Himno Nacional de República Dominicana

Revisión del 13:55 15 ago 2018 de Lanyin ciget.scu (discusión | contribuciones) (Página creada con «{{Desarrollo}} {{Ficha_Obra_de_Arte |nombre= Himno Nacional Dominicano |imagen= Himno_nacional_dominicano.jpg |descripción= |tipo= Marcha |autor= Emilio Prud’Homme...»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Himno Nacional Dominicano
Información sobre la plantilla
Himno nacional dominicano.jpg
Datos Generales
Autor(es):Emilio Prud’Homme
Año:1883
País:Bandera de la República Dominicana República Dominicana


El Himno Nacional de la República Dominicana, al igual que la Bandera y el Escudo, son los tres símbolos patrióticos que representan al país. Sus letras fueron compuesta por Emilio Prud’Homme y la nota musical por José Reyes en 1883.

Historia

El himno nacional de la República Dominicana es la composición musical patriótica que representa al país y que, junto con la bandera y el escudo, tiene la categoría de símbolo patrio. Su letra fue compuesta por Emilio Prud’Homme y la partitura musical del himno fue creada por el Maestro José Reyes en 1883, quien le pidió a Prud’Homme que escribiera unos versos patrióticos que acompañaran sus compases.

Compositores del Himno nacional Dominicano

Este himno se interpretó por primera vez el 17 de agosto de 1883 en los salones de la Respetable Logia Esperanza Nº. 9, en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana. La segunda ciudad donde pudieron escucharse las notas musicales del himno nacional dominicano fue Azua.

La música tuvo un éxito instantáneo, de tal forma que cuando los restos del libertador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte, fueron traídos desde Venezuela en 1884, se escogió la música compuesta por el maestro Reyes.

Con las letras no sucedió lo mismo. Las letras de Emilio Prud’Homme contenían errores en referencias históricas y algunos defectos de métrica. Varios intelectuales dominicanos de la época criticaron esas letras e incluso escribieron nuevos versos que acompañaran la música del himno. En 1897, Emilio prudentemente presentó de forma pública una versión corregida de sus letras originales, que terminó con los debates y fue aceptada por todos. Son las letras actuales del himno. Ese mismo año, el presidente Ulises Heureaux envió un proyecto de ley al Congreso para adoptar como el himno nacional dominicano, y se comenzó a usar en todas las ocasiones oficiales, pero Heureaux fue asesinado en 1899 antes de tener ocasión de promulgarlo.

La extraordinaria convulsión política del inicio del siglo XX en la República Dominicana impidió que se tomaran acciones sobre los símbolos de la Patria. Pero en 1934, bajo el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo, el Congreso adoptó la composición de Emilio Prud’Homme (“Himno Nacional”) con la música de José Reyes como el Himno Nacional dominicano.

El Artículo 33 de la Constitución declara: "El Himno Nacional es la composición musical de José Reyes con letras de Emilio Prud´Homme, y es único e invariable."

Primeras letras del Himno Nacional Dominicano

¡ Al arma, españoles !
¡ Volad a la lid !
¡ Decir por todo lo alto del cielo
“Vencer o morir”

Nobles hijos de Santo Domingo,
y las canas del mísero anciano,
y cuanto hay de sagrado en lo humano
ultrajó con orgullo procaz.

¡ Al arma, españoles !
¡ Volad a la lid !
¡ Tomad por divisa
“Vencer o morir” !

Mas hoy tiembla convulso, leyendo
de los cielos la justa sentencia,
y amenazan su odiosa existencia
diez mil lanzas que afila el honor.

¡ Compatriotas, el éxito es cierto !…
Libertad con valor conquistemos,
y el cruzado estandarte plantemos
del tirano en la oscura mansión.

¡ Al arma, españoles !
¡ Volad a la lid !
¡ Tomad por divisa
“Vencer o morir” !

Letra oficial

Partitura para canto y piano del Himno Nacional Dominicano

Quisqueyanos valientes, alcemos
Nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos
Nuestro invicto glorioso pendón.

¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,
A la guerra a morir se lanzó,
Cuando en bélico reto de muerte
Sus cadenas de esclavo rompió.

Ningún pueblo ser libre merece
Si es esclavo indolente y servil;
Si en su pecho la llama no crece
Que templó el heroísmo viril,

Mas Quisqueya la indómita y brava
Siempre altiva la frente alzará;
Que si fuere mil veces esclava
Otras tantas ser libre sabrá.

Que si dolo y ardid la expusieron
De un intruso señor al desdén,
¡Las Carreras! ¡Beller!, campos fue
ron Que cubiertos de gloria se ven.

Que en la cima de heroíco baluarte
De los libres el verbo encarnó,
Donde el genio de Sánchez y Duarte
A ser libre o morir enseñó.

Y si pudo inconsulto caudillo
De esas glorias el brillo empañar,
De la guerra se vio en Capotillo
La bandera de fuego ondear.

