Henri Bergson

Henri Bergson
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Filósofo idealista francés, representante del intuitivismo
NombreHenri-Louis Bergson
Nacimiento18 de octubre de 1859
París, Bandera de Francia Francia
Fallecimiento4 de enero de 1941
Auteuil, Bandera de Francia Francia
ResidenciaBandera de Francia
NacionalidadFrancés
Obras destacadas«Los datos inmediatos de la conciencia» (1889)
«Materia y memoria» (1896)
«La evolución creadora» (1907)
«El pensamiento y el movimiento» (1934)
PremiosPremio NobelPremio Nobel de Literatura 1927

Henri Bergson. Filósofo idealista francés, representante del intuitivismo. Profesor del Collége de France a partir de 1900; miembro de la Academia francesa desde 1914. Bergson contrapone a la dialéctica su teoría de la «evolución creadora» basada en la universalización de los conceptos tomados del idealismo biológico (vitalismo). En sus ideas sobre la sociedad, justificaba el predominio y la subordinación de clase, considerando tal estado como «natural»: veía la guerra como una «ley de la naturaleza», inevitable. La filosofía de Bergson constituye una clara manifestación de irracionalismo, característico de la ideología burguesa en la época imperialista. Obras: «Los datos inmediatos de la conciencia» (1889), «Materia y memoria» (1896), «La evolución creadora» (1907), «El pensamiento y el movimiento» (1934), etc. [1]

Síntesis biográfica

Nace el 18 de octubre de 1859, París. Hijo de un músico judío y de una mujer irlandesa, se educó en el Liceo Condorcet y la École Normale Supérieure, donde estudió filosofía. Después de una carrera docente como maestro en varias escuelas secundarias, Bergson fue designado para la École Normale Supérieure en 1898 y, desde 1900 hasta 1921, ostentó la cátedra de filosofía en el Collège de France. En 1914 fue elegido para la Academia Francesa; de 1921 a 1926 fue presidente de la Comisión de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones.

Poco antes de su muerte en 1941, Bergson expresó de varias maneras su oposición al régimen de Vichy. El bagaje británico de Bergson explica la profunda influencia que Spencer, Mill y Darwin ejercieron en él durante su juventud, pero su propia filosofía es en gran medida una reacción en contra de sus sistemas racionalistas. Dispensado de inscribirse en el registro en el que debían constar todos los judíos (era famoso y estaba muy enfermo) se presentó personalmente: “quise permanecer entre aquellos que mañana serán perseguidos”.

Muerte

Fallece el 4 de enero de 1941, en Auteuil, Francia.

Pensamiento filosófico

Bergson tuvo una formación fundamentalmente positivista. La enseñanza en las escuelas superiores francesas, y concretamente en la Normal donde él estudiaba bajo la orientación de los profesores Ollé-Laprune y Boutroux, seguía las doctrinas de la tradición kantiana; pero Bergson prefirió el estudio de los ingleses, principalmente de Spencer. En un primer momento Bergson quiso perfeccionar las teorías de Spencer pero al pretender semejante tarea se topó con lo que se convertiría en el problema central de su pensamiento: la cuestión del tiempo. El tiempo real, vivido, no puede entrar en las fórmulas de las ciencias, porque éstas se interesan solamente en lo que es susceptible de medida.

Esto indujo a Bergson a modificar su programa y a entregarse al estudio de todos aquellos modos de ser que escapan a la medida y a la ciencia, y que exigen un modo de conocimiento distinto. Se separaba así del positivismo para adentrarse en la "filosofía de la intuición". Dejaba también el camino de la explicación por medio de las matemáticas para intentarlo a través de las ciencias biológicas, psicológicas y sociológicas, manteniendo el mismo respeto hacia la experiencia. Siempre con base en este "respeto por la experiencia", Bergson se propone una descripción de los estados de conciencia aprehendidos directamente mediante la introspección, y contra la psicología experimental positivista, que pretende poner en relación los datos internos de la conciencia con los hechos físicos externos.

Ahora bien, los hechos psíquicos se viven en una dimensión distinta a los hechos físicos. Por ejemplo, el tiempo vivido por la conciencia es una duración real en la que el estado psíquico presente conserva el proceso del cual proviene y es a la vez algo nuevo. Todos los estados de la conciencia se compenetran y dan vida a una amalgama en continua evolución. Además, la ciencia (y el sentido común) choca contra dualismos irresolubles: materia-espíritu, extensión-pensamiento, necesidad-libertad.

