Historia del municipio Marianao (La Habana)

Historia de Marianao

Surgimiento y evolución territorial del término

El nombre de Marianao es una derivación de la voz indígena Mayanabo, que significa algo similar a “tierra entre ríos”. El prefijo Mayaes muy frecuente en los nombres dados por los indígenas a muchos lugares y ríos de Cuba.

Si algún hecho contribuye a suponer la existencia de núcleos indígenas al oeste de la bahía de La Habana, según el americanista Bachiller y Morales , así como el Dr. Alfredo Zayas quien en su obra “Lexigrafía Antillana”, hace mención a una escritura del 14 de julio de 1714, confeccionada por el escribano Bartolomé Núñez, en la cual se entregaban “cuatro caballerías de tierra a la otra banda del río de la Chorrera, paraje que llaman Mayanabo”.

Marianao fue fundado, el 13 de diciembre de 1720, en el sitio actualmente denominado Curazao (en Ave. 51 y 84); allí se levantó el primer caserío, con sus primeros pobladores: frailes dominicos, belemitas y agustinos.

El naciente asentamiento fue víctima, en 1726, de un voraz incendio que lo redujo a cenizas. Luego los antiguos vecinos se reagruparon en dos nuevos sitios: Quemados Nuevos y La Ceiba. En 1735, algunas familias levantaron sus rústicas viviendas al suroeste de este poblado y nació un caserío al que le dieron el nombre de Marianao. A partir de esta fecha, ambas poblaciones marcharon separadas, hasta que el desarrollo demográfico las hizo unir.

En ese mismo año, en la finca San José, de acuerdo con las costumbres de la época, se erigió una ermita, bajo la advocación de San Francisco Xavier, que luego de múltiples modificaciones, ha llegado a la actualidad con el nombre de Parroquia de Los Quemados, sita en la actual Avenida 51 y 108.

En 1765, se creó la Capitanía Pedánea del Partido de San Francisco Xavier de los Quemados, sometido al Ayuntamiento de La Habana. Este Partido estaba integrado por Marianao propiamente dicho; Los Quemados; Quemado Viejo (Curazao) y Ceiba del Quemado (La Ceiba).

En 1827, los Quemados de Marianao, que hasta entonces había disfrutado de una relativa prosperidad económica, a causa del incremento del cultivo de la caña de azúcar y el café, comenzó a sufrir los duros efectos de la caída de su riqueza agrícola, motivada por la demolición de sus ingenios y cafetales enclavados en la jurisdicción.

En 1853, el Convento de Nuestra Señora de Belén, se entregó a los jesuitas para que funcionara en él un Colegio. En este edificio estuvo instalado el Observatorio de Belén, fundado en 1857 y dirigido al inicio por el padre Antonio Cabré. Este Observatorio cubrió la etapa inicial en los estudios meteorológicos en Cuba.

El 8 de julio de 1878, fecha de honda significación en la historia local de Marianao:

"(...) apareció en la gaceta la disposición por la cual, por medio del Artículo 7 de la Ley Provisional Municipal, de 21 de junio y previo los requisitos que en ella se determinan, se sirve acceder a la creación del Municipio Marianao, con la inclusión del cuartón de La Lisa y el Ayuntamiento propio, separándose de la jurisdicción municipal de La Habana y Santiago de Las Vegas a que había pertenecido

Los vecinos que residían en Marianao, pusieron su atención en la excelente posición geográfica del poblado, lo beneficioso de su clima, en las ventajas que ofrecía la Calzada Real (hoy Ave.51), en el poderoso incentivo de los baños de su río Quibú, y decidieron apostar por su conversión en pueblo de temporada.El hecho afortunado de verse bañado por el río Quibú, que desemboca en la playa, creó las perspectivas que ofrecía el caserío y se propusieron mejorarlo en todos los aspectos.

Los Quemados fue Capitanía de Partido hasta 1812, en que fue sustituido por la Alcaldía Constitucional restableciéndose aquella en 1823, con motivo de la derogación de la Carta de las Cortes españolas.

