoa, de joven, trabajó como ayudante iluminador en los Estudios Nacionales de Cine.
  • Laboró como Corresponsal de Guerra.
  • Con una ruidosa cámara de cine Bell & Howell de cuerda y tres lentes, dejó imprescindibles registros de celuloide. Girón y el Flora, entre otros acontecimientos..
  • En muchas de sus imágenes en movimiento, irrepetibles, se yergue Fidel.
  • La boina verde olivo con que se le suele ver es de un muchacho que mataron en Girón.

Pinceladas de su historia

En el Estudio Nacional de Cine

Comenzó como su asistente en las películas: 

Combatiente de la lucha clandestinidad

A las 12 y media de la noche del 13 de marzo de 1958, junto a otros jóvenes del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en La Habana, prendió fuego a la Colchonería “La Luisita”, a los depósitos de combustibles de los ómnibus Santiago-Habana y a un taller de carpintería cerca de los buses.

“Las empresas eran propiedad de algunos allegados a Batista. Por eso, el M-26-7 llevó a cabo los sabotajes. Al día siguiente aparecieron dos cadáveres tirados en la calle. Esos compañeros no eran del grupo nuestro. Fue una triste represalia del régimen”
Ochoa en su autobiografía

.

En el estudio cinematográfico –donde aprendió el séptimo arte– también almacenaban propaganda, hacían bombas y guardaban armamento. Allí trabajó hasta el 27 de marzo de 1958. En esa fecha, dos semanas después del sabotaje del M-26-7 a las empresas de allegados a Batista, junto a su hermano Rafael, tomaba con parsimonia unas cervezas en la bodega del gallego Valentín frente a los Estudios de Estrella y Placencia.

“De pronto, se personaron dos carros de los esbirros de Ventura. Uno de ellos me reconoció y me puso una ametralladora en la cabeza. Junto a mi hermano y otro compañero de trabajo nos llevaron para la 9na Estación de Policía, ubicada en la calle Zapata. A las tres de la madrugada llegó Ventura con Rafael Salgado, quien era, hasta ese momento, luchador clandestino. Delante de él, con frases groseras, me preguntó si sabía los nombres de los compañeros que participaron en el sabotaje, su dirección… Comprendí inmediatamente que Salgado era un traidor. No pude contenerme y le di un piñazo. Me dieron golpes. También a mi hermano. Nos separaron y fui encerrado en un cuarto, tal vez un sótano, donde me interrogaron nuevamente”.
del Diario de Héctor Ochoa.

Su abuela era cocinera del fiscal de la Audiencia de La Habana. Ventura le dijo a él que me liberaría con la condición de abandonar el país, o de lo contrario, lo iba a matar. El 24 de abril de 1958, con la ayuda de sus compañeros de los Estudios Fílmicos, salió de Cuba rumbo a Colombia.

De Colombia fue para Venezuela. Cierto día en Caracas lo despertó en la madrugada un tiroteo que provenía de las cercanías del Palacio de Miraflores

“El fotógrafo Eduardo Hernández “Guayo” y yo fuimos para allá. Le querían dar un golpe de Estado al presidente Wolfgang Larrazábal. Ahí filmamos toda esa bronca”.
Héctor Ochoa.

El regreso

A treinta kilómetros de Caracas, en La Guaira, lo esperaba el yate Aurora para regresar a Cuba. Navidad de 1958. A punto de triunfar la Revolución en Cuba. Zarparon de las costas sudamericanas doce miembros del M-26-7, dos venezolanos y un español, capitán de la embarcación.

Antes, el 6 de diciembre, un avión carguero C-46 había despegado del aeropuerto de Maiquetía rumbo a la Sierra Maestra, con 84 cajas con armamentos y municiones: 10.000 balas 30.06; 100 granadas de demolición; 150 fusiles Garands; 20 ametralladoras Browing; 10 ametralladoras calibre 30 de trípode, con su parque y cinta metálica.

En el Aurora también traían pertrechos de guerra para contribuir a darle la estocada final a Batista. Con una cámara de 35 milímetros, Ochoa grabó toda la travesía.