Este problema lo afronta en su libro Materia y memoria. La memoria pura y espiritual es la que caracteriza la vida profunda de la psiquis. Lo que limita nuestra conciencia total es el cuerpo, y más concretamente el cerebro, imponiendo el olvido de algunos conceptos. El cerebro es un órgano de traducción y de unión: por un lado traduce la actividad de la conciencia en movimientos, y por otro vincula la conciencia a la realidad exterior. El cuerpo tiene como función esencial "limitar, con vistas a la acción, la vida del espíritu", pero el espíritu antecede y trasciende al cuerpo, lo empuja más allá del presente y del pasado hacia el futuro; lo reabsorbe en el interior de su propia duración. La materia, por lo tanto, se explica mediante unas ciertas vibraciones equivalentes entre sí. Cuanto más se desciende en el interior de nuestro espíritu, tanto más aumenta la tensión y disminuye la homogeneidad de los movimientos.

En su escrito Introduction a la métaphysique desarrolla ampliamente este concepto, diferenciando las duraciones más distendidas y uniformes (propias de la materialidad, de las cuales se ocupan los procedimientos de las ciencias), y las más intensamente cualitativas, que tienden al límite de una concentración total, la "eternidad de vida", (propias del objeto de la metafísica). La metafísica penetra en el fondo, invirtiendo la dirección natural del pensamiento con un acto de conocimiento interior que Bergson llama intuición. La intuición es esa simpatía mediante la cual uno se inserta en la interioridad de un objeto para coincidir con lo que éste tiene de único. Con la intuición, Bergson encuentra un método cognoscitivo contrapuesto al método científico y adaptado al objeto que la ciencia , por su propia naturaleza, deja fuera.

Obra

  • Los datos inmediatos de la conciencia: La conciencia es un tiempo que se distiende o dura: Esto significaría a la libertad y entonces resulta en una crítica a los planteamientos mecanicistas y cientistas (Se observa el influjo de pensadores literarios como, por ejemplo, Antonio Machado).
  • Materia y memoria: considera dos tipos de memoria: la memoria técnica (o constructiva), que se basa en la repetición y hábitos motores. La memoria vital, que revive un acontecimiento pasado en su originalidad única. Constituye el fondo de nuestro ser (Bergson para estudiar a la memoria comienza por estudiar a los materiales no orgánicos que tienen capacidad de recuperar algunos aspectos pristinos tras haber sido alterados).
  • La risa: lo cómico (el estudio que hace Bergson del fenómeno de la risa es magistral en cuanto su psicología: el ser humano suele reirse de lo que (inconscientemente) se le presenta como una deformación o caricatura de sí mismo = un fantoche o un payaso nos hacen reír porque son representaciones deformes hasta el grado de cosa de lo que somos nosotros mismos, es decir; Bergson entiende que la risa es una proyección y una descarga de tensión emotiva ante algo que nos representa.
  • Introducción a la metafísica: qué entiende por filosofía.
  • La evolución creadora: la distinción entre lo orgánico y lo inorgánico. el repaso de las teorías evolutivas y su proposición. La conciencia se impone a la materia, la duración como trazo de unión.
  • La energía espiritual: la vida, la conciencia, la memoria, el élan vital.
  • Duración y simultaneidad: la relatividad y la naturaleza del tiempo, la cuarta dimensión. Discusión acerca de la teoría de la relatividad de Einstein. Diferenciar su sentido físico (lectura genial de las ecuaciones de Lorentz) de su sentido filosófico.
  • Las dos fuentes de la moral y de la religión: estudio de la moral y de la religión. Ámbitos que no había considerado suficientemente.
  • El pensamiento y lo moviente: Por qué los sistemas filosóficos no han tratado el tiempo. La percepción del cambio. La filosofía y las ciencias.

Es el filósofo francés más importante de su época. Su filosofía fue un fenómeno de moda. Estudió matemática y mecánica, además de filosofía. Con Bergson se produce el paso del siglo XIX al XX: su vida y el sentido de su filosofía pertenecen al siglo XX. Supone un momento de transición: superación del positivismo para plantear una nueva filosofía y metafísica, un intuicionismo. Los principios del siglo XX se caracterizaron por el dominio del racionalismo positivista: afán de rigor y objetividad. Limitar el conocimiento, el contenido de la inteligencia y de la vida. Lo real es lo susceptible de conocimiento positivo. Ambiente empequeñecedor y asfixiante. Anhelo de espiritualidad. A la hegemonía de lo externo, mecánico y necesario se opone la filosofía de la vida: derechos de lo interior, lo dinámico, espontáneo y libre. Inconmensurabilidad y singularidad de la vida. Momento histórico en el que la psicología se constituye como ciencia positiva. Se establecen dos mundos:

1. El espacio: lo estable y necesario, la materia, exterior, útil y nivel de las ciencias naturales. 2. El tiempo: lo dinámico y espontáneo, la vida, experiencia interna, la filosofía. Aquí está el constitutivo de la realidad, que sólo se conoce desde dentro, en el contacto inmediato e intuitivo. Limitar las pretensiones del intelecto y hacer posible la filosofía.

