Historia del municipio Cifuentes (provincia Villa Clara)

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Historia del municipio Cifuentes (provincia Villa Clara)
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Escudo de Cifuentes
Cronología
Período Colonial
Fundación y desarrollo colonial en Cifuentes
Guerras de Independencia
Período Neocolonial
La república neocolonial (1899-1952)
Lucha insurreccional
Período Revolucionario
Primeras décadas del Triunfo Revolucionario
Proceso de Institucionalización y Rectificación de Errores

Historia del municipio Cifuentes (provincia Villa Clara). El municipio Cifuentes se encuentra situado en la zona central de la provincia de Villa Clara. Se ubica en una extensa llanura, que limita al norte con Sagua la Grande y Encrucijada; por el Este con Camajuaní y Santa Clara; al suroeste con Ranchuelo y al oeste con Santo Domingo. Las características naturales del territorio determinan que su actividad económica fundamental sea la agricultura. En correspondencia, existe una gran extensión de área rural. Sus principales asentamientos comprenden el municipio cabecera del mismo nombre además de los poblados San Diego del Valle, Mata Vaquerito, Wilfredo Pagés; y los asentamientos rurales de Bagazal, batey Braulio Coroneaux, Mariana Grajales, Picadora, Larrondo, Sitio Grande, Tajadora, Unidad Proletaria y Santo Tomás.

La evolución histórica del municipio y la fuerza de sus tradiciones vinculan aún en la actualidad al territorio con el sitio de paso que conecta a dos importantes centros urbanos de la región, Santa Clara y Sagua la Grande. De ahí que también sea reconocido como “Oasis Villareño”. La dinámica de sus procesos económicos, políticos, sociales y culturales interrelaciona los rasgos y expresiones de todo tipo del pasado para facilitar la comprensión del presente y trazar certeras perspectivas para el análisis del futuro histórico de la nación cubana.

Período Colonial

Fundación y desarrollo colonial en Cifuentes

Parroquia Santa María Magdalena, edificada en 1856.

La determinación del origen del topónimo Cifuentes es una de las grandes incógnitas de la historia local, que a su vez permite la aproximación a aspectos históricos fundacionales. Al respecto, dentro de las teorías que con más énfasis se han trabajado están las ofrecidas por Antonio Miguel Alcover y Beltrán en su obra “Historia de la villa de Sagua la Grande y su jurisdicción.” Una de ellas, expone una transposición del topónimo tomada de una villa de Guadalajara, España. Por otra parte, se asocia con la gran cantidad de fuentes y manantiales existentes en el lugar que denominaban también en la época colonial, según registros documentales, Sin Fuentes o Cienfuentes.

Otra de las pautas trazadas sobre el origen del vocablo gira en torno a la existencia de José Cifuentes, dueño de una tienda mixta que abastecía a los viajeros que transitaban por el lugar. Sobre el tema solo constan los datos que la tradición oral ha resguardado de generación en generación. De lo que sí existe constancia documental es de los procesos de mercedación de tierras a partir de los que se establecieron los diferentes asentamientos poblacionales en Cuba de manera general desde el siglo XVI.

Para el caso del pueblo de Cifuentes, hoy territorio cabecera, se conformó a partir de la mercedación de la hacienda La Magdalena por el cabildo de Remedios durante el siglo XVII [1]. En ello intervinieron además las disposiciones del cabildo de la región referentes a la apertura de caminos para facilitar las vías de acceso a los embarcaderos que conectaban con el comercio exterior de contrabando [2]. La historia local reconoce en este sentido, la actuación del capitán Luis Pérez de Morales, propietario de la hacienda Santa Cruz de Maguaraya (territorio que hoy forma parte del pueblo) quien creó a través de su propiedad un camino que posteriormente se convirtió en un sitio.