Y el incendio que atónito deja
De Castilla al soberbio león,
De las playas gloriosas le aleja
Donde flota el cruzado pendón.

Compatriotas, mostremos erguida
Nuestra frente, orgullosos de hoy más;
Que Quisqueya será destruida
Pero sierva de nuevo, ¡jamás!

Que es santuario de amor cada pecho
Do la patria se siente vivir;
Y es su escudo invencible: el derecho;
Y es su lema: ser libre o morir.

¡Libertad! que aún se yergue serena
La Victoria en su carro triunfal,
Y el clarín de la guerra aún resuena
Pregonando su gloria inmortal.

¡Libertad! Que los ecos se agiten
Mientras llenos de noble ansiedad
Nuestros campos de gloria repiten
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

Explicación Histórica delHimno Nacional Dominicano

Los versos delHimno, narran los más sobresalientes hechos históricos acaecidos en Quisqueya desde la invasión haitiana de 1822 hasta la Restauración.

Emilio Prud’Home, el afortunado poeta, al escribir los primeros versos: “Quisqueyanos valientes alcemos”, hace una invitación al dominicano a levantar con emoción la voz , y a mostrar a la vez la bandera.

Luego de alabar en la segunda estrofa al pueblo que se lanzó sin temor a la guerra contra el invasor haitiano para sacudir el yugo de la esclavitud, asegura en la tercera que un pueblo que no se lastime con la deshonra, y que no avive en su pecho la llama que fortalece el heroísmo varonil, no merece la libertad.

Sin embargo, dice en la cuarta estrofa, Quisqueya, indomable y bravía siempre mantendrá la frente levantada, y “si fuere mil veces esclava otras tantas ser libre sabrá”. Estos dos versos hablan claro.

En la quinta estrofa se refiere al engaño del cual se valió Boyer para pisotear a los dominicanos con sus tropas el 9 de febrero del 1822, y quiere decir que si ese hecho bochornoso fue amarga realidad, en las batallas de Beler y Las Carreras (como en muchas otras) se supo darles a los intrusos su merecido.

Según la sexta estrofa el dominicano, siguiendo los designios de sus fundadores, guiados por el genio de Duarte, supo en los campos de Santomé y Sabana Larga, en La Estrelleta, en Cambronal, en Cachimán, El Número, Azua, Santiago, embriagarse del sentido patriótico y encarnar la personificación viva del héroe, prefiriendo la muerte a la deshonra. De ella podemos decir que la consigna ¡patria o muerte¡ no es nueva.

“Y si pudo inconsulto caudillo, de esas glorias el brillos empañar” dicen los primeros versos de la séptima estrofa. No hay dudas de que este inconsulto caudillo a que se refiere el poeta Prud’Home, es al pérfido Pedro Santana. Que las glorias que empaño fueron las guerras independentistas contra Haití, y que el hecho con que la empaño fue la oprobiosa anexión a España llevada a cabo en 1861.

En los versos restantes de la comentada estrofa, y en la octava entera se refiere a la Guerra Restauradora. Esta comenzó definitivamente en Capotillo, y el poeta dice cómo se vio ondear en la afortunada loma la lumínica bandera de fuego de la guerra. Narra cómo el histórico incendio de la ciudad de Santiago ocurrido el 6 de noviembre de 1863, dejó anonadado al soberbio león español, tanto, que vencido, sangrante y maltrecho se alejó de nuestras orgullosas playas en donde nuestra soberana bandera flotaba airosa.

Son las restantes cuatro estrofas las más encendidas de patriotismos, las que sin dudas leerlas, no hay dominicano que no sienta estremecerse, y vibrar en sus adentros con fortaleza un sentimiento de pertenencia profunda.

Invita la octava estrofa a mostrar erguida e imperturbable nuestra frente, orgullosos más que nadie de nuestra actitud ante la vicisitudes pasadas; pero lo más significativos de esta estrofa son sus dos últimos versos de los cuales habla elocuentemente “ QUE QUISQUEYA SERA DESTRUIDA, PERO SIERVA DE NUEVO ¡JAMAS¡

La novena dice con razón que nuestros pechos son templos de honor en donde vive la patria. Desde luego, Prud’Home, no se refería al escribir así todos los dominicanos; él sin dudas excluía a los traicioneros que tantos puñales le han clavado a Quisqueya; por lo mismo, hoy no son todos los dominicanos a los que atañe gozar de las significativas estrofas de nuestro himno; hay a quien las amigue oírlas. Termina la novena estrofa repitiendo el lema de ser libre no morir que debe vivir en cada dominicano.

En las dos estrofas finales resalta un acendrado amor a la libertad. Prud’Home, repite esta palabras cinco veces en dicha estrofas; pinta nuestra victoria paseando serena en su carroza invicta , y al clarín marcial pregonando a los cuatro vientos ¡libertad¡ los ecos esparciéndose y llenando los ambientes; los campos inmensos repitiendo sin cesar ¡libertad¡ ¡libertad¡ ¡libertad¡.

Fuentes

1. [1] 2. [2]