Historia del antiguo Israel

Revisión del 18:51 18 oct 2019 de Rosarino (discusión | contribuciones) (Rosarino trasladó la página Historia del antiguo israel a Historia del antiguo Israel: corrijo mayúscula)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Información sobre la plantilla

La historia del antiguo Israel abarca desde el siglo XX a. n. e. hasta la expulsión y diáspora de los judíos en el siglo I de nuestra era, en un área comprendida entre el mar Mediterráneo (al oeste), las montañas del Líbano (al norte), el desierto de Jordania (al este) y el desierto del Sinaí (al sur).

Se concentra especialmente en el estudio del pueblo judío en este período, y de forma secundaria de los otros pueblos que con él convivieron como filisteos, fenicios, moabitas, idumeos, hititas, madianitas, amorreos y amonitas.

Las fuentes sobre este período son principalmente las escritas clásicas como la Biblia hebrea o Tanaj (que los cristianos se apropiaron y bautizaron como Antiguo testamento), el Talmud, el libro etíope Kebra Nagast y los escritos de Nicolás de Damasco, Artapano de Alejandría, Filón y Flavio Josefo. Asimismo, otra fuente principal de información son los descubrimientos arqueológicos en Egipto, Moab, Asiria o Babilonia, así como los vestigios e inscripciones en el propio territorio de estudio de las regiones.

La historia de la región ocupada más adelante por los reinos de Israel y Judá ofrece problemas particulares para el historiador moderno. Debido a la asociación de esta área con lo relatado en la Biblia, hay una tendencia a ver la historia del Levante desde una perspectiva casi puramente bíblica, prestando escasa atención al período posbíblico. Los estudios arqueológicos han tendido a verse a través del relato bíblico, haciendo difícil de entender la historia de esta importante zona dentro del contexto arqueológico de la totalidad del Oriente Medio.

Algunos escritores consideran que las diversas fuentes están en conflicto, lo que convierte el estudio en un tema polémico, con implicaciones en los campos de la religión, la política y la diplomacia.

Por ello es difícil dar una visión que sea apoyada por la totalidad de los historiadores. Las fechas exactas y las precisiones que pudieran dar están en continuo debate, no hay acontecimientos bíblicos cuyo año exacto se pueda validar por fuentes externas antes del 900 a. n. e. (coronación de Omri, rey de Israel): todas las fechas anteriores son extrapolaciones. Además, la Biblia no se presta muy fácilmente a estos cálculos, no indica más referencias que la vida de los distintos personajes, y la línea histórica debe ser reconstruida agregando datos, un proceso que introduce errores por redondeo. Las fechas más antiguas utilizan la Biblia como única fuente, una visión llamada maximalista.

Los minimalistas discuten que algunos acontecimientos sucedieran, y afirman que las fechas son dudosas: si la misma existencia del reino unido de Israel está en duda, es insustancial afirmar que se desintegró en el año 922 a. n. e.

Philip Davies, por ejemplo, explica cómo el canon bíblico puede haberse realizado solamente para gente con una larga tradición en lectura y escritura, que se encuentran solamente en la última época persa o primera helenística, y afirma que los relatos de períodos anteriores son en gran parte reconstrucciones basadas en tradiciones orales. Los minimalistas no discuten que algunos de los acontecimientos posteriores al 800 a. n. e. tengan corroboración, como la estela de Mesha; la discrepancia surge en el período anterior, donde el relato bíblico parece estar en desacuerdo con lo descubierto por la arqueología moderna.

Otro problema es el causado por diferencias sobre terminología de los períodos históricos. Por ejemplo, el período en el final de la Edad Antigua del Bronce ―el principio de la media―, es llamado EB-MB por Kathleen Kenyon, MB I por Guillermo Foxwell Albright, «cananita medio I» por Yohanan Aharoni, y «bronce temprano IV por Guillermo Dever y Eliezer Oren.

Civilizaciones en Israel

El Libro del Génesis remonta el principio de Israel a tres patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob (este último también conocido como Israel y del cual derivó posteriormente el nombre de la región). Jacob, llamado un "arameo vagabundo" (Deuteronomio 26:5), regresó a Harán, el hogar de sus antepasados, para obtener esposa. Durante su regreso desde Harán a Canaán cruzó el Jaboc, un afluente oriental del río Jordán (Génesis 32:22-33). Enviando a su familia y criados lejos, esa noche luchó, en un lugar que se llamó en adelante Peniel, con un ángel que por la mañana le pidió su nombre. Desde entonces lo retitularon "Israel" (‘el que pelea con el dios Ël’). Fue padre de 12 hijos, de sus esposas Lea y Raquel (hijas de Labán), y de sus sirvientas Bilha y Zilpa. Los doce fueron llamados «los hijos de Israel». Esta historia sobre los orígenes de Israel lo localiza en la zona oriental de Jordania. Los siguientes relatos se trasladaron al oeste con la historia del saqueo de Siquem (Libro del Génesis, 34:1-33), después de lo cual el área de las colinas de Canaán se considera como la base desde la que creció Israel.