La posición equidistante que ocupó entre Sagua y Santa Clara en el camino que unió a estas dos villas, influyó en la aparición de un punto de aprovisionamiento y descanso para los comerciantes que recorrían estas rutas. Ello determinó la prosperidad del lugar, sobre todo con respecto a la hacienda La Magdalena, donde se fundó en 1817 una rústica iglesia de guano y palma, alrededor de la cual se establecieron los primeros pobladores cifuentenses.

Dos años más tarde, a partir de las condiciones geográficas y económicas anteriormente descritas se decidió el traslado de la iglesia establecida en La Magdalena al sitio Cifuentes. Las mismas influyeron, además, en el desarrollo del comercio en el lugar, junto a otros asentamientos vecinos como Sitio Grande, ubicado en la misma ruta entre Sagua y Santa Clara. Por su parte, La Magdalena y Mata, un tanto aislados en dicha conexión, elevaron su desarrollo agrícola.

Fotografía de la estación ferroviaria de Cifuentes, construida a finales del siglo XIX.

Desde el punto de vista político- administrativo, Cifuentes perteneció desde el año 1842 por espacio de 36 años al Partido de Amaro, territorio aledaño que fue cabecera por motivos económicos. En 1878, con la creación de los términos municipales, el Ayuntamiento tuvo su asiento en el propio Cifuentes.

Durante el siglo XIX., la evolución histórica del territorio estuvo marcada por las distintas coyunturas generadas en el país como parte de la dinámica de sus procesos históricos. Las actividades económicas fundamentales desarrolladas en el siglo XVIII. (la ganadería y la agricultura) continuaron desarrollándose en las primeras décadas del siglo XIX.

En el período de auge y expansión azucarera se destacó el capital del hacendado radicado en La Habana: José Eugenio Moré Lavastida y Guzmán de Safriño, conocido como el Conde de Casa Moré, de origen colombiano que llegó a contar con grandes intereses en el Partido de Amaro y en toda la jurisdicción de Sagua la Grande, incluyendo la zona de San Diego del Valle [3]. Otros ejemplos representativos de los capitales invertidos en el territorio fueron los de los ingleses Mc Culloch, propietarios del ingenio Unidad y los franceses Betharte, propietarios del ingenio Macagua [4].

Como complemento indispensable para el desarrollo azucarero varios hacendados se integraron a la construcción del ferrocarril. Entre ellos: José Eugenio Moré, propietario del ingenio La Merced o Indio; Tomás Ribalta a cargo del Santa Teresa y Santo Tomás; Edmundo Depestre, propietario del ingenio La Luisa; Fernando Eguillort, dueño del Carolina; Rafael Rodríguez Torices al frente del San José y José Manuel Ramos, dueño de Nuestra Señora de los Ángeles [5].

La concesión fue otorgada a finales de 1855 y su construcción estuvo a cargo del ingeniero Joaquín de las Cuevas. El 19 de noviembre de 1858 se inauguró el tramo correspondiente de Sagua la Grande a Cifuentes, de vital importancia para el crecimiento de la producción azucarera en el territorio.

Guerras de Independencia

Estas realidades de tipo económico vinculadas a la expansión azucarera en la zona del actual municipio Cifuentes, los intereses de los principales propietarios y hacendados determinaron en gran medida las limitantes que se manifestaron en cuanto al auge de la insurrección armada en 1868. A diferencia de otras regiones del país, en el territorio cifuentense la lucha alcanzó poca magnitud. Pese a la apatía insurreccional en el territorio durante estos primeros diez años de lucha contra el colonialismo español se desarrollaron un número de acciones bélicas que demuestran que la actividad independentista estuvo latente, tales como:

  • Encuentro entre tropas de Carlos Roloff y el Teniente Coronel Trillo Figueroa en Ingenio Santa Cruz del Liébano (6-3-1869)
  • Incendio de Ingenio Guayabo (13-2-1871)
  • Encuentro entre fuerzas españolas y mambisas en el Ingenio El Indio (19-8-1871)
  • Incendio de cañaverales en los Ingenios Concedo, San Diego de Niguas, Machín y Laberinto (10-11-1874)
  • Ocupación de caballos y encuentros armados en el Ingenio La Juanita (10-11-1874)
  • Combate e incendio en el Ingenio Josefina (17-1-1876)