El gobierno interventor norteamericano, mediante órdenes militares, dispuso la creación y supresión de distintos Ayuntamientos. El 24 de enero de 1902, dictó la Orden 23, que suprimió el Ayuntamiento de El Cano. El territorio de dicho Ayuntamiento quedó dividido así: El Cano pasó a Marianao, con excepción del barrio del Wajay, que pasó al Término de Santiago de las Vegas. El territorio conocido por La Ceiba, que formaba parte del barrio de Puentes Grandes, Término de La Habana, se agregó a Marianao, con el río Almendares como límite.

Estas agregaciones hicieron que Marianao, a partir de 1915, tuviera 160 km2 pues incluía los territorios de Cubanacán, Ampliación de Buenavista, Miramar, Arroyo Arenas, La Lisa, Coco Solo, Los Pocitos, Los Hornos, El Cano, Los Quemados y Wajay. Se extendía desde el puente sobre el río Almendares hasta los límites con Punta Brava.

Entre 1914 - 1918, se construyeron los repartos rústicos Country Club y La Coronela, mientras seguían bajo el signo del atraso y la miseria, barrios como Los Pocitos, Coco Solo, Los Quemados, Buenavista, Pogolotti, La Lisa y La Ceiba, que tenían pésimos servicios públicos.

A partir de 1945, continuó desarrollándose el movimiento urbanístico. Surgieron los repartos: Alturas de Lasalle, Alturas de Belén, Alturas de La Lisa, Náutico, Alturas del Bosque, Flores, Santa Felicia, Alturas de Marianao, El Palmar y Brisas de Marianao.

Por medio de una Resolución de la Administración Municipal, con fecha 28 de marzo de 1960, se le cambió el nombre a algunos de los repartos del territorio. Así, el lujoso Country Club vio cambiar su nombre por el indígena Cubanacán; Alturas de Country Club, por Alturas de Cubanacán; el Havana Biltmore, por Siboney; Ampliación de Havana Biltmore, por Ampliación de Siboney; Sans Soucí, por Arimao; Residencial Sans Soucí, por Residencial Arimao; Floral Park, por Caonao; Boulevard del Biltmore, por Areito y Riviera del Biltmore, por Guanabo de los Indios.

Ese mismo año 1960, mediante la Resolución 456-A, se dispuso que tanto el barrio Columbia, como todo lo que quedaba con ese nombre en el municipio, se denominara en lo adelante Libertad. En los por cuantos de la Resolución se explica que el nombre de Columbia resultaba "de triste recordación".

En 1963, surgieron las Regiones. La región fue un nuevo eslabón de dirección entre la provincia y el municipio. En La Habana Metropolitana se crearon siete regiones: Centro Habana, Plaza de la Revolución, Diez de octubre, Marianao, Puerto-Regla-Guanabacoa, Boyeros y San Miguel-Cotorro; se suprimieron los 87 barrios existentes y se crearon 38 seccionales.

La Región Marianao contaba con algo más de 350 mil habitantes, agrupados en siete seccionales: Ceiba, Libertad, Centro, Lisa, Playa, El Cano y Buenavista.

El 3 de julio de 1976, se aprobó una división político-administrativa, que estableció la división del país en 14 provincias y 169 municipios, uno de ellos especial: Isla de la Juventud. Con esta división, nació la provincia de Ciudad de La Habana, con 15 municipios: Marianao tiene desde entonces una extensión territorial de 21.69 Km2.

En abril de 2011, se hizo una reforma, que modificó la división política existente, y dividió el país en 15 provincias y 168 municipios, uno de ellos especial: Isla de la Juventud. El perímetro de lo que desde 1976 fue Ciudad de La Habana, recuperó su nombre histórico: La Habana y Marianao mantuvo su estatus de municipio, con la misma extensión.