Guillermo F. Albright, Nelson Glueck y E. A. Speiser han situado este relato en el bronce medio basándose en tres puntos: nombres personales, modo de la vida, y costumbres. Otros eruditos, sin embargo, han sugerido fechas más tardías para la edad patriarcal, pues estas características fueron duraderas en la vida del Cercano Oriente.

Cyrus Gordon, basando su discusión en la llegada de pastores nómadas monoteístas durante el final de la época de Amarna, sugirió que es más correcto situarlo en la última edad del bronce. Juan Van Seters ―basándose en el uso generalizado de camellos, la existencia de una economía monetaria, la compra de tierras, y los reyes filisteos de Gerar― asegura que la historia pertenece a la posterior Edad del Hierro.

Otros eruditos (particularmente, Martin Noth) encuentran difícil el determinar cualquier período para los patriarcas, y sugieren que la importancia de los textos bíblicos no es necesariamente su historicidad, sino el indicar cómo funcionaba la sociedad israelita durante la Edad de los Metales.

Más recientemente, análisis por activación de neutrones realizados por Jan Gunneweg de la Universidad Hebrea de Jerusalén, estudiando asentamientos asociados con el principio de la edad del hierro, demuestran evidencia de un movimiento de colonos en el área desde el noreste, lo que está acorde con esta historia.

Prehistoria

Excavaciones al sur del lago de Tiberíades y en otras partes del valle del Jordán han permitido sacar a la luz rastros de homínidos que se remontaban al paleolítico inferior (o sea datadas hace más de un millón de años). Otros fósiles descubiertos tienen una edad aproximada de 300 000 años, y el uso de cuevas por el hombre parece comenzar en el Achelense superior. El fósil conocido como «Hombre de Galilea» tiene una antigüedad de cerca de 140 000 años.

Entre el 11000 y el 9000 a. n. e. se desarrolla en la región de Canaán la civilización natufiense, seguramente nómada, de la que se encuentran algunos vestigios. Esta civilización estaría compuesta por dos grupos de poblaciones ligeramente diferentes, por una parte los antepasados de pueblos del tipo eurafricano ―los que en tiempos históricos serían Canaán, Mesopotamia, Persia (actual Irán) y Anatolia (actual Turquía)― y los ancestros de pueblos protomediterráneos, también numerosos en Canaán.

A partir del 9000 a. n. e., las tribus neolíticas domesticaron plantas, animales, se sedentarizaron y practicaron la agricultura y la ganadería. Entre los años 10000 y 8000 a. n. e., las herramientas de hueso adquieren importancia y los útiles de piedra un desarrollo característico. Durante este período las condiciones climáticas son favorables a los asentamientos humanos, con más precipitaciones y temperaturas suaves.

A partir del 7000 a. n. e., la ciudad de Er Rija (Jericó) se alza como una de las más antiguas del mundo. Es la época en que se constituyen las primeras ciudades. Entre el 6300 y el 6000  aparece la cerámica, así como otras formas de artesanía.

La región de Canaán entre el 6000 y 4500  se conoce mal, se suponen desplazamientos de población que pueden ser debidos a variaciones climáticas. Tanto las montañas como la región costera están ocupadas por una civilización de carácter forestal, como da prueba el predominio de instrumentos destinados al trabajo de la madera.

Hacia el 4500 a. n. e. los antiguos asentamientos del valle del Jordán, como Jericó, fueron ocupados de nuevo debido a la mejora de las condiciones climáticas.

Hacia el 4100 a. n. e., Canaán alcanzó un nivel de desarrollo económico y cultural que le acercaba al de las civilizaciones del norte de Siria, que se habían beneficiado antes de influencias mesopotámicas.

Hacia el 3900 , la civilización cananea se organizó con un sistema de ciudades-Estado, fruto de la fusión entre agricultores sedentarios y pastores seminómadas.

Entre el 4000 y el 3600 a. n. e. llegaron desde el norte las técnicas metalúrgicas y el trabajo del marfil. Aparecieron estructuras técnicas y económicas adaptadas a las regiones secas: allí se instalaron pequeñas colectividades que vivían del cultivo de cereales y de la cría de ganado mayor y menor.

Entre el 3500 y el 3200 a. n. e. se evidencia la influencia egipcia sobre la región.

Hacia el 3100 a 3000 , la civilización de los agricultores y ganaderos desaparece sin que sea posible establecer vínculos con la formación de la civilización cananea del III milenio a. n. e. Hasta el 2400 a. n. e. el clima fue un poco más húmedo que hoy día.