El ideal independentista estuvo presente además en el período conocido en la historia de Cuba como Tregua Fecunda o Reposo Turbulento. Esta vez asociado a la figura de Emilio Núñez, Comandante del Ejército Libertador al firmarse el Pacto del Zanjón. Manifestó su inconformidad con el fin de la lucha armada y las alternativas realizadas para lograrlo. Por ello, sostuvo intercambio epistolar con los emigrados cubanos radicados en Estados Unidos en la búsqueda de oportunidades para continuar combatiendo y organizó un levantamiento armado que se produjo el 12 de noviembre de 1879en la finca La Olallita, con levantamientos simultáneos en Quemado de Güines, Camajuaní y Santa Clara [6]. Otras acciones de importancia en esta contienda desarrolladas en el territorio de Cifuentes y zonas aledañas, al mando de Emilio Núñez, se produjeron el 24 de diciembre de 1879 en Maguaraya y en el ingenio Concedo.

El sentimiento patriótico continuó en ascenso en el territorio, dadas las experiencias en etapas de lucha anteriores. De ello dieron fe las manifestaciones de la Guerra Necesaria en la zona. En el levantamiento armado de los sagüeros el 3 de junio de 1895 figuraron los cifuentenses Tranquilino Triana y José Sánchez Jorro. Por otra parte, más de 20 incorporaciones al Ejército Libertador se produjeron en el municipio en julio de 1895, al mando del Dr. Nicolás Alberdi Golzarri, las que se incrementaron con el desarrollo de la contienda.

Se destaca durante la Guerra Necesaria la presencia de Máximo Gómez en sus operaciones en la jurisdicción de Sagua la Grande, de manera general. En el territorio cifuentense constan los enfrentamientos en la zona del actual territorio de Mariana Grajales y el ataque a un tren por la línea central de Sagua la Grande- Cifuentes. Ello le valió el nombramiento en 1899 de hijo predilecto del pueblo a Máximo Gómez [7].

Fotografía de Cifuentes a finales del siglo XIX.

Durante este período se destacó además el asalto al poblado de Cifuentes en la noche del 9 de abril de 1896 por fuerzas al mando del Coronel Fernando del Río Leal de la Tercera Brigada de Sagua la Grande. Durante la acción el cura del poblado Francisco Tejo Grampa desde el campanario de la iglesia dio muerte al soldado mambí Carlos Manuel Bravo. La actitud del cura fue aplaudida por los reyes de España y se le premió con la Orden Española de Carlos III, que recibió el 6 de julio de 1897.

De manera general, durante el proceso insurreccional de 1895 en Cifuentes se manifestó un mayor activismo y participación, como resultado del arraigo del sentimiento nacionalista y de los cambios en la sociedad cubana de fines del siglo XIX. A su vez, la guerra trajo importantes consecuencias económicas para el municipio tendentes a la destrucción o desaparición de sus principales fábricas azucareras y a la disminución poblacional.

Período Neocolonial.

La república neocolonial (1899-1952).

A partir de la intervención norteamericana en la Guerra Necesaria a finales de 1898 se inició en Cuba la primera ocupación estadounidense que condujo a la estructuración del sistema republicano en el país en los inicios del siglo XX. Durante dicha etapa de ocupación en Cifuentes la situación política fue semejante a la del resto de la nación. Se mantuvieron en sus puestos a la mayoría de los elementos afines a la dependencia colonial y se introdujeron personas con intereses pro-yanquis para garantizar el poder de los Estados Unidos en el municipio.

Desde el punto de vista económico, los efectos de la guerra determinaron las precariedades de la economía en el territorio, situación que no varió sustancialmente durante las primeras décadas republicanas. Con respecto a la organización de movimientos sociales es importante destacar el estancamiento de las masas cifuentenses en estos primeros años del siglo XX, donde no se testimonian la existencia de grupos u organizaciones actuantes contra el sistema político imperante en el país.