La Constitución aprobada por un Referendo Nacional y proclamada el 10 de abril de 2019, introdujo en su Artículo 203, la figura del Intendente, quientiene la misión de dirigir la vida económica y social del territorio, cumpliendo y haciendo cumplir lo legislado. Como Intendente de Marianao, fue electa Yamira Lamadrid Pérez. A

Hoy Marianao es uno de los 15 municipios, de la provincia de La Habana y está integrado por seis Consejos Populares: Martinez Prieto-Los Ángeles,Pocitos-Palmar, Zamora-Coco Solo, Libertad, Pogolotti-Finlay-Belén y Santa Felicia.

Guerras de Independencia

En la etapa independentista, Marianao contó con miembros del Ejército Libertador, quienes pelearon durante la Guerra del 95; tal es el caso del general Eusebio Hernández, los coroneles Andrés Hernández, Felipe Montero y Baldomero Acosta; el capitán Manuel Camejo, y los patriotas Joaquín Morfa Álvarez, Manuel Herrera, José Argibay Delgado y Luisa Quijano, ejemplo del valor de la mujer.

Cuando el Lugarteniente General Antonio Maceo, al frente del Ejército Invasor, el 6 de enero de 1896, cruzó por Cayo La Rosa (cerca de Bauta), se incorporó a la columna invasora el joven Baldomero Acosta, quien en el combate de Las Taironas fue herido. En febrero de 1896, Maceo regresó a la provincia de La Habana y comprobó los crímenes y abusos cometidos por Valeriano Weyler en la población; entonces envió un oficio, el 19 de marzo, por el cual autorizaba al subteniente Baldomero Acosta:

"(...) a ponerse al frente de todos los grupos sueltos y sin organización que se encuentran en la zona de La Habana, armarlos y disciplinarlos, designar los jefes interinamente, y oficiales de la fuerza que con aquellos organizara y proponer los nombramientos para su aprobación por el Cuartel General"

Este Regimiento al mando del Comandante Baldomero Acosta, grado que le fue otorgado por Maceo, el 9 de junio de 1896, operó durante la campaña del 95, del 97 y gran parte del 98, en la zona que partía de Marianao y llegaba por el norte hasta los límites con Mariel. El Regimiento estuvo organizado en cuatro escuadrones, uno de ellos al mando de Andrés Hernández, marianense que se destacó a lo largo de la lucha por la independencia.

La batalla más importante que libró esta fuerza fue la que llevó a cabo el 28 de julio de 1897 en Marianao, con el intento de tomar esta ciudad, lo que constituyó un hecho histórico relevante acontecido en este municipio, en el actual Consejo de Zamora Coco Solo, específicamente.

Después de haber burlado la trocha de Mariel a Majana, Maceo consideró conveniente propiciar un duro golpe a la propaganda que Weyler venía realizando con el propósito de dar la impresión de que la provincia de La Habana se encontraba pacificada, lo que no convenía a las fuerzas cubanas insurrectas.

Maceo tenía planeado tomar Marianao y después marchar por la Calzada de Puentes Grandes, entrando por el Cerro hasta la actual Esquina de Tejas, por donde doblaría por la Calzada de Jesús del Monte, en dirección a la Víbora, y desde allí dirigirse a las Lomas de Managua, a encontrarse con el Coronel José María Aguirre.

Fue Marianao el lugar escogido por el propio Maceo para el escarmiento a Weyler, pero una infausta circunstancia frustró el hecho temporalmente: la caída del General en los campos de San Pedro de Punta Brava, el 7 de diciembre de 1896. No obstante, la idea del escarmiento a Weyler, continuó formando parte de los planes insurrectos.

Ataque a Marianao

Este hecho se produjo aprovechando la visita a la capital de Mr. Calhoum, quien había llegado en busca de información sobre el estado en que se hallaba el movimiento revolucionario en la provincia, pues Weyler había comunicado a Madrid que, en un recorrido suyo por algunas poblaciones, solo existían en éstas pocos grupos de insurrectos, de los que darían cuenta los batallones españoles de la zona.