Su objetivo fue la defensa de la creatividad y la irreductibilidad de la conciencia o espíritu (en francés la palabra sprit es decir "espíritu" suele usarse para designar a algo más material: la conciencia) contra todo intento reduccionista de cuño positivista. Fuentes de su pensamiento: recuperar determinadas dimensiones de la conciencia, perdidas por el idealismo: sentimiento inmediato de las cosas y de uno mismo. Formación positivista: Darwin (1859).

El origen de las especies) y Spencer, de él toma el evolucionismo y su noción de inteligencia, pero lo depura de sus rasgos naturalistas y positivistas, la evolución -y con ella la vida, y sobre todo la vida humana- es para Bergson una inversión de materia en el tiempo hacia lo superior. Bergson también tiene influencias de Kant y los neokantianos e influencias de la tradición personalista francesa, Maine de Biran: radicalidad de la persona y el espíritu, libertad, análisis de la vida interior, la conciencia y la experiencia interior vistas como conocimientos superiores.

Características de su pensamiento

  1. Uso de imágenes y metáforas.
  2. Precisión en el lenguaje. Uso abundante de dicotomías que es paralelo a la denuncia de las falsas dualidades.
  3. Concepción muy personal de la filosofía: evitar las abstracciones y las generalizaciones, que no alcanzan la realidad. Su punto de partida es la filosofía de Spencer (1820-1903).

Muy interesado en la mecánica, trabajó como ingeniero en los ferrocarriles. Luego estudió geología y biología. Antes que Darwin, planteó una interpretación de la realidad basada en el principio de la evolución. Rebatió a Comte y su clasificación de las ciencias. Toda la realidad está sometida a la evolución, que es la manifestación de lo incognoscible o "fuerza" (élan vital). Su supuesto es la conservación de la materia y de la energía. Es un proceso mecánico, no finalista, que para él es la más concreta, pero percibe que es obligación de la filosofía ir al fondo de las ideas básicas de la mecánica: el tiempo.

La mecánica trata el tiempo de un modo matemático, espacialmente, como un receptáculo vacío y homogéneo que forma una línea; éste no es el tiempo real, el tiempo real es (en la opinión de Bergson) una pura duración que se capta en la experiencia interna. La mecánica no comprende el tiempo, pues lo concibe según el modo de ser del espacio; además hace imposible el movimiento, pues lo divide en unidades cuya entidad es completa en sí misma. La filosofía tiene que hacerse cargo de ese tiempo real y para ello recurre a la intuición, como conciencia inmediata o percepción directa de la realidad, que no usa simbolizaciones, aunque no puede prescindir del lenguaje.

El positivismo y las ciencias no mantienen su compromiso de fidelidad con los hechos, pues el tiempo de la experiencia concreta escapa a la mecánica, que trata el tiempo como una serie de instantes, uno junto a otro; un tiempo espacializado y reversible (se puede dar marcha atrás y repetir el experimento); los instantes son externos e iguales: Tiempo isocrónico de Newton. Pero el tiempo de la conciencia no es así, su rasgo básico es la duración: el yo vive el presente con el recuerdo del pasado y la anticipación del futuro, 'que sólo existen en la conciencia que los unifica. Los instantes valen de diferente modo, un momento penetra en otro y queda ligado a él. Es inútil ir a la búsqueda del tiempo perdido: no hay reversibilidad del tiempo. El tiempo es nuevo a cada instante y requiere un método específico.

Obras destacadas

  • Essai sur les données inmédiates de la conscience/ Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia. (1889)
  • Le Rire/ La risa. (1899)
  • Matière et mémoire/ Materia y memoria. (1896)
  • L'évolution créatrice / La evolución creadora. (1907)
  • L'Énergie spirituelle / La energía espiritual. (1919)
  • Les deux sources de la morale et de la religion / Las dos fuentes de la moral y de la religión. (1932).

Referencias

  1. Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 44.

Fuentes