Fotografía de la Calle Maceo de Cifuentes en 1947.

Esta realidad varió un tanto con la consolidación del ideal antiimperialista en Cuba y la lucha que se desplegó a partir de 1925. Como manifestaciones fundamentales se encontraron la fundación de una pequeña organización denominada Liga Juvenil Comunista integrada por no más de 12 miembros. Sus actividades fueron fundamentalmente organizativas, aunque dieron apoyo a un grupo de alzados contra la tiranía machadista en el territorio.

La coyuntura generada por la crisis de 1929-1933 en el país, motivó la creación de unas comisiones de obreros en el central Unidad. Bajo el lema “lucha y estaca.” Este constituye el primer intento de organizar el movimiento obrero en dicha entidad [8]. Por otra parte, el movimiento huelguístico del año 1933 repercutió en el municipio con expresiones en los centrales Santa Lutgarda (posteriormente El Vaquerito) y Macagua (posteriormente Braulio Coroneaux). Allí sus obreros paralizaron totalmente el trabajo en respaldo a los obreros del central Nazabal en Encrucijada, que lo tomaron y fundaron en febrero de 1933 un soviet de obreros [9].

Sobresale además en estos años la organización del Partido Comunista en el municipio. Dicha aspiración se materializó en 1935. El mismo contó con cerca de 200 afiliados en el municipio y con la cercana colaboración de figuras reconocidas nacionalmente en la lucha por la soberanía y las reivindicaciones sociales como Jesús Menéndez y Salvador García Agüero [10].

Su labor fue esencialmente propagandística, al no quedar constancia de su participación directa en enfrentamientos armados, huelgas u otro tipo de actividad contra los gobiernos de la época. Al propio tiempo, el movimiento obrero del municipio no logró una estrecha cohesión entre otras causas por la diferencia de intereses de sus miembros quienes no fueron capaces de concretar acciones de envergadura, aunque lograron organizarse en torno a la las reivindicaciones sindicales desde finales de la década del 30 del siglo XX.

En tal sentido, consta la constitución en 1936 del Sindicato Azucarero de Obreros y Empleados del Central Unidad. En el propio año se fundó también el primer sindicato obrero del central Macagua, hoy Braulio Coroneaux. En 1937, como parte de la apertura democrática promovida por Fulgencio Batista, se legalizó el sindicato del central Corazón de Jesús, hoy Mariana Grajales.

La coyuntura internacional de finales de la década de 1930 influyó en la actividad del movimiento sindical cifuentense. Los obreros del central Santa Lutgarda y Unidad Proletaria enviaron 2000 sacos de azúcar para el pueblo español, en apoyo a su lucha en la guerra civil a partir de 1936[11].

Entre 1947 y 1952 se produjeron varias huelgas y manifestaciones a favor del pago del diferencial azucarero y otras demandas obreras. Entre ellas, la del central Macagua en 1950 que demandó el pago de la superproducción y los atrasos. En 1952, los trabajadores del central Santa Lutgarda ante la negativa de sus dueños de aplicar el diferencial azucarero convocaron a una huelga que paralizó la producción por varios días. Ante la persistencia de la manifestación, los obreros consiguieron obtener dicho pago, lo que constituyó una importante victoria para los trabajadores de la unidad productiva.

Fotografía de San Diego del Valle en 1947.

De manera general la evolución histórica del municipio Cifuentes, durante la primera mitad del siglo XX, respondió a las distintas coyunturas nacionales impuestas por la ocupación norteamericana y la consiguiente estructuración republicana, con un limitado activismo obrero, sindical y de grupos políticos como los comunistas, a diferencia de otras regiones del país.