El 28 de mayo de 1897, Baldomero Acosta recibió una comunicación de Perfecto Lacoste, Delegado en La Habana de la Junta Revolucionaria, que le informaba acerca de la urgencia con que se debía llevar a cabo el ataque a Marianao, acción de guerra que desmintiera los comunicados de Weyler al mando español. Con el ataque a Marianao, se cumplía con la voluntad de Maceo, haciéndolo en el lugar idóneo para la acción, ya que se trataba de una de las plazas más importantes y protegidas por el gobierno colonial, considerada estratégica porque, a través de ella, se pudría lograr un ataque a La Habana con mayor facilidad.

En el atardecer del 28 de mayo de 1897, una caballería compuesta por unos 300 jinetes, atravesó los terrenos de la finca “Murgas” en busca del callejón de Pastrana, en la dirección del camino del Wajay al Cano; al mando de la columna marchaba el coronel Baldomero Acosta y al frente de las escuadras iban los oficiales Andrés Hernández, Dionisio Arencibia, Cándido Villanueva y Esteban Delgado.

Cerca de tres horas duró el combate que resultó una victoria rotunda de los insurrectos; Weyler trató por todos los medios posibles, de impedir que la prensa publicara la menor noticia acerca del audaz golpe. No pudo en cambio, evadir el Informe al Ministerio de la Guerra, en Madrid. Entre otros aspectos, se reconocía:una partida de rebeldes, mandada por los cabecillas Andrés Hernández y Baldomero Acosta penetró el miércoles en Marianao y estuvo en el pueblo desde las nueve de la noche, hasta la una de la madrugada.

Primera ocupación estadounidense

El 1º de enero de 1898, cesó en todo el territorio cubano la soberanía de España y comenzó el gobierno de ocupación de Estados Unidos, con el primer gobernador militar, el general John Rutter Brooke.

La ocupación militar del país duró de 1898 a 1902. Como se conoce, en 1901, se convocó a una Asamblea Constituyente, a la cual el gobierno de Estados Unidos obligó a aceptar la llamada Enmienda Platt, que se añadió como apéndice a la Constitución del nuevo país y su texto estableció el derecho del gobierno de Estados Unidos a intervenir en los asuntos internos de Cuba, cuando sus intereses se vieran afectados.

El 10 de diciembre de 1898, el Coronel Young, del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos, se hizo cargo de la Comandancia Militar de Marianao, izando la bandera de Estados Unidos en el Ayuntamiento y un batallón de las fuerzas de ocupación le rindió honores militares de ordenanza al Coronel Young.

Pocos días después, el Gobernador Militar de la provincia, General Fitzhung Lee, tuvo a bien disponer el traslado de su Cuartel General y residencia particular para la Quinta Durañona. La Quinta Durañona, situada en la Ave. 51 e/ 118 y 120, edificada por Francisco Durañona, dueño del central Toledo, en la Guerra del 95.

Durante la primera intervención norteamericana, las tropas estadounidenses se vieron diezmadas por la fiebre amarilla, por lo que el gobierno de Estados Unidos nombró una comisión para que estudiara las causas del mal sin considerar las tesis de Carlos J. Finlay, quien ya había esbozado la teoría de la transmisión a través del mosquito Aedes aegypti. A pesar de esto, el galeno cubano, en gesto de desinterés, entregó al Dr. Walter Reed, presidente de la comisión toda la información que tenía, lo que llevó a probar la teoría de Finlay.

República Neocolonial

Al nacimiento de la República en 1902, el desarrollo económico del municipio era escaso, a causa de la carencia de mercados. La industria tabacalera se encontraba sumida en una grave crisis, lo que afectó a un crecido número de tabaqueros al quedarse sin trabajo.

En Marianao, donde ya se habían establecido las tropas norteamericanas, el contratista italiano Dino Francesco Pogolotti compró las fincas Tres Rosas, La Esperanza, Jesús María y San José, con una extensión aproximada de cinco caballerías. En terrenos de las fincas Jesús María y San José, se levantaría el primer barrio obrero de Cuba. Este se construyó a tenor de una ley del Congreso, propuesta por el representante Luis Valdés Carrero.