El barco zarpó a finales de diciembre de 1958, pero no llegaron a tiempo…

¡Llegamos el dos de enero, compadre! El barco tenía tres motores de combustible de 150 caballos de fuerza y tres tanques de 1.200 galones cada uno, pero tuvimos una avería en Panamá. De ahí salimos a las islas San Andrés y después hacia Costa Rica, donde cogimos las armas que traeríamos a Cuba. El 30 de diciembre de 1958, cerca de las costas cubanas, nos azotó un mal tiempo y perdimos el rumbo. Llegamos por Cienfuegos, sobre las tres de la madrugada del dos de enero de 1959. Había mucha neblina. Con ese reportaje que yo filmé en el barco, más el que “Guayo” grabó en la Sierra Maestra a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, él realizó el documental De la tiranía a la libertad, y lo vendió por distintos países, incluyendo a varias empresas de cine y televisión norteamericanas.
Héctor Ochoa

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Tras el triunfo

En el propio 1959 comenzó a trabajar como camarógrafo en la Dirección de Divulgación del Palacio Presidencial. Ello le permitió filmar acontecimientos relevantes de la naciente Revolución Cubana, que después eran transmitidos por el Noticiero Nacional de Televisión. Entre ellos, la primera concentración popular efectuada el 22 de marzo del 59 en dicha casa de gobierno; el primer desfile por el Día Internacional de los Trabajadores, en la Plaza de la Revolución; la I Declaración de La Habana; el último discurso de Camilo Cienfuegos el 26 de octubre de 1959…

Bombardeo a Ciudad Libertad

El amanecer del sábado 15 de abril de 1961, estaba de guardia en el entonces Palacio Presidencial, en La Habana Vieja. Desde allí vio la humareda del bombardeo de aviones B-26 sobre el aeropuerto de Ciudad Libertad, en el municipio habanero de Marianao.

Hubo una la llamada de urgencia y partió para allá:

“Cuando llegué vi unas tres rastras ardiendo. Allí filmé la recogida de dos cadáveres y muy especialmente un trozo de tabla donde Eduardo García Delgado, uno de los jóvenes artilleros ya moribundo, había escrito con su sangre el nombre de Fidel. Tras casi sesenta años no he olvidado la imagen”.
Héctor Ochoa.

Filmó el sepelio de las víctimas: la tabla y la sangre numerosa que describiera Guillén en su poema; el rostro del muchacho que apenas comenzaba a vivir y que la aviación enemiga lo había acribillado. Fue testigo de la historia en la intersección de las calles 23 y 12, en el Vedado, donde el entonces primer ministro, Comandante Fidel Castro, declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana.

Invasión por Playa Girón

Estaba en La Habana cuando se produjo el desembarco de tropas enemigas por Playa Girón. Partió hacia allá en la madrugada del 18 de abril, con René García y un telefotógrafo”. La cámara utilizada por él, en la batalla de Playa Girón, se conserva en el Museo de la Imagen “Bernabé Muñiz Guibernau”, en Santiago de Cuba.

“En Girón grabé dos muchachos calcinados, tras un bombardeo de la aviación enemiga en el que utilizaron napalm. Y ahí es cuando tú dices: “¡Mira los jueputas estos qué tipo de agresión vienen a hacernos!”.
Héctor Ochoa

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De su estancia allí, narró en una entrevista:

“Entonces veo que vienen unos tanques por los pinos frente al mar. Cojo la cámara, pongo el ángulo ancho, foco fijo y ¡prrrrr!, empiezo a grabar. En uno de esos tanques venía Fidel para tirarle al Houston, uno de los buques agresores. Recuerdo que Tirso Martínez me alertó que el comandante estaba dentro del tanque. Él y Juan Pineda estaban allí conmigo”.
Hétor Ochoa

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Antes, el camarógrafo había perpetuado para siempre la imagen de un jeep invasor, repleto de armas automáticas y un mercenario herido.

Parado sobre el diente de perro, filmó los tanques que avanzaban por la playa y mojaban allí sus esteras. De un T-34 que se abría paso entre las uvas de caleta, Fidel Castro saltó y subió a otro blindado, un cañón autopropulsado SAU-100, dotado de una pieza artillera de cien milímetros que espetó el proyectil directo al buque Houston.

Premios, diplomas y reconocimientos

  • Diplomas otorgados por la UPEC, la UNEAC, del ICRT y la CTC
  • Diploma de la Caribbean Broadcasting Union y el Festival de Nueva York. (2014) por la obra “La verdad de la historia
  • Gran Premio en Documental -no ficción- por la obra “La verdad de la historia”: Narra los hechos acaecidos en las arenas de Playa Girón en el año 1961, cuando la Brigada 2506, formada por apátridas cubanos y apoyada por los Estados Unidos, invadió el territorio nacional.
  • Con cinco años de creado pero no fue hasta este 2016 que se exhibió en la televisión cubana.

Proyecto en curso

Trabaja en un docudrama sobre la vida de Armando García Menocal, el pintor mambí de la guerra de 1895.

“En esta obra se va a ver a José Martí dialogando sobre la obra “Reembarque de Colón por Bobadilla”, una de las pinturas más importantes de Menocal y otras sorpresas que tengo reservadas para narrar, en aproximadamente 90 minutos, la vida de ese gran artista de la plástica cubana”.
Héctor Ochoa

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Fuentes