Lucha insurreccional

El Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 inició una nueva y decisiva etapa histórica para la nación cubana. Para el municipio fue igualmente significativa por la actividad revolucionaria desplegada para derrocar la tiranía batistiana. A partir de los sucesos del Moncada se hizo sentir la labor de los elementos revolucionarios en el territorio quienes entre otras tareas desplegaron una amplia propaganda a partir de la colocación de banderas y carteles referentes a los acontecimientos del 26 de julio en lugares con gran afluencia de público.

De esta forma se vertebró el Movimiento Revolucionario 26 de julio, en agosto de 1955, integrado por zapateros, dependientes de tiendas, campesinos y el caso del estudiante Félix Rubén Betancourt Garí [12]. La actividad del mismo se concretó en acciones de sabotaje al tendido eléctrico para producir apagones; el esparcimiento por las carreteras de puntillas y alcayatas para interrumpir el tráfico; la utilización de diferentes medios para dificultar las comunicaciones telefónicas y por medio del telégrafo; la colocación de petardos; los incendios a puntos clave de la economía de la zona y la recaudación de fondos.

A partir del asalto a los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, los obreros del municipio reforzaron su actividad huelguística en apoyo a las fuerzas revolucionarias. Quemaron más de un millar de arrobas de caña en las colonias del territorio, en abril de 1953. En diciembre de 1956, los obreros del central Corazón de Jesús, obstruyeron el ferrocarril y lanzaron alcayatas a la carretera[13].

En el año 1956, la intensificación de la crueldad de la tiranía de Batista y el apoyo al desembarco del Granma incrementaron las actividades de los revolucionarios de Cifuentes. Al respecto, se requemaron las cañas del central Unidad en las zonas rurales de El Barro, Tajadora y El Frasco; se recolocaron propagandas en los campos para que la guardia rural saliera del pueblo; se destruyó la planta que se destinó para evitar los apagones y poder desarrollar los bailes en la Colonia Española. Además, se confeccionaron uniformes y brazaletes para los que se incorporaban al Ejército Rebelde.

De la lucha clandestina en las ciudades se destacaron las manifestaciones de la huelga del 9 de abril de 1958. Entre ellas, el descarrilamiento y colisión de carros en los chuchos de Paraíso y Tajadora, así como la obstrucción de la carretera Santa Clara- Cifuentes en el entronque de San Diego del Valle[14].

El inicio de la acción armada en el municipio puede ubicarse a partir del fracaso de la huelga, con el alzamiento de varios de los participantes en dicha acción, los que constituyeron la Columna # 1 Julio Laportilla adscripta al frente norte de la Comandancia Ciro Redondo. Entre las acciones más importantes desarrolladas por esta columna se desatacó el apoyo a la invasión en el contraataque a Santo Domingo, acción en la que muere el joven cifuentense Rolando Morales Sanabria.

Ante el auge de la lucha revolucionaria en Cuba la Guardia Rural y la Policía abandonan el pueblo entre los días 24 y 25 de diciembre, por lo que Cifuentes es ocupado desde el 26 del propio mes por las fuerzas revolucionarias del Ejército Rebelde. Se inició de esta forma el período de construcción, organización y perfeccionamiento de la sociedad revolucionaria y socialista en Cuba.

Período Revolucionario

Primeras décadas del Triunfo Revolucionario

La revolución triunfante encontró en Cifuentes la típica situación de un pueblo básicamente rural con precarias condiciones económicas y sociales para la población. Su principal recurso, la tierra estaba compartimentada en una gran cantidad de pequeñas colonias que se dedicaban fundamentalmente al cultivo de la caña de azúcar, la cual era molida en los centrales Unidad (actual Unidad Proletaria), Corazón de Jesús (actual Mariana Grajales), Macagua (actual Braulio Coroneaux) y Santa Lutgarda (actual El Vaquerito).

En estos centrales y en las dos pequeñas fábricas de conservas ubicadas en los poblados de Mata y San Diego del Valle se concentraron los obreros industriales del municipio. Por otra parte, no existieron en Cifuentes grandes terratenientes sino una gran cantidad de pequeños y medianos propietarios y sobre todo una importante masa de arrendatarios de pequeñas fincas.