El día 30 de octubre de 1910, se colocó la primera piedra, en una solemne ceremonia a la que asistieron el representante Valdés Carrero, y Baldomero Acosta, entonces alcalde de Marianao, entre otras personalidades. Para la entrega de las cien primeras casas se organizó un sorteo en el que se inscribieron muchas familias de la capital. En el lugar, donde se levantó la primera casa, existe hoy una tarja que recuerda el hecho.

El 24 de febrero de 1911 se inauguró, oficialmente, el primer barrio obrero de Cuba. Una vez concluida la ceremonia de entrega y haberse marchado la comitiva, se efectuó una actividad festiva popular que se prolongó durante el resto de aquel día y así comenzó una tradición que aun existe: las fiestas de Pogolotti, el 24 de febrero de cada año.

Marianao contaba en esa época con algunas industrias como la fábrica de cervezas La Tropical, los ingenios Toledo y Quijano y algunos tejares, hornos de cal y tabaquerías; pero estos centros no eran suficientes para resolver, el problema de la desocupación que afrontaba un nutrido sector de la población obrera.

Terminada la guerra, las tierras llanas y fértiles de Marianao, producían buenas cosechas de tabaco, principalmente en El Cano y Wajay, las que daban provechosos rendimientos. Pero con el andar de los años, desapareció la siembra de tabaco, debido a sus bajos precios en el mercado, y dio paso al cultivo de piña y otras plantas hortícolas, que también decayeron a causa de la disminución de los precios en los mercados de exportación, el alza de las rentas fijadas a las fincas próximas a la capital, y la naturaleza misma del régimen social imperante en el país, con la existencia del latifundio, y las secuela de crisis económicas periódicas. Surgió entonces la dependencia de Marianao del gran Complejo Militar de Columbia, del Hipódromo Oriental Park y de los centros de disfrute para la burguesía.

Marianao se distinguió por brindar atención a niños con discapacidades sensoriales. En 1930, se creó el Asilo Escuela Nacional de Sordomudos, con una matrícula de 30 alumnos sordos. Uno de sus profesores y fundador fue el Dr. Emilio Teuma, quien es reconocido como el primer maestro cubano de sordos.

Las capas sociales capitalinas más encumbradas, coparon el litoral y barrios aledaños, privando a Marianao, inclusive, de sus propias playas. Antes de 1959, la extensa línea costera de Marianao estaba ocupada por una cadena de balnearios y clubes aristocráticos, en beneficio de la burguesía capitalina.

Así, los más inescrupulosos instalaron en los suburbios las zonas de tolerancia, los garitos adecuados para la charada y la bolita, lo que hizo que parte de Marianao se conociera en la prensa como “la zona del crimen”.

En 1954, Marianao adoptó una moderna enumeración de sus calles, casas y solares en todo su territorio. Se implantó una concepción urbanística, diseñada para modernizar y racionalizar el sistema de calles y avenidas, por números, sustituyendo la diversidad de nombres, que no facilitaban la localización de las direcciones.Lo interesante de su aplicación en Marianao, consistió en asignar números impares a las avenidas, es decir, las vías que corren paralelas al mar; y números pares, desde el 0 hasta el 256, para las calles que corren paralelas al río Almendares, comenzando por la más próxima a éste. Así, la rotulación de las avenidas avanza de norte a sur y la de las calles de este a oeste. Los números de las casas (sustituyendo los dos últimos guarismos), indican la entrecalle.

Guerra de Liberación

Marianao en la lucha por la libertad verdadera, fue uno de los municipios de la capital que más hijos, o residentes en su territorio ofrendó a las acciones del 26 de julio de 1953.

Hasta el Marianao humilde y obrero llegó Fidel Castro en busca de apoyo para las acciones revolucionarias que se desarrollarían en Oriente. Sus hijos estarían entre las primeras víctimas de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, y los sobrevivientes se integrarían posteriormente a las células del Movimiento 26 de Julio. Decididos a luchar, desde la tarde del 24 de julio, dos grupos del Movimiento comenzaron a salir desde Marianao rumbo a la provincia de Oriente. Uno de los comandos participó en el asalto al cuartel Moncada y el otro al Carlos Manuel de Céspedes.