El comienzo de intercambios entre Canaán y Egipto gracias al Camino de los Reyes que cruzaba el desierto de Sinaí, hacia el 3100 a. n. e., es un acontecimiento de primera importancia ya que hasta entonces Canaán había sido un "callejón sin salida" sujeto solamente a influencias asiáticas. Estas relaciones tomaron una amplitud considerable, gracias a la utilización de bueyes como animales de tiro, capaces de cruzar los aproximadamente 200 kilómetros de casi desierto que separan el sur cananeo del delta del río Nilo. Por lo tanto, el Levante comienza a desempeñar el papel de zona de paso, donde se cruzaban las influencias, y a menudo las armas, de los grandes imperios de Egipto y el Oriente Próximo asiático.

El III milenio a. n. e. es el de la civilización cananea que se extiende hasta tiempos históricos. Aunque la escritura no aparezca en la región antes del 1500 a. n. e., habida cuenta del estado de superproducción, centralización y redistribución de los excedentes alimentarios, los historiadores consideran que este nuevo orden económico, social y político señala la entrada en la historia en el transcurso del III milenio a. n. e. Debido a los intercambios con Egipto, la región se desarrolla y se enriquece, especializándose en el comercio de cerámica, mientras numerosas ciudades se desarrollan y consolidan.

Período cananeo: del 2900 al 1600 a. n. e.

Los historiadores consideran generalmente que el período cananeo se extiende desde el principio del III milenio a. n. e. hasta el final del siglo XVI a. n. e.

Hacia el 2100 a. n. e. las poblaciones seminómadas cruzaron el Jordán y penetraron en Canaán, causando el hundimiento de las estructuras socioeconómicas existentes: se destruyeron y abandonaron las ciudades, y la economía volvió a la ganadería.

A partir del 1800 a. n. e. comenzó un aumento de los asentamientos permanentes y una disminución del número de tribus, pero permaneciendo aún muy cerca de la organización tribal. Este período durante el cual los desplazamientos entre Asia, desde Mesopotamia, y Egipto eran intensos, corresponde a un momento de agitación interno que sirvió de preludio a la invasión de Egipto por los hicsos (Príncipes de los países extranjeros). Durante este mismo período, las ciudades cananeas comenzaron a rodearse con murallas. La existencia de la ciudad cananea de Ourousalim (Jerusalén) se certifica en escritos que datan del 2100 a. n. e.

Los ataques e infiltraciones repetidos abrieron a los hicsos el camino hacia la parte oriental del delta del Nilo, donde se instalaron e hicieron de Avaris su capital en el 1600 a. n. e. En esta época, Canaán ―parte de un imperio colocado bajo la autoridad de Avaris― alcanzó un nivel de civilización notable: potentes fortificaciones rodeaban las residencias de los reyezuelos cananeos, en guerra permanente unos contra otros y que recurrían a los carros de guerra arrastrados por caballos. Las desigualdades sociales se muestran claramente: Se construían espaciosas residencias que contrastaban con los cuchitriles que sus contemporáneos ocupaban. Las tumbas, cavadas en la roca, eran sepulturas generalmente familiares; armas y joyas de buena calidad acompañaban los restos de los difuntos afortunados. En el ámbito de la cerámica, las formas imitan al metal. Se ve extenderse por la región una alfarería hicsa: negra, pulida e incrustada de pasta de caliza blanca, así como trabajos sobre marfil de gran calidad; también son reputados los cananeos del norte (proto-fenicios) por el tinte en púrpura.

Hacia el 1850 a. n. e. la ciudad de Ascalón se convirtió en capital de un reino y en puerto muy activo sobre el mar Mediterráneo, desde donde se exportaban los productos del interior. Rodeada de una muralla de 2 km de circunferencia, la ciudad debía contar con cerca de 15 000 habitantes ―aproximadamente la población que tenían en 2010 las ciudades de Antilla (en la provincia de Holguín) o Bolivia (en la provincia de Ciego de Ávila)―.

En esta época comienza la migración de las tribus de Israel hacia Canaán, posiblemente desde el sur de la región caucásica. No existe documentación histórica verificable. Según el Antiguo testamento, es el período correspondiente a Abraham, Isaac y Jacob, que abarcaría hasta 1650 a. n. e. aproximadamente.

Completando la liberación nacional emprendida por los faraones de la décimo séptima dinastía, Amosis I se apoderó de Avaris y expulsó a los hicsos hasta Asia. Así pues, hacia 1550 a. n. e., Egipto conquistó Canaán donde el protectorado egipcio se mantuvo durante tres siglos y medio, durante los cuales la situación internacional sufre numerosas modificaciones: los conflictos con los hititas y las frecuentes rebeliones de los beduinos acampados en el Negev y Sinaí implicaron destrucciones, saqueos, y deportaciones.

Páginas relacionadas

Fuentes

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_antiguo_Israel «Historia del antiguo Israel»], artículo publicado en el sitio web Wikipedia.