Ante estas realidades se produjeron profundas transformaciones en la vida económica a partir del 1 de enero de 1959. Como pieza clave de los cambios estuvo la firma de la Primera Ley de Reforma Agraria la que hizo variar significativamente las condiciones económicas del municipio. Entre las principales fincas que fueron distribuidas y entregadas a los campesinos que durante años habían trabajado en ellas se encontraron las de los dueños: José Ramón Torres, José González Rivero, Mariano Gil Gil y la de Antonio Castro, por solo mencionar alguna de ellas. Ello determinó- como generalidad histórica en la etapa- el apoyo de dichos expropietarios con la contrarrevolución.

En el caso de las empresas del municipio no sufrieron impactos negativos en la producción ante la intervención revolucionaria, por el apoyo de sus obreros y la mayoría de sus profesionales a la obra transformadora de la Revolución Cubana. Los centrales azucareros comenzaron a ser intervenidos en febrero de 1960. Como parte de este proceso en Cifuentes el primero de estos espacios productivos intervenidos fue el Macagua.[15].

Ante la radicalidad de las transformaciones de la naciente revolución las fuerzas sociales y políticas en Cuba se polarizaron. Por un lado, los sectores populares en apoyo a las medidas adoptadas en el nuevo contexto y por otro lado los pequeños burgueses y propietarios que ante los perjuicios sufridos cedieron a las manipulaciones de la contrarrevolución externa financiada por el gobierno de Estados Unidos.

En ese sentido, fue significativo en el municipio el apoyo de campesinos y obreros azucareros a la Revolución Cubana quienes garantizaron el éxito de las zafras de estos primeros años bajo condiciones hostiles de amenazas y sabotajes. Ejemplo de ello fue la labor de los trabajadores de la fábrica de granito de Cifuentes quienes elevaron sus resultados productivos y defendieron las ideas promulgadas por la Revolución. El ejemplo altruista de su antiguo dueño influyó significativamente ya que este entregó voluntariamente su negocio ante el proceso intervencionista y continuó laborando en ella como un obrero más[16].

Los actos políticos masivos, cabalgatas y manifestaciones campesinas caracterizaron el entorno municipal en los primeros años de Revolución. Cabe destacar el entusiasmo que produjo el paso del Comandante Camilo Cienfuegos en su recorrido de Yaguajay hasta La Habana en 1959, donde se dirigió al pueblo cifuentense desde el balcón del edificio que ocupó la Colonia Española.

Ante la paulatina consolidación del poder político revolucionario se acrecentó la oposición a la Revolución Cubana. No obstante, en 1960 existían condiciones objetivas en Cifuentes para enfrentar las manifestaciones contrarias al gobierno revolucionario. Las organizaciones políticas se integraron y se fundaron importantes organizaciones de masas como los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR).

La reacción interna organizada tuvo dos formas bien definidas en el territorio cifuentense: la creación de organizaciones contrarrevolucionarias que agruparon a exmiembros de los cuerpos armados de Batista y algunos politiqueros; y la formación de bandas armadas. Dos organizaciones incidieron con su actividad en el municipio: La Rosa Blanca y el Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR). La Rosa Blanca se vinculó en el territorio a la realización y distribución de propaganda revolucionaria y al incendio de cañaverales en Maguaraya, El Coco, Paraíso y La Cruz. Sus principales dirigentes y colaboradores fueron detenidos como resultado de la labor de los organismos de masas creados [17].

Por su parte, el MRR dirigió sus acciones a sabotajes en los cañaverales, en las carreteras y a la difusión de propaganda opositora. Como parte de sus actividades consta el sabotaje a la Secundaria Básica Antonio Guiteras Holmes, inaugurada en 1959, donde fueron destruidos numerosos libros de texto en la biblioteca del centro [18]. Los causantes fueron descubiertos y los propios estudiantes en enérgica respuesta los desenmascararon públicamente.