Un grupo de revolucionarios que conspiraba en el barrio La Ceiba, salió en la tarde del 24 de julio. A este colectivo pertenecían: Pedro Marrero, Fernando Chenard, Gildo Fleitas, Giraldo Córdova Cardín, Miguel Ángel Oramas, José Luís Tassende, Manuel y Virgilio Gómez Reyes (los Hermanos Gómez) y Mario Chanes. Algunos de estos jóvenes murieron en combate en el ataque al Moncada, pero otros fueron apresados y luego asesinados.

Otro núcleo salió de Marianao, el 25 de Julio, de la casa de Hugo Camejo Valdés, sita en calle 138 # 4306, en Cocosolo. Este grupo actuó bajo el mando de Hugo Camejo y lo integró, además: Andrés García, Enrique Cámara, Agustín Díaz Cartaya, Raúl Martínez, Pedro Veliz, Rafael Freire, Lázaro Hernández, José Testa Zaragoza, Rolando San Román, Luciano González, Ángel Guerra y Pablo Agüero. Ellos atacaron el cuartel de Bayamo, y al fallar el golpe sorpresivo, se vieron obligados a retirarse, por lo que los soldados aprovecharon para ultimarlos. Solo sobrevivieron tres combatientes de este grupo: Agustín Díaz Cartaya, Enrique Cámara y Andrés García.

También en la lucha clandestina, los marianenses tuvieron una destacada participación. Nombres como los de Roberto Poland Azoy, Osvaldo Hernández Chávez, Arístides Viera González “Mingolo”, Elpidio Aguilar Rodríguez, Manuel Martínez Prieto, Jorge Sánchez del Villar, Manuel Aguiar García “Manolito”, los hermanos Julio y Santos Montalvo Mazorra, Evelio Sotero Farrat Delgado, Antonio Sánchez Gómez, Conrado Duany Pulido y Virgilio Valdés Rivas, sobresalen entre quienes ofrendaron sus vidas.

Durante el ataque al Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1957, cayeron dos jóvenes de Marianao: Adolfo Delgado Ramírez y Luis Felipe Almeida, mientras que en la huelga general del 9 de abril murieron Alfredo Rodríguez Carbonell y Evelio Rodríguez Páez, y en el Castillo del Príncipe fue asesinado Vicente Ponce Carrasco.

Agustín Díaz Cartaya se dio a la tarea de componer la pieza, denominada en un principio, Marcha de la Libertad; posteriormente sufriría algunos cambios, incluyendo el nombre, para convertirse al final en la Marcha del 26 de Julio, que cfue entonada en el presidio de Isla de Pinos, durante una visita de Fulgencio Batista.

Tras la entrada, el 8 de enero de 1959, de Fidel Castro a La Habana, al frente de la “Caravana de la Libertad” fue en Marianao, donde el pueblo de la capital pudo ver y oír, directamente, por primera vez, a Fidel, quien recibió el apoyo masivo de la población habanera.

Revolución en el poder

Con el triunfo de la Revolución, Columbia fue el primer cuartel convertido en escuela. A este hecho sucedió la conversión de otros 168 en todo el país.

El 10 de marzo, pero de 1959, el comandante Camilo Cienfuegos, derribó los muros del campamento, símbolo de opresión, para que de esta forma se pudiera materializar la idea de convertir los cuarteles en escuelas. El 14 de septiembre de ese mismo año, el primer ministro Fidel Castro entregó al ministro de Educación Dr. Armando Hart Dávalos, el Complejo Pedagógico de Ciudad Escolar Libertad, el cual contaba con todos los niveles y tipos de enseñanza. El 28 de enero de 2011, Ciudad Escolar Libertad fue declarada Monumento Nacional, por la Resolución 08, firmada por el Dr. Eusebio Leal Spengler.

Fuentes