En abril de 1961 se concretó la agresión armada por Playa Giróndonde cayó Martín Torres Ruíz, cifuentense nacido en el barrio Ayagán. De los cientos de movilizados en el municipio para enfrentar a las fuerzas enemigas, participaron directamente: Juan Humberto Denis Rodríguez, Juan Ruperto Díaz Aday y José Vidal Flaqué Sánchez.

Como parte también de las acciones en oposición a la Revolución se incentivó el movimiento migratorio hacia Estados Unidos. En este período, tres de los cuatro médicos que tuvo el poblado de Cifuentes abandonaron el país junto a algunos maestros, dentistas, comerciantes y profesionales en general. Ante estas realidades el municipio impulsó el desarrollo económico social en la década del 60 del pasado siglo, con importantes logros en cuanto a la disminución significativa de las tasas de desempleo y el aumento de las posibilidades educativas.

Durante la Campaña de Alfabetización, debido a la labor incesante de aproximadamente 366 maestros voluntarios, Cifuentes alcanzó un porciento de alfabetización del 69.3 y el 17 de diciembre de 1961 se declaró territorio libre de analfabetismo. Se potenció además la salud pública en el territorio para lo cual se cumplieron exitosamente campañas de vacunación contra la poliomelitis y campañas de saneamiento contra la gastroenteritis.

Se destaca también en la década del 60 en la historia del municipio, la lucha por la Limpia del Escambray, donde en la zona Sitiecito- Viana- Cifuentes- según la división establecida por el informe confidencial del Ejército Central No. 229, firmado por Juan Almeida Bosque- operaron varias bandas con actividades dirigidas a la quema de cañaverales, el asalto al cuartel de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) en Viana y el incendio de cinco escuelas alfabetizadoras [19].

Proceso de Institucionalización y Rectificación de Errores

A partir de 1975 se perfeccionaron mecanismos organizativos y productivos en la industria azucarera y aunque subsistieron algunas dificultades, se elevó la producción y se ganó en estabilidad. Para ello se utilizaron varias estrategias, entre ellas el uso de fuerzas voluntarias como brigadas permanentes. La Armando Mestre, que laboró en el central Braulio Coroneaux se convirtió en 1980 en la primera de la provincia de Villa Clara en alcanzar el primer paso del millón de arrobas cortadas [20].

También se produjo una reorganización de la vida política que tuvo como eje central la preparación para el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y el apoyo a los Congresos de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Con la fundación del Ejército Juvenil del Trabajo comenzaron a incorporarse decenas de jóvenes cifuentenses. Un grupo de ellos se incorporó a trabajar en la reparación de las vías ferroviarias y otros se integraron a la comunidad a través de los grupos culturales.

Los avances en la esfera social continuaron manifestándose con el aumento de las instituciones educativas y sus respectivas matrículas, el inicio de la educación especial en el curso 1984- 1985 y la enseñanza de idiomas. Otras expresiones de desarrollo social fue la ampliación de los servicios sanitarios con la remodelación del policlínico de San Diego del Valle y la generalización de la atención estomatológica.

En 1982 el municipio tuvo un auge constructivo de obras sociales como: la reconstrucción de un edificio colonial para Casa de Cultura y Museo y la construcción de la pizzería con una amplia área recreativa y un cabaret. Se prestó especial atención a la pavimentación de las calles y a la reparación de los daños provocados por el huracán Kate a su paso por el territorio.

El deporte tuvo un cierto despegue desde finales de la década de los setenta y principio de los ochenta. Entre los logros más destacados fue el primer lugar provincial y el tercero a nivel nacional en la Liga Azucarera que obtuvo el equipo del central Mariana Grajales. Se destacaron además figuras beisboleras como: Valentín León, Ramón Moré, Tomás López Ríos y Reinaldo Santana. Al igual que en el resto del país, entre 1986 y 1990 Cifuentes se desenvolvió en los marcos de la lucha contra los errores cometidos y las tendencias negativas manifestadas en décadas anteriores, en medio de la agudización del bloqueo norteamericano en la esfera económica. En este contexto, se estabilizaron los resultados de la producción de azúcar lo que conllevó en gran medida a la obtención en 1987 de la sede paa celebrar el Acto Provincial por el 26 de julio.

Igualmente se estimuló el desarrollo social con logros como la inauguración de un moderno policlínico, con consultas por especialidades y meritorios resultados en el deporte, destacándose la inclusión de varios atletas cifuentenses en los diferentes equipos nacionales. En 1988 el sandieguero Delvis Núñez Contreras integró el equipo que obtuvo para Cuba la clasificación para participar en el campeonato mundial de futbol juvenil celebrado en Suecia [21].

Con respecto a la actividad política en la etapa se destacó la participación cifuentense en la lucha contra el colonialismo africano, con la ayuda internacionalista de cientos de jóvenes a países como Etiopía y Angola. En esta última nación, durante la batalla decisiva de Cuito Cuanavales participó el cifuentense Jorge Luis Sánchez Alonso. También en Nicaragua, Cabo Verde y la República Árabe Saharaui cumplieron misiones internacionalistas médicos, maestros y constructores cifuentenses.

De manera general, la evolución histórica del municipio Cifuentes desde el período colonial hasta el revolucionario se ha caracterizado por su participación directa en los diferentes procesos históricos, socio- culturales y políticos de la nación cubana. Como parte de esa dinámica desde el punto de vista económico se ha vinculado a la industria azucarera y la agricultura. En las tres guerras contra el colonialismo español aportó recursos materiales y patriotas notables como: Ramón Roa Garí, Emilio Núñez Rodríguez, Manuel Piedra Martell, Juan Bautista Fernández y José Sánchez Jorro.

La integración cifuentense al Movimiento 26 de Julio y la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista en la década del 50 del pasado siglo se destaca también en la impronta del territorio. Con el Triunfo de la Revolución, Cifuentes ha apoyado cada plan o tarea desplegada con activa participación en procesos claves como la Campaña de Alfabetización, la Limpia del Escambray, la Invasión a Playa Girón y las misiones internacionalistas en África para combatir el colonialismo en ese continente.

El territorio ha sido cuna de hombres como Juan Francisco Aro, asesinado en la explosión de La Coubre y Carlos Conquero Perdomo, víctima del crimen del avión de Barbados. Por ello, aunque la tradición oral de varias generaciones reconozca cierta apatía por la dinámica de su vida cotidiana- manifestado de forma oral de generación a generación: “Cifuentes, ni los perros ni la gente”- la evolución de sus procesos históricos lo situaron durante la colonia como una importante vía de enlace entre dos grandes ciudades del centro del país. Durante la República se hizo eco en las luchas sindicales y por la liberación nacional. Por último, en la Revolución ha sido baluarte seguro en el camino de la construcción de la sociedad socialista.

Galería de Imágenes actuales de Cifuentes

Referencias

Fuentes

  • Colectivo de Autores. Síntesis histórica municipal de Cifuentes. Museo Municipal Ramón Roa Garí, 1998.
  • Colectivo de autores: Las luchas por la independencia nacional y las transformaciones estructurales 1868-1898. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 2002, p. 528.
  • López Civeira, Francisca: Cuba. Seis décadas de historia entre 1899-1959. Editorial Félix Varela, La Habana, 2009, p.1.
  • Villavicencio Finalet, Raúl. La repercusión del movimiento de liberación cubano del siglo XIX en la jurisdicción de Sagua la Grande. Trabajo de investigación. Museo Municipal de Sagua la Grande, 1990.
  • Rodríguez Recarey, María Teresa. La guerra de 1895- 1898 en el municipio Cifuentes. Trabajo investigativo. Museo Municipal de Cifuentes, 1984.